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La
figura del Club.
A
continuación, se recogen algunos comentarios de varios autores,
que intentan describirnos cómo deberían ser las relaciones
que mantengamos con el club, con el coordinador deportivo,...
∙
El club es la institución que sujeta al equipo, que pone las
instalaciones, que paga (en el caso que lo haga), el club
debe ser considerado como algo positivo, y se debe estar cerca
del club y de sus directivos, nunca enfrentados.
∙
Cada entrenador en su primer año
de actividad, hará bien en informarse sobre la política de
su club. Hará bien en preguntar: ¿se hace un trabajo tipo-
escuela, o tipo- profesional? Esto influye en:
- motivo de colaboración.
-
finalidad del trabajo.
∙
Hay que saber que
los entrenadores no son contratados para entrenar, ni como
técnicos, sino más que nada, como colaboradores. Esta lección
es dura de entender, porque el entrenador, a menudo, cree
que el equipo es “suyo”. Su parte la tiene, esto es cierto.
Pero el equipo es propiedad del club.
∙
La humildad de aceptar
las notificaciones del club, es de un valor importante para
el entrenador. Evidentemente, no quiero decir que tenga que
aguantar todo. También el entrenador tiene que decir lo que
cree, y lo que piensa.
∙
El entrenador es
una entidad autónoma. Sin embargo, es un empleado de una sociedad,
y depende de ella. Tiene su responsabilidad, y su función,
y su autonomía limitada. Y por esto, debe siempre corresponderles.
10 mandamientos,
para no tener problemas con tu jefe.
Todos los días, durante un buen
número de horas, hay una persona de la que depende tu trabajo,
se trata de tu jefe. Aunque no hay por qué tenerlo mitificado,
sí se debe intentar mantener una buena relación. Aquí tienes
los ingredientes que hay que aprender a combinar para conseguirlo.
∙
Puntualidad: no tomes
por costumbre llegar siempre cinco minutos tarde al trabajo.
Es un tiempo insignificante, pero que te puede aportar muchos
dividendos si lo cumples a rajatabla. Eso sí, otro tema es
el de salir a tu hora. Deberás acostumbrarte a que surjan
imprevistos en el último momento y que sea indispensable que
tengas que prolongar tu actividad al finalizar la jornada.
Por ello procura no tener citas justo cuando termine el horario
de trabajo.
∙
comunicación: es indispensable para poder realizar
correctamente tu trabajo. Intenta que vuestra relación sea
fluida y esté basada en un diálogo lo más claro y directo
posible.
∙
toma la iniciativa, y adelántate
a sus órdenes. De este modo comprobará que puede delegar en
ti determinadas funciones y que tienes capacidad suficiente
para afrontar nuevos retos.
∙
intenta ponerte en su lugar, normalmente los jefes están sometidos a muchas tensiones
debido al cargo de responsabilidad que desempeñan, así que
no te ofendas si un día te contesta con un tono más airado.
Solidarízate con su situación, aunque no por ello permitas
que te pierdan el respeto jamás.
∙
planifica tu trabajo, de esa manera aumentará tu eficacia y rendimiento, y evitarás los
desagradables ataques de nervios de última hora. Intenta improvisar
lo menos posible.
∙
no olvides que es tu jefe. Aunque vuestra
relación sea inmejorable, ten siempre presente dónde están
los límites necesarios.
∙
aprender a decir no. En muchas
ocasiones nos hacemos cargo de más trabajo del que podemos
desempeñar, con la consiguiente chapuza y el enfado del jefe
más paciente. Es mejor que demuestres que en ese momento no
puedes realizar esa tarea.
∙
llévate bien con tus compañeros. Sobre todo
si tienes que trabajar en equipo. Intenta crear un buen ambiente;
así todos estaréis más motivados en el desempeño de vuestras
funciones y se reflejará en el resultado final. Interésate
por el trabajo de los otros y colabora en las tareas conjuntas.
∙
sé agradable. Una actitud positiva a la hora
de trabajar es importante para conseguir la comunicación y
un buen ambiente en el lugar de trabajo.
∙
CUIDA TU ASPECTO. Es tu mejor tarjeta de visita.
No descuides ni el más mínimo detalle y mantén una imagen
cuidada y discreta.
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