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Bickersteth - Actos de Negación de las Leyes
El Romanismo En
Su Relación Con La Segunda Venida De Cristo
Rev.
Robert Bickersteth
Ni siquiera ella ha
dejado de ejercer en la práctica la autoridad que en
teoría así reclama. El Papa Gregorio VII depuso a
Enrique IV de Alemania, en el año 1075, en los
siguientes términos: "Por la dignidad y la defensa
de la Santa Iglesia de Dios, en el nombre del Dios
Todopoderoso, el Padre, Hijo y Espíritu Santo, depongo
de la administración imperial y real al Rey Enrique,
hijo de Enrique, quien alguna vez fuera Emperador; y
eximo a todos los Cristianos súbditos del imperio de
aquel juramento por medio del cual acostumbraban prometer
su fidelidad a reyes verdaderos, porque es justo que sea
privado de dignidad quien se empeña en disminuir la
majestad de la Iglesia."
El Papa Gregorio
IX, en el año 1239, excomulgó al Emperador Federico II,
y eximió a sus súbditos de su juramento de lealtad.
El Papa Pablo III
una vez y otra excomulgó y depuso a Enrique VIII de
Inglaterra.
El Papa Pío V, en
el año 1570, emitió su memorable bula contra la Reina
Isabel, en la cual declara, "El que reina en las
alturas, a quien es dado todo poder en el cielo y en la
tierra, confió una Iglesia santa Católica y Apostólica,
fuera de la cual no hay salvación, a uno solo sobre la
tierra, a saber, a Pedro, el príncipe de los apóstoles,
y al sucesor de Pedro, el obispo de Roma, para ser
gobernada en plenitud de poder. Sólo él fue nombrado
por sobre todo pueblo y por sobre todo reino, para
arrancar, destruir, esparcir, consumir, plantar, y
edificar. [
] Por la plenitud de nuestro poder apostólico
declaramos a la antes mencionada Isabel cortada de la
unidad del cuerpo de Cristo; y, además, la declaramos
privada absolutamente de su pretendido derecho al reino
antes mencionado, y de todo dominio, dignidad, y
privilegio. [
] Y también declaramos a la nobleza,
los súbditos, y el pueblo de dicho reino, y cualesquiera
otros que de alguna forma han jurado a ella, para siempre
liberados de cualquier juramento semejante, y toda manera
de deber, lealtad, y obediencia. [
] Y ordenamos y
prohibimos a todos y cada uno de los nobles, súbditos,
pueblo, y otros antes mencionados, que no osen
obedecerla, o a sus amonestaciones, mandatos, o leyes; y
aquellos que actúen en contrario serán afectados por la
misma sentencia de anatema." ¿Puede usted necesitar
un ejemplo más perfecto de la ley canónica, que afirma,
"El obispo de Roma puede excomulgar emperadores y príncipes,
deponerlos de sus estados, y liberar a sus súbditos de
sus juramentos de obediencia a ellos y así impulsarles a
la rebelión"? ¿Se ha oído alguna vez de una
apostasía en la Iglesia Cristiana que concuerde más
detalladamente con el título descriptivo, "aquel
inicuo", o "aquel sin ley?"
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