IIª Parte

 

2ª. PARTE: El nivel de nuestros conocimientos

CAPÍTULO 6

Organización de la investigación en Francia

El Centro Nacional de Estudios Espaciales recibió en 1977 la misión de poner en marcha un organismo de estudio permanente de Fenómenos Aerospaciales No Identificados (PAN): el Grupo de Estudio de los Fenómenos Aerospaciales No Identificados (GEPAN). Esta entidad dispuso en su seno la autoridad y los medios necesarios para esta misión, en particular de ingenieros y cuadros de alto nivel técnico en relación con los ambientes científicos. La garantía de que este tema complejo y delicado sería tratado con todo el rigor necesario, fue aportada por un consejo científico, presidido por Hubert Curien, compuesto por doce miembros representantes de las ciencias humanas y las ciencias exactas. Este consejo tenía como tarea orientar, organizar y examinar anualmente los trabajos del GEPAN. Uno puede distinguir tres fases en el desarrollo de la actividad ligada al estudio de los OVNIS en Francia, que tuvo éxito en 1988 con la creación del Servicio de Observación de Fenómenos de Reingreso Atmosférico (SEPRA), que toma el lugar del GEPAN, todavía dentro del CNES:

- una fase para establecer la organización y la definición de procedimientos de recolección y tratamiento de datos, descrito en el capítulo presente,
- una fase de definición del método científico para el estudio de los casos,
- una fase para establecer la aplicación de los métodos y los procedimientos definidos previamente, tratados ambos en el capítulo siguiente.

El SEPRA tiene, para el estudio de los OVNIS, una competencia más restringida que la del GEPAN, cuyo consejo científico ha terminado su misión.

6.1 La fase para establecer la organización

La primera tarea del GEPAN fue asociar a los diferentes organismos públicos civiles y militares, con el objetivo de organizar la recolección y el análisis de datos que fueran confiables. La Policía Estatal de la Nación, la Aviación Civil y Militar, la Meteorología Nacional, etc., fueron invitados y asociados a esta organización por medio de convenciones y protocolos establecidos con el GEPAN.

El primer objetivo fijado fue la adquisición y el suministro rápido de evidencia recogida en lugares donde un fenómeno era observado. Para esto, el GEPAN, según las directivas del consejo científico, recibió como encargo formar equipos de investigadores especializados para la recopilación de datos psicológicos y físicos, como por ejemplo la toma de muestras del terreno. Paralelamente a esta organización, varios laboratorios de investigación, civiles y militares, fueron invitados para participar en las investigaciones y análisis de los datos recogidos en el momento de la averiguación, como por ejemplo el tratamiento de documentos fotográficos y registros de radar.

6.2 La participación de la Policía Estatal de la Nación

En febrero de 1974, fueron dadas las primeras instrucciones dirigidas a la Policía Estatal de la Nación, para recoger y centralizar los testimonios espontáneos sobre los OVNI. Anteriormente, esto era hecho ocasionalmente en las brigadas territoriales y rara vez daban lugar a la redacción de un acta o a investigaciones profundas (caso de Valensole en 1965). Ningún tratamiento o análisis de estos documentos fue realizado por las autoridades administrativas o técnicas.

A partir de 1977, uno de los seis ejemplares del proceso verbal redactado por las brigadas territoriales de la Policía Estatal de la Nación era dirigido al GEPAN, entonces destinatario de todas las informaciones relativas a los OVNIS.

6.2.1 El papel y la acción de la Policía Estatal de la Nación

Cada brigada de policía estatal posee un manual, la libreta "policiaca", que contiene todas las instrucciones sobre la conducta a seguir para la recolección de datos sobre los fenómenos aerospaciales no identificados. Según el grado de complejidad del caso reportado, el nivel de intervención puede ir del simple levantamiento de un testimonio, hasta una auténtica averiguación, que puede ser manejada conjuntamente con los servicios del GEPAN/SEPRA en los lugares de avistamiento, y seguidamente dar lugar a un informe pormenorizado.

6.2.2 La utilización de datos recolectados por la Policía Estatal de la Nación

Una vez que la información ha sido recolectada localmente por la Policía Estatal, ésta se transmite, en forma de acta, a la sede de la Policía Estatal de la Nación en París, la cual envía una copia al GEPAN/SEPRA. Éste lo trata en dos distintos niveles:

- en un primer nivel, el acta es analizada, y después integrada en una base de datos, para ser tratada estadísticamente, con el objetivo de establecer clasificaciones y tipologías de los fenómenos,
- en un segundo nivel, relativo a los casos más complejos de "PAN D" (Fenómenos Aerospaciales No Identificados de categoría D), la investigación sobre el terreno induce a un conjunto de búsquedas de elementos y de tratamientos suplementarios, los cuales desembocan en la redacción de un informe de investigación circunstanciado y detallado; el informe podrá ser utilizado para los estudios de interpretación de las muestras.

6.2.3 Balance y resultado de la cooperación con la Policía Estatal de la Nación

Desde 1974, son más de 3,000 las actas de la Policía del Estado, que presentan en promedio tres testimonios espontáneos por documento, que han sido recogidas y transmitidas al GEPAN/SEPRA. A esto es necesario agregar un centenar de averiguaciones e indagaciones sobre el terreno, realizadas conjuntamente con las brigadas locales. Todo esto permitió identificar un conjunto de fenómenos raros, naturales o artificiales, de ocurrencia variable que no podrían haber sido identificados sin este tipo de organización. Gracias a esta colaboración, casos de OVNI, como aquéllos de Trans-en-Provence y del "Amaranto" (ver capítulo 4), pudieron ser estudiados en condiciones excelentes, revelando que quedaba un remanente de eventos cuya naturaleza escapa aún a toda identificación. Un compilado de información, describiendo los objetivos considerados por el CNES en el estudio de los OVNIS, ha sido extensivamente distribuido en los alrededores de las sedes de las brigadas territoriales. Una acción complementaria de información y formación, dirigida a oficiales y suboficiales, es regularmente impartida por el GEPAN/SEPRA en las escuelas de la Policía Estatal de la Nación, para sensibilizar a los comandantes de brigada en este tema.

Los resultados de esta colaboración podrían ser más eficaces. Una puesta al día actualizando los procedimientos de recolección de datos sería deseable, así como de un tiempo límite promedio más reducido para las investigaciones, desde el momento en que el caso es conocido por la brigada local y en donde el SEPRA interviene. Esta reducción en el tiempo de investigación disminuiría sensiblemente la pérdida de información, en particular las relativas a alteraciones en el lugar (de los hechos). De la misma manera, sería importante que las brigadas de Policía del Estado fueran informadas más sistemáticamente de los resultados de los trabajos y las investigaciones tratadas por el SEPRA. Sin embargo, los medios actualmente disponibles en personal y en dotación presupuestaria no permiten responder con la eficacia deseada.

6.3 La participación del ejército aéreo

Poco después de la Segunda Guerra Mundial, los primeros informes de avistamientos OVNI por la Aeronáutica Francesa fueron reunidos y archivados por la Oficina Prospectiva y de Estudios (EMAA/BPE) del Estado Mayor del Ejército del Aire.

En el momento de la creación del GEPAN, un protocolo de acuerdo definió las funciones respectivas de los dos organismos para el tratamiento de informaciones relativas a los casos de observación aeronáutica militar. En principio, toda observación OVNI debe ser señalada al Centro de Control Aéreo Militar respectivo, el cual transmite las informaciones al Centro de Dirección de Operaciones Aéreas (CCOA) de Taverny; éste se encarga, junto con la Oficina Espacial del Estado Mayor del Ejercito del Aire, de transmitirlos al GEPAN/SEPRA. Paralelamente, todos los datos de radar son registrados en centros de control radar, y se conservan al menos un mes, y aún más por petición. Éstos son puestos a disposición de investigadores en caso de necesidad.

Un antiguo protocolo con el Ejército de Tierra define las condiciones de transmisión de la información recibida en vuelo por pilotos de Aviación Ligera del Ejército de Tierra (ALAT).

6.4 La participación de la aviación civil

El mismo tipo de organización y de procedimientos es usado por la aviación civil para recolectar y tratar la información relativa a los avistamientos OVNI hechos por los pilotos civiles. Un acuerdo, firmado entre la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) y el CNES, permite al GEPAN/SEPRA tener acceso a los informes de avistamiento OVNI redactados por las tripulaciones de las compañías aéreas nacionales y extranjeras. A tal efecto, una ficha reporte de observación, establecida conjuntamente por el DGAC y el GEPAN/SEPRA, califica la disposición de las tripulaciones junto con la de los centros de control aéreo de la aviación civil y las compañías aéreas. Por otra parte, las conversaciones de radio entre la tripulación y el control aéreo son sistemáticamente grabadas y adjuntadas al reporte detallado del avistamiento.

Existe también una reglamentación acerca de los incidentes de vuelo que podrían comprometer la seguridad. En este caso, el comandante de a bordo está obligado a seguir el procedimiento de "Airmiss", que activa sistemáticamente una investigación de la DGAC.

6.5 Los medios complementarios de investigación

Muchos organismos civiles (públicos o privados) y militares contribuyen con apreciaciones hechas durante las investigaciones y los trabajos del GEPAN/SEPRA. Estas intervenciones se hacen a dos niveles: para la recolección de datos sobre el terreno y la explotación de informes de observación, o para el análisis de evidencias tras el avistamiento y los recursos teóricos y experimentales que se consideren necesarios.

Han sido establecidos convenios de cooperación, en particular con diversos organismos que pueden hallar beneficios en investigaciones en sus propios campos de estudio, como por ejemplo:

los rayos (EDF, CEA, Meteorología Nacional, ONERA, CEAT),
los meteoritos (CNRS, DGA),
anomalías en las líneas (EDF, France Télécom),
la sociología de grupos y en particular de sectas (CNRS, universidades),
la fotografía, el estudio de grabaciones, el tratamiento de imágenes espaciales (Fleximage)
Tres aplicaciones siguientes merecen ser señaladas:

6.5.1 Análisis de los avistamientos

La GEPAN/SEPRA se apoya en diferentes laboratorios civiles y militares, y en la Entidad Técnica Central de Armamento (ETCA), para analizar las muestras de terreno y de vegetación recogidas en el curso de las investigaciones.

6.5.2 Análisis de las fotografías

Los trabajos de tratamiento de imágenes han sido conducidos entre 1981 y 1988 en el seno del ETCA. Esto ha permitido definir las técnicas y los procedimientos, además de la corrección de la nota técnica no. 18 del GEPAN, para el estudio de fotografías presumiblemente de OVNIS. Filtros de difracción se han puesto a disposición de las centrales policíacas, para facilitar la recolección de información a partir del espectro luminoso emitido.

6.5.3. El sistema de vigilancia celeste

Un sistema, el "ORIÓN", ha sido estudiado y desarrollado por la Defensa dentro de los objetivos de vigilancia, identificación y prevención al paso de satélites, en particular por encima del territorio nacional. Esto debe permitir satisfacer, al menos parcialmente, la necesidad de vigilancia de los fenómenos luminosos de tipo OVNI. El sistema comprende:

- la mayoría de los radares actuales de detección y de persecución, así como las antenas de recepción del navío Monge,
- dos sistemas de detección radar y óptica y un sistema de imagen óptica:

el radar de campo "GRAVES", que será capaz de detectar objetos a distancias de 1 m² a 1,500 km,
el sistema de vigilancia óptica "SPOC", que utiliza cámaras CCD para detectar y determinar la trayectoria de satélites o de basura espacial de magnitud 7 u 8 (dos de estos sitios están en proceso de equipamiento),
para terminar está proyectado el desarrollo del telescopio "SOLSTICE" de 4 m de diámetro, que podrá ser dotado de una lente adicional, para la observación de objetos en la órbita geoestacionaria (a 36,000 km).

CAPÍTULO 7

Métodos y resultados del GEPAN/SEPRA

7.1 El método desarrollado por el GEPAN

El GEPAN desarrolló un original método de estudio de fenómenos extraños de incidencia inusual. Los meteoritos son parte de estos fenómenos. Los científicos, durante largo tiempo, se negaron a tomar en cuenta los avistamientos de piedras caídas del cielo reportados generalmente por campesinos. Muy afortunadamente, el físico Jean-Baptista Biot hizo en 1803 una investigación profunda en el pueblo de Laigle, en Orne, aproximadamente tres semanas después de que le llegaron informes de piedras caídas de origen celeste. Biot examinó numerosas piedras y algunos rastros (ramas rotas, techos perforados, incendios) e interrogó a muchos testigos independientes. Él produjo un informe convincente, el cual otorgó a los meteoritos una existencia científica.

El método puesto en marcha por el GEPAN ha sido aceptado por un consejo científico. Consiste esencialmente en delimitar los fenómenos inicialmente desconocidos, efectuando el análisis conjunto de cuatro tipos de evidencia relacionada:

- los testigos: fisiología, psicología, etc.,
- los testimonios: narraciones, reacciones a las preguntas, comportamiento general, etc.,
- el ambiente físico: meteorología, tráfico aéreo, fotografías, los datos de radar, huellas en el lugar, etc.,
- el ambiente psicosociológico: lecturas y creencias de testigos, la posible influencia de los medios de comunicación y los grupos diversos en estos testimonios, etc.

Los informes de Policía del Estado contienen a menudo algunos datos suficientes para que uno pueda identificar el fenómeno observado. En algunos de los casos, éste resultó ser un avión, un planeta, un satélite, etc. En otros casos, una investigación complementaria, más o menos importante, fue efectuada por el GEPAN/SEPRA. Un estudio más profundo puede durar hasta dos años. El análisis de evidencias en el lugar puede obligar a recurrir a laboratorios especializados (ver casos de Trans-en-Provence y del "Amaranto" capítulo 4).

Para finalizar, se han hecho investigaciones conjuntas con universidades para perfeccionar el método de investigación. El CNES, procurando el rigor científico, adoptó el término PAN en lugar del término de OVNI, más conocido pero más limitado. El GEPAN es el grupo de estudio de los PAN.

7.2 Primera clasificación de los PAN (Fenómenos Aerospaciales No Identificados)

Tras su estudio, cada caso es clasificado por el GEPAN/SEPRA dentro de una de las cuatro categorías siguientes, en función de su grado de identificación:

- la categoría A: fenómeno perfectamente identificado,
- la categoría B: fenómeno probablemente identificable, pero que no puede ser identificado en forma certera por falta de elementos,
- la categoría C: fenómeno no identificable por falta de datos,
- la categoría D: fenómeno no identificable, a pesar de la abundancia y la calidad de datos.

Este PAN de categoría D representa el 4 ó 5% de los casos. Éstos incluyen el avistamiento de fenómenos próximos a tierra, a algunos metros de los testigos. Los casos más extraños y más misteriosos de esta categoría son generalmente titulados RR3 (encuentros cercanos del tercer tipo), según la clasificación propuesta por el profesor A. Hynek, astrónomo y consejero del USAF, en el marco del proyecto Blue Book (cf capítulo 9.l).

7.3 Tipología de los PAN D

Un análisis estadístico detallado de los PAN D permite precisar la singularidad de sus pruebas físicas: velocidad, aceleración, sonido, forma, efectos en el ambiente. Es interesante notar que los estudios estadísticos hechos en la URSS aportaron algunas singularidades comparables a aquéllas determinadas por Claude Poher, primer responsable del GEPAN, a partir de unos 200 casos franceses, y de 1,000 casos mundiales. Sería deseable poder desarrollar en Francia estudios estadísticos sobre los PAN D.

7.4 Investigaciones sobre los casos notables

Un centenar de casos han sido llevados por el GEPAN/SEPRA. Algunos fueron valorados como raros fenómenos físicos de la atmósfera, relacionados por ejemplo con rayos, y otros a conductas psicológicas anormales de los testigos causadas, por ejemplo, por el influjo de medicamentos alucinógenos. Para finalizar, algunas investigaciones más profundas, sustentadas en el análisis de las evidencias, han mostrado la presencia física de un fenómeno cuya naturaleza y origen permanecen desconocidos. Dos casos expuestos en el capítulo 4 llaman particularmente la atención: el de Trans-en-Provence, fechado el 8 de enero de 1981, y el del "Amaranto", del 21 de octubre de 1982. Las investigaciones llevan a pensar que los objetos en forma de doble plato se acercaron a tierra durante algún tiempo, partiendo hacia el cielo y dejando rastros en la vegetación y, en el caso de Trans-en-Provence, incluso en el mismo terreno. Estos casos se detallan en las notas técnicas del GEPAN nº 16 y nº 17 (ver la bibliografía del capítulo 6).

7.5 Los casos aeronáuticos

7.5.1 Datos sobre los casos aeronáuticos franceses

- Doce casos aeronáuticos franceses han sido puestos en conocimiento del GEPAN/SEPRA; sólo 3 ó 4 de entre ellos pueden ser considerados como apropiados para la categoría D.
- El primer caso de PAN D registrado data de 195l. Implicó a aviones militares de tipo "Vampire" en la región de Orange. Luego de otras dos observaciones muy excepcionales, presentadas en el capítulo 1, los pilotos militares reportaron "la presencia de objetos realizando evoluciones aéreas incompatibles con las evoluciones de aeronaves conocidas" en la región de Tours en 1976 y de Luxeuils en 1977. No fue sino hasta el 28 de enero de 1994 que pudo ser reportado, por una tripulación de un avión de línea regular de Air France, el primer caso de observación visual acompañada por una detección de radar de más de 50 segundos (ver capítulo 1.3).

7.5.2 Casos aeronáuticos de PAN D en el mundo

Los casos aeronáuticos de PAN D conocidos desde 1942 fueron objeto de un primera reseña en un documento titulado "Encuentros en el cielo", realizado por Dominique Weinstein, en el que el SEPRA contribuyó por la parte francesa. El catálogo de avistamientos mundiales comprende la descripción de 489 casos de observación de PAN D aeronáuticos bien documentados, y donde las fuentes han sido debidamente verificadas. La mayoría de la información sobre estos PAN D aeronáuticos se extraen de fuentes oficiales, autoridades gubernamentales, Ejércitos del Aire de diferentes Estados, o de organismos como el SEPRA.
-Este catálogo presenta una clasificación según los criterios de calidad de la observación. Esto va desde las simples observaciones visuales, describiendo las actuaciones o movimientos particulares del fenómeno observado (velocidad, aceleración, maniobrabilidad, sonido, etc.), hasta los avistamientos más elaborados, mencionando las anomalías generadas por el PAN D aeronáutico en el ambiente, tales como: interferencia del radio o radar, trastorno de los instrumentos de navegación, efectos físicos observados en la tripulación (calor, ceguera, etc.).
Entre 1947 y 1969, es decir durante el tiempo que duró el proyecto Blue Book de la Fuerza Aérea Americana dedicado a los OVNIS, fueron registrados 363 avistamientos. 1952 es el año en que fue constatado el número más grande de avistamientos: 68. En total, 63 países fueron citados como escenario de por lo menos una observación aeronáutica.-

7.5.3 Casos radar/visual en el mundo

Los casos radar/visual son aquéllos que enlazan una observación visual y una detección del radar a bordo y/o del radar desde tierra. Se observa que:
- las primeras observaciones en Japón y en la URSS datan de 1948,
- 68 ciudades en 30 países tienen catalogados casos radar/visual,
- de 489 casos del informe, 101 son casos radar/visual (21%),
- de 363 casos del informe Blue Book, 76 son casos radar/visual (21%)
- en 1952, de 68 casos, 16 son casos radar/visual (23.52%).
En conclusión, podemos establecer claramente que, desde 1942 hasta 1995, alrededor del mundo han sido registrados por lo menos 500 avistamientos bien documentados y demostrados de PAN D aeronáuticos, de los cuales cerca del 20% son casos radar/visual. Éstos aportan la prueba de la realidad física de los fenómenos con características inusuales.

7.6 La realidad física de los PAN D

7.6.1 Un primer informe de septiembre de 1947 en los Estados Unidos

Hemos visto que los trabajos del GEPAN/SEPRA demuestran la existencia de toda una categoría de fenómenos físicos raros e inusuales, que no pueden ser atribuibles a fenómenos naturales o artificiales conocidos. Estos fenómenos PAN D, que hemos puesto en evidencia tanto en el dominio aeronáutico (casos aeronáuticos civiles y militares), como sobre tierra firme (casos de encuentros cercanos), coinciden con otros casos de avistamiento bien documentados y verificados por autoridades oficiales en el mundo. Es interesante notar que, desde noviembre de 1947, al principio de la primera ola de recientes avistamientos OVNI en los Estados Unidos, el general Twining, responsable del Comando de Material Aéreo, escribió un informe sobre "los discos volantes" cuyas conclusiones son muy explícitas:
l. El fenómeno reportado"es una cosa real"; no proviene de visiones o de la imaginación.
2. Se origina en objetos con "la forma de un disco" cuya "dimensión es comparable a la de nuestros aviones".
3. Es posible que algunas observaciones correspondan a fenómenos naturales.
4. Las velocidades de ascenso observadas son muy elevadas; "la conducción y las maniobras de escape", cuando "los discos son detectados", dan a suponer "que son pilotados o teledirigidos".
5. La mayoría de los testigos describen los objetos con "superficie metálica, de forma circular o elíptica, con la parte superior en forma de domo, volando sin ruido" en formaciones de tres a nueve objetos...

7.6.2 Los trabajos del GEPAN/SEPRA

Nosotros no disponemos de ninguna prueba material irrefutable, bajo la forma de materiales enteros o fragmentados confirmando la naturaleza física de los PAN D y su carácter de artefactos. No obstante, los trabajos de recolección e investigación realizados por el GEPAN/SEPRA por más de 20 años, confirman las declaraciones hechas por el general Twining en 1947.

7.6.3 Los casos aeronáuticos franceses

El estudio de los PAN D aeronáuticos militares franceses (Orange 1951, Tours 1976, Luxeuil 1977) coinciden con las conclusiones del general Twining, y notablemente con la cuarta. En efecto, los testimonios de pilotos dejan suponer que los objetos son "pilotados o teledirigidos": todos los pilotos han reportado que es "el objeto" el que parecía moverse hacia ellos, y no al revés. Asimismo, todos consideraron que las capacidades de evolución del objeto eran superiores a lo que ellos conocían.

7.6.4 Casos reportados de PAN D en Francia

Los casos reportados de PAN D en Francia corresponden bien a las conclusiones 4 y 5 de Twining. En Trans-en-Provence (capítulo 4), las investigaciones revalidan el testimonio local, y demuestran que el objeto de aspecto metálico y forma circular aterrizó, y después despegó silenciosamente en un espacio muy reducido, a muy corta distancia de un muro de 2.50 m de altura. Ninguna aeronave moderna es capaz de estas evoluciones silenciosas, ni de esa precisión de aterrizaje. Es difícil no ver en el objeto una maquina pilotada, teledirigida, o provista de una cibernética muy evolucionada.
Los otros casos franceses de encuentros cercanos descritos en el capítulo 4, también sugieren fuertemente la existencia de una inteligencia que estaría detrás de los PAN D. Se trata de los de Valensole, "del Amaranto" y de Cussac. Según lo que el o los testigos han relatado sobre los PAN D, todo se desarrolla generalmente muy rápido y el objeto escapa sin haber mostrado la menor agresividad en consideración de los testigos.

7.6.5 Los casos extranjeros - Conclusión

El estudio de ciertos casos extranjeros condujo a conclusiones parecidas a las aportadas por los casos franceses. Uno podrá repasar, en su mente, la descripción de los casos aeronáuticos presentados en el capítulo 2. Nosotros podríamos también referir los casos extranjeros de encuentros cercanos, tales como los de Socorro (Nuevo México) parecido al de Trans-en-Provence, pero su exposición detallada cargaría inútilmente este informe.
De este conjunto de hechos surge una firme conclusión: ciertos PAN D parecen ser máquinas voladoras totalmente desconocidas, con desempeños excepcionales, guiadas por una inteligencia natural o artificial.

CAPÍTULO 8

OVNIS: hipótesis e intentos de duplicación

8.1 Duplicaciones parciales

Las observaciones creíbles de objetos aéreos pueden ser apoyadas con explicaciones técnicas probables de los fenómenos reportados, comparados con el estado actual de nuestros conocimientos. Entre los casos más impactantes destacamos:
- los desplazamientos aéreos, realizados en silencio con fuertes aceleraciones y/o velocidad, - el apagado de los motores de vehículos terrestres próximos,
- la parálisis motora de los testigos.
En la medida que los avistamientos son más documentados y más creíbles, por la evidente calidad de los testigos, proviniendo de pilotos de avión, están sus observaciones de movimientos aéreos, observaciones a menudo apoyadas además por los registros de radar, que serían las primeras en ser explicadas.

8.1.1 Desplazamientos

Existen, en teoría, varias proyectos de propulsión que no obligan a recurrir a hélices o a reactores, y que podrían igualmente ser silenciosos. El más avanzado es el llamado magneto hidrodinámico, abreviado MHD, pero muchos (otros) proyectos pueden también ser considerados. Nosotros vamos a estar pendientes.

8.1.1.1 La propulsión MHD

Su principio, que no considera el vacío, consiste en hacer circular una corriente eléctrica alrededor de un componente móvil. El móvil, al mismo tiempo, emite un campo magnético. Según la ley de Laplace, este campo ejerce una fuerza en la corriente, y por lo tanto en el medio en que circula: es el principio de la mayoría de los motores eléctricos. El medio sería así movilizado por la influencia del móvil, de manera que, por reacción, sufrirá un fuerza que permitirá impulsarlo.
De nuevo es necesario hacer aparecer el campo y la corriente necesarios:
- para que el campo magnético que allí circula se ubique fácilmente debajo de las paredes movibles de las bobinas (como en los motores eléctricos) recorridas por una corriente eléctrica apropiada,
- para la corriente eléctrica, pues depende del medio.
En agua de mar, es fácil hacer circular una corriente por medio de electrodos dispuestos a lo largo del móvil. Es por esto que la propulsión MHD ha sido experimentada hasta el momento con éxito en los Estados Unidos y Japón, en prototipos de navíos, así como en la superficie de submarinos.
En el aire, que es un aislante natural, es más difícil hacer pasar una corriente eléctrica, pero se puede transformar al aire en medio conductor, por ejemplo, de fuertes campos eléctricos generados mediante los electrodos apropiados (el aire, vuelto conductor, puede ponerse más o menos luminoso, que es lo que observamos frecuentemente alrededor de los objetos desconocidos). En cuanto al campo magnético, puede ser creado como en los barcos. Sin embargo, en el aire la propulsión es más difícil de obtener, pues no sólo debe propulsar al móvil, sino compensar primero su peso. Los campos eléctricos y magnéticos requeridos son, por consiguiente, más intensos que para un navío, y en la práctica, no es posible conseguir los campos intensos indispensables sin recursos como bobinas superconductoras. Todavía teórica hasta hace unos años, la puesta en marcha de un vehículo aéreo es, desde 1991, una perspectiva creíble, con el descubrimiento de superconductores capaces de funcionar a temperaturas cercanas a la ambiental.
La propulsión en la atmósfera sin hélices o reactores, es en principio posible por MHD, y los cálculos demuestran que la potencia necesaria no es, en ciertos casos, inalcanzable con nuestros motores aeronáuticos actuales. El hecho de que los objetos observados de cerca no dejen apreciar (o escuchar) un sistema de enfriamiento, puede explicarse en tanto que la duración de vuelo de los artefactos no pasa de una decena de minutos. Por otra parte, otros motores que nosotros ya usamos - eléctricos, a partir de energía almacenada a bordo, o por inercia, si bien no son todavía bastante poderosos - no tiene la necesidad de enfriamiento inmediato, lo que demuestra que este problema no es insuperable.
Numerosos testigos se han sorprendido por el silencio que acompaña a las maniobras de los objetos, los cuales, incluso a velocidades supersónicas, no generan una onda de choque (ver 1ª. parte, capítulos 1,2 y 3). La propulsión de MHD podría explicar este silencio: tanto las primeras experiencias de supresión de ruido, como la supresión de la estela y de la onda de choque, más que condiciones singulares, son propiciadas (por este tipo de propulsión).
Los trabajos sobre los diferentes aspectos de la propulsión MHD en aeronaves son numerosos en el extranjero: en los Estados Unidos en el Instituto Politécnico Rensselaer en Troy (NY), y, según la revista New Scientist (febrero 1996), en Gran Bretaña y en Rusia.
En resumen, el estado actual de nuestros conocimientos nos permite proyectar en corto tiempo un prototipo de aeronave MHD, mientras que en el plazo de unos diez años, nos parece muy probable la realización de un vehículo con las mismas posibilidades de movimiento que los artefactos aéreos descritos por los testigos. Solamente, por el momento, siguen sin resolverse la casi ausencia de circulación de aire perceptible y de ruido en vuelo estacionario.

8.1.1.2 Otros métodos de propulsión

En el vacío, la ausencia o la escasez de moléculas o átomos impide, tanto la circulación de corriente en el medio, como la proyección de una masa suficiente de sustancia extraída por este medio. La propulsión por MHD no es posible ahí y se deben formular otras hipótesis. La propulsión por reacción a partir de reacciones químicas comparables a la de nuestros cohetes, aunque no permite maniobras complejas, no debe excluirse sin un análisis. En efecto, el desplazamiento en el espacio de los objetos no identificados se efectúa muy lejos de nuestro campo de visión.
Además, revestimientos usados como disfraz los volverían invisibles a los telescopios y a los radares, desde algunos kilómetros hasta decenas de kilómetros. En ese momento, estos objetos serían capaces, a esas distancias, de utilizar propulsiones más conocidas sin ser detectados. Se presentarían problemas sobre todo de consumo de energía y de masa expulsada, pero el método citado aquí en 8.1.1.3 permitiría resolverlos en parte.
Más avanzadas tecnológicamente son las propulsiones que recurren a la eyección a muy alta velocidad - una fracción percibida de la velocidad de la luz - de haces de partículas. Es un hecho que cuanto más grande sea la velocidad de eyección, la masa expulsada será débil y la eyección podrá ser conseguida muy lentamente. Tales haces de partículas, transportables en satélites, han sido desarrollados para la guerra espacial por la ex-URSS (laboratorio de von de Ardenne en Soukhoumi, Georgia) y por los Estados Unidos, en particular en el laboratorio nacional de Argonne. Actualmente estos haces son, ciertamente, menos poderosos de lo que sería necesario para este caso, pero existe el interés en motores de poca potencia, suficientes para aproximarse a los planetas. Un motor de este tipo equipó la sonda americana "Deep Space 1", que debería alcanzar al asteroide 1992 KDS el 29 de julio de 1999.
Otros métodos de propulsión espacial son estudiados muy intensamente: la propulsión nuclear por fisión (proyectos NERVA, ORION, DAEDALUS) y, más recientemente, por fusión, los cuales ofrecerían ganancias de uno y de más de dos órdenes de magnitud, respectivamente, a los reportados en los mejores motores actuales. Aún más, la utilización de energía abastecida bajo la forma de antimateria - actualmente posible después de que en el CERN fue creado un átomo de antihidrógeno y se ha logrado el medio para abastecerlo - ofrecerá ganancias cien veces más importantes.
Por esto, un creciente número de centros de investigación manejan trabajos sobre este tema: el Jet Propulsión Laboratory, el Lawrence Livermore Laboratory, y el Air Force Astronautical Laboratory (Base Edwards de la Fuerza Aérea), donde también se estudia, según el "Janes Defence Weekly" del 10 de junio de 1996, la antigravitación. Esta última opción también se estudia en Gran Bretaña y en la CEI.

8.1.1.3 La utilización de impulsión planetaria o estelar

Más cercana a nuestras técnicas actuales, aunque no es propiamente un tipo de propulsión, el Jet Propulsion Laboratory había imaginado en 1961 un aparato espacial que, tras rebotar sobre los pozos de potencial de planetas convenientemente escogidos, podría adquirir velocidades cada vez mayores sin gasto de energía. Este método se usa ahora sistemáticamente para las misiones hacia los planetas más lejanos de nuestro Sistema. Se puede entonces concebir, como lo propuso Dyson en 1963, que en la utilización de "reflexiones", no sólo sobre planetas, sino también sobre estrellas, se pueden desarrollar velocidades considerables (sólo limitadas por las velocidades de despegue) y recorrer distancias interestelares con relativamente poca energía, a coste del tiempo necesario en los rebotes de salida y llegada.
Este método conducirá a que la duración de los viajes interestelares se calcule probablemente en milenios, imponiéndose los tiempos reducidos que ofrece la propulsión por antimateria.

8.1.1.4 Conclusión sobre los desplazamientos

En resumen, para los desplazamientos, tanto en la atmósfera como en el espacio, podemos formular hipótesis razonables sobre el vuelo sin medios aparentes de sustentación en el primer caso, y sobre el recorrido de grandes distancias hasta la escala interestelar, en el segundo.

8.1.2. Detención de los motores de automóviles terrestres

Para explicar este fenómeno, a menudo reportado en el extranjero, hay que sugerir una acción a distancia. Si ningún haz de luz parece asociado a las parálisis de motores, se puede pensar en rayos radioeléctricos, tales como las microondas, que sabemos que pueden provocar efectos de este tipo y que pueden ser fácilmente emitidos en grupos para actuar a distancia. En estas condiciones, la emisión de microondas por aparatos desconocidos sería de tal naturaleza, como para crear alrededor del vehículo un campo eléctrico bastante más elevado que las tensiones de encendido, y adicionalmente, provocar la ionización del aire alrededor del circuito de alta tensión del motor (bobina, distribuidor, cable de bujía), provocando así un cortocircuito en la corriente de encendido hacia la masa del motor y deteniéndolo.
Desde la generalización en los años 70 del encendido eléctrico, la acción de las microondas, siguiendo el mecanismo previamente descrito, puede usarse directamente en la paralización del circuito electrónico que genera la alta tensión. Por consiguiente, se puede concebir que la acción de objetos desconocidos en los vehículos terrestres, incluyendo ahora aquéllos provistos de motor a diesel, los vuelva vulnerables a causa de su circuito de encendido, a menudo eléctrico.
Recordemos que la capacidad de los rayos de microondas de provocar efectos a distancia, está al alcance de nuestras propias tecnologías, como lo demuestran los trabajos avanzados llevados en los Estados Unidos y en la ex-URSS, para desarrollar armas de microondas, destinadas precisamente a destruir o paralizar a distancia los medios electrónicos hostiles, así como actuar sobre el personal (humano). En Francia, los generadores de hiperfrecuencias de gran potencia, que pueden ser utilizados para este fin, están en estudio.
Esto no excluye que puedan usarse otros tipos de rayos. Los haces de partículas cargadas serían capaces de efectos análogos, atravesando, si se da el caso, la materia viviente, como los cuerpos de algunos testigos, sin que éstos sientan o se percaten de secuelas notables y duraderas. Un ejemplo pueden ser los haces de aceleradores utilizados en las terapias de protones, que comienzan por atravesar la tela, sin causar daños al momento de su penetración, y que para no volverse nocivos, se debe reducir su energía por debajo de cierto límite.
Este tipo de comportamiento coincide, además, con ciertos testimonios que hablan del avistamiento de rayos luminosos atravesando algunos obstáculos materiales. En efecto, los rayos de protones, al ionizar el aire, se vuelven generalmente visibles, bajo la forma de haces luminosos truncados cuya longitud está en función de su energía inicial.

8.1.3 Parálisis motora de ciertos testigos

Este fenómeno es menos frecuente. Es notable el que las parálisis reportadas sólo afectan ciertos movimientos voluntarios, mas no la respiración ni la postura (el equilibrio, en particular, no se ve afectado: los testigos no caen) ni los movimientos oculares. Hablando conceptualmente, se puede remarcar que la postura y el aumento respiratorio del ser humano residen en el cerebelo, órgano independiente del cerebro que gobierna los movimientos voluntarios. A las microondas, actuando a distancia en ciertas partes del cuerpo humano (que como se refirió más arriba, es también uno de los objetivos de las armas a microondas), es razonable atribuirles efectos de parálisis observados. Notemos que esto es estudiado, entre otros, por la Air Force Weapons Laboratory en Kirtland AFB.

8.2 Duplicación y credibilidad

El hecho de que nosotros podamos formular una hipótesis creíble sobre la propulsión de estos objetos avistados, es evidentemente un indicio positivo, pero su semejanza al modelo que imaginamos, no es suficiente para probar su existencia.
En este punto, la historia de la técnica nos sugiere humildad, pero también puede dar algunas certezas:
- la humildad: admitir errores de pronóstico cometidos en el pasado. Es suficiente recordar las afirmaciones de (o a pesar de...) algunos grandes científicos: "No podremos respirar en túneles", "La ciencia está casi terminada", "Algo más pesado que el aire no puede volar", etc.
Sería por consiguiente muy presuntuoso pretender, a partir de nuestro conocimiento y nuestras realizaciones actuales, prever lo que podrían ser técnicas tan sólo un poco más avanzadas que las nuestras, o incluso las nuestras en uno o dos siglos. ¡Consideremos que hace sólo 150 años los motores, la electricidad, la existencia del átomo y las ondas hertzianas eran desconocidos! Uno también puede releer a Jules Verne: "París en el siglo XX" o "Ayer y mañana"...
- las certezas: los progresos científicos y técnicos sólo pueden continuar al apoyarse en más científicos e ingenieros que nunca antes, estimulados por la competencia entre las naciones. Esta competencia, en nuestro hermético mundo actual, se apoyaría en todos los recursos antaño gratuitos: el agua potable, los mares altos, los territorios polares, el aire, el espacio, la frecuencias de radio...
Si es arriesgado predecir los resultados de un ambiente científico y técnico cada vez más acelerado, es al menos casi seguro que, al igual que desde hace algunos décadas, nuestros propios conocimientos habrán progresado mucho. ¡Que se dirá cuando se progrese más allá! En esas condiciones se puede concluir, con un alto grado de certeza, que los movimientos de objetos que actualmente están más allá de nuestras posibilidades, serán técnicamente factibles en algunas décadas, incluso algunos siglos, aún si los conocimientos puestos en práctica no son aquéllos que nosotros prevemos.
En la medida en que la conclusión precedente sea aceptable, iremos más lejos y señalaremos que en unos millones de años solamente estos conocimientos serán (salvo una catástrofe) distribuidos entre la aparición del hombre y las futuras expediciones estelares de nuestros descendientes (cf. el capítulo 8.3.6 y el anexo 4). Este lapso de tiempo, entre la aparición en la Tierra de una inteligencia consciente y el momento donde nosotros podremos lograr las proezas de los objetos que nos ocupan aquí, es diminuto (uno a dos millones de años), comparado con la edad de la Tierra, así como son 600 millones de años los que nos separan de la aparición de los primeros organismos vivientes, en el periodo Cámbrico.
Sin embargo, la evolución de otras inteligencias en otros mundos, razonablemente no puede desarrollarse exactamente a la misma velocidad que en la Tierra. Si la edad de estos otros mundos es como la de la Tierra, del orden de 4 mil millones de años, y si una vida consciente apareciera allí, ni la velocidad de su desarrollo, ni el tiempo de la creación de ese mundo podrían ser precisamente los mismos que en el nuestro.
En esas condiciones, incluso un porcentaje diminuto, por ejemplo del 0.1% de los casos determinados inicialmente, daría por consecuencia que una civilización semejante pudiera localizarse, con respecto a la nuestra, entre varios millones de años adelantada y varios millones de años atrasada.
La probabilidad de que los grados de evolución de dos civilizaciones en el universo, e incluso en un mismo sistema solar, sean iguales, parece muy débil, y con toda probabilidad no tenemos más que dos posibilidades:
- nuestros vecinos son varios miles o millones de años más atrasados que nosotros (o no existen aún como especie consciente), y somos nosotros quienes los descubriremos,
- nuestros vecinos son más avanzados que nosotros, pero entonces es probable que esta ventaja sea calculada en milenios o más, en lugar de en años o incluso en siglos; y si lo juzgamos por la velocidad de nuestro propio desarrollo, el nivel rebasaría, seguramente en todos los campos, nuestras capacidades de pronóstico.

8.3 OVNIS - Las hipótesis en conjunto

Después de varias décadas, la recolección sistemática y el estudio científico de los fenómenos atmosféricos inusuales han permitido algunos avances mayores. Por supuesto, un buen porcentaje de los avistamientos han sido, tras el análisis, declarados como hechos totalmente explicables: reingreso de satélites, sondas esféricas, etc. Esto por otra parte, ha permitido probar la precisión de los observadores, así como la veracidad y la concordancia de testimonios. Los casos de estafa son en definitiva demasiado insólitos y bastante fáciles de descubrir. La mayoría de los observadores han demostrado ser fieles, aunque se deben tener en cuenta las complicaciones de varios avistamientos.
Como sea, el gran número de observaciones también permitió clasificar parte de los avistamientos creíbles y bien documentados como PAN D (Fenómenos Aerospaciales No Identificados categoría D) para los cuales ninguna explicación pudo ser encontrada. Por lo tanto, estos fenómenos están a menudo repletos de testimonios donde coinciden los avistamientos visuales y las detecciones de radar. Ciertamente, si sólo hay una decena de PAN D, uno podría contentarse con clasificarlos con la ambigua relación de "sin seguimiento", pero nosotros no estamos ni conformes, ni iremos más lejos. Por ello, estamos altamente comprometidos a buscar algunas explicaciones creíbles. Hipótesis de todos tipos han sido propuestas y podemos clasificarlas como sigue:

8.3.1 Las hipótesis no científicas

"Sin realmente darnos cuenta somos manipulados" (por un grupo muy secreto de hombres muy poderosos y muy astutos, por seres extraños y desconocidos, e incluso por extraterrestres, por los espíritus, por el diablo, por nuestros fantasmas psicológicos, etc.).
Evidentemente uno no puede decir sin análisis que tales hipótesis sean verdaderas o falsas, pues son indemostrables; su inconveniente principal es que éstas no nos pueden servir de gran cosa.
Es necesario enlistar en esta categoría a los fenómenos parasicológicos y las alucinaciones colectivas. Asimismo, está la idea a veces difundida de que los artefactos observados son en realidad producto de la actividad futura de la humanidad. Nuestros descendientes lejanos, habiendo encontrado los medios para dominar al tiempo, vendrían a observarnos...
Por supuesto, es conocido el intento de reconstruir y observar el pasado por medio de todos los rastros que éste dejó, y que teóricamente se puede observar directamente (por ejemplo, el descubrimiento de un planeta, situado a unos años de luz, con un espejo bien orientado). Sin embargo, queda fuera de todo cuestionamiento que semejante observación pudiera influenciar de alguna manera cualquier evento en un pasado remoto, no habiendo sido éste detectado.

8.3.2 Las armas secretas de una gran potencia

Los PAN D serían vehículos de origen terrestre pilotados o teledirigidos. No falta algún observador que estime que el objeto o las maniobras fantásticas que éste realizó para transportarse en el cielo serían el resultado del último avance del progreso militar, lo que explicaría el secreto que los rodea. Ciertamente algunos estudios, como aquéllos del avión furtivo o del magneto hidrodinámico, han llegado a desarrollar efectivamente progresos impresionantes. Sin embargo, sería imprudente exponerlos a las miradas profanas, y sobre todo, a las de los expertos extranjeros con gran interés por obtenerlos hoy en día, considerando que se trató de esconderlos durante las décadas en las que se produjeron estos fenómenos, cuando revelarlos habría sido de fatales consecuencias, especialmente si se considera la cantidad de dolores políticos de estos últimos años.

8.3.3 Los intentos de desinformación

En esta categoría entran la falsificación y los montajes, generalmente acompañados por una fuerte difusión. Algunos investigadores estiman que, sin considerar las armas ultramodernas, las maniobras de artefactos avanzados pueden servir para envenenar a la opinión (pública) con el mismo fin que las técnicas de propaganda. Por supuesto, este punto de vista es una consecuencia directa de los días de la guerra fría. Todos los medios serán entonces útiles para desestabilizar otras áreas, como provocar el miedo de una invasión extraterrestre, o la duda hacia los líderes "que nos esconden algo de consecuencias muy graves".
Este tipo de hipótesis incluso es menos satisfactoria que las precedentes, porque atenta contra las objeciones de cada uno de ellos.

8.3.4 Las imágenes holográficas

A la vuelta de los intentos de desinformación y de las hipótesis extraterrestres se ubica el tema de las imágenes holográficas, que suelen asociarse con una gran presencia de tripulaciones extraterrestres. A decir verdad, este instrumento es de un empleo difícil, y exige una preparación importante, porque el aire es transparente y difunde difícilmente las imágenes. Se debe disponer de un equipo importante que cubra el campo óptico utilizado, o por lo menos, proyectar en una superficie apropiada; por ejemplo la superficie del agua.
El primer método corresponde a imágenes holográficas virtuales, y el segundo es más simple y frecuentemente utilizado por sus efectos espectaculares, pero éste deja huellas evidentes... Se puede de esta manera considerar la utilización de las nubes o de una cortina de lluvia, pero esto presenta múltiples riesgos. Por lo tanto, se puede considerar que el día de hoy, el método de las imágenes holográficas y métodos asociados no son susceptibles de utilizarse ilimitadamente.

8.3.5 Los fenómenos naturales inusuales

Esta hipótesis no puede ser totalmente descartada, y debe por tanto ser mencionada; sin embargo, es difícil de sostener en los casos OVNI donde se observa un comportamiento aparentemente inteligente (maniobras de aproximación, de persecución, de evasión, de fuga...).

8.3.6 Las hipótesis extraterrestres

Un gran número de personas están hoy en día convencidas de que los OVNI son pilotados por seres inteligentes venidos de más allá del Universo, encargados de vigilarnos y al mismo tiempo de entrar en contacto con nosotros. Aunque seductoras por sí mismas, estas hipótesis chocan con todo tipo de dificultades posibles. Las hipótesis marcianas no hace mucho que han desaparecido del dominio de lo posible y, a excepción de la Tierra, el sistema solar no parece producir una vida organizada, y menos aún, una civilización avanzada. Por lo tanto, se debe buscar más allá, hasta las estrellas, pero las más cercanas están a cientos de millones de veces más lejos que la Luna. Los únicos contactos que nosotros podemos intentar establecer actualmente a tan grandes distancias son los contactos radioeléctricos. Los astrónomos han emprendido para el envío de mensajes y recepción de radio los programas "SETI" y "MEGASETI". Asimismo, ciertos entusiastas han presentado ideas futuristas para "acortar" la inmensidad, como por ejemplo el uso de los "agujeros negros". El recorrido de distancias interestelares por eventuales extraterrestres ha irritado mucho a los escépticos, y la mayoría de los astrónomos repiten que: "el día de hoy no hay ningún caso OVNI suficientemente bien establecido que pueda implicar que provenga de una civilización extraterrestre".
Sin embargo, dos astrónomos profesionales, Jean-Claude Ribes y Guy Monnet, han propuesto un escenario de nuestro futuro en el espacio, que implica posibles viajes interestelares. En este escenario, resumido en el anexo 4, (ambos) se imaginan la instalación de grandes comunidades, y de enormes construcciones artificiales orbitando la Tierra, descritos por el físico O´Neill, incluso en el interior de grandes asteroides, donde se encontrarían abundantes materias diversas, incluyendo agua y oxígeno, así como (una) cómoda protección contra los meteoritos y las radiaciones cósmicas. Posteriormente, nuestros descendientes habrían controlado la producción, el almacenamiento y la utilización energética de la antimateria, utilizándola para la propulsión de sus hábitats a través de otro sistema solar. Ellos se instalarían en un centenar de asteroides, para de ahí partir hacia los planetas del sistema de arribo a bordo de artefactos (voladores), los cuales serían percibidos por sus eventuales habitantes tal y como nosotros percibimos actualmente a los OVNIS.
Este escenario, que en lo esencial es actualmente admitido por la física, da cierta verosimilitud a la hipótesis extraterrestre: es posible imaginar que una civilización venida de otra parte haya colonizado la región de nuestro cinturón de asteroides y los haya utilizado como base de partida hacia otro planeta. Los progresos actuales de la conquista del espacio y de la física apoyan esta idea.
Señalemos que algunas personas consideran otra hipótesis muy polémica: los OVNIS pertenecen a una civilización situada en el cinturón de asteroides, pero esta civilización proviene de nuestro planeta. Más antigua que las civilizaciones terrestres conocidas, y más evolucionada, (ésta) podría haber desaparecido de la Tierra (por guerra nuclear, radioactividad, polución, etc.), pero estaría de nuevo instalada en el sistema solar.
Las dos hipótesis tienen el mérito de situar el problema OVNI fuera del campo de lo paranormal, así como de incitar a la reflexión sobre el futuro de nuestro planeta.

CAPÍTULO 9

Organización de la investigación extranjera

9.1 Organización de la investigación en los Estados Unidos

El tema OVNI es actualmente muy popular en los Estados Unidos. Se debe tomar en cuenta el número y el éxito de películas de ficción, como Día de Independencia, Hombres de Negro o Contacto, que han sido consagradas. Una encuesta, realizada en junio de 1997 por la revista TIME, demostró que aproximadamente un americano de cada cuatro piensa que un artefacto extraterrestre se estrelló en Roswell (Nuevo México) al principios de julio de 1947. Un profesor de psiquiatría de Harvard, el doctor Mack, logró dar seriedad en gran medida al problema de los secuestros temporales, reales o supuestos, de sus compatriotas por OVNIS. Frente a esta expectativa pública, ¿qué hacen las autoridades?

Ellas niegan que el fenómeno OVNI represente "una amenaza para la seguridad nacional", o que muestre indicios de un origen extraterrestre. Esta posición ha sido constantemente citada por la Fuerza Aérea, a cargo del estudio OVNI de 1948 a 1969, en el marco de un proyecto conocido mundialmente como Blue Book. También ha sido confirmada en el resumen y las conclusiones del informe de una comisión universitaria a cargo de evaluar el Blue Book: la comisión Condon. El físico Condon ha escrito en sus conclusiones que el estudio de los OVNIS aporta pocos elementos para el avance a la ciencia. Por tanto, todo estudio oficial ha cesado en Estados Unidos después de diciembre de 1969, y la Fuerza Aérea dirige la atención hacia las asociaciones ufológicas privadas.

A pesar de ser avalado por la Academia de las Ciencias, el informe Condon ha sido criticado severamente por muchos científicos, particularmente en el seno del influyente AIAA (Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica); éste hizo justamente notar que el resumen y las conclusiones del informe, escritas por el mismo profesor Condon, eran contrarias a los numerosos análisis contenidos en sus partes. La AIAA recomendó un trabajo moderado, pero continuo y científico, sobre los OVNIS.

Una enmienda al Acta de Libertad de Información (FOIA), votada en 1974, permite obtener a partir de 1976 documentos oficiales desclasificados acerca de los OVNIS. Uno de entre ellos llama particularmente la atención. Es una carta del general de brigada aérea Bolender, fechada en octubre de 1969, precisando que el fin inminente del proyecto Blue Book, no ponía fin a los informes militares concernientes a los OVNIS, considerándolos como una amenaza para la seguridad nacional. Estos últimos no son parte del sistema Blue Book y continuarán, como en el pasado, siendo tratados conforme a la directiva JANAP 146 y al Manual de la Fuerza Aérea 55-11.

La directiva JANAP 146 (Publicación conjunta de la Armada, la Marina y la Fuerza Aérea) se aplica a los militares así como a ciertos civiles (comandantes de abordo de la aviación civil y capitanes de la marina mercante) de los Estados Unidos y de Canadá. Les prescribe informar, con toda urgencia a ciertas autoridades, quienes deben a su vez dar cuenta con toda prioridad al Comando de Operaciones del Aire (ahora NORAD) en Colorado Springs, cuando ellos observen objetos que necesiten una acción defensiva muy urgente y/o una investigación de las fuerzas armadas de los Estados Unidos o Canadá.

Entre estos objetos, los OVNIS (Objetos Voladores No Identificados) figuran entre los misiles y los submarinos hostiles o no identificados, etc. La divulgación del contenido de esos reportes cae en el ámbito de las leyes que prohiben el espionaje. JANAP 146 estaba en vigor estos últimos años y puede que todavía lo esté. Este reglamento puede explicar la reticencia frecuente de militares americanos, y de pilotos en particular, a mencionar el tema de los OVNIS.

Las asociaciones ufológicas americanas cuentan con algunos millares de miembros. Ellas suelen llenar el vacío dejado por los poderes públicos en el campo de los estudios OVNI. La FOIA produjo en ellas una renovada actividad, demostrando que, contrariamente a sus afirmaciones, la Fuerza Aérea y los diferentes servicios especiales, la CIA en particular, se interesan mucho, y desde hace mucho tiempo, en el tema OVNI. Esta (Acta) nos permitió tener conocimiento de ciertos casos espectaculares, tales como el sobrevuelo de bases de misiles en 1975, o el incidente de Teherán de 1976 reportado en el capítulo 2. La DIA juzgó este caso "radar/óptico" como: "Un caso clásico que reúne todas las condiciones requeridas para un estudio válido del fenómeno OVNI".

Estos últimos años, las tres principales asociaciones ufológicas se han reunido para conducir un trabajo común bajo (la tutela de) una personalidad americana de primer plano, Marie Galbraith. Ella es esposa de Evan Griffith Galbraith, quien fue embajador de los Estados Unidos en Francia de 1981 a 1985. Ella conoce bien nuestro país y nuestro idioma por haber residido en la avenida Gabriel. Sostenida moral y financieramente por Laurance Rockefeller, hermano del famoso David Rockefeller, ella recorrió el mundo para conocer a los principales científicos que se interesaban en los OVNIS y recolectar los mejores casos.

Ella después dirigió la redacción de una obra veraz y documentada titulada"Unidentified Flying Objects, Briefing Document, the best available evidence" ("Objetos Voladores No Identificados: Breviarios, la mejor evidencia disponible") realizada en diciembre de 1995 por los presidentes de 3 asociaciones: CUFOS, FUFOR y MUFON. Ella hizo llegar esta obra a más de 1,000 personalidades del mundo entero, y a un considerable número de parlamentarios americanos. Su objetivo es obtener del gobierno americano, así como eventualmente de otros gobiernos, el levantamiento del secreto que pesa sobre los OVNIS. Para los redactores de la obra, este secreto es esencialmente de origen militar: la nación que primero sepa reproducir las características excepcionales de los OVNIS, dominará al mundo. El secreto estaba justificado en el tiempo de la guerra fría, la cual ya no existe, y ahora están dadas las aperturas científicas y técnicas útiles a la humanidad, que se pueden esperar del estudio de los OVNIS.

El libro de Marie Galbraith es, por tanto, de tipo descriptivo. No cuestiona la interpretación de los fenómenos observados (repetición física, o hipótesis sobre el origen de los objetos). Tal ha sido el espíritu del coloquio científico internacional organizado en septiembre de 1997 por Laurance Rockefeller en Pocantico, cerca de West Point, en una propiedad de la Rockefeller Bros Fund. Encabezado por el astrofísico Peter Sturrock, este coloquio ha sido dedicado a las pruebas físicas ("la evidencia física") concernientes a los OVNIS.

Los especialistas del radar, de los efectos biológicos de las microondas, de la fotografía, etc., a menudo están al corriente del problema OVNI, y forman un consejo científico que juzga las informaciones presentadas por los investigadores de la ufología. La participación francesa ha sido muy destacada: comprende al jefe del SEPRA y a dos miembros del consejo científico. Un documento de síntesis expresa el deseo de que sean numerosos los países provistos con una organización de investigación OVNI comparable a la de Francia.

La tesis del coronel Corso:

En julio de 1997, debido al 50 aniversario del incidente de Roswell, apareció un libro sorprendente, titulado: "The Day after Roswell" ("El día después de Roswell"). Fue escrito por el coronel Corso que fue, de 1953 a 1957, miembro militar del Nacional Security Council Staff (Staff del Consejo Nacional de Seguridad), donde tuvo contacto permanente con el presidente Eisenhower. Este libro es prefaciado por Strom Thurmond, actual presidente de la Comisión de las Fuerzas Armadas del Senado quien, siendo miembro de esta Comisión, designó a Corso como enlace parlamentario cuando éste se retiró de la armada en 1963. El autor declara que el objeto encontrado en Roswell era una nave extraterrestre. Él mismo había visto, en julio de 1947, el cadáver de uno de los ocupantes conservado en un ataúd de vidrio. De 1961 a 1962, como responsable de tecnologías extranjeras del Departamento de Investigación y Desarrollo de la Armada, había sido encargado para que la industria americana sacara provecho en forma discreta de objetos de tecnología muy avanzada encontrados en los restos (de la nave) (según él: circuitos impresos, láser e intensificadores de luz, etc.).

El coronel Corso afirma que los militares de alto rango y algunos parlamentarios americanos están en conocimiento de la existencia en nuestros cielos de artefactos extraterrestres. Éstos están ocultos al público para evitar el pánico, pero revelaciones completas podrán ser hechas, pues los Estados Unidos, que se han esforzado desde hace 50 años, tienen ahora los medios para oponerse a un eventual ataque de OVNIS. Algunas de estas aseveraciones son por lo menos sorprendentes, pero el conjunto del contenido del libro no puede ser fácilmente descartado, cuando se considera la carrera notable de su autor y el elogio que de él hizo el senador Thurmond. Ciertamente este ultimo pidió y obtuvo que su prefacio no figure más en las reimpresiones del libro: el autor no le había dicho que la obra se trataría de OVNIS... Pero difícilmente podemos creer que el prefacista, cuarto personaje del Gobierno americano y el editor Simon & Schuster no intervinieran con pleno conocimiento de causa en la primera impresión. Desde la salida de la obra, la Fuerza Aérea americana publico un segundo reporte sobre Roswell, negando de nuevo toda verosimilitud a la hipótesis del estrellamiento de un artefacto extraterrestre.

Un primer reporte publicado en 1994 se presentaría como el primer estudio oficial relativo a los OVNIS desde el fin del Blue Book en 1969 (ver en anexo "Roswell y la desinformación").

Esta reacción no es incompatible con las tesis del coronel Corso, y (este informe) puede ser destinado a tranquilizar a quienes las revelaciones de Corso podrían angustiar.

9.2 Organización de la investigación en el Reino Unido

La Gran Bretaña ha sido escenario de muchos casos notables. Se presentó en el capítulo 2 el caso "radar/óptico" de Lakenheath (1956). La RAF (Real Fuerza Aérea) y su ministerio de tutela se interesaron muy rápido por los OVNIS sin que se tengan muchos indicios sobre sus trabajos.

El Ministerio Británico de la Defensa (MOD) posee desde su creación en 1964 una célula de estudios de OVNIS, cuyas siglas Sec(AS)2a significan: Secretariado del Departamento 2º. de la División (Air Staff). Su actividad ha sido descrita recientemente por Nick Pope, quien fue el titular en 1991 a 1994, en un dinámico libro: "Open skies, closed minds" (Cielos abiertos, mentes cerradas).

Este departamento recibe llamadas telefónicas o cartas de testigos, pero más generalmente reportes hechos a partir de disposiciones de estos testigos en la estación de policía, aeropuertos o bases de la RAF. Éste efectúa, si las considera útiles, las investigaciones típicas. Éste interroga entonces a estaciones de radar y meteorológicas, a la base RAF de vigilancia de objetos espaciales de Flyingdales, a otras bases RAF, al Observatorio de Greenwich, etc. Su única misión es determinar si los reportes presentados revisten un interés para la Defensa ("área de significación defensiva").

Nick Pope, quien actualmente continúa su carera burocrática en el MOD, innovó los reportes de sus predecesores. Dio entrevistas a la prensa y participó en transmisiones de televisión. Cooperó con asociaciones ufológicas, a las que comunico las direcciones de los testigos que le escribían.

En las cartas de respuesta él admitía que una proporción pequeña de avistamientos OVNI desafiaba toda explicación, y que el MOD mantenía un espíritu abierto a todo punto de vista. Sus predecesores escribieron: "Si disponemos de suficientes datos, todos los casos podrían sin duda ser explicados". En su libro, Nick Pope cita varias hipótesis para explicar algunos casos no identificados que han sido objeto de reportes creíbles y detallados. Privilegia fuertemente la hipótesis extraterrestre, y formula el deseo de que su ministerio tome en serio la amenaza potencial que representan, a sus ojos, los OVNIS.

¿Habrá un servicio más disfrazado que el suyo (o es el único) dentro del ministerio de Defensa, que efectúe estudios secretos sobre el fenómeno OVNI? Sus declaraciones sobre el tema son contradictorias (pp.129 y 181). Ralph Noyes, quien fue uno de los predecesores de Nick Pope de 1969 a 1972 y quien terminó su carrera en el MOD en 1997 como Subsecretario de Estado de la Defensa, considera probable la existencia de esta oficina. Lord Hill-Norton, almirante de la flota, quien fue jefe de Estado Mayor Conjunto de 1971 a 1973, comparte esta opinión. Estas informaciones se encuentran en un libro prefaciado por el mismo Lord Hill-Norton (Above Top Secret de Timothy Good). El almirante Hill-Norton formó parte de la treintena de lores en activo de la comisión intergrupal de la Cámara de los Lores que estudió los OVNIS en los años 80. Si este servicio discreto de estudios existe, podemos pensar que trabaja en unión con los Estados Unidos (Above Top Secret, pp.48-49).

9.3 La organización de la investigación en Rusia

La Academia de las Ciencias de la URSS efectuó estudios sobre OVNIS al menos desde 1979. En esa época, Vladimir Migouline, delegado de esta Academia, expresó a "La Recherche" su opinión sobre los avistamientos de fenómenos luminosos y de objetos inusuales reportados en la Unión Soviética: "Estos avistamientos corresponden en su inmensa mayoría a fenómenos reales más o menos similares a los que han sido observados en otros países. Pero no hay pruebas indiscutibles de que algunas de estas observaciones se traten de manifestaciones tecnológicas de una civilización más desarrollada. También hay que intentar relacionarlos a fenómenos atmosféricos", dijo.

Este fue el objetivo que apuntó su adjunto Platov en un trabajo publicado en 1992, "Los OVNIS y la ciencia moderna". En esa época, Migouline y Platov, responsables del grupo de observación de fenómenos anormales, dependiente de la Academia de las Ciencias, propusieron al SEPRA una cooperación científica y técnica, pero la dirección del CNES no le dió seguimiento. Notemos que, en la sección siberiana de la Academia de las Ciencias, los trabajos, poco conocidos en Occidente, no descartan la hipótesis extraterrestre, e incluso la privilegian.

Desde el momento de la Glasnost, han sido difundidas informaciones sobre estudios dirigidos tanto por la KGB como por los militares. En 1991, la KGB desclasificó 124 páginas de documentos de Casos de avistamiento de eventos anormales en el territorio de la URSS, 1982-1990, cubriendo un total de 17 regiones. Uno entre ellos, que detallamos en el capítulo 3, trata de las extraordinarias evoluciones de tres discos brillantes sobre una base de misiles del ejército cerca de Astrakhan en 1989. Los objetos, vistos por siete militares, pasaron bruscamente de la inmovilidad a una gran velocidad y viceversa, todo silenciosamente. Cercado por un avión caza soviético, un objeto despegó tan rápidamente que pareció dejar al caza sobre el lugar.

En 1994, el coronel Boris Sokolov vendió a la cadena ABC News una serie de investigaciones efectuadas por los militares de 1978 a 1988. Antes, en 1990, el periódico Rabochaya Tribuna había publicado un artículo del general de aviación Maltsev, comandante de la Defensa Aérea del territorio, acerca de un caso radar-óptico muy documentado con múltiples testigos (Pereslav-Zalesski, noche del 21 de marzo de 1990), donde el objeto discoidal, silencioso, pasaba de la inmovilidad al doble o triple de la velocidad de un moderno avión caza de reacción. Hemos descrito ese caso en el capítulo 2.

 

 

Atras

Continua

Hosted by www.Geocities.ws

1