Alto
alto como un pino, pesa menos que un comino. (El humo) En el monte, grita; en la casa, mudita. (El hacha) Adivina quién soy: cuanto más lavo, más sucia voy. (El agua) Oro parece, plata no es, quien no lo adivine bien bobo es. (El plátano) Nicanor tenía un barco y con él surcaba el río; ¿era este un barco pequeño o este era un gran navío? Lee despacio, Encarnación, y hallarás la solución. (Norte, sur, este y oeste) Dos niñas asomaditas cada una a su ventana; lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra. (Los ojos) Una cajita chiquita, blanca como la cal: todos la saben abrir, nadie la sabe cerrar. (El huevo) Vestidos de negro, venían dos caballeros; uno al otro le decía: ¡Yo primero! ¡Yo primero! (Los zapatos) Yo tengo calor y frío y no frío sin calor y sin ser ni mar ni río peces en mí he visto yo. (La sartén) ¿Quién es el que bebe por los pies? (El árbol) |
Si
lo nombro, lo rompo. (El silencio) Te la digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes. (La tela) Todo el mundo lo lleva, todo el mundo lo tiene, porque a todos les dan uno en cuanto al mundo vienen. (El nombre) ¿Qué será, qué es: mientras más grande, menos se ve? (La oscuridad) Tiene ojos de gato y no es gato, orejas de gato y no es gato; patas de gato y no es gato; rabo de gato y no es gato. (La gata) Una vieja titiloca con la boca en la barriga y las tripas en la boca. (La guitarra) Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie. (El camino) Entre más cerca más largo, entre más largo más cerca. (La cerca) No me hace falta sacar pasaje: me mojan la espalda y me voy de viaje. (La estampilla) Una casita con dos ventaniscos. Si la miras, te pones bizco. (La nariz) |
volver al índice |
Cuando
chiquita, aspudita; y cuando grande, mochita. R. La luna. |
Hermanos
son, uno va a misa y el otro no. R.: El vino y el vinagre. |
Te la
digo y no me entiendes, te la repito y no me comprendes, R.: tela. |
Vuela
sin alas, silba sin boca, pega sin manos, y no se lo toca. R.: El viento. |
Soy
animal que viajo: de mañana a cuatro pies, a mediodía con dos y por la tarde con tres. R.: El hombre. |
Brama y
brama como el toro y relumbra como el oro. R.: El trueno y el relámpago. |
Blanco,
barranco pantalón blanco. R.: El avestruz. |
Horquetín,
horquetín, a cada paso hace chilín. R.: La espuela. |
Salgo
de la sala, voy a la cocina, meneando la cola, como una gallina. R.: La escoba. |
En el
campo grita y no es campero, pega el martillazo y no es zapatero. R.: La chuña. |
Soy
llama, llamita, y en el fuego no estoy. Por un caminito con mi carga voy. Llamita que anda y no quema ¿Quién soy? R.: La llama |
Cuando
me siento, me estiro, cuando me paro, me encojo; entro al fuego y no me quemo, entro al agua y no me mojo. R.: La sombra. |
Barba
tiene, hombre no es, olas hace, río no es. R.: El trigo. |
Pampas
blancas, semillas negras, cinco toros y una ternera. R.: La manos, la lapicera, |
Animalito
bermejo, costillas sobre el pellejo. R.: El barril. |
Tira el
hilito, y grita el pajarito. R.: La campana. |
Unas
regaderas más grandes que el sol con que riega el campo Dios nuestro Señor. R: Las nubes. |
En una
calle muy limpia anda una dama a un compás, que camina para adelante con los ojos para tras. R.: La tijera. |
¿Que
será un animalito: cuando más come, más flaco se pone? R.: El cuchillo. |
Con el
piquito picotea y con el rabito tironea. R.: La aguja. |
Una
pregunta tan fácil sabiéndola preguntar: ¿qué planta se va a regar cuándo la van a cortar? R.: La barba. |
Redondo,
redondo, no tiene tapa ni tiene fondo. R.: El anillo. |
Un
cercado bien arado donde la reja no ha entrado. R.: El tejado. |
Fui por
un caminito encontré una dama, le pregunté su nombre y me dijo Juana. R.: La damajuana. |
Una
vieja corcoveta tuvo un hijo enredador, unas hijas buenas mozas y un nieto predicador. R.: La viña |
Oro no
es, plata no es, abrí la cortina, sabrás lo que es. R.: El plátano. |
Come por
el lomito, destila por el piquito. R.: La pava. |
Te digo
y te repito que si no adivinas, no vales un pito. R.: El té |
Una yegüita
mora con riendas en la cola. R.: La aguja.
|
Una
dama muy delgada y de palidez mortal, que se alegra y se reanima cuando la van a quemar. R.: La vela. |
En el
campo monterano hay un fraile franciscano, tiene dientes y no come, tiene barba y no es hombre. R.: El choclo. |
Vestidos
de blanco y negro venían dos caballeros, uno al otro se decía, yo primero-yo primero. R.: Los pies. |
Una yegüita
blanca salta cerros y barrancas no se manca. R.: La luna. |
Un
animalito bravo piquito doblado, sombrerito bayo ponchito listado. R.: El carancho. |
Ovillejo,
ovillejo, cara de indio viejo. R.: El quirquincho. |
Salta y
Salta y la colita le falta. R.: El sapo. |
En Salta
estaba, aquí estaba y siempre estaba. R.: La taba. |
Mas
largo que un pino, pesa menos que un comino. R.: El humo. |
Para
ti, para él, esta plantita, ¿cuál será? Las semillitas para el aceite que fríe, fríe y freirá; los copos blancos para el mantel y las cortinas de mi mamá. R.: El algodón |
Blanca
en mi nacimiento, morada en mi vivir, y me voy poniendo negra cuando me voy a morir. R.: La mora. |
Anda
que anda andadorita, teje que teje tejedorita R.: La araña. |
Pérez
anda, Gil camina. Zonzo es quien no lo adivina. R.: El perejil |
Yo vi
cien damas hermosas en un momento nacer, ponerse como una rosa y en seguida perecer. R.: Las chispas.
|
Rocas
por aquí, nieves por allá, el capote blanco no se quitará... Muy alto en los Andes. ¿Sabes quién será? Termina con agua y empieza con A. R.: El Aconcagua |
Verde
como loro bravo como toro. R.: El ají. |
Es
colorado bolsillo, que tiene plata en sencillo. R.: El ají |
Mi
padre tiene un dinero que no lo puede contar, mi madre tiene una sábana que no la puede doblar, mi hermano tiene un espejo que no se puede mirar. R.: Las estrellas, el cielo y el sol. |
Tengo
cabeza redonda sin nariz, ojos, ni frente, y mí cuerpo se compone tan solo de blancos dientes. R.: El ajo. |
En
blanco pañal nací en verde me transformé, fue tanto mi sufrimiento que amarillo me quedé. R.: El limón |
De nada
sirvo de día; de noche sirvo bastante; como siempre doy trabajo, me cortan a cada instante. R.: El pabilo. |
Delante
de Dios estoy entre cadenas metida, ya estoy alta, ya estoy baja, ya estoy muerta, ya estoy viva. R.: La lámpara del altar. |
Tengo
la cabeza dura me sostengo sobre un pie y soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté. R.: El clavo. |
En la
punta de una barranca, hay cinco niñas con gorras blancas. R.: Las uñas. |
Chiquitito como ratón, guarda la casa como león. R.: El candado. |
Pajarito
volando, con las tripas colgando. R.: Barrilete. |
Bajo de
la lana suena la campana. R.: La tijera de esquilar. |
Siempre
quietas, siempre inquietas, durmiendo de día, de noche despiertas. R.: Las estrellas. |
Fui al
mercado compré un negrito; y ya en mi casa, es coloradito. R.: El carbón. |
El
traje gris bien planchado, en el pico una canción y el copete colorado, sombrerito coquetón. R.: El cardenal. |
En el
campo me crié, dando voces como loca, me ataron de pies y manos para quitarme la ropa. R.: La oveja. |
Oro no
es, plata no es, abrí la cajita y verás lo que es. R.: La nuez. |
Galán
caballero, chaleco blanco, sombrero negro. R.: El teru-tero. |
Yo
corro como un potro y un poco más tal vez, pero aunque tengo alas, volar nunca me ves... En tu casa mis plumas están, ¡Y yo no estoy! Puedo tragar piedritas. ¿Adivinas quién soy? R.: El avestruz |
Es su
madre tartamuda y su padre un buen cantor; tiene su vestido blanco, y amarillo el corazón. R.: El huevo. |
Blanco
fue mi nacimiento negra fue mi mocedad, se me peló la cabeza y no sé por qué será. R.: El cóndor. |
Todos
me pisan a mí; yo no piso a nadie; todos preguntan de mí, yo no pregunto de nadie. R.: El camino. |
Entre
muralla y muralla, hay una flor colorada; llueva o no llueva, siempre está mojada. R.: La lengua. |
Tiene
dientes y no come, tiene barbas y no es hombre. R.: El choclo. |
En aquel
monte escabroso me dijeron que abra el ojo. R.: El abrojo. |
Ancho y
bola, fortacho en la cola. R.: El mataco, o quirquincho bola. |
Garra,
pero no de cuerpo, pata, pero no de vaca. R.: La garrapata. |
Traca
que traca, tras la petaca. R.: El ratón. |
Dos niñas
a la par, que no se pueden mirar. R.: Los ojos. |
Tordillo
rabón, patas de azadón, cabeza de botón. R.: El avestruz. |
Entra
cantando, sale llorando. R.: El balde. |
Palo
liso, palo liso, cada vez que te veo, me atemorizo. R.: La víbora. |
Tras,
tras, la cabeza para atrás. R.: La lechuza. |
Un
animalito, lico, lico, que no tiene cola ni pico. R.: El sapo. |
Negro
bocón, petiso y panzón. R.: El mortero. |
Alto y
grandote, con un diente en el cogote. R.: El asador. |
En
los dientes, la mañana,
y la noche en el pellejo.
¿Quién será, quién no será?
El negro.
.
Con ser hembra y no ser bella,
harás lo que ella te mande.
¿Quién será, quién no será?
El hambre.
Esclava de los esclavos,
y con los dueños, tirana.
¿Quién será, quién no será?
La caña.
.
Escándalo de una mano
que nunca ignora a la otra.
¿Quién Será, Quién no Será?
La limosna.
.
volver al índice |