Novedades  -  Cdoteca  -  Intercambios  -  Especial cds  -  Hall of fame  -  Email
  FOROS TXIPGATA   |      PÁGINA INICIO      |  Libro de visitas  
 Actualidad red -  Análisis partidos -  Artículos -  Biblioteca -  Campo atrás -  Contacto -  Ejercicios -  Libro mítico  
     Video club  -  La cadena  -  Estoy viendo  -  Museo  -  Noticias  -  Palabra de  -  Perfiles  -  La pizarrita  -  ¡Vota!  
Lo último

 

ACTUALIDAD PÁGINA

Pinchando en el link, acceso a pizarras, material para entrenadores, etc.

Video club

No desaproveches la oferta del ESPECIAL CDS RICKY RUBIO. Hasta el 1 de Julio!

20 dvds nuevos en la página, a un precio especial en su lanzamiento.

En la sección CDOTECA muchos más videos de partidos, y con contenidos técnicos.

INTERCAMBIO, o previo pago por ellas.

Biblioteca

Si estás interesado en algún contenido, contacta con el webmaster.

El último libro incluido es More Five Star drills.

Intercambios

Recuerda, por un artículo que envíes, puedes elegir TRES.

VOTA:

 

¿Por qué a los pivots se les llama pivot?
Porque "tio largo que juega cerca del aro" es muy largo
En honor al primer pivot de la historia: John Peebot
Porque base, escolta y ala ya estaban pillados
Porque si se les llama de otra forma, se "rebotan"
Porque sus lanzamientos siguen una parabola igual al número pi
Ver resultados
LIBRO DE EJERCICIOS

Entre todos los visitantes de la página, estamos elaborando este libro. Un trabajo costoso, y a largo plazo, pero que poco a poco vamos construyendo los capítulos de este libro, que quedará a disposición de todos los que hayan participado en su elaboración.

Participa, y consigue los contenidos del libro.

LIBRO MÍTICO

Recibe este libro, a cambio de tus pequeñas colaboraciones. Este libro tratará sobre la enseñanza del baloncesto, buscando frases, dichos, comentarios... que sean graciosos, originales,... frases lapidarias, míticas, ocurrentes,... esas que son difíciles de olvidar.

Nosotros no diremos que ese jugador no pisa la zona... diremos que hay que echarle billetes en la zona a ver si se mete...

Relatos, cuentos, moralejas, anécdotas, fábulas... que tengan relación con el deporte.

¿Quieres colaborar con nosotros, y conseguir este libro a cambio de tu colaboración? Entérate de cómo hacerlo.

Foros de txipgata

 

 
 
Prensa


 
Para ser un buen entrenador se necesita una experiencia de unos 14 años (Luis Aragonés)

Para evitar discusiones.


Cualquier disputa verbal tiende a acabar en trifulca si no se mantienen unas reglas mínimas de comportamiento: no levantar la voz, renunciar al insulto, escuchar al otro...




Preguntaron a un hombre centenario cuál era el secreto para haber llegado a tan avanzada edad, a lo que él contestó: «El secreto es no enfadarme ni discutir nunca». Su interlocutor, pensando que se trataba de una broma, replicó: «Hombre, no será por eso». «Pues no será por eso», dijo el anciano con una media sonrisa condescendiente. La anécdota es algo más que un chiste popular: refleja un principio de sabiduría y también de salud física y psicológica con base real. Viene a sentenciar que las discusiones no suelen conducir a ningún lado y causan daño a quien sucumbe a ellas.

No quiere esto decir que todas las discusiones sean dañinas por sí mismas. En la acepción más noble del término, discutir es tratar entre varias personas los distintos aspectos de un asunto, exponiendo y defendiendo cada una su punto de vista, o hablar con alguien a fin de llegar a un acuerdo sobre las condiciones de un trato. La discusión civilizada constituye uno de los útiles sociales que los humanos tenemos a nuestra disposición para alcanzar soluciones en los conflictos, trabajar cooperativamente, armonizar intereses opuestos, es decir, para entendernos. Eso, en la teoría. En la práctica casi todos tenemos la experiencia de haber visto cómo a medida que avanzaba una discusión la verdad retrocedía desplazada por los malos modos, las desavenencias, los insultos y los reproches.



Trampas persuasivas

El arte de evitar las discusiones es más complejo que el arte de vencer en ellas. Esto último es una rama pervertida de la dialéctica que enseña a salir victorioso de las disputas empleando argumentos falaces y trampas persuasivas que cualquier bribón un poco habilidoso puede llegar a dominar a poco que posea cierta facilidad de palabra y carezca de escrúpulos morales. También es sencillo dominar una discusión -al menos en apariencia- cuando partiendo de una posición de superioridad sobre el otro o los otros se actúa 'manu militari', con los recursos de la fuerza (amenazas, insultos, abuso de poder). Alguien dijo que los espíritus elevados discuten de ideas, los medianos de hechos y los mediocres de personas.

Señalaba André Maurois que en una discusión lo difícil no es defender la opinión propia, sino conocerla. Se refería el escritor francés a esa especie de obnubilación, de aturdimiento en que suelen entrar los contendientes en una disputa, al acaloramiento que acecha casi siempre que entra en juego algo más que la búsqueda de acuerdos. Porque la mayoría de las discusiones encubren, bajo la apariencia de un asunto objetivo que debatir, infinidad de componentes emocionales y subjetivos echados a volar sin control: cuentas pendientes, rivalidades, antipatías, rencores acumulados. Sea en reuniones de empresa, sea en diálogos de pareja, y como no, en el baloncesto!! el desacuerdo llevado a la discusión tiende a acabar en trifulca si no se tienen claras previamente unas reglas básicas para discutir.

Se dirá que una discusión no es el mejor momento para negociar fríamente un reglamento de la propia disputa. En efecto. Pero entonces se está reconociendo tácitamente la inutilidad de esa discusión, ya que no atiende al objetivo sino a la pendencia. Por artificial y forzado que parezca, es sumamente útil hacer explícitas las normas para facilitar la búsqueda de acuerdos (o, en su defecto, evitar la riña estéril). El sólo hecho de proponerse un consenso de formas ya aleja la tentación del ofuscamiento y recuerda que nos disponemos a hablar para entendernos y no para pelearnos.

Algunas de estas reglas son elementales: no levantar la voz, renunciar al insulto y a las palabras hirientes, escuchar a los otros, no exteriorizar signos de agresividad, desechar los 'trapos sucios' y los problemas del pasado. Muchos se sorprenderían si vieran con qué facilidad se logran acuerdos con sólo respetar estas condiciones. Es más: una vez admitidas, es muy probable que descubramos la inexistencia de un motivo real para discutir y que las discrepancias, despojadas de prejuicios negativos, son insignificantes.

Siempre habrá, sin duda, discutidores natos, erísticos, que se encuentran en su salsa llevando la contraria por sistema, atacando al otro con argumentos 'ad hominem', inventando problemas banales con tal de mantener la atmósfera de discordia que les hace sentirse con derecho a dar la lata o a fastidiar a los demás con sus peroratas encendidas. No se trata de verdaderos polemistas, sino de agitadores emocionales duchos en la descalificación, el embrollo, la salida de tono y el desaire. Con ellos, el único precepto válido es evitar la discusión, sea dándoles la espalda, sea entregándoles la 'perra gorda' de la que habla el dicho coloquial. Cuando ven que no pueden practicar su juego porque no nos lanzamos a su terreno, acaban dejándonos en paz y buscando otros contrincantes.



Ideas y principios

Es cierto que hoy abundan las proclamas en favor del 'buen rollito', del 'talante dialogante', presentado más como cuestión de estilo que como pauta moral de comportamiento. Y es cierto también que la renuncia a la discusión puede convertirnos en seres pasivos, resignados, sin personalidad propia o sin coraje para defender ideas y principios. La buena discusión, incluso la discusión enérgica -que no violenta- es, además de necesaria, sana para preservar nuestras convicciones y para alcanzar acuerdos con los otros. Sin embargo, «sin principios comunes, no merece la pena discutir», en palabras de Confucio. Y el primero de esos principios es la voluntad de encontrar salidas, no de cerrarlas.




Amen.




FRASES:

Romaind Rolland: "una discusión es imposible con alguien que no pretende buscar la verdad, sino poseerla de antemano".

Ambrose Bierce: "discusión: medio de confirmar a los otros en sus errores".

Ley de Murphy: "cualquier problema sencillo se puede convertir en irresoluble si se celebran suficientes reuniones para discutirlo"

Leon Tolstoi: "sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor".





Amen.

 

 
 
Hall of fame   |  Intercambios   |   Libro ejercicios   |  Libro mítico   |  Cdoteca  |   Biblioteca  |   ¡Vota!
Copyright 2001 Txipgata     FOROS DE TXIPGATA   -   PÁGINA DE INICIO   -   Libro de visitas    -    Email   
 

Hosted by www.Geocities.ws

1