Estamos presentes en más de 70 países. Trabajamos en diferentes ministerios. Luchamos por la justicia.

Nuestro Personal

En la Actualidad contamos con varias franjas de edades.

En qué mundo. Con qué medios

Nuestras fuerzas por así decirlo, se encuentran en los miembros de la provincia que siguen al pie del cañon. Algunos padres ya son mayores. Esto implica una modificacion en el modo de evangelizar hoy en dia. Para el Oblato , evangelizar a los pobres en el mundo de hoy se ha vuelto más difícil que en el pasado. ¿Por qué?.

Ante todo el mundo que evangelizamos ha cambiado mucho. Esto es verdad en todos los países prácticamente, aun en aquellos que podrían parecernos fuera del alcance de los cambios. La "revolución" social , económicas y política ha penetrado en todas partes e influye en todo.

Antes nuestra actividad podría efectuarse en forma tranquila, bastante autónoma, sin otra preocupación que la de brindar la ayuda material, y espiritual en cada sitio a las poblaciones confiadas a nusetro cuidado inmediato. Las dimensiones más universales de justicia social, de liberación de las estructuras de opresion entraban muy poco o nada en nuestras perspectivas ordinarias. Estábamos lejos de la actitud ecuménica y del deseo de diálogo con el Islam o el Budismo. Y además , los pueblos solían acogernos con agrado.

Hoy ya resulta imposible ignorar estas dimensiones nuevas en nuestra actividad apostólica, sobre todo para nosotros que somos misioneros de los pobres y que queremos estar allí donde se decide el porvenir del mundo de los pobres. Los pobres ya no nos piden tanto que trabajemos por ellos como que trabajemos con ellos , para ayudarles a cambiar las condiciones en que viven. Además , se nos desea menos. En muchos países como la India, Bangladesh y Africa del Sur, sin hablar de los países comunistas, los visados misioneros o se rehúsan o se obtienen con mucha dificultad. Por no decir que hay ciertos países donde se le prohibe la entrada firmemente al misionero.

La actividad misionera ha adquirido, pues , dimensiones que antes no tenía. Nuestro primer fin consiste en la evangelizaación de los pobres, que debe conducir al anuncio explicito de Jesucristo y a la celebración de los sacramentos, pero este fin debemos alcanzarlo en un mundo nuevo, a veces ateo o indeiferente. Muy secularizado , que tiene una sensibilidad , un lenguaje, unos medios de expresión y unas exigencias que ya no son los de hace veinte o treinta años.

Además en lo que atañe a la misma iglesia, han cambiado mucho su teología, su liturgia, su pastoral. Era por tanto necesario para poder responder a las necesidades del momento actual.

  • Somos Apostoles

    Cooperadores de los apostoles

  • Testigos

    Testigos de la presencia de Dios en medio de los hombres. Testigos de las bienaventuranzas

  • Los pobres: nuestros preferidos

    Hemos de ir a los pobres para ayudarles, como a hermanos nuestros, con respeto y amistad. Les encontraremos bajo numerosos aspectos. Solo tendremos que mirar bien.

En sus contactos que deben multiplicar con otras religiones, la Iglesia se muestra más abierta y acogedora, dispuesta a reconocer y aún a promover todos los valores auténticos que hay en ellas.

Frente al mundo con sus riquezas humanas y ambiguedades, ella ha pasado de una actitud de desconfianza y de huida a una actitud de apertura y de amor. "Dios amó tanto al mundo que envió a su Hijo único para salvarlo" (Jn 3,16s). Ella sigue condenando el pecado, pero exhorta más a ir hacia los hombres, a encarnarse en el mundo para salvarlo. Su concepto de evangelización se ha ampliado, incluye la promoción humana, el desarrollo y la liberación integral del hombre. En este mundo nuevo, en este mundo del siglo XIX que esta naciendo, es donde nosotros debemos ser, como fue antaño el fundador: Evangelizadores de los pobres.

Se capaz de escuchar las llamadas hoy

El Fundador vivió vivamente y comprometidamente las llamadas, las urgencias de su tiempo. Estuvo atento al clamor de los pobres. Este es, para nosotros tambien el punto de partida. Seguir con ojos bien abiertos las necesidades de los hombres, sus problemas, sus búsquedas, percibir a fondo las tendencias de hoy y los reclamos del mundo moderno. (ET 51 s)

Estas exigencias pueden coincidir con las del pasado., pero se expresan de otra forma y en un contexto del todo diferente. El artesano de antes es el obrero de hoy. Miembro de un sindicato y a menudo muy de izquierdas. Muy crítico con la sociedad capitalista y tambien con la Iglesia. El más pobre de hoy, el más angustiado , es el refugiado, el emigrado, perdido con su familia en un mundo extranjero, donde con mucha frecuencia es explotado, sin escrúlo y así hay millones en el mundo actual. El más abandonado, el más despreciado hoy, es el drogadicto o el joven que ha caido en la delincuencia que no llega a situarse en la vida, porque se le cierran todos los caminos.

El mas alejado es quizá el ateo o el indiferente bien instalado en su increencia, o el creyente sin religion y sin iglesia, tipos que se multiplican cada vez mas en los países ricos de Occidente. De todos estos, como de los no cristianos en el mundo, ¿se escucha todavía el llamamiento? Es un llamamiento a la justicia, al compartir, un llamamiento a una vida más plenamente humana y menos sofocante, un llamamiento a una vida de superación, un llamamiento al amor, a la salvación a la plenitud de vida en Jesucristo. "Yo he venido para que tengan vida en abundancia (Jn 10,10).

Responder a esas llamadas siendo auténticos testigos de Jesucristo entre los pobres.

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El Oblato que quiere evangelizar hoy debe: