Capítulo 8. Confusiones

- ¿Qué demonios me esta sucediendo? Le conteste y le obedecí como si hubiera sido Zagato, además de que no pude lastimarlo; cuándo pelee con Lucy y Marina, aunque me costo mi trabajo, logré vencer los lazos inconscientes que Anaís me ponía para protegerlas, pero con él es diferente, estando cerca el cuerpo de Anaís se estremece y comienza a emitir un calor que me invade por completo, y que para colmo me agrada, ¿qué me esta pasando?

Mientras Oa meditaba esto, le estaba mandando unas pesadillas a Anaís, produciéndole, de paso, una fiebre muy alta.

- ¿Cómo sigue?

- Igual

- ¡No puedo creer que la magia de Guru Clef no haya podido hacer nada! ¿Cómo es posible?

- Shh Marina, no hables tan fuerte

- Perdón,… ¿dónde está Lucy?

- Me imagino que en su cuarto, la mande a descansar

- El que debería de descansar eres tú, no te has separado de ella desde anoche

- Estoy bien

- ¿En serio? ¬¬

- ¡Marina!

- Paris, estás muy estresado, ¿por qué no vas a darte un baño y luego regresas?

- Está bien, está bien, en unos minutos regreso

- Ese testarudo, pero gracias a él seguimos vivos


- ¡Cuidado! ¡PARIS! – Gritó Guru Clef, pero fue demasiado tarde, Oa ya lo había estrellado contra un árbol, dejándolo inconsciente y rompiendo al árbol.

- Ah, el mago y la guerrera del agua, ¿hay algún momento en que no estén juntos?

- ¡Cállate! – Le "contesté" completamente roja

- Uy, que miedo, la niña se enojo – dijo, burlándose de mi, pero después se puso seria y nos preguntó - ¿Quién quiere ser el primero en pelear?

- Sabes perfectamente que no le haremos daño a Anaís

- Pues que pena, porque está vez no pienso tener consideraciones – inmediatamente sacó su espada y se fue en su contra, maneja muy bien la espada, Guru Clef no pudo hacer nada, (a leguas se nota que no es su fuerte ¬¬U), cuando perdió la espada creí que lo mataría, pero no, comenzó a atacarlo con hechizos.

- Creo que no te sienta el título de Mago Supremo de Céfiro, no has podido si quiera tocarme – estaba humillándolo en donde más le dolía; de pronto dejó de atacarlo, Guru Clef tenía muchas heridas, sangraba por todos lados, yo quería auxiliarlo, pero Oa se puso delante de mí, amenazándome con su espada.

- Espero que tu me des una mejor pelea, te permitiré mezclar tu habilidad con la espada y tu magia, a ver si así logras algo.

Me estaba insultando, quería provocarme para que la atacará, pero yo no podía, no podía ni si quiera pensar en lastimarla, aprecio demasiado a Anaís para atacarla, aún sabiendo que la persona enfrente de mí no era ella.

Comenzó a atacarme casi al instante, apenas y pude sacar la espada para protegerme; tenía que ver como defenderme, desarmarla y no lastimarla, pero era imposible.

Al inicio peleo como si le costará trabajo, pero comenzó a tomar fuerza y yo ya no pude hacer nada, estaba a punto de darme el golpe final cuando escuche la voz de Lucy.

Mi vista comenzó a nublarse y apenas escuchaba, horas después comencé a sentir una calidez en todo mi cuerpo, Guru Clef estaba curando mis heridas con un hechizo, cuando me recobré pude ver la feroz batalla entre Lucy y Oa, era increíble, y aunque Lucy parecía exhausta no se daba por vencida.

Después Guru Clef despertó a Paris y a Latis, Paris le gritó a Oa que se detuviera, y para sorpresa de todos, ella se detuvo, y después de decirles unas cosas a Luz (porque era Luz la que estaba peleando) desapareció.

Inmediatamente ayudamos a Lucy, que tenía muchas heridas, y a Guru Clef, que estaba exhausto. Paris se quedo buscando a Anaís


- ¿Cómo sigue?

- Igual, no ha mejorado, aunque parece que algo le inquieta.

- Creo que está teniendo pesadilla

- Espero que no, ¿dónde está Tata?

- Está con Lucy, Latis y los niños, Guru Clef les pidió que los llevarán a recorrer el planeta

- ¿Cómo convencieron a Lucy?

- Entre Latis y Guru Clef

- Ya veo

De repente se abre la puerta

- ¿Ha habido algún cambio?

- No…

- Bueno, nosotras nos retiramos, cuídala bien – dijo Tatra, tapándole la boca a Marina y saliendo del cuarto con ella a rastras

- ¡¿Por qué hiciste eso?!

- Porque Paris quiere estar a solas con Anaís, recuerda que han pasado muchos años desde la última vez que se vieron

- ... Ven, vamos a ver si Guru Clef ya ha descubierto algo

- Ay Marina, parece que no puedes estar mucho tiempo si verlo

Marina no contestó, pero un color rojo le invadió el rostro

Mientras tanto, en una de las regiones de Céfiro

- Debí de haberme quedado en el castillo, Anaís me necesita

- No te preocupes Lucy, Paris la está cuidando

- Pe… pero… yo…

- Shh – la calló Latis poniéndole un dedo en los labios mientras se inclinaba a su altura y le daba un dulce y rápido beso

- ¡CHICOS! No se retrasen – les gritó Tata, que estaba al frente del grupo de los niños

- ¡¡¡YA VAMOS!!! – Contestaron mientras corrían hacia los niños


- ¡¡¡INCREÍBLE!!!

- ¡¿Cómo te diste cuenta?!

- No fue difícil, pero ahora les diré que haremos

- Te escuchamos – dijeron Tatra y Marina al unísono

En el cuarto de Anaís

- Anaís, por favor, abre los ojos – suplicaba Paris entre sueños

Cuando abrió los ojos se encontró en un lugar completamente.

- ¿Dónde estoy?

A lo lejos escuchó un grito y corrió en esa dirección. Cuando llegó se encontró con Anaís, que estaba hincada con las manos en los oídos.

- Anaís, ¡¿QUÉ TIENES?! – Le dijo acercándose a ella, pero la atravesó como si no existiera

De pronto comenzó a ver imágenes de las batallas que tuvieron que enfrentar las guerreras, la batalla en la que eliminan a Nova, la pelea que tuvieron Lucy y Ráfaga, la batalla contra Alanis y por último la batalla contra Zagato y Esmeralda

- ¡BASTA! ¡POR FAVOR! ¡BASTA!


- ¡LUZ!

- ¡Lucy!

- ¿Por qué sentí esa punzada en el pecho?

- Una de tus amigas está sufriendo

- ¡QUÉ! ¿QUIÉN?

- No sé


- ¿Cómo te sientes Marina?

- Un poco mejor, gracias

- ¿Qué te pasó?

- No estoy segura, sólo sentí una punzada en el corazón

- Qué extraño, ¿por qué habrá sido?

- No sé, pero siento como si me oprimieran el corazón

Y con Lucy y los niños

- ¿Cómo te sientes Lucy?

- Ya mejor, no se preocupen, no fue nada, pero creo que lo mejor es que regresemos al castillo

- Está bien

A lo lejos se vio una chica que corría hacia ellos

- ¿Quién es? – Preguntó Lucy al no reconocerla

- Ella es…

- ¡Maestro! Hace ya dos meses que no lo veo – dijo la chica que se le lanzó a los brazos de Latis [*_*]

Lucy sólo los veía sorprendida y algo molesta (¿celos?)

- Ella es Isolda – le dijo Latis a Lucy una vez que ya se había safado del abrazo – era mi discípula, me pidió que le enseñara a usar la espada, y como no tenía nada mejor que hacer acepte

- Después de suplicárselo por casi un año entero – continuo Isolda, recordando todo lo que tuvo que hacer para convencerlo

- …

Las dos se rieron con la cara que puso Latis con el comentario

- ¿Quién eres tú?

- Eh, ah, soy Lucy Shido, un placer conocerte

- ¿Lucy Shido? La Guerrera Mágica del Fuego

- Sí, esa soy yo

- ¡QUÉ MARAVILLA! NUNCA CREÍ QUE LAS CONOCERÍA – exclamó sorprendida mientras abrazaba a Lucy

- ^_^

- Maestro, ¿ya regresó el príncipe de su entrenamiento? – Preguntó muy seria después de soltar a Lucy

- Si, regresó anteayer

- ¡Que bueno! ¿Puedo ir a visitarlo?

- No creo que este sea el mejor momento

- ¿Por qué?

- Porque está atendiendo a Anaís – contestó Lucy en lugar de Latis, mientras este palidecía y se golpeaba el rostro con una mano

- ¿Quién es ella? – Preguntó con un tono que asustó a Lucy

- Mi… mi amiga

- ¿Y qué hace el príncipe con ella?

- La está cuidando

- ¿Y por qué él? – Preguntó con un tono menos amigable que el anterior

- Paris nos lo pidió, y como la quiere mucho, lo dejamos

- Bueno, no… nosotros nos retiramos… adiós Isolda - *Hay Lucy, no sabes el problema en el que metiste a Paris y de paso a Anaís*

- Voy con ustedes, si no les importa, claro

- Claro que no – contestó Tata – niños, ya nos vamos de regreso

- Si, ya tenemos hambre

- Oye Isolda

- Dime

- ¿Y qué tanto aprendiste?

- Mucho, es más, como también estuve entrenando con Paris, ya me volví la mejor espadachín de Céfiro – contestó muy orgullosa

- ¿Es eso cierto Latis?

- Sí, aunque parezca increíble ya me robo el título

- ¿Y nos puede vencer a alguna de nosotros?

- Eso si no sabría decirlo, pero te aseguro que a Luz o a Oa les daría una gran pelea

- ¿Quiénes son ellas?

- Pues…

- Son dos grandes espadachines.

- No creo que puedan vencerme

- Yo que tú no me confiaría – contestó Luz fríamente

- Tranquila Luz – le dijo Latis al oído (reconociendo la mirada de odio de ésta) – recuerda que ella solo ha peleado con los de esta dimensión

-…

CONTINUARÁ………

NOTAS DE LA AUTORA:

¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado, en el próximo capítulos veremos como es que Oa terminó en el cuerpo de Anaís y veremos una gran batalla entre Oa e Isolda, además de una pequeña sesión de tortura >) a Marina y Lucy, espero que sea de su agrado (el capítulo eh, no la tortura, bueno, sólo sin son sádicos ^O^U)

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