¿Por
qué sentimos envidia de lo que
tienen los otros?
A mi entender,
la envidia es un cáncer demasiado extendido en el mundo del
baloncesto, especialmente entre los entrenadores. Por eso,
quería incluir un artículo sobre este tema, para que todos
reconozcamos mejor a estos envidiosos, tan peligrosos, y nocivos
para nuestro deporte.
José Antonio Figueroa, que recientemente ha
dirigido a nuestra selección de Euskadi, comentaba en una
ocasión que si nosotros queremos que un equipo
rinda qué pedimos: solidaridad, trabajo en equipo, las figuras
meten el esfuerzo en el trabajo colectivo, todo el mundo trabaja
a uno, vale para los jugadores, para los entrenadores no.
Los entrenadores, joder, este tío no tiene ni puñetera idea,
vaya mierda de defensa que hace su equipo. Joer, yo habría
cambiado, habría pedido tiempo muerto. Como voy a transmitir
solidaridad, trabajo en equipo, si yo no lo entiendo, ni lo
transmito, es inútil. En el baloncesto, cada uno está tirando
por su cuenta.
¿QUÉ ES LA ENVIDIA?
La envidia es la mensajera de lo que nos falta.
Señala nuestras debilidades e insuficiencias. Hace brillar
lo que posee el otro, sus logros o sus éxitos. Es una de las
pasiones más intensas desde la niñez, y todos la hemos padecido.
Si no se siente más tarde, no significa que haya desaparecido,
sino solamente que ha sido reprimida. La frustración de no
ser ni tener lo que deseamos y la certeza de que otro sí lo
posee nos hace envidiarle.
La envidia es el deseo de igualar o superar al otro. El deseo nos enfrenta
a nuestras carencias, ya que siempre es un movimiento hacia
algo que no tenemos.
CÓMO RECONOCER A LOS ENVIDIOSOS.
Cuando la envidia es un ingrediente muy importante
en la vida de alguien, provoca en su personalidad síntomas
a través de los que se reconoce su labor destructiva. El envidioso
es:
·
MALEDICIENTE:
trata de desprestigiar al otro a los ojos de la mayor cantidad
de personas posible. Busca sus debilidades y las pone de manifiesto.
Habla mal de los demás y se burla de ellos.
·
JUSTICIERO:
opina que es injusto que a los demás les vaya bien. Critica
en nombre de la verdad.
·
PESIMISTA:
tienen una visión negativa de la vida y de la gente. Se encarga
de descubrir los peores rasgos de los demás. Su envidia intenta
ahogar cualquier paso hacia delante y fomenta la parálisis.
No quiere que el otro llegue a disfrutar de sus éxitos.
·
CRÍTICO:
lo sabe casi todo y espera el momento adecuado para soltar
sus críticas y objeciones, desvalorizando el trabajo de los
demás.
CUANDO TENEMOS UN ATAQUE.
Cuando
alguien cae en las redes de una envidia que no reconoce, y
no puede controlar, es casi seguro que atacará a aquel que
provoca este sentimiento. La agresividad puede desatarse cuando
la envidia es fuerte. Y se produce porque el que envidia quiere
hacer desaparecer a aquel que causa su malestar.
Le
odia porque no puede soportar la distancia que les separa,
aniquilarlo psicológicamente. El envidioso tiene una estructura
psíquica rígida y es poco tolerante e infantil. Conviene defenderse
de él, sea cual sea la forma que elija para agredir.
Lo
más sensato es alejarse de estas personas, aunque el envidioso
puede asustar mucho. Cuando la envidia que todos hemos sufrido
alguna vez ha sido aceptada y transformada en una fuerza que
nos empuja a realizar nuestros deseos y a valorar lo que el
otro ha conseguido, no se teme al envidioso.
Espero
que este mensaje nos haga reflexionar a todos un poco, y que
valoremos más lo que tenemos, y dejemos de fijarnos tanto
en los demás.
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