25. Teo. sacramentos de la misión. Introducción a los sacramentos de la misión.
25. Teo. sacramentos de la misión  

INTRODUCCIÓN A LOS SACRAMENTOS DE LA MISIÓN.

Los dos sacramentos que vamos a estudiar coinciden en su finalidad, las personas que lo reciben están llamadas a desarrollar una misión concreta en la Iglesia y en el mundo. Son sacramentos de la misión, en los cuales el cristiano iniciado en la vida cristiana, adulto y responsable en la construcción del Reino, hace una opción en la que marcando un estilo de vida concreto, se compromete a desarrollar y hacer vida lo celebrado.

En el sacramento del Matrimonio la misión se realiza desde el deber laical de trabajar por construir el Reino de Dios, estar presente en las estructuras temporales, añadiendo a esa vida cristiana el compromiso de amar y respetar en profundidad a su cónyuge, todos los días de su vida, como reflejo del amor de Cristo a la Iglesia. Ese amor es también un amor abierto, fecundo, por eso añadimos la misión de la educación de los hijos en la fe cristiana recibida.

En el caso del sacramento del Orden, la misión refleja el amor de Cristo a su Iglesia, expresando y haciendo vivo el amor pastoral. El sacramento ordena, configura y faculta para la acción apostólica, consistente en el servicio al mundo y a su Iglesia. Se concreta su labor en la santificación, el pastoreo y el gobierno de la comunidad cristiana, haciendo presente a Cristo pastor, con quien se identifica el sacerdote, que hace de su vida una entrega ministerial.

El Matrimonio en sí no es un ministerio, sino que es un testimonio de amor, una representación y expresión del amor de Dios a su Iglesia, semejante al amor del esposo a la esposa, y viceversa, un amor que será fiel, paciente, humilde, sufrido, compartido, dadivoso, generoso,... En el Orden sí estamos ante un ministerio, un servicio concreto e institucional de los carismas enviados por el Espíritu Santo para edificar toda la comunidad cristiana.

Tenemos que distinguir estos sacramentos de los estados de vida. El Matrimonio supone un estado de vida cuyo contrario sería el celibato. No debemos identificar laicado con matrimonio, ni celibato con sacerdocio, puesto que hay laicos célibes, los Institutos de Vida Secular, y sacerdotes casados, en las Iglesia Católica Oriental. Las vocaciones tampoco se restringen a estos dos estados de vida. En la Iglesia el seguimiento podemos hacerlo mediante la vocación específica en el ministerio apostólico, el laicado y la vida religiosa. El último no dispone de un sacramento específico, sino que la consagración es una promesa, un compromiso de vivir con un estilo concreto el seguimiento y la vocación.

<< >>
1
Hosted by www.Geocities.ws