LAS BASES DE LA FE POSTRIBULACIONAL

Por Adolfo Ricardo Ybarra

 

Copyright 2005, A. R. Y. y  J. J. Y.

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CAPÍTULO 12.

 

 son venidas las bodas del Cordero

 

una DEMOSTRACIÓN de que las bodas del cordero y su Iglesia comienzan en el arrebatamiento y después de la gran tribulación

 

 

 

12.1. LAS BODAS DEL CORDERO COMIENZAN EN EL ARREBATAMIENTO

Apocalipsis 19:7 

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado.

Tal es una descripción del momento del encuentro de Cristo con su Iglesia, el advenimiento de las bodas del Cordero, después de haber padecido en la tierra, librada de la presencia del pecado por medio de su glorificación, la Iglesia se encuentra al fin con Cristo para estar para siempre con él glorificada.

 

Quizás alguno se pregunte como es que la Iglesia es ahora mismo la esposa del Cordero (Juan 3:29, 2 Corintios 11:2, Apocalipsis 22:17) y sin embargo todavía no se han celebrado sus bodas; esa pregunta surge sin duda a causa de lo diferente de nuestras costumbres con las costumbres de las bodas orientales y hebreas. Trataremos de explicar esto.

 

 

12.2. EN LAS COSTUMBRES JUDÍAS LOS ESPOSOS ERAN CONSIDERADOS TALES DESDE EL COMPROMISO MISMO, UN TIEMPO DEFINIDO ANTES DE CONSUMAR LA UNIÓN MATRIMONIAL Y LA BODA

Primeramente, debemos hacer notar que antes de que se efectúe la unión matrimonial, la mujer era comprometida al esposo mucho tiempo antes en calidad de esposa; desde el momento del compromiso la mujer era considerada la mujer y la esposa del hombre a quien ella fuera prometida, aún cuando todavía restase mucho tiempo para que se consumase la unión matrimonial entre el esposo y la esposa; de ello podemos encontrar claros ejemplos en la Biblia:

Génesis 29:21

21  Y dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo es cumplido para que cohabite con ella.

Mateo 1:18 

Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo.

Ésa es una característica peculiar de las bodas orientales. En el caso de Jacob, él había pactado con su suegro que serviría siete años por Raquel:

Génesis 29:18 

Y Jacob amó a Rachêl, y dijo: Yo te serviré siete años por Rachêl tu hija menor.

Génesis 29:20 

Así sirvió Jacob por Rachêl siete años: y pareciéronle como pocos días, porque la amaba.

Cuando los siete años se cumplieron Jacob reclamó poder unirse con la que él llamó su mujer (Génesis 29:21); así Jacob esperó siete años hasta poder unirse a su mujer. En el caso de José y María en el Nuevo Testamento tenemos aún una afirmación más clara de que aún estando desposados José y María aún no habían consumado la unión conyugal, ni tampoco vivían juntos. Aquí está el pasaje donde se ve claramente que aún estando desposados, ellos todavía no se habían juntado:

Mateo 1:18 

Y el nacimiento de Jesucristo fue así: Que siendo María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo.

Y aquí está otro pasaje donde se ve claramente que no sólo no se habían juntado, sino que tampoco vivían en la misma casa, José aún no había recibido a su mujer:

Mateo 1:20 

Y pensando él en esto, he aquí el ángel del Señor le aparece en sueños, diciendo: José, hijo de David, no temas de recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

Esta característica, de que los esposos debían esperar un tiempo definido antes de que cohabitasen para juntarse, está también documentada en los escritos rabínicos, como lo testifica Alfred Edersheim:

Leemos en el Evangelio que, cuando la madre virgen estaba "desposada con José, antes que se juntasen, se halló haber concebido del Espíritu Santo. Y José su marido, como era justo, y no quisiese infamarla, quiso dejarla secretamente." (Mat 1:18,19). La narración implica una diferencia entre compromiso y matrimonio, estando José comprometido, pero no realmente casado con la madre virgen. Aún en el Antiguo Testamento se hace distinción entre compromiso y matrimonio. El primero estaba señalado por un presente nupcial (o Mohar, Génesis 34:12; Éxodo 22:17;  ‑ 1 Samuel 18:25), el cual el padre en ciertas circunstancias podía hacer prescindir. Desde el momento de su compromiso la mujer era tratada como si estuviera realmente casada. La unión no podía ser disuelta excepto por divorcio regular; una violación de la fidelidad era considerada como adulterio; y la propiedad de la mujer llegaba a ser virtualmente de su prometido, a menos que él renunciara a ella expresamente  (Kidd. ix. 1). Pero aún en ese caso él era el heredero natural de ella. Es imposible aquí entrar en los varios detalles legales, como, por ejemplo, sobre la propiedad o el dinero que podía venir a una mujer después del compromiso o después del casamiento. La ley adjudicaba ésta al esposo, pero con muchas restricciones, y con infinita delicadeza hacia la mujer, como si fuese reticente a poner en vigor los derechos del mas fuerte (Kidd. viii. 1, etc.).

...

El casamiento acontecía después de un largo o breve intervalo, cuyo límite, no obstante, era fijado por ley. La ceremonia misma consistía en guiar a la novia a la casa del novio, con ciertas formalidades, mayormente provenientes de tiempos antiguos.

(Sketches of Jewish Social Life, Capítulo 9 Mothers, Daughters, and Wives in Israel, por Alfred Edersheim)

El tiempo que transcurría entre el compromiso o desposorio no era un tiempo indefinido y desconocido, era un tiempo definido fijado por ley. De manera que los esposos, luego del compromiso o desposorio, debían esperar un tiempo definido antes de que cohabitasen para juntarse.

 

 

12.3. EN LAS COSTUMBRES JUDÍAS Y ORIENTALES LOS ESPOSOS COHABITABAN Y CONSUMABAN LA UNIÓN MATRIMONIAL EL PRIMER DÍA DE LA FIESTA DE BODAS DEL CASAMIENTO

Lo de la sección anterior es entonces una notable característica que se diferencia grandemente de nuestras costumbres; los que contraían el compromiso eran considerados esposos, y luego transcurría un tiempo predeterminado antes del casamiento, que era cuando se consumaba la unión conyugal o el matrimonio. Ahora podemos entonces entender por qué la Iglesia es ahora mismo la esposa del Cordero (Juan 3:29, 2 Corintios 11:2, Apocalipsis 22:17) y sin embargo todavía no se han celebrado sus bodas, o su casamiento y la fiesta acompañante; la Iglesia y Cristo son esposos espiritualmente hablando, y su casamiento y su fiesta acompañante será obviamente cuando comencemos a estar siempre con él:

 

1 Tesalonicenses 4:17 

Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

 

Génesis 29:21-27

21  Y dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo es cumplido para que cohabite con ella.

22  Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete.

23  Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo: y él entró a ella.

 

Vemos que el primer día del banquete, Jacob entró a su esposa. Como sabemos, el día del casamiento, la esposa era conducida a la casa de su esposo:

 

La ceremonia misma consistía en guiar a la novia a la casa del novio, con ciertas formalidades, mayormente provenientes de tiempos antiguos.

(Sketches of Jewish Social Life, Capítulo 9 Mothers, Daughters, and Wives in Israel, por Alfred Edersheim)

 

Obviamente entonces, como el caso de Jacob lo demuestra, la fiesta de bodas tenía lugar en la casa del esposo y comenzaba el día que la esposa era conducida a la casa del esposo; había pues una fiesta de bodas que comenzaba entonces el mismo día del casamiento como también da testimonio de esto Alfred Edersheim:

 

Pero esto no es todo lo que puede ser aprendido del relato del casamiento en Caná. Por supuesto, había una "fiesta de casamiento", como en todas esas ocasiones. Por esta razón, los casamientos no eran celebrados ni en Sábado, ni el día antes o después del mismo, para que no peligre el reposo del Sábado. Tampoco era legal casarse en cualquiera de las tres fiestas anuales, a fin de como lo presentan los Rabís, "no mezclar un gozo (el del casamiento) con otro  (el de la festividad)". Porque era considerado un deber religioso dar placer a la nueva pareja de recién casados ...

(Sketches of Jewish Social Life, Capítulo 9 Mothers, Daughters, and Wives in Israel, por Alfred Edersheim)

De manera que la fiesta de bodas y el casamiento y la unión matrimonial entre los esposos comprometidos eran simultáneos. Los esposos comenzaban a cohabitar y consumaban la unión matrimonial el primer día de la fiesta de bodas del casamiento.

 

 

12.4. CUADRO COMPLETO DESDE EL COMPROMISO AL CASAMIENTO DE LOS ESPOSOS

Veamos ahora el cuadro completo de cómo se desenvolvía el proceso de los desposorios y casamiento Hebreos:

 

 

Este entendimiento es muy importante ahora para comprender el cuadro de Cristo y su esposa la Iglesia.

 

 

12.5. CUADRO COMPLETO DESDE LA CONVERSIÓN DEL CREYENTE HASTA SU GLORIFICACIÓN PARA ESTAR CON CRISTO

De acuerdo con el Apóstol Pablo, quien sigue el patrón de desposorio y casamiento hebreos, cada creyente ha sido desposado con Cristo, espiritualmente hablando, desde el día de su conversión; y se unirá a Cristo en matrimonio, espiritualmente hablando, el día de su glorificación y encuentro en gloria con Cristo:

2 Corintios 11:2 

Pues que os celo con celo de Dios; porque os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

Que cada creyente se unirá a Cristo en matrimonio, espiritualmente hablando, el día de su glorificación y encuentro en gloria con Cristo, en el arrebatamiento, es evidente por cuanto en el casamiento hebreo la esposa era conducida para vivir ya con su esposo; así la Iglesia, en el arrebatamiento, será conducida para vivir con su esposo espiritual Jesucristo.

 

Veamos entonces ahora el cuadro completo de cómo se desenvolverá el proceso de los desposorios y casamiento espirituales de Cristo y su Iglesia:

 

 

 

12.6. LAS BODAS DEL CORDERO COMIENZAN EN EL ARREBATAMIENTO

Ahora queda perfectamente confirmado lo que hemos afirmado al principio de este capítulo, que las bodas del Cordero comienzan en el Arrebatamiento; porque era cuando la esposa era conducida a estar con su esposo que se celebraba la boda hebrea; así, la boda de Cristo y su Iglesia se celebrará cuando la Iglesia sea conducida para estar con Cristo su esposo espiritual, lo cual sucede en el arrebatamiento. De manera que Apocalipsis 19:7, anunciando la llegada de las bodas del Cordero, está anunciando la llegada de la glorificación de la Iglesia y su arrebatamiento para estar con Cristo para siempre:

Apocalipsis 19:7 

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado.

Tal es una descripción del momento del encuentro de Cristo con su Iglesia, el advenimiento de las bodas del Cordero, después de haber padecido en la tierra, librada de la presencia del pecado por medio de su glorificación, la Iglesia se encuentra al fin con Cristo para estar para siempre con él glorificada.

 

 

12.7. LAS BODAS DEL CORDERO COMIENZAN LUEGO DE LA GRAN TRIBULACIÓN, LUEGO DE LA ÚLTIMA DE LAS COPAS DE APOCALIPSIS

Ahora que tenemos establecido claramente que las bodas del cordero comienzan en el arrebatamiento, es tiempo de tornarnos hacia el tema del establecimiento del postribulacionismo. La expresión "bodas del Cordero", lo recordamos, fue presentada cuando introducimos al comienzo de este capítulo nuestro clave texto de Apocalipsis:

Apocalipsis 19:7 

Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado.

El lector podrá apreciar que no se nos dice allí que han pasado las bodas del cordero, sino que "son venidas", que es una forma enfática de decir que en ese momento comienzan las bodas del Cordero. Tenemos entonces un versículo del Apocalipsis que nos está marcando el momento del comienzo de las bodas del Cordero; y, como hemos demostrado que las bodas del Cordero comienzan en el arrebatamiento de la Iglesia, entonces podemos afirmar con certeza que en Apocalipsis 19:7 tenemos un versículo que está marcando el momento del arrebatamiento. Ahora bien, solo bastará mirar el contexto de ese versículo para saber si el arrebatamiento, allí señalado, acontece antes o después de la Gran Tribulación:

Apocalipsis 19:1-10

1  DESPUÉS de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo, que decía: Aleluya: Salvación y honra y gloria y potencia al Señor Dios nuestro

2  Porque sus juicios son verdaderos y justos; porque él ha juzgado a la grande ramera, que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.

3  Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para siempre jamás.

4  Y los veinticuatro ancianos y los cuatro animales se postraron en tierra, y adoraron a Dios que estaba sentado sobre el trono, diciendo: Amén: Aleluya.

5  Y salió una voz del trono, que decía: Load a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.

6  Y oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: Aleluya: porque reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso.

7  Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado.

8  Y le fue dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos.

9  Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero. Y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas.

10  Y yo me eché a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas: yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

La secuencia de los hechos está clarísima en el pasaje de Apocalipsis, primero acontece la destrucción de Babilonia (vs. 2, 3), y finalmente se nos dice que acontece el arrebatamiento de la Iglesia (v. 7). La destrucción de Babilonia es un acontecimiento claramente postribulacional, como se puede ver en el hecho de que Dios se acuerda de darle su castigo luego de que es derramada la copa final en el extremo final de la Gran Tribulación:

Apocalipsis 16:17-19

17  Y el séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una grande voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho es.

18  Entonces fueron hechos relámpagos y voces y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fue jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.

19  Y la ciudad grande fue partida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira.

Entonces la secuencia de eventos que nos presenta la Escritura es:

1) Séptima copa al final de la Gran Tribulación (v. 17).

2) Castigo de la Gran Babilonia (v. 19) (Apocalipsis 19:2,3).

3) Arrebatamiento (Apocalipsis 19:7).

 

 

Y esto es no solamente una demostración del postribulacionismo, y una desestimación del pretribulacionismo (o su similar el medio-tribulacionismo), sino que es también una desestimación de la teoría llamada pre-ira (que sostiene que la Iglesia es arrebatada antes de las siete copas), ya que claramente hemos demostrado que el arrebatamiento de la Iglesia acontece luego de la séptima copa.

 

 

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