Capítulo 7. Sentimientos

- ¿De qué hablan?

- ¡EH! De nada Lucy

- ¡PARIS! Que bueno que ya llegaste

- Ho… hola Lucy ¿cómo has estado?

- Bien gracias, ¿ya le avisaron a Anaís?

- No, creo que sigue dormida

- ¿Estas segura Marina?, Anaís siempre madruga

- Debe estar muy cansada

- Eso debe ser *Paris no debe enterarse que esta deprimida* - y sonriendo otra vez se volteo con Latis - Latis, venía a ver si me podías acompañar a dar un paseo

- ¡Claro! Vamos

Así se retiran Lucy y Latis, Paris dice que tiene que pensar y se retira también dejando solos a Marina y Guru Clef

- ¿En qué piensas?

- En lo que me dijo Paris

- ¿Qué tiene de extraño?

- No sé, pero presiento que Paris nos será de gran ayuda con Anaís

- Yo sólo espero que no que tengas el título de Mago Supremo nomás por nomás

- Marina ¬¬U

- Je ^_~

Mientras tanto, Paris se sentó en la rama de un gran árbol para meditar [como no somos metiches, dejaremos en paz a Lucy y a Latis ^-~]

*¿Por qué ella?* de pronto escucho los pasos de alguien

De los arbustos salió Anaís, Paris iba a saludarla pero prefirió admirar su belleza por un rato, así que se quedo en su lugar.

Anaís sintió que su corazón saltaba de alegría, pero su depresión era tan profunda que no le dio importancia, siguió su camino hasta las orillas del lago, se quitó las zapatillas y sumergió sus pies en las cálidas aguas mientras se sentaba en la orilla. De pronto, todos los recuerdos le vinieron a la mente, haciéndola sentir muy mal y culpable, así que comenzó a llorar. De pronto sintió unos pasos, secó rápidamente las lagrimas, se paró (dentro del lago) y volteó para atrás.

- ¡Pa… Pa… Paris! – dijo sorprendida

- Anaís – el joven y fue hacia ella para abrazarla, pero la chica se hizo para atrás, esto lo extraño

- ¿Qué ocurre?

- Yo… tú… no podemos estar juntos

- ¡¿QUÉ?!

Anaís no contestó, sólo comenzó a llorar; Paris caminó rápidamente hacia ella, pero en el camino tropezó con una piedra y llevándose de paso Anaís cayeron en el lago [que original (dicho sarcásticamente)]

- Lo siento ^_^U – pero Paris no hizo ningún movimiento que diera a entender que se iba a levantar, en cambio parecía muy cómodo en esa posición

- Fue… un… accidente – contestó Anaís roja como un tomate tratando de safarse, algo que no consiguió porque Paris la atrajo hacia él y la abrazo

- Te extrañe tanto – le dijo al oído – te amo

Y segundos después la estaba besando, fue un beso largo que los dos disfrutaron, en él demostraron cuanta falta se habían hecho y que el amor que se tenían era ahora más fuerte. Cuando se separaron, Paris la miró a los ojos, pero ella retiró rápidamente la mirada

- No entiendo Anaís, ¿por qué estás tan extraña?

En ese momento Anaís comenzó a toser [prepárense para los problemas, y más vale que teman, upss, me equivoque de caricatura ^-^U]

Cuando Oa despertó se sintió extraña, "su" cuerpo estaba muy… pesado y extraño, cuando abrió los ojos se encontró con otros de color del sol y se dio cuenta que estaba debajo de alguien

*¿Qué demonios está ocurriendo aquí?* pensaba Oa mientras empujaba al chico

- ¿Quién eres tú? – pregunto mientras se secaba la ropa con un hechizo

- Como que quien soy, soy Paris – contestó Paris, sospechando lo peor

- ¡¿EL HERMANO DE ESMERALDA?! – exclamó Oa después de meditar por un momento

- Si, Esmeralda era mi hermana

*Conque el hermano de Esmeralda, esta cada vez está mejor. Pero que demonios, hay algo que este chico provoca en la guerrera, y eso me está trastornando*

En ese preciso momento llegaron Marina y Guru Clef


- ¿Qué está ocurriendo aquí? ¿Por qué están heridos?

- Lucy, vete de aquí – le dijo Latis mientras sacaba su espada

- ¿Qué? ¡¿POR QUÉ?!

- Hasta que apareció la guerrera del fuego, espero que ella me dé una mejor pelea

- Anaís, ¿qué te sucede?

- No soy Anaís niña tonta

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Era de noche, los pasillos por donde caminaban estaban muy oscuros *¿Cómo sabe por donde ir?* se preguntaba la joven que iba detrás de un joven bastante alto, de pronto el pasillo se terminó y en el fondo se veía una puerta, el joven se detuvo delante de ella, la abrió lentamente y entro al cuarto seguido de la joven, que al observar a su alrededor abrió los ojos desmesuradamente

El cuarto era hermoso, enorme y excelentemente decorado, tenía un aroma en al aire que tranquilizaba y relajaba el alma, en el centro había una enorme cama, donde yacía una hermosa joven durmiendo, el joven se acercó a la cama y sentándose sobre ella la contempló por unos instantes, se acercó lentamente a ella y la beso, beso que fue correspondido segundos después de haber comenzado, la otra joven sólo contemplaba esa hermosa escena con una mirada triste y llena de lagrimas.

- Zagato… - susurró la joven lentamente - ¿qué haces…

- Shh, no digas nada – dijo Zagato mientras la dormía con un hechizo y la cargaba – es hora de irnos

*Casi podría decir que puede verme* penso Anaís que salía detrás de Zagato justo en el momento en que él fue atacado por Ráfaga

- ¡¿QUÉ DEMONIOS ESTAS HACIENDO ZAGATO?! – Preguntó sacando su espada

- No te metas Ráfaga, no deseo pelear contigo

- Pues tendrás que hacerlo, porque no permitiré que secuestres a la princesa

Y así comenzó la batalla, [no la cuento porque ya se la saben ^_~), cuando despertó Esmeralda y le pidió ayuda a Ráfaga, fueron dos hechizos los que le llegaron, la llama azul de Zagato y una burbuja de aire por parte de Oa.

**Si alguien me salva la vida es mi deber seguirlo y protegerlo** recordó Esmeralda al ver que Oa ayudaba en su ataque a Zagato *nadie podrá ayudarme mientras ellos estén unidos* pensó mientras se resignaba al secuestro

Zagato volvió a dormir a Esmeralda, llamó a un corcel negro (idéntico al de Latis) y delicadamente la colocó en la silla, se montó y la volvió a tomar en sus brazos *se siente tan bien tenerla en mis brazos* pensaba mientras se dirigía al cielo, para sorpresa de Anaís "su" cuerpo comenzó a flotar y minutos después se encontraba volando a un lado de Zagato en dirección al castillo.

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Lucy estaba exhausta, llevaba combatiendo más de dos horas con "Anaís" sin lograr nada, no podía lastimarla, pero si no hacía algo ella terminaría lastimándola o talvés hasta matándola, tenía que hacer algo, pero no sabía que, de pronto su mirada cambio, y comenzó a atacar a Oa

- ¡¿CÓMO TE ATREVES A LASTIMAR DE ESA MANERA A LUCY?! – Gritó Luz - ¡NO TE LE PERDONARE!

- ¡Vaya!, hasta que esto se va a poner interesante

Y así comenzaron a pelear hasta que todo lo demás no importaba para nada, solo estaban ellas dos en una batalla que estaban disfrutando. Y Guru Clef, aprovechando la oportunidad comenzó a ayudar a todos, Marina estaba malherida, le sangraba uno de sus brazos y a duras penas estaba consciente, Paris estaba inconsciente, y Latis tenía heridas por todo el cuerpo, mientras les ayudaba a todos comenzó analizar la situación, encontrándose con que su teoría tenía razón, cuando ya todos estaban en perfecta condición se quedaron asombrados de la batalla que se estaba dando. Pero rápidamente vieron que Lucy llevaba todas las de perder.

- ¡DETENTE! – Gritó Paris, desesperado

Todos, exceptuando Guru Clef, se asombraron que en ese momento Oa/Anaís se detuvo, Luz/Lucy cayó de rodillas estaba exhausta

- Lucy

- Ella no es Lucy

- ¿Quién eres? – preguntó Paris

- Mi nombre es Oa - *¡Maldición!. Que demonios me está ocurriendo* - Luz, dile a Lucy que esconderse detrás de ti no le servirá de nada, que muy pronto ella y la guerrera del agua pagarán su asesinato

- ¿Y la guerrera del viento qué? – preguntó muy altiva

- Ella ya está teniendo su propio calvario, NIEBLA OBSCURA – de sus manos comenzó a salir la niebla cegando a todos, cuando se despejó no había rastros de Oa.

- Que ingenuos son si creen que podrán ayudarlas, ya se acerca la hora de cobrarles – en ese momento sintió una punzada en el corazón – maldición, este cuerpo me esta trastornando.

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*- Espera, cuando se retire Zagato, no te vayas, por favor-* escuchó Anaís en su cabeza, y el cuerpo sólo asintió.

- Princesa Esmeralda, espero que el lugar sea de tu agrado

- Zagato, déjame ir, sabes que no lograrás nada con todo esto, lo único que estás haciendo es destruyendo Céfiro

- Eso no me importa y lo sabes bien – le contestó fríamente – ahora, descansa, tengo que arreglar unas cosas

- ¡ZAGATO, ESPERA! – Pero Zagato la ignoró por completo saliendo del cuarto

- ¿Por qué lloras? – Preguntó Oa mientras se acercaba al globo

- ¿Tú también puedes verme?

- Si, es casi como si te tuviera frente a mí

- Se nota que tienes grandes poderes, es extraño que nunca me haya enterado de su existencia

- Pero no me contestaste

- Es que Zagato no entiende que todo lo que hace es inútil, sabe que mientras esté cerca de mí, Céfiro se irá destruyendo poco a poco, y no me va a dejar otra alternativa más que llamar a las Guerreras Mágicas

- ¿Quiénes son las Guerreras Mágicas?

- Son…

En ese momento entro Zagato con Nova, Esmeralda se quedo callada, sabía que nada de lo que dijera lo haría cambiar de parecer, tomando la decisión de que en un momento de descuido llamaría a las Guerreras Mágicas, era la única solución que su mente le daba, que aun seguía trastornada por el beso de hace unas horas.

Anaís estaba preocupada, Nova no dejaba de mirar para donde se encontraba, tal parecía que podía verla, y eso le extrañaba, según la conversación del espíritu y la princesa Esmeralda, nadie podía verla.

Todo comenzaba a desvanecerse, solo alcanzó a escuchar unas palabras a los lejos *- Legendarias Guerreras Mágicas ayúdenme… ayúdenme a salvar a nuestro mundo Legendarias Guerreras Mágicas-* una luz inundó el lugar y todo volvió a ser negro.

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- ¡HAYYY, ME DUELE!

- Tranquila Lucy, espera que Guru Clef descanse para que sane todas tus heridas

- Dime Latis, ¿qué ocurrió? ¿Qué le está pasando a Anaís?

- Creo que deberías decirle

- ¡Marina! ¿Cómo está Guru Clef?

- Descansando, me dijo que en unos minutos estará contigo

La pelirroja se les quedo viendo con una mirada interrogatoria

- Antes de todo, ¿qué recuerdas de la batalla?

- Solo que Anaís era muy fuerte y ágil, pero después de la cuarta caída no recuerdo nada, pero cuando desperté en mis oídos solo se escuchaban unas frases **ella y la guerrera del agua pagarán su asesinato ¿Y la guerrera del viento qué? Ella ya está teniendo su propio calvario** de ahí mi mente está en blanco.

- Deja que te explique…


- ¿Por qué no me dijeron nada?

- Perdónanos Lucy, pero no queríamos preocuparte

- Pero Anaís es mi amiga, tenía derecho a saberlo

- Lo sé, yo me sentí igual, pero comprende que creímos que sería lo mejor

- ¿Y qué haremos ahora?

- No lo sé Lucy, dudo mucho que Anaís quiera hablar de lo que le está sucediendo, ya sabes que reservada es

- Lo sé Marina, pero aún así no puedo dejar de sentirme mal por ella, lleva sufriendo no sé desde cuando y se lo ha guardado todo para ella sola

- Recuerda que tu hiciste lo mismo ¬¬, además, según parece, muy pronto nosotras recibiremos parte de esa tortura.

Los tres se quedaron mirando sin saber que decir cuando llegó Guru Clef

- Es necesario que hablemos

En otros lugares, Paris se encontraba en el cuarto de Anaís observándola dormir, le había costado mucho trabajo encontrarla, pero cuando por fin la halló estaba inconsciente, así que la llevo a su cuarto para que descansara. De pronto, vio como un par de lagrimas corrían por sus mejillas.

- Anaís, no sabes como quisiera evitarte todo este sufrimiento – le dijo mientras le secaba las lagrimas y le besaba la frente.

- Paris…

CONTINUARÁ………

NOTAS DE LA AUTORA

Espero que hayan disfrutado este capítulo, es bastante diferente a los anteriores, y cada vez se acerca más el final

Bueno también quiero agradecer a José Luis, a Iván, a Hikaru y a Anaís por los consejos y el apoyo que me han dado, me han sido de gran ayuda, bueno, me despido y nos vemos en el siguiente capítulo

ATTE

Lisetta

 

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