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Prof.:Griselda Olivera- Posadas. Misiones

Desafío: Fortalecer la identidad educativa-pedagógica del Nivel Inicial

Pensar en el Nivel Inicial es pensar en los niños y en el desafío  que implica   educar en valores  en  este mundo tan controvertido.

Uno de los desafíos constantes  que tenemos los que trabajamos en el Nivel  es fortalecer  la identidad : educativo-pedagógica, dado que  desde sus orígenes se ha perfilado con una identidad confusa y a veces contradictoria . Las antinomias “asistencial/educativo”, “socialización/educación” se han manifestado en pugna en su evolución y continúan latentes en la concepción propia del Nivel.

            Un elemento importante para fortalecer esta identidad es desterrar los mitos, concepciones generales surgidas de tradiciones escolares,  que a la hora de trabajar en la sala   ejercen influencia   e impiden el fortalecimiento del Nivel Inicial como nivel de educación sistemática, necesaria y autónoma; concepciones de por sí muy arraigadas en el pensamiento general de la sociedad.

 

Ejemplo claro de ello es la concepción por mucho tiempo mantenida como  instancia preparatoria en donde se estructuraban tareas en función del nivel siguiente,  el niño estaba expuesto a un aprendizaje descontextualizado, poco significativo pero necesario y útil para los aprendizajes posteriores.

De hecho la función propia, siempre actual   y asignada por la Ley Federal de Educación: es la función  propedéutica  (función preparatoria) pero, entendida como una tarea de desarrollo de las posibilidades individuales mediante una propuesta atractiva y  enriquecedora en   la que  el niño descubre el mundo en que vive, y adquiere procedimientos para actuar sobre él, con el fin de comprenderlo y transformarlo de acuerdo a sus posibilidades, a partir de estos primeros vínculos con el aprendizaje sistemático su saber y su saber hacer se profundizan.

Otro ejemplo de estos mitos es pensar que el niño va al Jardín a jugar, como docente del nivel confirmo esta concepción generalizda pero con la clara convicción de que el juego, dentro del proyecto pedagógico es la forma de lograr que el niño se involucre dentro del proceso de aprendizaje, siendo partícipe activo y para el logro de habilidaes necesarias que le pertimirán desempeñarse en su medio cultuarl social.

El juego, además de ser la actividad favorita de los niños, no solo permite que éstos vayan incorporando los conocimientos sobre el mundo objetivo y social, sino que, va elevando dicho conocimiento a un nivel superior y de esta forma va permitiendo el desarrollo de su capacidad de pensamiento para reorganizar  sus estructuras intelectivas. 

Otro elemento importante para este fortalecimiento de la identidad del Nivel,  es partir del análisis de  nuestra propia práctica docente , hasta qué punto fortalecemos  mitos, determinadas prácticas, hábitos carentes de significación , vivencias personales en los vínculos con la escuela y el aprendizaje, son algunos determinantes de nuestras prácticas que debemos revisarlas.

  Considero que el  reto de la educación actual es formar personas competentes para afrontar el siglo XXI, tenemos las herramientas necesarias para propiciar un cambio constructivo en la educación de nuestros niños, el punto fundamental   es la adopción de una actitud de revisión, autocrítica y fundamentación de la tarea.

¡ Trabajemos juntos en función de lograr seres integrales y felices ¡

  

Prof.:Griselda Olivera- Posadas. Misiones

 

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