CONCEPTO DE SÍMBOLO, MISTERIO Y SACRAMENTO.

En todos los temas, incluido el presente, nos encontramos que hay una serie de términos, de vocablos que se suelen utilizar como sinónimos, pero que guardan desde su etimología originaria matices distintos que conviene conocer. Esos términos, que vamos a comentar brevemente, hacen referencia a aspectos del sacramento; y así encontramos palabras relacionadas como: símbolo, misterio, signo o acción.

La palabra símbolo, en el diccionario de la RAE: "representación sensorialmente perceptible de una realidad, en virtud de rasgos que se asocian con ésta por una convención socialmente aceptada". Por ejemplo, el símbolo de la paz lo representamos con una paloma con una rama de olivo en el pico, ese símbolo está socialmente aceptado y es reconocido por muchos. Sigue el diccionario definiendo, y después de tomar en cuenta otros significados para la química o la numismática, al final nos da una indicación de símbolo en relación con la fe, "credo, oración de la iglesia".

Las palabra "símbolo" deriva etimológicamente del latín "simbolum", y ésta en concreto del griego "simbolon", que es una palabra formada por el verbo "balein", lanzar, arrojar; y la preposición "sin", que significa "con". Por lo que el sentido sería "lanzar con". Los griegos emplearon el término con el significado de "reunir" o "juntar". Sería lo contrario de "diabolein", que significaría "separar, fragmentar" y fue empleado como enemistar o desavenir...

Por tanto, nos encontramos que la palabra símbolo expresa a modo de fuerza centrípeta, la fuerza hacia el interior, buscando la unidad y la reunión. Por el contrario, "diabolo", cuyo contenido es centrífugo, dispersador y rompedor. De esta segunda palabra ha derivado en nuestro idioma "diablo", como ser engañador y dispersador del mal. Los primeros cristianos, y durante mucho tiempo la patrología, mantuvo la comprensión original griega de estos términos. De ahí que la oración del Credo fuera llamada durante mucho tiempo, incluso hoy, "símbolo de la fe", dado que es la oración de la unidad, con una fuerza unificadora e interior.

Jesucristo es el símbolo de unidad, la fuerza hacia el interior más importante de la comunidad cristiana. Es el símbolo de nuestra fe y nuestra unidad, precisamente porque Él nos reúne en torno a una mesa común bajo la mirada misericordiosa de Dios Padre. Es el Símbolo más claro de Dios entre nosotros, porque no sólo es una representación sensorial de una realidad, sino que es realmente Dios mismo. Es el símbolo perfecto de nuestra fe. Esa fuerza expresada en palabras es lo que articula el Credo en los cristianos, signo y símbolo de unidad, con una capacidad para reunirnos en torno a Dios, al igual que los sacramentos.

La palabra "misterio", proviene también del latín en derivación del griego. Su significado convencional en la RAE es "arcano o cosa secreta en cualquier religión", en el cristianismo sería "algo inaccesible a la razón y que debe ser objeto de fe", que no es comprensible ni explicable fácilmente. Nuestra tradición cristiana emplea la palabra misterio para varios aspectos de la vida cristiana, por ejemplo: cada una de las partes del relato sobre la vida y muerte de Jesús se le llama misterio, también se denomina misterio a cada una de las meditaciones del rosario, en Castilla se llama misterio a la Representación del Belén en las casas, o misterio a las ceremonias del culto sagrado.

En su origen etimológico "misterion" significa secreto, culto secreto o arcano, y en relación con el cristianismo hay que decir que las primeras comunidades también empleaban esta palabra para referirse a los sacramentos y celebraciones. En aquellos primeros siglos de cristianismo, los sacramentos, su desarrollo y celebración no están al alcance de todas las personas, son secretos de la comunidad cristiana, entonces cerrada frente al exterior. Los paganos muestran en ocasiones su desconocimiento por lo que se celebraba en las Asambleas cristianas, confundiendo la Eucaristía, por ejemplo, con un rito caníbal. Era muy lógico que dado el desconocimiento, se llamara misterio a aquellos ritos secretos.

Yendo un poco más lejos, no sólo se llama misterio por ser desconocido por los paganos, sino porque la relación íntima con Dios, celebrada en los sacramentos, les hacía palpar el misterio de la trascendencia en sus propias vidas. Así, en la primera comunidad cristiana el "gran misterio" era Jesucristo, sacramento original del Padre. Hay que decir que la palabra "misterion" griega fue traducida por lo padres latinos por "sacramento", de ahí que se empleara indistintamente. Hoy no son sinónimos, pero en la antigüedad cristiana sí. Así los sacramentos, serían símbolos, fuerzas para la unidad, pero además eran secretos, depositarios del gran secreto de los iniciados en la nueva fe: Jesucristo es el Señor. Hay en todo esto un gusto y un sabor especial por lo esotérico , posiblemente por el contexto helénico que les tocó vivir.

La palabra "sacramentum" como sustantivo se ha ido acuñando más tarde y en virtud de una reflexión posterior. Hoy las Iglesias Ortodoxas siguen empleando la palabra misterio, para referirse tanto a lo celebrativo como al mismo Dios. En Occidente se escogió la palabra "sacramentum", en lugar de "misterium", para referirse a lo celebrativo. "Sacramentum", en el mundo romano, era el juramento que hacían los soldados antes de la batalla, un compromiso sagrado cuya ruptura podía pagarse con la vida. De ahí deriva también la palabra "sagrado", como alianza o juramento hecho ante la divinidad. Un sacramento era un compromiso con la divinidad, con un valor jurídico y litúrgico a la vez.

Los padres de la Iglesia todavía emplearon la palabra sacramento con un doble sentido: misterio y sacramento, tal como lo acuñamos hoy. Hoy la RAE define sacramento como: "signo sensible de un efecto interior y espiritual que Dios obra en nuestras almas". Está influenciado por la Escolástica y las teologías que más tarde se desarrollaron, y que modificaron en parte los significados etimológicos primeros.