La Nueva Historia de Céfiro.

Capítulo X

No hay lugar, como el hogar.

 

LA ESQUINA DEL ATARDECER.

III

La presencia amarga de la niebla

el eco mudo de las voces que se fueron,

los minutos lentos y las lejanías.

La infancia

las horas niñas que perdí,

los amigos,

los hermanos,

el bosque entero,

la calle

y los papalotes.

Se ha ido la niña que fui,

queda una mirada de lejana lluvia

la soledad y las fauces del abismo,

los pájaros grises

detenidos en las ramas

que el viento mece aletargado.

- Lourdes Corona-

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

 

Marina camina por uno de los corredores del castillo, va muy pensativa y no es para menos, las ultimas semanas han transcurrido con una velocidad inverosímil.

- Un año...

Ya llevamos un año en Céfiro-

A llegado hasta los arcos del jardín, desde donde puede ver el tronco del árbol donde Clef le hablo de amor a Medea.

 

Flashback

Aelo la ataca sin piedad utilizando su poder sobre el agua oscura, la Guerrera Mágicas esta demasiado confundida para poder defenderse, su cuerpo sucumbe ante la presión del chorro de agua, de seguir así no durara mucho tiempo. Tiene que pensar en algo pronto para interrumpir la presión. Intenta subir su mano para utilizar el "Dragón de agua" como contraataque. Antes de que pueda articular el conjuro una esfera de energía la rodea y desvía la presión.

-¡¡¡¡¡NO PERMITIRE QUE LA LASTIMES!!!!!-

- ¿Ascot?, ¡que sorpresa!. ¿Me recuerdas?.-

- ¡¿Y como olvidarte?! ¡¡¡¡Casi haces que la mate!!!!.-

- ¡No olvides que fue tu propio sentimiento lo que te hizo odiarla.-

- ¡Mentira! Tu te encargaste de confundir mis sentimientos.-

- Mmmm. Digamos que ayude un poquito.-

- ¡¡¡¡¡¡VETE!!!!!; ¡¡¡¡¡NO PERMITIRE QUE LE HAGAS DAÑO!!!!!!.-

- ¡Tengo una mejor idea!, volverás a hacerlo tu.-

Ella le apunta con un dedo y alrededor del chico cae una especie de brisa oscura, después comienza a girar su dedo y esa brisa lo rodea.

- Deja salir todo ese rencor que hay dentro de ti, yo se que guardas resentimientos contra ella, lo se y lo sabes. Sabes que ella jamas llegara a amarte, que esta enamorada de otro y tu solo eres un objeto con el que juega, un escudo con el que se protege. ¡¡¡¡Tu sabes que no le importas!!!.-

La brisa desaparece. Los ojos de Ascot son ocultados por su flequillo castaño rojizo en el momento en el que el chico clava su mirada al piso, da media vuelta para quedar frente a Marina quien aun no ha tenido tiempo de recuperarse del ataque de Aelo. Se dirige hasta ella y se agacha a su lado.

Marina esta asustada.

-¿Te encuentras bien?.-

Él le sonríe, ella, sorprendida, le devuelve la sonrisa.

- Si.-

El chico le ayuda a ponerse de pie, mientras se sonroja, voltea a ver a su eremiga con una seguridad y sangre fría que Marina nunca había notado en él.

- ¡Aelo! ¡Eres demasiado tonta si crees que volverás a utilizarme de nuevo!-

Una mirada de furia es lo que recibe Ascot como respuesta. Su más poderosa arma aparece en sus manos: el tridente del rey de los mares terráqueos.

- No es mi único medio, ¿Sabes?.-

Antes de que Aelo pueda utilizar su tridente para atacarlos, Ascot con su mano libre(Con la otra sostiene a Marina por la cintura), traza una estrella de seis picos. De ella salen cientos de pequeños seres amarillos de grandes ojos azules y cuerpos abultados y aterciopelados. Estas bolitas, apena salen de la estrella se pegan al cuerpo de Aelo y no se le despegan.

- ¡¡¡¡¡¡¡QUE RAYOS SON ESTAS COSAS!!!!!!!!-

Después de unos cuantos segundos, Aelo esta tirada en el piso, rodeada de pequeñas y adorables bolas de algodón amarillo, que no dejan de brincarle encima.

Marina se apoya en Ascot mientras se alejan del lugar, la lluvia vuelve a ser cristalina.

- ¿Quieres que te cargue?.- Esta nervioso.

- No, así estoy bien.- Contesta distraídamente.

- ¿Qué ocurre Marina?.-

- Me has dejado sorprendida. ¿Qué son esas criaturas Ascot?. Deben ser muy poderosas para haber derrotado a Aelo-

-JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA. Esas cosas son solo una ilusión creada por mi. Realmente, no pense que funcionaria.-

La chica no puede evitar también reír, prácticamente le habían jugado una broma a Aelo.

- Creo que estará furiosa cuando se de cuenta del engaño.- Dice, aun riendo, Marina mientras apoyada en su amigo se dirigen al castillo.

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

 

Alguien se acerca por detrás de ella con paso dudoso...

- ¿Cómo te sientes?-

- No lo sé. Solo sé que estoy muy confundida. ¿Y tu?-

Sus ojos azules reflejaban simpatía y compasión. Aquel chico también sufría y necesitaba de su apoyo.

 

Flashback

-¡¡¡¡ASCOT!!!!, ¡¡¡¿QUÉ HACES?!!!.-

- ¡¡¡Me voy!!!.-

- Pero ¡¿Por qué?!.-

- ¡¡¡¡¡¡CALDINA!!!!!!,¡¡¡¡¡¡¡SOY UN ASESINO!!!!!!! ¡¡¡¡PRESEA ESTA MUERTA!!!!!!,. !!!!!!!,¡¡¡¡¡¡¡¡GURU CLEF AMA A MEDEA!!!!!,¡¡¡¡¡¡¡¡MARINA ESTA DESECHA, ¡¡¡¡¡¡¡¡YO LA BESE!!!!!!!, Y ¡¡¡¡YA NO QUIERO CAUSAR MÁS PROBLEMAS!!!!!.-

Ascot comenzó a llorar amargamente, se había guardado toda su confusión y dolor solo por Marina.

- ¡Ascot! ¡Tranquilízate!, ¡No entiendo nada!.-

- No importa. ¡Me voy!- Él chico tomo sus posesiones y se dispuso a salir.

-¡¡¡¡Detente!!!!, ¡Te comportas como un niño! ¡No puedes evadir los problemas toda la vida!, ¡Esa no es la solución!.-

Él siguió su camino como si no la hubiera escuchado.

- Bien. ¡Vete de nuevo!. Jamas te creí tan cobarde como para abandonarla. ¡Vete y deja que tu corazón y el de ella sigan doliendo! .-

Una vez más, la ilusionista había acertado con sus palabras.

Marina lo necesitaba para superar sus problemas, pero él la necesitaba más a ella para superar su propio dolor, sin Marina jamas lo lograría.

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

 

- Aun no puedo creerlo...-

- Ascot, tenemos que decirle a todos. No es justo. Ni para ella, ni para nosotros, ni para...- Se detuvo dudosa de terminar la frase.

- Clef.- Él chico terminó la frase en un susurro y riendo para sus adentros, entendía mucho mejor que la guerrera mágica, que olvidar, no era nada sencillo.

 

Algunas veces el amor es egoísta, y así mientras Ascot y Marina intentan librarse de sus demonios internos, sus amigos han salido a dar un paseo.

El Bosque del Silencio, en otro tiempo un lugar maldito, ahora un lugar hermoso y pacifico. Dos caballos al galope, dos risas que se pierden en el murmullo de la naturaleza. Ella, Guerrera Mágica del Viento, él, príncipe, futuro gobernante de Céfiro. Los dos han peleado muchas batallas pero ahora intentan divertirse y disfrutar su amor, algo que últimamente no habían podido hacer.

- ¡ Te gane!.- Detiene el caballo para recibir a su compañero con una mirada de victoria.

- No es verdad. Te di ventaja.- Le contesta él en tono seguro.

- Paris, acepta que perdiste.- Le dice ella con una de esas sonrisas que fascinan al príncipe.

- ¡Oh!, ¡Esta bien! Por esta vez ganaste.- Dice en tono resignado.

Desmonta y se acerca al caballo de Anais para ayudarla a bajar mientras dice:

- Ahora te daré tu premio.- Ella lo mira con ojos interrogantes.

- No acordamos ningún premio.-

Paris la acerca y la estrecha contra sí, le levanta la barbilla con una mano y acerca su rostro al de ella mientras sonríe con picardía.

- Yo siempre gano.-

Dos caballos más aparecieron relinchando, lo cual hizo separarse bruscamente a la pareja. Sobre el caballo negro van dos persona, él es el mejor espadachín mágico de Céfiro, y ella la persona con más fuerza de voluntad, la única capaz de anular el sistema del pilar, además de Guerrera Mágica del Fuego. Ellos también quieren disfrutar del oasis después de las batallas. En el caballo café con manchas blancas, va la más reciente inquilina del Palacio, ella no estaba contemplada cuando se planeo el paseo, pero se había unido en el ultimo momento.

- Disculpen, no queríamos dejarlos atrás.- Dijo la chica rubia con su siempre tono amable.

- Por mí no hay problema. No me gustan las carreras.-

- Por nosotros tampoco. Lucy no sabe montar y no quisiera que le ocurriera alguna accidente por ir al galope.- Sujetaba fuertemente a la pelirroja como si no estuviera dispuesto a perder su tesoro nunca más. El amor había hecho algunos cambios en Latis que se mostraba un poco más expresivo y alegre que regularmente.

Todo este tiempo, Liz se había dedicado a observarlos. No lograba entender el cariño que las dos parejas se manifestaban. Entendía la relación de las Guerreras Mágicas, eran tan unidas como sus hermanas, pero no lograba entender el cariño que existía entre Paris y Anais, tan similar al de Lucy y Latis, tan similar al de sus padres...

Escucho una voz.

- Hermana.-

- ¿Te ocurre algo Liz?.-

- No, ¿por qué Lucy?.-

- No me hacías caso. ¿Seguro que estas bien?.-

- Si. Solo estoy un poco cansada. Creo que será mejor que vuelva al castillo.-

- Te acompañaremos.-

- Gracias Latis, pero volveré sola. Ya les he causado muchas molestias hoy.-

Sin decir nada más hizo girar su caballo y se alejo dejando que ambas parejas continuaran solas su paseo.

Se detuvo más adelante.

- ¿Hermanas?.-

- Aquí estamos.- Ocípete y Aelo aparecieron frente a ella.

- ¿Qué ocurre?.-

- Celeno no ha podido escapar.-

- Lo sé.-

Flashback

Es de noche, la hora es avanzada y el castillo duerme. Una puerta rechina un poco al abrirse. La luz que entra por el umbral descubre a una chica pelirroja que duerme plácidamente. Una sombra de mujer se refleja en el piso, se escucha un choque metálico, se ve un destello.

- Aaag.-

El grito fue ahogado antes de poder salir de la garganta. Celeno ha logrado colocar su cadena alrededor del cuello de Lucy y la asfixia. La chica patalea y tira de la cadena con todas sus fuerzas. No ha sobrevivido ha tantas batallas para morir ahorcada en su habitación. La fuerza la abandona, no llega suficiente aire a sus pulmones. Esta a punto de desfallecer.

- Pense que eras más fuerte.-

La chica se aferra a la cadena con ambas manos e intenta jalarla de nuevo, no va a rendirse tan fácilmente. Celeno había cantado la victoria demasiado pronto.

Poco a poco, logra alejar la cadena de su cuello, lo suficiente para respirar. Da un respiro profundo antes de dar un gran tirón a la cadena haciendo caer a Celeno, esta más que sorprendida de la fuerza de Lucy sale corriendo. La energía, que desprendió Lucy al vencer a Celeno, corrió como una onda por todo el lugar despertando a todos.

La buscan por todas partes, Guru Clef aun siente su aura maligna dentro del castillo. Una chica rubia con un pequeño en brazos corre por un pasillo tratando de llegar a la habitación de su querida amiga. Un escalofrío recorre su cuerpo, algo no esta bien, el pasillo esta excesivamente oscuro. Una figura femenina aparece entre las sombras con una sonrisa fría.

- Vas tu.-

Anais baja a Paris y lo pone detrás de ella, saca su espada del guante joya y asume la posición de combate.

- ¡Escóndete!.- El pequeño no osa desobedecer la orden y se protege en el marco de una puerta.

- ¿Vas ha esperar a que te ataque?, Ese es tu gran error, peleas a la defensiva.-

Otro escalofrío, tenia miendo. No tenía por que sentirlo, había peleado ya muchas batallas como para asustarse, pero así era. Celeno lanzo la afilada punta de su cadena contra Anais, esta lo esquivo fácilmente con la espada, sin embargo esto era solo una distracción, la otra punta se estrello directamente en su talón derecho, abriéndole una herida tan dolorosa que la hizo perder el equilibrio. La cadena regresó a su dueña, quien se acercó a la chica derribada. Anais se dio cuenta de que era Celeno quien le influía miedo.

- Ya te diste cuenta verdad, ese es uno de mis poderes, infundir el miedo. Vencerte ha sido demasiado fácil, no creo que tu seas la llave.-

- ¡No es tan sencillo vencerme!, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DESTRUYE TORNADO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.--

Celeno es atrapada dentro del tornado y se estrella varias veces con el suelo y las paredes. Cae unos metros adelante. Anais también cae de nuevo al piso por su tobillo lastimado.

- ¡Mama Anais!, Etas bien.- El pequeño ha salido de su escondite e intenta reanimar a la chica. Ella abre sus ojos y lo mira con dulzura, con una voz apenas audible le reclama.

- ¿Qué haces aquí?. Ve a esconderte, es peligroso.-

- Bien Guerrera Mágica, veamos que más puedes hacer.- Se acerca caminando a ella pero Paris se interpone en su camino. - Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ¿Crees que puedes detenerme niño?.- Con una mano sujeta al niño y lo sube para arrojarlo contra una pared, el impacto es tan fuerte que hace un hoyo en ella. Se dirige a Anais.

- ¡Valiente príncipe!, Un pequeño que no puede ayudarte. Ni siquiera puede salvarse a así mismo. ¡Ahora me mostraras tu máximo poder-

Los gritos de Anais son desesperados, la cadena de Celeno enreda todo su cuerpo y lo aprieta como una boa a su presa. Si no muere de asfixia antes, sus venas se amorataran y en un momento determinado, estallaran. Grita y pide auxilio con todas sus fuerzas, por ahora no ve otra salida para su situación que pedir socorro y rezar...

En otra parte del castillo Medea hace lo que el resto, trata de encontrar a la atacante de Lucy. Corre por una de las tantas galerías del castillo, alguien más podría estar en peligro, distingue a Clef a lo lejos, su corazón se alegra. Corre directo a él. Una imagen idéntica a ella se cruza en su camino.

- ¿Tu crees que tienes el derecho a estar con él?, ¿Tienes derecho a ser feliz con el hombre al que ame, mientras yo me encuentro sola en una tumba fría y oscura? ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO LO TIENES!!!!!!!!!!!!!!.-

La fantasmagórica aparición desaparece mientras Medea se detiene a escasos pasos de Clef y se pone tan blanca como la aparición que acaba de ver.

- Medea, ¿Qué te ocurre?.-

- ¡Aléjate!, ¡No podemos estar juntos!.-

En ese precisó momento, alguien libera una gran cantidad de poder, los dos lo sienten. Llegan a uno de los cruces de los pasillos para ver como Celeno sale volando de otro corredor y se estrella contra la fuente que hay en el centro haciéndola añicos. La chica no pierde el tiempo, trabajosamente se levanta para escapar. Descubre a Guru Clef y a Presea por lo que intenta irse por el pasillo contrarío, desgraciadamente para ella Lucy y Latis aparecen por ese lado, opta por irse por el pasillo trasero, Ascot y Marina le cierran el camino. Se queda parada en medio, aparentemente podría escapar por el corredor delante de ella, pero fue de ese de donde salió volando. Por el umbral de esta galería se distingue una sombra que avanza con paso seguro, la luz aun no permite verle el rostro pero es un hombre por la estatura y el cuerpo, sostiene a una chica desmayada en brazos.

Todos han quedado sorprendidos, Celeno aprovecha la situación para intentar escapar, no lo logra, un centenar de guardias han llegado a apoyar al resto. Una de las arpías ha sido capturada.

- Guru Clef encárgate de la prisionera por favor, yo iré más tarde.-

- Así se hará, príncipe.- El mago hace una ligera reverencia, los guardias hacen lo mismo mientras el resto aun no se reponen de la sorpresa.

El ver en peligro ha Anais hizo que Paris entendiera al fin el hondo sentido de la palabra "responsabilidad". En su estado de niño podía evadir todo el compromiso que tenía para con el gobierno de Céfiro y olvidarse de la idea de que no podía estar cerca de Anais(No es muy bien visto que un príncipe este con una chica sin ningún tipo de compromiso, le roba tiempo de sus obligaciones.). Pero al ver a la guerrera peleando y en peligro de muerte sin poder hacer nada, comprendió que también había renunciado a su deber y derecho de proteger a las personas que ama. Había renunciado a su responsabilidad para con ella, para con su hermana, para con Clef y su pueblo, comprender estas verdades hizo crecer y madurar al joven príncipe, aun más que antes.

La habitación era muy bella, Caldina se había esmerado en que las habitaciones que ocupaban las guerreras su estancia en Céfiro fueran las mejores. Paris entro y deposito a Anais sobre la cama. Se sentó a su lado y acaricio su rostro con delicadeza, ella se estremeció un poco y abrió los ojos.

- ¿Cómo te sientes?.- Le preguntó él con ternura, un rojo vivo acudió a las mejillas de la chica.

- Ahora, estoy bien. Te extrañe mucho-

- No podrás negar que era un niño encantador.- Anais puso cara de enojo y ambos soltaron una carcajada. - Te voy a dejar para que descanses.- Se levanta y camina hacia la puerta.

- Espera...-

- Sí-

- Por favor, quédate un poco más.-

Él chico regreso para sentarse al lado de la cama y darle un beso en la frente a su querida Anais.

 

Guru Clef se quedaría esperando al chico. Sin embargo el mago no perdía el tiempo y había comenzado ha interrogar a Celeno.

- ¿Qué es lo que buscas?.-

- La llave.- Respondió con indiferencia.

- ¿Cuál llave?.-

- La llave que abre el Triángulo del Armagedon.-

Se quedó pasmado, el Triángulo del Armagedon, un puente dimensional, un gran peligro para el delicado equilibrio de las galaxias, con la suficiente potencia para arrastrar cualquier planeta a otra dimensión, si el que lo abriera no es lo suficiente mente poderoso para controlarlo y por si fuera poco el precio por abrirlo cobraba la energía de tres personas y la vida de una. La llave debía liberar todo su poder, lo cual solo se lograba de una forma: muriendo en el centro del triángulo.

- ¿Por que quieres abrirlo?, podrías provocar un colapso de galaxias.-

- Es un riesgo que tenemos que tomar. Si no jamas saldremos del templo, jamas seremos libres- Las palabras de Celeno reflejaban franca y honesta amargura.

- Si ustedes no son capaces de controlarlo también morirán.-

- Eso ya no nos importa. ¿Sabes lo que es pasar una eternidad solo?.-

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

 

- En el castillo habitan muchas personas lo suficiente mente fuertes como para ser la llave.-

- Tienes razón querida Iris, pero solo una de ellas realmente tiene el poder de la llave dentro de sí.- Cuando Ocípete cayó, Aelo se puso a reflexionar.

- Lo tengo hermanas. Aprovecharemos la situación. Como tu(señalo a Liz) y Celeno están en el castillo, podemos convocar La Prueba de los Dioses, así sacaremos a Celeno y sabremos quien es la llave.-

- Pero nosotros también tendremos que participar.-

- No creo que tengamos ningún contratiempo Ocípete, en el pasado, siempre ganamos esos juegos.-

ª ª ª ª ª ª ª ª ª ª

 

Observa con detenimiento la imagen reflejada, su cuerpo es hermoso. Aun no alcanza su plenitud total, pero ya se notan acentos aquí y haya, sobre su cintura, sus caderas y su pecho. Será una mujer hermosa, sin embargo ella sabe que aun es una chica.

Lucy y Anais llaman por cuarta ocasión a la habitación de Marina y esta no contesta. Lucy se preocupa y abre la puerta con cierta brusquedad. La rubia y la pelirroja se sonrojan y se tapan los ojos al encontrar a su amiga desnuda parada frente al espejo. Marina corre al baño y poco tiempo después sale ya vestida, se sienta sobre su cama y hace una ademan para que las otras dos chicas se acerquen.

- ¿Qué esta ocurriendo Marina?.-

- Has estado muy extraña los últimos días.-

Marina observa a sus amigas, en su rostro lee la gran preocupación que sienten por ella.

- No puedo decirles.-

- ¿Por qué?.- Lucy abre sus ojos grandemente y Anais reclama.

- ¿No te inspiramos suficiente confianza?.-

- ¡Nunca vuelvas a decir eso! Ustedes son para mí algo más que mis amigas, son mis hermanas.-

- Entonces por favor, dinos que te esta pasando.-

- Queremos ayudarte.-

- Anais, Lucy...es que...no lo se exactamente. Estoy muy confundida...

Han pasado tantas cosas... Cada vez que hemos venido ha Céfiro hemos acabado peleando y sufriendo. Yo sé que ahora nadie nos obliga a pelear, ¡Que lo hacemos por proteger a nuestros amigos! Pero...pero...- Marina no supo como terminar.

- La heridas no cicatrizan, no importa cuanto tiempo pase, jamas olvidáremos las batallas.- Sollozo Anais.

- Simplemente aprendes a vivir con ellas, aprendes ha vivir sabiendo que tus manos han herido, han matado...- Agregó Lucy cerrando los puños y con amargura en su voz.

- ¡¡¡¡¡A eso me refiero!!!!. Céfiro nos ha hecho cambiar, creo que hemos madurado... demasiado pronto. Tal vez en este planeta sea algo normal que un niño de diez años tenga el pensamiento de un sabio pero ¡ Yo no puedo hacerlo!, No pensamos ni actuamos como chicas de nuestra edad, sino como mujeres adultas, a pesar de que nuestros cuerpos apenas comienzan a desarrollarse ¡Mírense en el espejo!, ¡Apenas si han cambiado y por dentro no son lo que aparentan ser!. Papa y Mama siempre me dijeron que no hay una edad determinada para madurar y yo no me siento lista para hacerlo, sin embargo creo que Céfiro me ha forzado a crecer. ¡Ya no lo soporto!

¡Extraño comer helado de chocolate, hacer pasteles, que me consientan y llegar tarde a la escuela!-

- Las tareas, caminar camino a casa con mis amigas, tocar el piano en el atardecer.-

- ¡Jugar con Hikari en el jardín!, ¡Entrenar en el Doyo!.-

Los rostros de la tres chicas se iluminaron mientras recordaban la vida común que llevaban en la tierra, su planeta natal, su hogar...

Después de todo ellas eran solo viajeras, solo podían estar en Céfiro por corto tiempo y aun eran adolescentes con muchos sueños por cumplir.

- Extraño a Papi y a Mami.- Dijo Marina con voz de niña chiquita.

- A mi hermana Lulú(aunque siempre me quiera conseguir novio ^_^!), a mis queridos Padres.-

- A mis hermanos(aunque sean tan celosos ^_^!). Deben estar muy preocupados por mí-

- No lo creo Lucy. Guru Clef me explico que cuando estamos aquí, se hace una especie de ranura, que esta presente mientras nosotras permanecemos en Céfiro, (ya que no pertenecemos a esta dimensión) por lo cual nuestro tiempo en la tierra no avanza.-

- ¡Es verdad Anais!, ¡Las dos veces que hemos estado en Céfiro hemos vuelto en el mismo momento en que salimos!.-

- Aun así chicas, creo que es hora de que Wendy, John y Michael regresen a casa. "La Tierra de Nunca Jamas" es hermosa, pero estas niñas perdidas todavía necesitan a sus padres.-

- Marina, no te entendí nada.- Dijo Lucy haciéndose pequeñina y con sus orejas de gatito.-

- No es tan complicado Lucy, Marina hizo una metáfora entre nuestra situación y el cuento de "Peter Pan".-

- Sigo igual º_º?.-

- Solo dije que tal vez deberíamos volver a casa.-

- Si, estar aquí y la influencia de Anais, ya te esta haciendo decir cosa extrañas.-

Las tres chicas rieron bastante del comentario de Lucy, rieron como asía mucho no lo hacían, como simples chicas.

 

 

Notas de la Autora.

¡Ya no sigo diciendo que voy a acabar pronto porque mi nariz va ha estrellarse en la pantalla de mi PC!(Con razón somos amigas Lys-Chan).

La verdad la acción, se me salió un poco de control ^_^! y voy a tener que extender esta historia uno o dos capítulos más de lo que había planeado. También voy a demorar en mandar el siguiente(¡Que novedad! ¬_¬).

Haciendo un pequeño comentario de mi capítulo me fui sobre algo que creo que a la mayoría de los escritores se nos olvida aveces. ¡Que nuestras Guerreras son unas niñas!. Creo que una chica normal de 15 años ya se hubiera suicidado de tanta presión que hay sobre ellas. Por eso se me ocurrió este capítulo. Espero que les haya gustado.

Cualquier duda(Creo que enrede mucho este capítulo), comentario o sugerencia, critica(Ya manden alguna) pueden enviarla a mi correo:

[email protected]

 

¡Antes de que se me olvide! Los invito a que lean una historia de lo más desquiciada, mi nueva historia: Kokoro: "La fuerza del Corazón". (Les juro que no fume o consumí nada extraño cuando la escribí ^_^!). Según las opiniones que reciba la continuare o le pediré, de favor, a Jose Luis que la saque de la pagina. ¡Así que no dejen de mandar su opinión!

¡Hasta pronto!

Besos y cariños a todos.

Anais.

P.D. Saludos a Ire(Me encanto el final de Mi Secreto, crece la expectativa) a Lyssle(¿Te gusto como arregle lo de Paris?), a Techi y a Umi (bienvenidas de regreso) a Lisseta, a M.Lu, a Jessy(¡Hay sangre nueva), bueno...^_^!, saludos a tod@s los escritores(as) de la pagina y bienvenidos los nuevos.

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