Psicopedagogía
del baloncesto de base.
Artículo
escrito por Patx, que nos lo ha enviado en forma de agradecimiento
a vuestras palabras en el foro.
REFLEXIÓN PREVIA:
Crisis del Baloncesto de Base
Introducción:
El
presente artículo es un trabajo eminentemente crítico de la
situación que rodea actualmente al “Baloncesto de Base”. Su objetivo es... invitaros a reflexionar unos instantes, antes de pasar a los
siguientes capítulos de esta sección.
Uno de los
motivos que me han impulsado a realizar todo este trabajo
es la situación de “crisis”
por la que atraviesa el de Baloncesto de Base.
El Baloncesto, como otros muchos aspectos de la sociedad, se encuentra
en una crisis, producto de los bruscos cambios y de la rápida
evolución de los acontecimientos.
A lo largo de la historia de este deporte, las instituciones competentes
no han mostrado excesivo interés en que los desfasados modelos
pedagógicos imperantes evolucionasen. Ello quizá sea debido
a que transmiten valores como el orden,
la jerarquía, el culto al rendimiento, la ley
del más fuerte, etc. Valores todos ellos reinantes en
la sociedad (no hay que olvidar que el deporte es un buen
elemento para la reproducción de los modelos sociales dominantes).
Pues
bien, yo voy a poner en tela de juicio algunos de esos valores
y, además, proponer otros como los más idóneos para la...
educación integral
del niño.
Crisis sociológica:
Hemos
asistido en los últimos años a un fuerte descenso en cuanto
al número de niños implicados en la práctica baloncestística
y, también, a un preocupante descenso en cuanto a su calidad
técnica.
Esta
circunstancia, fácilmente constatable, es el fiel reflejo
de la situación de crisis anteriormente mencionada y es producto
de dos causas:
Una,
la inevitable, en gran medida por nuestra parte: el descenso
de la natalidad.
Pero
la otra sí que es evitable y debemos ponernos desde ya mismo
manos a la obra para subsanarla, si no queremos ahondar más
en esta situación crítica.
Me
refiero al estancamiento y nula evolución en la que estamos
inmersos los entrenadores, demostrando poca capacidad de adaptación
a los nuevos tiempos.
Por una parte, estoy hablando de la falta
de atractivo que está suponiendo el Baloncesto respecto de
otras actividades lúdico-formativas que están emergiendo en
los últimos años.
Efectivamente, de un tiempo a esta parte,
están surgiendo un gran número de alternativas para el ocio
de nuestros chavales (como la música, artes plásticas, danzas
y todo tipo de actividades de tiempo libre).
Este tipo de actividades nos están “robando” chavales
debido a que ofrecen cosas que nosotros, los entrenadores,
no estamos siendo capaces de proporcionar.
También, por otra parte, debido a la gran competitividad
de nuestra sociedad actual, el nivel académico de los estudios
de los chavales está subiendo, paralelamente al nivel de exigencia.
Esto hace que muchos de nuestros niños y adolescentes abandonen
el Baloncesto para centrarse exclusivamente en sus estudios.
Así pues, la sociedad evoluciona y nosotros nos estancamos,
por lo que nuestros potenciales jugadores se nos alejan.
Además, no somos capaces de “vender” a los padres “Educación”, tal y como están haciendo
nuestros “competidores”. Los padres ven nuestra labor simplemente
como un trabajo de tecnificación
en actividades físico-deportivas y como un lugar de esparcimiento y diversión para el tiempo libre de sus hijos. Pero
no nos ven como unos formadores complementarios de su formación integral como personas.
(¿Cuántos
padres “castigan”
a sus hijos sin ir “al
Baloncesto” por las malas notas?)
Esta
visión que tienen los padres es, en gran parte, culpa nuestra.
Los “otros” han sabido enganchar a chavales y padres, proponiendo sus actividades
como “eminentemente
educativas”, y nosotros no.
Aunque parece que las nuevas generaciones
de entrenadores son conscientes de su misión educativa, en
la práctica cotidiana del día a día, no se refleja esa sensibilidad,
y se dejan arrastrar por desfasadas tradiciones pedagógicas
(en filosofía, metodología, etc.).
Crisis deportiva:
Desde
el punto de vista puramente baloncestístico, nuestro deporte
(a todos los niveles, aunque nos centramos en la base) también
está en crisis.
Al
igual que el resto de los aspectos de la sociedad, el deporte
en general, y nuestro Baloncesto en particular, ha evolucionado.
Actualmente, las exigencias físicas, técnicas,
tácticas (y, por supuesto, también las psicológicas) son mayores
para los baloncestistas.
Ahora
se piden jugadores “totales”:
altos, coordinados, rápidos, que boten, que pasen, que tiren...
Ya se han acabado los tiempos de los “especialistas”
(tiradores natos, bases puros cerebrales, pívots rocosos reboteadores...).
Los ejemplos son notorios; comparen las
estrellas de antes con las de ahora:
·
Corbalán vs.
Raúl López.
·
Iturriaga vs.
Navarro.
·
Epi vs. Lucio
Angulo.
·
Fernando Martín
vs. Gasol.
·
Romay vs. Felipe
Reyes.
No digo que los de ahora (ni que los de
antes) sean mejores; digo que son absolutamente distintos
física, técnica y tácticamente (y, posiblemente también, psicológicamente).
Es, por tanto, indudable, que los tiempos
han cambiado. Pero... ¿y nuestros métodos de entrenamiento?,
¿y nuestra filosofía?, ¿y nuestros objetivos?
Pues no; todo sigue igual, y debemos evolucionar
también en este sentido.
Conclusión:
Así
pues, ante toda esta tesitura de crisis, éstos pretendo que
sean los objetivos de esta serie de artículos, para superar la situación amarga
que presenta nuestro amado Baloncesto en la actualidad:
∙
Tomar conciencia
de nuestra privilegiada responsabilidad educativa.
∙
Poner las condiciones
para que el Baloncesto sea una actividad eminentemente educativa
y adaptada a los tiempos modernos.
∙
Proponer pautas
prácticas para que las actuaciones de los entrenadores sean
efectivamente educativas, formativas y enriquecedoras, deportiva
y humanamente.
∙
Proponer pautas
prácticas para que los métodos de entrenamiento sean acordes
a las nuevas demandas y exigencias que se les plantean a nuestros
jugadores.
Todos estos objetivos están siempre encaminados
a unas metas últimas y utópicas:
∙
Hacer del Baloncesto
un medio de acción social, para la mejora de nuestra existencia.
∙
Hacer de nuestros
jugadores personas íntegras (humana y deportivamente).
La búsqueda
de unas metas más educativas aplicadas a la Educación Física
hace que en esta obra nos “olvidemos”
del enfoque competitivo del deporte, para centrarnos en una
visión más global, estudiando el proceso de enseñanza-aprendizaje
en la iniciación deportiva.
Es
necesario determinar, pues, las condiciones pedagógicas que
permiten al Baloncesto ser una actividad verdaderamente educativa.
En
este nuevo enfoque... la
psicomotricidad debe ser el denominador común, y el niño el
protagonista del proceso educativo; así mismo, la
Educación Física debe dar sentido unitario a la Pedagogía
deportiva y desarrollar los principios comunes, organizadores
y transferibles a cualquier actividad y deporte.
Justificación:
A modo de justificación
diré que, por experiencia personal como entrenador de
base y por mi vocación
hacia el Baloncesto, me he ido forjando una opinión de lo
que es y de lo que debería ser una verdadera Educación Física
realizada en y por
el Baloncesto.
Así pues, expondré una serie de ideas
en las que humildemente expresaré mis opiniones. Opiniones
rigurosas y argumentadas basadas, además de en mi experiencia,
en mis estudios universitarios de post-grado.
IR
A LA SEGUNDA PARTE DEL ARTICULO.
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