Rajada
de Josean Querejeta, contra el estamento arbitral.
El 9 de junio del 2001, después del
cuarto partido de semifinales entre Tau Cerámica, y Real Madrid,
el presidente del Tau, se sintió gravemente perjudicado por
el trato recibido por los árbitros, y por su director, el
señor Paco Monjas. Estas fueron sus palabras:
Tenemos una sensación de que hay sectores que
quieren una final Madrid y Barcelona. A mi me gustaría que
el quinto partido fuera únicamente un partido de baloncesto,
con un arbitraje de alto nivel, y un arbitraje imparcial.
Hoy aquí se ha producido una situación lamentable, una situación
de una provocación hacia nuestro equipo que no esperábamos.
Es claro, y todo el baloncesto sabe, que hay cierto árbitro
con el que nosotros tenemos un conflicto desde hace muchísimo
tiempo, y me refiero a Martín Bertrán, y yo creo que hoy el
director de arbitraje tenía que haber estado aquí, en Vitoria,
y no mandar a los ayudantes, eh, es una demostración de cobardía
total, el no haber estado aquí, cuando ha hecho una designación
tan controvertida. Yo creo, que en esta situación, el director
del arbitraje no puede continuar en el arbitraje ni un segundo
más. O sea, estamos absolutamente indignados por esta situación,
y solo quiero que el quinto partido, sea un partido de baloncesto.
LOS
ÁRBITROS DENUNCIAN UN "TRATO INHUMANO" DEL TAU
Aprovechando estas palabras de Querejeta, apareció
Miguelo Betancor, el colegiado principal de ese
encuentro, que denuncia un trato inhumano por
parte del club baskonista.
Betancor relata con amargura los hechos: Nada
más llegar a las instalaciones del Buesa Arena, un directivo
del club, José Luis Sánchez Erauskin, nos recibió en la puerta
con muy malos modos. Se dirigió a mi compañero Martín Bertrán
y le dijo: ¿Qué haces tú aquí? No sois bien recibidos.
El club, en otro claro gesto de repudia, les denegó las seis
invitaciones -dos por árbitro- que cada entidad facilita a
los colegiados por cortesía. Pero lo más hiriente fue el trato
que recibieron justo antes del partido y en el tiempo de descanso:
Estábamos calentando y solicitamos agua al comisario de
mesa. Este a su vez se la pidió al delegado del Tau, que le
respondió que tenía instrucciones de que al trío arbitral
no había que darle ni agua. Nos quedamos perplejos y sólo
veinte minutos antes de comenzar el choque nos facilitaron
dos botellas para los tres, relata indignado Betancor.
En el descanso del partido continuó la persecución. El
mismo directivo que nos había increpado al entrar al pabellón
se dirigió a Martín Bertrán -en presencia del comisario de
mesa-, diciendo que era un inepto y un inútil.
Betancor, que lleva 17 temporadas pitando en ACB, se siente
dolido: Recibimos un trato inhumano y las descalificaciones
que recibió Martín Bertrán antes, durante y tras el partido
son tristísimas, lamentables e inmerecidas, pues es un muy
buen árbitro, tan bueno este año como el pasado. Pero además
de árbitro es una persona, no una piedra. Tiene corazón y
sentimientos y lo que han dicho de él duele, es un daño personal.
Betancor tiene una explicación a ese afán por desacreditar
a su compañero: Es un intento de manipular la competición,
de utilizar a los árbitros como justificación, pero con esa
designación se ha demostrado que el arbitraje no lo mangonea
nadie. El día que no pueda ser independiente en una competición,
dejaré de arbitrar.
Declaraciones en MARCA, 11 de junio del 2001.
|