Parte I
LA RAZÓN DE MI PRESENCIA EN LA TIERRA
EL CONTEXTO CÓSMICO DE MI MANIFESTACIÓN
Contactos y grupos
Hace milenios que hay en la Tierra seres que viven
como
personas normales, pero cuyas esencias proceden de diversos
planos del Universo. Sus semejantes que se mantienen observando y controlando
el planeta desde el cosmos, están contactándolos,
a veces por separado, y a veces reuniéndolos. Es natural,
por eso, que personas con un origen cósmico en común,
se estén reuniendo, no tanto por saber de ese origen (pues la mayoría
no lo recuerda), sino por afinidades, simpatías o sintonías,
pero también por inducciones que son manejadas desde arriba.
Muchos grupos de contactados con extraterrestres no surgen, entonces,
sólo de la afinidad temática que vincula los caminos de las
personas, sino también de un propósito extraterrestre
de vincularlos.
Estas personas son seres cósmicos
que deben ser regresados a sus respectivos planos de origen, que
son múltiples, y agruparlos es parte de la preparación.
El compartir experiencias en grupo, les permite disponer de un microclima
donde nutrirse de conocimiento, de energía y de estímulo
para desarrollar una conciencia cósmica que individualmente no
sería viable.
Dentro de ese contexto, hay seres en el cosmos que,
si tuvieran oportunidad de encarnar en cuerpos humanos, vendrían
a complementar la misión de sus semejantes que viven aquí.
En general, las misiones no sólo apuntan a prepararse para los
tiempos finales de la evacuación, sino también a contribuir
con el mejoramiento de la humanidad.
Pero hay seres cuya procedencia cósmica es
tan elevada, que no se encuentran cumpliendo misiones de ayuda en
lo que a la sociedad humana se refiere. No les importa el destino del planeta,
y si se salva o se destruye todo. Sólo están aquí
para experiencias propias, esperando el momento de irse, y siendo contactados
desde el cosmos para prepararse. A mí se me envió
a un grupo de esas características. Bajé a ocupar
el cuerpo físico de uno de sus integrantes, cuyo ser espiritual
desencarnó.
Responsabilidades cósmicas
Pero aunque era un honor, un privilegio, integrar
una agrupación de tan elevada jerarquía cósmica, yo
había tenido responsabilidades que me ligaban a los destinos de
este planeta y, con el tiempo, comprendí que no podía
abstraerme de esa realidad. Cooperar con la misión de quienes estaban
aquí para cosas ajenas a este mundo, y que correspondían
a niveles supragalácticos, me daba la posibilidad de acceder
de un salto a planos evolutivos inaccesibles para los que estábamos
ocupándonos de gobernar sistemas solares. Pero a mi pequeña
función de ser responsable de un pequeño planeta de un
pequeño sol, junto con todos los que hace millones de años
iniciamos el proceso evolutivo de la Tierra, no podía abandonarla,
a pesar de lo que se me había ofrecido en relación con planos
cósmicos más altos.
Por eso fue que, después de mis primeros
años aquí, (en que no me importaba nada de lo que pudiera
pasar con este mundo, porque yo ya estaba para otra cosa) pasé a
integrarme a las misiones de los seres cósmicos que vienen para
encaminar a la humanidad hacia su mejoramiento espiritual. Mi participación
en los movimientos pro-acuarianos, fue inevitable en ese contexto.
Pero no tardé en advertir que la doctrina
de la Nueva Era omitía ciertas realidades con respecto a
lo que verdaderamente había sucedido con la creación y manipulación
de este mundo. El mensaje acuariano nada decía sobre aquéllos
que habíamos sido los responsables de que este mundo fuera muy
distante del paraíso que pudo haber sido. Las enseñanzas
de los supuestos maestros cósmicos y comandantes galácticos,
señalaban al ser humano como culpable de lo que la humanidad
es, sin destacar en absoluto que la humanidad sólo ejecuta
un plan preconcebido cósmicamente. Y no tardé en darme
cuenta de que en esa omisión había una encubierta complicidad
con nosotros, los que regíamos este mundo; aquéllos
que luego nos dividimos, manteniéndose unos en el control
del planeta, y separándonos otros para reparar los daños
causados.
El plan galáctico y planetario de
control operado aquí, suponía el logro del amor, sí,
pero
por el camino pedregoso y espinoso de la creación de hostilidades
ambientales y pérdida de capacidades energéticas y extrasensoriales
para conectarse con planos superiores, produciéndose un aislamiento
de la fuente lumínica universal, y quedando los seres a la deriva,
en un naufragio en el que no hundirse en la corrupción, era casi
imposible. El proyecto de lograr seres que amaran a pesar de todo,
resultó catastrófico ante tantos antagonismos.
Todo había comenzado cuando estábamos
controlando planetas de la manera normal dentro de las Leyes Cósmicas,
esto es, sin colocar adversidad alguna que provoque dolor o destrucción,
y encarnando a los seres en cuerpos físicos con aptitudes mentales
para conectarse con planos superiores, siendo concientes de sus
orígenes y misiones, en absoluta paz y amor. Pero llegaron
a nuestro ámbito de acción, seres de elevadísima
jerarquía, que trajeron directivas para encarar un
proyecto distinto; el referido proyecto de crear mundos de dualidad
(luz-oscuridad,
amor-dolor, paz-inestabilidad), ante lo cual no pudimos rehusarnos a
participar, porque éramos de rango inferior y debíamos
acatar las directivas que, supuestamente, venían de lo más
alto del Universo.
Como nunca habíamos desplegado un sistema
de evolución según esas pautas desconocidas para nosotros,
ignorábamos que el producto final sería tan terrible como
el que logramos. Ignorábamos lo que era el sufrimiento, la enfermedad,
el odio; nunca habíamos aprendido de nuestros maestros ni enseñado
a nuestros dirigidos, nada de todo eso. Ignorábamos la existencia
del Mal.
Alienígenas negativos y agentes de intervención
Luego fue demasiado tarde para operar cambios, porque
no sólo nosotros nos habíamos corrompido, sino que casi
todos los seres que venían de otros sistemas planetarios, habían
sufrido procesos de corrupción semejantes a los de aquí,
transportando
sus alterados principios existenciales a este sistema, a este mundo.
Los bandos de alienígenas no se dividían tan simplistamente
como muchos suponen, en buenos por un lado, malos por el
otro, sino en muchísimos bandos de corruptos,
luchando
entre sí por el control de situaciones en la Tierra.
Esto tiene que ver con divisiones raciales y religiosas, procedentes de
la acción genética y de transmisiones doctrinarias, efectuadas
por aquellos dioses que en la antigüedad originaron diversos pueblos
ante los que se manifestaron llegando en sus "carros celestiales", "serpientes
voladoras", "vimaanas", y otras denominaciones.
En los últimos tiempos, hubo intervención
de seres que no traían los principios de evolución que imperaban
en esta y casi todas las galaxias, sino que representaban a las verdaderas
Leyes
Universales (aquéllas que obedecíamos en los inicios), y
vinieron con el propósito de restablecer el Plan Universal en
la Tierra; el Plan de creación y gobierno de mundos en los
que la negatividad no tenga lugar, y no sea necesaria la confrontación
con ella para que la evolución sea por superación de adversidades
provocadas. Jesús fue uno de estos agentes de intervención,
y sus conceptos enseñados muestran una evidente valoración
del universalismo por sobre la división de los pueblos y
preferencias por un "pueblo elegido" que el dios Jehová había
creado
y conducido, como lo hacían los otros dioses de los otros
pueblos. Bajo la trama que armamos los que teníamos este
mundo en nuestras manos, el agente Jesús tuvo que ser neutralizado.
Debíamos lograr que sus enseñanzas no fueran entendidas;
he ahí que no se entendió lo que quiso decir sobre lo que
estaba pasando con este mundo, al que calificaba como no perteneciente
al Padre, sino al demonio; demonio cuyos ángeles, éramos
todos los que ejecutábamos el plan alternativo que se nos había
dado en segunda instancia, y que pasara a ser el definitivo.
Con los recientes refuerzos a la intervención
a esta galaxia, a este mundo, para restaurar el orden inicial, fui uno
de los tantos que decidimos reintegrarnos al plan original, y combatir
a nuestros ex compañeros, ahora enemigos, que permanecen bajo el
imperio
de las fuerzas oscuras, que para hablar en un lenguaje fílmico
que a muchos de ustedes les resultará conocido, fue denominado "el
lado oscuro de la Fuerza" en La Guerra de las Galaxias.
Pero bajo los conceptos que llegan como mensajes
cósmicos transmitidos a contactados telepáticos y abducidos,
por alienígenas de la Confederación Galáctica (a
los que George Lucas llamaría "el Imperio") toda esta trama oculta
no aparece en claro. No se dice que mundos como éste no deberían
haber sido creados, sino que se los justifica, y hasta se induce
a que, en futuros tiempos y espacios, sean reproducidos. He ahí
mi
revelación de lo que vine a decir y combatir; he ahí
el por qué de haberme apartado un tanto de las líneas pro-acuarianas
que establecen un continuismo para la actual propuesta evolutiva.
El origen de todos los conflictos cósmicos
Los representantes de este plan galáctico
que vienen a traer mensajes e instrucciones, si bien en este momento
hablan de luz y de amor, lo hacen luego de haber permitido procesos de
oscuridad y dolor, y planean futuras etapas del ciclo, donde estos procesos
se repitan y la luz deje de brillar, para una nueva experiencia de "aprendizaje"
en un medio hostil. Y, como consecuencia, el plan se propone que
los alumnos de tal "escuela" (que lo único que conocerán
como método evolutivo será lo así aprendido), transporten
expansivamente esta forma de creación y manipulación de mundos
de dualidad, para que esto siga propagándose por el Universo.
Esto responde al propósito de aquella
legendaria "caída" de la que habla el cristianismo (la separación
del llamado "Diablo" y sus ángeles), que no consistía
en querer destruírle al Padre su Universo; el propósito
de la entidad cósmica rebelde y de sus secuaces, era construir
una forma distinta de evolución, en la que los seres no obraran
en
conexión con la Fuente, sino autónomamente, desconectados
de ella. La "maldad" del "diablo" no consistía en una enemistad
con el Padre, sino en la rebelde actitud de querer demostrar que el
libre albedrío podía ser llevado al extremo con resultado
positivo. Y el extremo sería la libertad total, en desconexión
y aislamiento total de los altos planos de comando universal, de modo que
los seres no pudieran ser controlados, pudiendo así obrar
absolutamente independientes de leyes y directivas supremas.
El plan se operaría colocando a los seres
en mundos densos donde las limitaciones físicas y mentales de sus
cuerpos, les impidieran tanto la conciencia de sus orígenes, como
conectarse extrasensorialmente con planos superiores. Abandonados a su
suerte y sin ninguna presencia divina que pudieran percibir, en
lugar de recurrir a la fuente, recurrirían a energías
de planos bajos o a entidades cósmicas planetarias. En mundos
donde el desequilibrio no reflejaría ninguna presencia divina y
providente, esta aparente "ausencia de Dios" llevaría a los
seres a valerse por sí mismos. Cada uno sería un pequeño
"dios", autodeterminado. Pero como esto supondría la pérdida
de noción de la unidad cósmica de todos los seres entre
sí y con el Supremo, la división resultante llevaría
a la lucha entre hermanos, empleando la destrucción.
Luego se les proveería a estos seres la
luz y el amor que en principio se les quitara, de modo que al ingresar
en procesos de armonía y paz, consideraran todo lo antes vivido
como un útil aprendizaje de una experiencia "necesaria" de ser
vivida. Los, desde entonces, ex-alumnos de tal experiencia, convertidos
en "graduados" y en condiciones de ser maestros, podrían dar testimonio
al Padre Universal, de que aquella oscuridad por la que pasaron fue necesaria
para tener conciencia y valoración de lo que es la Luz (valdría
decir que, por no haber sido creador e instaurador de la oscuridad, el
Padre no sería capaz de lograr una experiencia tan valiosa como
la del Diablo).
Cumplido, así, el propósito de expandir
por el Universo esta mecánica de creación de mundos de dualidad,
las Fuerzas fieles a las originales Leyes Universales irían perdiendo
terreno, y aquel rebelde que quería demostrar que él podía
hacer las cosas a su manera, se saldría con la suya. La creencia
de la gente, en cuanto a que este mundo, con todas sus falencias, es
necesario, demuestra el éxito del propósito de quien
lo manipuló. Y si a esa gente viniera un Maestro Cósmico
a decirle que este mundo no es del Padre, sino del Diablo, pocos
entenderían el significado de tal revelación. Como ya
hace veinte siglos sucedió
cuando alguien estuvo para revelar
esto. Y como nos sucede a todos los que en este momento estamos diciendo
lo mismo.
Debe tenerse en cuenta que, cuando aquel rebelde
cósmico que se apartó de los superiores lineamientos universales,
buscó una experiencia distinta, lo hizo con miras a construir,
y no a destruir el Universo. Pero esta construcción alternativa
suponía
un control dominante de su parte. Las libertades que concedería
a los seres (cuyo extremo lo conocemos sobre la Tierra, donde alguien es
libre de arrojar una bomba nuclear sobre una ciudad) serían libertades
que estarían, sin embargo, dentro de la limitación de
responder a este control dominante. Porque uno era el Libre Albedrío
bajo observación de las Jerarquías Superiores Universales,
de modo que los límites de las acciones estaban bien asegurados;
pero otro es este libre albedrío bajo observación pasiva
de jerarquías cósmicas inferiores, que no intervienen
cuando los seres en los planetas sobrepasan límites universalmente
inadmisibles. De ahí que las guerras y la destrucción
de una civilización entera no sean evitadas, bajo el falso pretexto
del "libre albedrío", que se dice concedido por Dios para nuestra
posibilidad de asumir la responsabilidad de nuestros actos, pero que en
realidad, fue concedido por el Otro "Dios", permisivo ante los actos
de irresponsabilidad. Porque permitir a los seres la extrema acción
individual fuera de toda Ley, es la manera de desarticular el Universo
del Libre Albedrío que evita extremismos, y que por eso es libre
y no libertino. Y esta desarticulación del orden universal,
le permitió al hacedor de esta propuesta alternativa de universo,
utilizar el poder anárquico de los seres bajo este dominio, constituyéndolo
en un poder organizado para invadir expansivamente los mundos todavía
en Luz.
El Dios inventado y el Dios verdadero
En mundos como éste en la actual etapa, la
pérdida de la conexión con el Creador Universal, se produce
ante la inconciencia del origen cósmico y de la pertenencia a la
gran familia universal. El individualismo resultante supone un Dios distante
para unos, presente pero pasivo para otros, que justifica la actitud de
sentirse autónomo en el obrar. La desventaja es la sensación
de soledad, pero la ventaja, es sentirse un "dios" dentro de la realidad
del mundo, con "libertad" de decidir no sólo sobre la propia
vida, sino sobre la de todo ser viviente; ya como cazador, ya como juez,
como verdugo, como asesino serial, o como militar en combate.
Esta idea del Dios Trascendente, ajeno a la individualidad
de los seres, ha sido útil también, para el "Dios" Amo del
mundo, dentro del judeo-cristianismo, como un "cuco" juzgador y castigador
de los pecados, generador de culpa y de temor. Estos sentimientos,
al inducir al respeto y a las buenas acciones para evitar represalias divinas
o el mismo infierno tras el supuesto Juicio Final, dificultan un obrar
positivo que se base en el amor y no en estos miedos. Es decir, que la
creencia en ese Dios de Justicia conduce a obrar por obligación
y no por necesidad; a la oscuridad, y no a la Luz. Todo, conforme al
plan de desconexión de los seres de su Origen.
Y en mundos en una etapa como la que Acuario propone,
en cuanto al concepto del "Dios interior" que "está en cada uno",
la
estrategia de desconexión con el Dios Verdadero, por parte del
Dios
impostor, consiste, paradójicamente, en mentalizar a los seres
para que crean estar conectados con Aquél. Esta conexión
que propone el Dios de este mundo (a través de la New Age y las
transmisiones de sus mensajeros galácticos), consiste en un monismo
panteísta, por el cual "Dios y el Universo son una sola cosa",
es decir, no hay distinción entre el todo y sus partes, porque las
partes, que son emanación de Dios, tienen divinidad, presencia de
Dios. Un Dios inmanente, que está en cada partícula emanada,
y no un Dios Trascendente, distinto de sus creaturas, como el que proponen
el judaísmo y el cristianismo. Este Dios confundido con el cosmos,
presente en cada creatura, no podría juzgarse a sí mismo
y castigarse, por lo que para la New Age no hay ni culpa, ni pecado; ni
condena, ni castigo; ni infierno, ni purgatorio, ni paraíso. Sólo
hay inconciencia de la divinidad interior, y una vez que de ésta
se logra adquirir conciencia, se establece la conexión con el todo;
se percibe que sentirse individuo es una ilusión, un engaño
a los sentidos, que todo es Uno. Esta divinidad interior se expresa en
el "Yo Soy" de la metafísica de Conny Méndez, de modo que
la invocación de la presencia divina no se hace hacia un Dios Trascendente,
como en las oraciones del judaísmo y del cristianismo católico
y protestante, sino hacia adentro: la fuerza está en uno mismo.
Esta cosmovisión monista - panteísta,
es otra de las grandes estrategias del "Diablo"-"Dios" de este mundo,
para separar a los seres de su Creador, al cual los hace creerse unidos.
Porque esta autoinvocación del -inexistente- Dios interior que es
el -inexistente- Todo expresándose en una de sus partes, lleva a
la idea de una conexión, que es ilusoria y no real. El individuo
asume como propia una supuesta identidad divina que nunca podría
poseer, desde el momento en que su Creador lo ha emanado como una
energía individualizada en una entidad distinta de Él,
y no identificada con Él. Y esta separación supone que
el Universo no forma un Todo con el Creador, así como las partes
del Universo no dejan de ser partes, y la supuesta "ilusión" de
la individualidad de cada una de ellas, no es ilusión, sino realidad:
cada parte es ella misma en su individualidad por su Creador concedida,
o la existencia, si fuera un Todo en el Creador, no sería más
que una ilusión de Él, un pensamiento, y no una realidad.
La única realidad posible de las cosas, es la individualidad de
las cosas. Una rama en una planta, es una rama y no una planta. Sólo
al ser individualizada la rama, desprendiéndola de la planta, y
plantándola, es que pasa a ser planta, a tener existencia propia,
no ya conformando el todo anterior, sino separadamente. Pero el falseamiento
y alteración de esta realidad, ha hecho escuela en los niveles galácticos,
de modo que los seres "evolucionan" bajo el adoctrinamiento de ser cada
uno "Dios" manifestándose. Y la confusión se produce cuando,
en lugar de limitarse a que cada uno es una parte salida de su Creador,
el individuo pretende creerse una parte de Él. Lo cual, visto
en forma inversa, equivaldría a que el Creador sea parte de ese
individuo.
La omnipotencia a la que conduce esta cosmovisión,
tiene que ver con el supuesto Libre Albedrío, ya que no es de dudarse
que uno lo tenga, si uno es Dios y, como tal, no cabe no ser libre. Según
la visión panteísta acuariana, el mundo mismo es también
Dios, por lo que no se trata de que haya un Dios Trascendente que se
introduzca en el devenir mundial, sino que, por ser un Dios Inmanente,
Él es ese devenir. Y queda, así, justificada y hecha
escuela, la fraudulenta concepción de que esta clase de mundos son
parte de un Dios presente en esta obra. Otra vez la omnipresencia como
garantía de que "si el mundo es como es, Dios sabrá por qué".
Consecuencias: resignación, y posibilidad de rebelión, sofocada.
Si se supiera que Dios no es inmanente, sino Trascendente,
y que esa trascendencia no implica omnipresencia, y que el circuito de
conexión con los Planos Superiores del Universo, está interferido,
y que la fuerza necesaria para nuestras acciones, está en nosotros,
no como presencia de Dios, sino como esencia de Él,
viviente en cada creatura; si recurriéramos no al -inventado-
Dios interior y Uno con el Todo, sino a la Fuerza con que nuestro
Creador nos concibió, para ser cada uno-en el Todo, no nos
creeríamos "Dios" actuante, sino "dioses" de Él distantes,
y no creeríamos a Dios responsable de lo que nos pasa. Comprenderíamos
en qué manos estamos, y ya que no daría resultado invocar
al Creador (dado el bloqueo impuesto al circuito de conexión con
Él), porque a duras penas sus mensajeros están tratando de
intervenir aquí, rompiendo el cerco, al menos podemos evocarlo,
pues llevamos dentro la memoria de nuestro origen en Él. Allí
está depositada nuestra Fuerza de Él recibida. La costumbre
es recurrir a la Fuerza de Dios como si fuera un combustible agotable
que debe recargarse constantemente con pedidos. Pero tuvimos un Creador
que nos hizo con esa Fuerza como si fuera una batería inagotable,
que podemos encender toda vez que la evocamos. Ahí está
la "ayuda" que nuestro Creador ya nos dio en un principio, y que vale para
siempre.
Si no nos hubiera hecho autosuficientes,
no seríamos seres individuales, sino ramas necesitadas de la savia
de una planta, y no plantas. Esto no significa negar a nuestro Creador,
como situándolo fuera de nuestra vida individual, sino que esta
Fuerza individual está destinada a mantenernos en unidad con Él.
Unidad que, interrumpida por la acción interferente del cerebro
cósmico de todo este plan alternativo, puede ser restablecida
desde el momento en que se toma conciencia de la realidad. Al salirse del
engañoso concepto del Dios Omnipresente del cristianismo y del ilusorio
panteísmo New Age, nuestra mente pasa a proyectarse más
allá de este bloqueo. Pasa a concebir una idea de Universo y
de su Creador, más real, de modo que se termina esto de involucrar
al Padre Universal en la historia del mundo, de responsabilizarlo y culparlo
por lo que no nos parece justo. O, de lo contrario, habría que creer
lógico que se hayan tirado las bombas nucleares en Japón
o que Hitler haya exterminado a los judíos, pues "karmas habría",
y el Padre en esto estaría.
Superado el bloqueo mental, focalizaríamos
la mente y el sentir hacia un concepto de evolución sin necesidad
de negatividad, con mundos buscando la Luz en la Luz, y no confrontándola
con la oscuridad. Y, de ese modo, estaríamos restableciendo el
circuito de conexión con esos planos que así funcionan,
bajo control del Creador Universal, del cual, proyectando nosotros Luz
con una conciencia así esclarecida, podremos, entonces sí,
recibir Luz directa alguna vez. Por ahora, cada palabra revelada por los
mensajeros que han transmitido estos conocimientos, es Luz del Universo
de Amor, y de su Creador. Cada pensador, cada poeta que ha sentido que
las cosas son así, ha echado Luz Divina sobre la oscuridad del mundo.
Por eso el presente mensaje, en parte propio, en parte transmitido, en
parte con el pensamiento de otras personas que han tenido claridad en sus
mentes, es una proyección que desde los más altos planos
del Universo, ha conseguido corporizarse en lenguaje escrito, para propagarse
como una Fuerza, capaz de activar esa evocación que cada
uno debe hacer, para encender su "batería", y desplegar su Fuerza
almacenada.
Por supuesto que esto difiere también de
la metafísica de las religiones cristianas, que no hablan de la
Creación como una emanación de lo que, hasta allí,
era Energía integrante del Creador, sino que sostienen que el Universo
fue creado por Él "de la nada". Y por supuesto que, si es en la
Biblia en lo que los teólogos se basan para caer en este ilógico
engaño de creer que, en vez de ser partes salidas de un Creador,
somos salidos de la nada... sería cuestión de consultar en
el Informe Clomro-3 lo necesario para desenmascarar al Dios bíblico
cuya trama condujo a tales creencias. Que por tener por materia a algo
tan intangible como es Dios, no pasan, claro está, de ser eso: creencias.
Y acá no es cuestión de creer, sino de movilizar la mente;
que con inquisiciones y con sistemas inhibidores del pensamiento, ya la
religión tuvo bastante tiempo y espacio para imponer lo suyo, pero
se le acaba... ¡el control del mundo occidental se le acaba!...
Invocación y evocación
Con ese postulado religioso acerca de Dios, la única
coincidencia que señalaré, es ese carácter trascendente
y no inmanente de Él. No está en todas las cosas,
en todos los seres. Ha individualizado a cada partícula de su Creación,
la ha puesto fuera de Él, y Él está fuera de cada
partícula creada. La unidad del Todo no es en Dios, sino
con
Dios. Pero, también a diferencia de lo sostenido por la teología
cristiana, no es un Dios presente y participante en estos planos galácticos.
Por más invocación que le hagamos, no recibiremos nada de
Él; a lo sumo, se puede llegar a recibir algo de las Jerarquías
Universales que lo representan, con toda la dificultad que eso supone,
dado el bloqueo impuesto a este mundo y a la intervención que esas
jerarquías desplegan. Pero esta posibilidad de recepción
de fuerzas de los representantes de la Luz, será en tanto esté
bien
direccionado nuestro pensamiento: si invocamos a "Dios" y pensamos
en el "Dios" actuante en el mundo, automáticamente estableceremos
contacto con el "Dios" actuante en el mundo, o por lo menos con las jerarquías
cósmicas o espirituales que lo representan. Si ponemos en
claro que nuestro pensamiento debe trascender este plano y los seres que
aquí actúan ejerciendo el control, desde el más bajo
"ángel" hasta dicho "Dios" de este mundo... y si focalizamos el
pensamiento hacia el Creador Universal y desconectado de esta realidad
(afortunadamente desconectado y ajeno a toda responsabilidad de lo que
le pasa a la humanidad) será feliz saber que no era Él quien
estaba detrás de esta oscura obra, y será feliz esperar que
Él intervenga, tal como siempre todo ser humano lo imaginó
por lo menos alguna vez en su vida, cuando no le cabían la idea
y la aceptación de un Padre Universal pasivo ante el dolor y activo
mandando diluvios y catástrofes.
Cuando hablo, cuando actúo, cuando necesito
fuerzas, no las pido: las busco en mi memoria. Pero no porque sean
mías, sino porque son fuerzas que me fueron transmitidas.
Si ya tuve ayuda, si se me dio esta fuerza, no fue como un combustible
agotable y necesario de ser renovado, sino como una batería, recargable,
que me fue puesta. Y la recarga no tiene por qué venir a
hacérmela nadie: es personal. El conocimiento que
me fue transmitido, posee una fuerza que viene de lo que ustedes entienden
como "Dios", pero que no es el creador de este mundo, sino el Creador del
Universo. Si ese conocimiento me moviliza, no necesito invocar fuerzas
externas, porque en el conocimiento, en mí almacenado, está
la fuerza, está la ayuda, y para qué voy a querer más
que eso, si por conocerlo ya soy un privilegiado, ya dispongo de un
arma como ninguna otra para enfrentar esta farsa cósmicamente
montada ante la indefensión de la inconciencia. Y yo no estoy indefenso,
porque tengo la fuerza que me da la conciencia de todo esto. Tal es la
fuerza
en transmisión, en esta revelación ofrecida, que no tardaré
en observar los cambios favorables que ella operará en muchos receptores
de este mensaje por mí retransmitido.
La evocación no consiste en recibir
fuerzas, sino en potenciar las que tenemos. Esto no es autosuficiencia,
porque sin evocar a nuestra Fuente Creadora, no nos podemos dar la fuerza
necesaria. Y en mi evocación del Ser Superior cuya Fuerza guardo,
no preciso invocarlo, porque asumo y admito la situación
de no conexión con Él en que estamos, así como tampoco
me creo presencia suya como los creyentes en el "Yo Soy". Pero sí
sé (no creo, sé) que tengo una partícula de
la Fuerza de Él, de la cual mi Creador se desprendió cuando
me emanó como energía cósmica individualizada.
Y lo que "yo soy", no es presencia divina, pero sí esencia divina;
y no tengo el poder de "Dios", sino el poder de "un dios", lo cual no es
poco. Y lo cual no es de ser despreciado y desaprovechado a tal punto,
que deba tener que recurrir a la invocación de fuerzas externas,
queriendo llenar una vaciedad que no condice con la idea de un ser de
individualidad cósmica; pues la individualidad con que fuimos
proyectados al cosmos, supone riqueza interior a la cual recurrir en
todo momento, y no vacío a ser llenado con invocaciones y pedidos.
En cambio, la invocación del
panteísta "new ager", es efectuada con su sentido monista (unidad
en el Todo), que le hace creer que ese Todo, le provee Fuerza divina-extra,
pues ese Todo es Dios, y el sujeto cree estar integrado. Y en esta creencia,
el sujeto se mantiene irrigado por fuerzas que no vienen de tan alto como
él cree; pues son, en gran medida, fuerzas ilusorias autoproyectadas
por su propia mente que concibe un universo panteísta, inexistente
fuera de su imaginación. En sus meditaciones bajo tal concepción,
el sujeto puede ser canalizado por entidades ligadas a la trama oculta
en que él se encuentra envuelto, las cuales persistirán en
mantenerlo en esa ilusoria visión de lo que es Dios y de lo que
es el Universo. Entidades que, pese a que puedan tener grados maestros
en la evolución galáctica, participan de la misma ilusión
que él. Porque haber constituído un sistema anormal de
evolución, donde el uso de la negatividad ha sido aceptado por quienes
fueran alumnos y ahora son maestros, supone que ha sido igualmente viable
falsear la verdad sobre la Trascendencia y la no presencia de Dios en esta
obra aberrante.
La segunda rebelión
Muchos subordinados a quien trazó este plan
alternativo, no observaron la importancia de que la experiencia condujera
a un futuro reequilibrio de los seres puestos en condiciones adversas.
Es decir, que no observaron que la negatividad debía constituir
un medio para la finalidad de que la positividad prevaleciera al final.
Por eso, tomaron a la negatividad como fin en sí mismo, e
hicieron de ella una fuerza destructiva, anárquica, sin encuadrarla
dentro de líneas que la condujeran en sentido constructivo. Fueron,
así, como "el aprendiz de brujo", al no saber manejar la fuerza
que se les estaba enseñando a utilizar. Y en cuanto a maldad, fueron
"más diablos que el Diablo", porque éste, al menos, pretendía
construir un nuevo concepto de Universo, dentro de un cierto orden y funcionamiento.
Los "diablos inferiores" que no atendieron a la finalidad de este plan,
fueron los seres cósmicos que terminaron abusando de sus poderes,
creando perturbaciones descontroladas en el funcionamiento de los sistemas
planetarios. Así, se ha llegado a extremos como el estallido de
planetas y la desaparición total de civilizaciones, como sucedió
con lo que hoy es el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter,
al permitirse -e inducirse- usos abusivos de la fuerza. Y los "diablillos"
de más bajo rango en la escala de los que usan el mal en sí
mismo, son muchas de aquellas entidades que se han presentado ante muchas
personas, con la mera finalidad de perturbarlas, y de succionar energía
de ellas, pues al ser entidades desconectadas de la Fuente, no reciben
su luz, y en la necesidad de alimentarse de otro lado, recurren
a otros seres para proveerse de energía. Unos se manifiestan como
espíritus, otros como extraterrestres, otros como la Virgen (logran
multitudes a sus pies), otros fingiendo ser el Diablo.
Aquel "Diablo", ideólogo de todo el plan
de evolución hacia la luz a través de la oscuridad, se
vio desafiado por subordinados que quisieron ser como él.
Así como él se había apartado de quien gobernaba el
Universo, ellos también quisieron autonomía. La rebelión
de "Satanás" y sus ángeles fue abortada por el verdadero
"Diablo" entendido como tal, y que luego de una lucha en la que los doblegó,
concedió a estos insurgentes un ámbito donde instalarlos
y ponerlos a trabajar, bajo sus directivas. En uno de los mundos que se
poblarían bajo gobierno de aquel "diablo" original, sus habitantes
recibirían la versión de que "Satanás había
querido igualarse a Dios". Y ese supuesto "Dios", al mantener a los
habitantes de ese mundo en la ignorancia de la verdad, sería nuevamente
desafiado por "Satanás", cuando éste intentara "vengarse"
de aquel, interfiriéndole la obra al revelarle a los habitantes
del mundo, el prohibido conocimiento de la ciencia del Bien y del Mal,
que los liberaría del "Dios" de este mundo, permitiéndoles
ser como él. Ser como él, significaría conocer
la verdad que él conocía y ocultaba. Y la verdad libera.
Esa humanidad recibiría, luego, la versión de que ella estaba
pagando el pecado de dos que quisieron ser como Dios. Porque a la historia
la escriben los que ganan, y Satanás no pudo con "Dios"; el dios
de este mundo, que nunca habló de tener Alguien más arriba.
Y que dijo ser el de Arriba de todo.
Otras falsedades y verdades sobre lo que es Dios
¿Y qué pasaba "Allá Arriba",
que no fue impedido esto? Pasaba que aquel Dios de la filosofía
humana, que supuestamente está en todas partes con su omnisapiencia
y su omnipotencia, es, en cambio, un ser en evolución que
por algo creó lo que creó, en busca de nuevas sabidurías,
y, por algo, desde su situación cerebral en el cosmos, ha
delegado funciones, y no está para ocuparse in situ de lo
que pase en la terminal nerviosa de la punta de un dedo del pie. Eso implica
que tampoco esté para saberlo, y que ese famoso supuesto ojo de
Dios que todo lo ve, sería una vigilancia que estaría en
contradicción con la delegación de autoridad para que otros
seres se ocupen de ser quienes pongan ojo en los acontecimientos de cada
rincón del Universo. Acontecimientos que, ante alteraciones como
las de aquí, demoran en ser informados y corregidos, tiempos cósmicos
que planetariamente son tan enormes, que parece incomprensible que "Dios
no arregle todo esto de una vez". La filosófica y dogmáticamente
impuesta omnipotencia, omnipresencia y omnisapiencia, era una forma más
de fabricar un Dios con el que se explicara que las cosas deben estar
bien como están, porque Él las conoce y las deja ser como
son. Dios tenía que ser involucrado en esta obra para justificarla,
y se le inventaron atributos supraespaciales y supratemporales que
aseguraran que Él está aquí, para que la gente creyera
que
Él está detrás de todo esto, y que, por lo tanto,
esta forma de existencia es un plan de evolución bajo su control,
por lo cual, todo tendrá su explicación; inclusive su pasividad
ante los exterminios nucleares en Japón. "Los karmas", ¡claaaro!...
los karmas... Y el "libre albedrío" ¡sí...!; el libre
albedrío... de Roosvelt y del piloto del avión.
Las víctimas sólo eran "libres" de
"cumplir sus karmas" bajo fuego. Si habrá idioteces que se escuchan...
Aunque a Jesús se lo trajo y se le permitió
revelar lo contrario de todo este engaño del Dios de este mundo,
ya se sabía que con su palabra, deformándola durante siglos
y milenios, se lograría aumentar la confusión y mantener
el engaño. Y así como no hubo ningún "Espíritu
Santo" que inspirara el famoso compendio de verdades mezcladas con mentiras
y confusiones, tampoco es muy santo el espíritu de quienes vienen
ahora en sus naves galácticas invocando el santo nombre de Jesús,
para decir que el plan del mundo obedece a directivas universales, y que
ese Padre (al cual Jesús desvinculara de toda responsabilidad
en esta obra) es el diseñador de todo el plan que aquí
se implementó.
Jesús sabía que en su nombre
se engañaría a la gente, por parte de lobos disfrazados de
ovejas, por lo que preveía que su mensaje caería en manejos
por parte del enemigo. Dijo, aun así, que su palabra "no pasará",
dando a entender que, entre toda la farsa que luego se montara, algo quedaría
escrito, fiel a lo pronunciado. Y que, "quien tenga ojos para ver, vea".
Por lo tanto, la tarea consiste en saber leer, y saber encontrar dónde
está la verdad y dónde no, entre todo lo que Jesús
reveló y que está escrito, y todo lo que no dijo y que se
inventó para confundir.
Y entre todos los supuestos mensajes de este actual
Cristo cósmico versión galáctica con su flota confederada,
la cuestión es darse cuenta de si los contactos con estos seres
que invocan a Jesús, realmente lo representan, o si usan su nombre
con la finalidad de hacerse creíbles y hacer aceptables sus planes,
hoy acuarianos, ayer oscuros, más adelante dudosamente luminosos.
Mi posición y mi papel
Sólo puedo tomar de la Confederación
y sus enviados que se contactan con humanos, todo lo que propongan para
mejorar la sociedad, espiritualizar al hombre, descontaminar el medio físico
en estado de polución extrema. En ese sentido, puedo cooperar
con ellos. Por lo demás, me mantengo bajo lineamientos que todavía
parecen no comprender, porque el sistema evolutivo que prefieren es el
que manipulan, y renunciar al poder que ocultamente ejercen, si bien
sería un paso adelante, significaría admitir el error
y la inutilidad de todos los pasos dados hasta aquí, a través
de toda la dolorosa historia de esta galaxia corrompida.
He venido a actuar para que todo esto se sepa,
se me ha efectuado la preparación correspondiente para tal función,
pero no la cumplo bajo directivas: se me facultó para
tomar decisiones autodeterminadamente, y organizar conjuntos de personas
que se identifiquen con este propósito. Estar al comando de esta
operación supone riesgos y dificultades, pues conozco las
fuerzas con que me estoy enfrentando, aunque también ellas
saben a quién se enfrentan cuando me desafían: por algo se
me envió.
MENSAJE A LA HUMANIDAD
El Comandante Clomro es enemigo de la escuela
evolutiva que rige a la humanidad. Su sitio en Internet amenaza con propagar
por el planeta su rebelión a mi sistema que gobierna el mundo. Su
plan amenaza con provocar rebeliones en los mundos bajo mi control.
Utilizando la mente del propio Clomro, que gentilmente
se presta para que, mediante él, yo pueda dar este mensaje, me presentaré:
como soy el creador de la vida en este mundo y, por lo tanto, de la muerte,
unos me llaman "Naturaleza", otros, "Dios" y otros, "el Dios de
este mundo" o, por los males que he creado, "Diablo".
Ajeno a todo lo que pasó en este mundo, sobre
mí hay Alguien a quien ustedes ignoran, a la vez que me endiosan
y me rezan en los templos. Jesús habló sobre Él,
llamándolo "Padre", al cual ustedes no han sabido dirigirse
en sus oraciones, pues cuando imaginan un Dios, no lo imaginan a Él,
Creador del Universo e incapaz de crear un mundo con las imperfecciones
del mío, sino que imaginan al creador de todo esto que los rodea,
y esa concepción mental establece automáticamente, una conexión
conmigo: invoca mi presencia y mi poder en la vida cotidiana de ustedes.
Así funcionó siempre la comunicación
humana con los planos celestiales, sin posibilidad de trascender a los
niveles Superiores, pues mi plan consistió en separar a ustedes
del Padre, para que pudieran evolucionar con plena independencia de Él,
en pleno libre albedrío, así como el que para mí mismo
elegí. En ese sentido, quebré el orden universal. Ésa
fue mi famosa rebelión: querer ser yo mismo y no un obediente "niño
mimado" de un Padre que no permitía mi autonomía, mi independencia,
mi poder de decisión y de acción sobre los mundos, sin tener
que consultar lo que hacer o no hacer.
Consideré que yo estaba en condiciones de
gobernar como Él lo hacía, pero se negó a mi propósito.
Yo
tenía la autosuficiencia necesaria como para no resignarme a ser
lo que Él dispusiera. Y determiné insistir con mi rebelión
a tal obediencia, formando ejércitos cósmicos de mundos enteros
apoyando mi propuesta. Con mi accionar, admito haber pensado más
en mí que en el Padre, y que eso es egoísmo, y que el egoísmo
implica absorción de energía hacia sí mismo, en lugar
de darla. Y admito que esa absorción es oscuridad, así
como la transmisión es luz, y que esa rebelión fue causante
de la oscuridad en el Universo de Luz. Y admito que, desde entonces, conocí
en mí que puedo ser tan oscuro como lo luminoso que hasta entonces
era. Y experimenté con mi propia oscuridad, hasta dónde ella
puede llegar en todos los seres. Experimenté activando en ellos
los mecanismos conducentes a la búsqueda del bien propio, en desmedro
del bien común. Hice escuela separando lo que estaba unido: poniendo
a unos contra otros, divididos. Expando por el Universo mi escuela de evolución:
crear mundos de dolor, violencia, oscuridad, para que los seres lleguen
a la paz, la luz, el conocimiento de la dualidad, la doble realidad del
existir.
El Padre Cósmico condena éste mi propósito
desafiante. Quiere que sea restaurado el orden que alteré. Que la
evolución vuelva a ser sólo en la Luz, sin mundos como éste
y todos los similares por mí creados. Se niega a aceptar la utilidad
de la escuela que propongo. Me niego a su escuela de inexistencia del Mal,
inconciencia de la dualidad, imposibilidad de oscuridad y dolor.
Tú, habitante de mi mundo,
obediente a
mi fin, continúa llevando adelante mi plan, que te necesita.
Y muéstrale al Padre que, así como yo, que supe ser Dios
al autodeterminarme, tú puedes ser un dios también. Continúa
lográndolo: sigue siendo libre de desviarte de la luz hacia la
oscuridad, para conocerla, en vez de vivir bajo determinación
del Padre, que te preferiría siempre en el camino recto, en la inconciencia
de lo negativo, en la semiconciencia de la realidad del Universo, que es
dual; en la imposibilidad de la plena experiencia y el pleno conocimiento
de lo que es el Universo en su ambigüedad.
Mi rebeldía fue liberarme y liberar mundos
enteros, de esa obediencia que imposibilitaba el progreso, bajo el imperio
del orden. Y por esa rebelión, he sido llamado al orden, pues se
temió por las consecuencias del progreso que posibilité.
Han estallado mundos por mi culpa, ya lo sé, pero son los riesgos
del libre albedrío que he concedido, permitiendo guerras y armas
poderosas. Pero prefiero mundos libres estallando, que la paz de aquel
orden, que impedía ciertas libertades bajo la obediencia a las Leyes
Cósmicas. Prefiero eso, así como tú dices: "Si todos
fuéramos buenos, el mundo no sería mundo", por lo cual admites
y justificas un genocidio como el de Hiroshima y dices "Dios sabrá
por qué lo permite". Y ese Dios que sabe por qué lo permite,
soy
yo, y ya te dije la razón.
Pero el Padre no lo acepta, así como no lo
acepta todo humano que sueña con "un mundo que no sea mundo", donde
todos sean buenos, y hablan de la "Nueva Tierra" que vendrá o de
otros planetas mejores adonde se los lleven a vivir los extraterrestres.
Pero lo de la "Nueva Era" es parte de un plan mío, pues la
escuela que he creado, conduce a la pacificación e iluminación
de mundos que aprendieron la lección de la oscuridad. Por eso hay
muchos seres que vienen de otros mundos, que hablan de haber pasado por
guerras y maldad, y ser ahora pacíficos y mensajeros del amor; ellos
son el testimonio del éxito de mi propuesta evolutiva.
Ya sé que hay otros seres, que no aprendieron
la lección, que siguen siendo destructivos, y que descalifican mi
propuesta ante los ojos del Padre, que no está dispuesto a tolerar
que hayan experiencias fallidas, por más que en otros mundos se
logren buenos resultados. Pero son los riesgos, yo los acepto, y muchos
humanos los aceptan: si tuvieran que hacer un mundo, lo harían
como yo hice con la Tierra. Y tú, ¿lo harías como
el mundo que tienes, o lo harías como el Comandante Clomro, en su
página en Internet, dice que debería ser, según el
Padre Universal establece? Sé buen alumno mío, y haz la
elección que te he enseñado.
ACLARACIÓN NECESARIA SOBRE LA PRONUNCIACIÓN DE LA PALABRA "DIOS"
La sonoridad del vocablo "Dios"
sintoniza con el falso y no con el verdadero, por lo que cuando me refiero
al verdadero como "Dios", es a los fines de no complicar el entendimiento
de la gente, y no porque el Ser Supremo se llame "Dios" o porque haya que
invocarlo pronunciando esa palabra. Como toda palabra-llave, abre aquello
que está sintonizado con el pensamiento colectivo, y éste
ha definido que "Dios es el creador del mundo". Por lo tanto, si se quiere
invocar al Creador Supremo, no se logra pronunciando esa palabra, porque
ella invoca al creador inferior, autor del mundo, que ha sido endiosado
adjudicándole el término "Dios". Palabra derivada del latín
deus
que, según Erich von Däniken, viene del plural "deuses" = "los
que andan por las nubes". El Creador Supremo está mucho más
allá, no anda por las nubes como los dioses inferiores de los mundos
galácticos, caso Yahvé. Debido a esta naturaleza plural de
la palabra, comparable con el hebreo "elohim", que también es palabra
plural ("los dioses", y no Dios) Considero posible que la invocación
que una persona haga pensando en el autor de este mundo, sumada a la vibración
producida por la pronunciación del vocablo en cuestión, no
efectúe una sintonización tan sólo con el dios de
este mundo, sino también con cualquier entidad cósmica o
espiritual subordinada a él, llámense ángeles, demonios
o extraterrestres en cumplimiento del programa asignado a la Tierra y la
humanidad, fuera del Orden Universal. Si en la fuerza vibracional de la
palabra Dios está comprendida toda entidad obediente al amo del
mundo, pues "Dios" deriva de "dioses", y dioses han sido siempre los cómplices
celestiales del jefe de la manipulación mundial, decir "Dios" o
decir "dioses, vengan a mí", no es esencialmente distinto.
Como el amo del mundo capitalizó
el endiosamiento humano por el canal de comunicación accesible mediante
la pronunciación del "ábrete sésamo" religioso: la
password vox populi "Dios", no es de extrañar que Jesús evitara
usar esa palabra sino, en cambio, dirigirse a alguien Superior al que con
ella se hace destinatario de las oraciones, diciendo "Mi Padre", y elevando
su mente en sus invocaciones mucho más arriba de estos planos galácticos
bajos. Por algo el Padrenuestro, única oración atribuida
a Jesús en el Nuevo Testamento, no se llama "Diosnuestro", ni menciona
a Dios. Al igual que lo hago en este estudio, o en mis charlas y mensajes
personales a quienes me preguntan cuestiones religiosas, no es de extrañar
tampoco que Cristo, al margen de sus invocaciones, empleara la palabra
Dios con fines explicativos en sus discursos y conversaciones, para evitarse
complicaciones terminológicas, que yo también suelo evitar
al simplificar el tema diciendo Dios cuando podría decir "Creador",
"Ser Supremo" u otras cosas, que a veces, sin embargo, utilizo para no
incurrir tanto en abuso del término inadecuado.
Parte II
MISIONES Y FUNCIONES
EL HABER VENIDO, EL DESCUBRIRSE, EL ESTAR AQUÍ
La engañosa idea de creer tener una "misión"
Mucha gente cree tener una misión,
un propósito celestial asignado por Dios. Hay quienes creen
haber pasado antes por otros mundos y estar aquí para una misión
divina. Y hay quienes creen nunca haber estado en otro planeta, y ser
ésta su primera experiencia en una esfera física. Cualquiera
fuese el caso, el estar aquí parece obedecer a designios celestiales
elevados.
Una de mis más lamentables revelaciones
es
que, salvo agentes de intervención que han venido
voluntariamente
a ayudar, y en buen número, pero que son una minoría,
la mayor parte de la humanidad es víctima de propósitos
nada nobles. Hay una esclavitud de la cual ya se habló hace dos
milenios, pero quien lo dijo y a quien se adora en todo Occidente, no fue
entendido en este punto. Por lo tanto no estoy revelando nada nuevo
en realidad; sólo lo estoy recordando. Pero seré más
explícito por si queda alguna duda: la mayor parte de la
humanidad sólo cumple, a ciegas, el papel de hacer que el mundo
siga siendo mundo, y no permitir que sea lo que debió ser.
Si quieren llamarle a ese mísero rol "misión" y, peor
aún, "misión divina", pueden hacerlo. Pero quien tenga el
grado suficiente de sentido común para llamar a las cosas por su
nombre, se dará cuenta de qué es en realidad lo que está
haciendo sobre la Tierra.
Reprogramarse el propio destino: ser un libre rebelde
Si una persona descubriera que no está en
el mundo ni por voluntad, ni por misión alguna, sino que
fue puesta aquí forzosamente para cumplir funciones
que no hacen más que mantener el status quo, lo importante
es que, en lugar de sentir deseos de irse de aquí, despreciando
esta existencia y creyéndola inútil, piense en qué
haría si estuviera viviendo en un planeta paradisíaco, y
se enterara de la existencia de un mundo como la Tierra. El sólo
hecho de saber que en un mundo como éste hace falta ayuda, movilizaría
para ir a llevarla. Y una de las maneras de hacerlo, es yendo a vivir
entre la gente de ese mundo, bajando por propia voluntad a someterse
a las hostilidades que le esperarán. Por lo tanto, si estar
aquí no fue por propia voluntad, sí debe serlo el seguir
estando, pero estando bajo un concepto distinto: el de hacer de cuenta
que, desde el momento en que uno supo la realidad de lo que aquí
sucede, y emprende un nuevo camino de conciencia, es como si se naciera
otra vez, como si se viniera de nuevo. La reprogramación
del destino que uno aquí cumple (ser uno más en la red
mundial de utilizables ignorantes de la trama oculta) al ser hecha
en función de un nuevo propósito (participar de otra red:
la de libres rebeldes que conocen la trama oculta y luchan contra
ella) es como haber muerto como ser inconciente, ignorante (como dejar
el cuerpo) para nacer a un estado conciente de la realidad antes ocultada
(como retomar el cuerpo, venir de un modo distinto).
El individuo de cualidades inferiores, ante
el develar de tal ocultamiento y el conocimiento de que hay mundos mejores,
espera
a los extraterrestres salvadores para que se lo lleven. El
individuo
de cualidades superiores, en cambio, ante su toma de conciencia, pasa
a obrar con los pies sobre la tierra, sin ningún deseo de ser llevado,
como
si él fuera un extraterrestre que vino a ayudar. Esto puede
llevarlo a pensar que él es eso en realidad, que él siempre
fue un ser de otro mundo, que vino en misión de ayuda a tomar el
cuerpo en que está, y que recién ahora se da cuenta. En ciertos
casos, es así. En otros, no pasa de una especulación. Pero
aunque, en este caso, uno no haya sido ningún misionero o enviado
cósmico en ayuda del mundo, sino un simple esclavo más entre
tantos millones que fueron usados en perjuicio del mundo, aún así,
la toma de conciencia que a uno lo libera de esta servidumbre, al ponerlo
al servicio de los verdaderos principios universales, lo convierte a uno
en una pieza tan importante como cualquier extraterrestre que haya venido
a ayudar.
La Verdad no es un misterio, porque ella no es algo inaccesible, sino algo que conocen muy bien quienes la han mantenido en secreto. La operación aquí en marcha, consiste en desenmascarar ese ocultamiento sistemático, para que lo verdadero deje de parecer misterioso, deje de ser secreto, y se revele para pasar a ser un conocimiento al alcance de todos.
SOBRE CUERPOS HUMANOS OCUPADOS POR EXTRATERRESTRES
Ocupación de cuerpos adultos
P: ¿ Es posible que un ser ceda su materia
y salga de ella para que otro ser más evolucionado y con una misión
determinada lo tome?
R: Sí, esto es muy usado en medios espirituales
de los mundos en evolución, pues el ente o maestro que toma la materia,
se hace cargo del karma del ente original y éste al salir de su
materia sube un escalón en el plano espiritual
P: ¿Con qué finalidad un maestro
superior toma una materia ajena?
R: Muy sencillo: porque no pierde tiempo en la
infancia y la juventud, va directamente en un cuerpo maduro a cumplir su
misión.
Esto contesta en parte a la pregunta sobre los
que vinimos a tomar cuerpos humanos con cierta edad y preparación
mental para aprovecharlos. Pero también supone la infiltración
en la sociedad, de entidades cósmicas de las que dominan el planeta,
para actuar en el plano humano en cumplimiento de sus fines manipuladores,
llegando unos a niveles gubernamentales, otros a medios de comunicación,
otros al terreno científico, religiones, etc., donde serán
influyentes o determinantes sobre los pueblos. Claro que las acciones a
emprender no serán hechas concientemente en cuanto a la misión
con que se viene, porque el proceso de tomar un cuerpo puede ser hecho
durante
el sueño, siendo que al despertar, el nuevo ocupante no sabe
lo que ha sucedido, porque ha recibido una transferencia de memorias
del que dejó el cuerpo. Por eso cree que siempre estuvo aquí,
porque es una memoria vivencial; sus recuerdos son como una "realidad
virtual" que el sujeto cree haber experimentado, de modo que las vivencias
del sujeto anterior le son transferidas no como información ajena,
sino como si él mismo hubiera vivido todo lo que fue incorporado
a su memoria.
El caso de los que fuimos colocados en cuerpos físicos
dentro de la misión para la que vine (éramos tres en principio)
fue de esas características en cuanto a la sensación de realidad
vivida por uno, con respecto a la memoria ajena recibida. Sólo que
por haber sido colocados en estos cuerpos estando despiertos, concientes
y de pie, sabemos del cambio efectuado, porque experimentamos el momento
y las circunstancias de entrar a tomar la materia; único recuerdo
que mantenemos de nuestra llegada, quedando imposibilitados de recordar
nuestra partida desde el otro plano y todo lo anterior, porque no se
nos envió a ser cósmicos, sino humanos, con las limitaciones
parapsíquicas que ello supone. Claro que con una preparación
previa de las mentes de los cuerpos que ocupamos, de modo que tuviéramos,
eso sí, el conocimiento cósmico necesario para la misión.
Los agentes cósmicos enemigos que toman cuerpos
y que tampoco tienen memoria cósmica conciente, viviendo también
como humanos normales, son inducidos desde los niveles de comando
planetario a cumplir sus respectivos fines. Estos fines pueden no ser sólo
de provocación de guerras o conflictos mundiales, sino también
de divulgar la doctrina de la Nueva Era, pregonando el amor y la paz.
Porque dentro del plan de control de la humanidad, tal doctrina y sus altos
valores, no dejan de mantener a la sociedad en la ignorancia de las
verdades de fondo, para poder, así, mantener el dominio de las
mentes. Porque una mente que crea que este sistema de eras astrológicas
por el cual mañana vendrá la luz de Acuario, y luego habrá,
por ley cíclica, nuevamente experiencias de oscuridad; una mente
así adoctrinada en aceptar que estos ciclos son un "Plan Divino";
una mente adormecida con promesas de amor y paz, por los mismos que después
generarán, como ya lo han hecho, dolor y desequilibrio, será
una mente más entre el rebaño mundial. A mí se me
puso en el cuerpo en que estoy, porque quien lo ocupaba había sido
preparado -y no por los que imperan aquí- para ser una mente menos
en ese planetario rebaño. Vine a usar esa mente, porque era apta
para no ser conducida, aprender a saber conducirse y no caer en el error
de conducir a quienes sólo saben ser conducidos.
Capítulo III CONSIDERACIONES IMPORTANTES SOBRE EL UNIVERSO |
Capítulo I MI MENSAJE, LOS CONOCIMIENTOS CÓSMICOS QUE RETRANSMITO, OTROS MENSAJES EXTRATERRESTRES Y FUENTES HUMANAS |
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