Se encuentra a unos 3 km del
núcleo urbano de El Coronil y fue construido por los árabes
aprovechando cimentaciones anteriores. Su fundación data del
siglo XV, habiendo sido modificado en los siglos XV y XVI.
La peculiaridad de este edificación versa en que se
encuentra en una vaguada y no en una zona elevada como la
mayoría de fortificaciones de este tipo, ya que su misión era la
de defender el manantial de agua de la fuente de las Aguzaderas,
un bien muy importante para una zona agrícola y de secano. Esta
fortaleza era el centro de abastecimiento de una serie de torres
albarranas a ella, situadas en plena Banda Morisca en tiempos de
la Reconquista.
Es de planta casi cuadrada, con una gran torre del
homenaje en el muro sur, cuatro torres cuadradas en las esquinas
y dos semicirculares en los frentes. En el muro norte se
encuentra otro cuerpo de menores dimensiones y de menos
antigüedad que el resto del castillo cuya función era la defensa
del manantial ya citado. Hoy en día el edificio es propiedad del
Ayuntamiento de El Coronil. La tradición dice que su nombre
proviene del lugar sobre el que está construido, un loncha
rocosa de piedra de la que se supone que afilaban o "aguzaban"
los colmillos los jabalís.
Cabe indicar que originariamente las Aguzaderas eran un
señorío independiente, pero al adquirir la Casa de Esquivel los
términos tanto de las Aguzaderas como de El Coronil, y tras
ceder la citada Casa este castillo al Ayuntamiento de la Villa,
hoy forman un único término municipal. En 1923 fue declarado
Monumento Nacional, uno de los primeros en España con esta
consideración, gracias a los estudios llevados a cabo por el
Duque de Alba.
Para llegar a esta fortaleza íntegramente visitable
desde El Coronil, se
puede ir por la carretera A-376 en dirección a Montellano o bien
en bicicleta, haciendo senderismo, etc. por la Vereda de las
Aguzaderas.
Itinerario en coche.
Proyecto para convertir el Castillo en
una fábrica de jabón en el s. XIX