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Las Vegas no surgieron de la nada

La subida de Mussolini tuvo en Norteamérica muchas repercusiones, entre ellas contactos del gobierno federal con las familias sicilianas y que luego desembocarían en otros acuerdos. Un trato que convirtió a un desierto en una de los principales puntos turísticos del planeta

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JUNIO, 2012. A mediados de los años treinta, el dictador italiano Benito Mussolini se sintió lo bastante fuerte como para lanzar una ofensiva contra las mafias que operaban en el sur del país, particularmente en Cerdeña y Sicilia. El Duce las consideraba opuestas a su ideal fascista, algo en lo que tenía sobrada razón. No se trataba, naturalmente, de un repentino deseo por "limpiar" a Italia de la mafia sino de ir supliendo a los principales capos con quienes el dictador impusiera. 

Esa intención habría de tener inesperadas repercusiones, a 10 mil kilómetros de distancia, en la lejana Nueva Jersey. Los capos que deseaban retirarse de viejos al país de sus ancestros vieron repentinamente cerrada esa posibilidad. Pero al estallar la segunda guerra mundial, en 1939, varios prominentes miembros de las familias de Nueva Jersey, Michigan y Nueva York se sintieron más norteamericanos que italianos y apoyaron al país del que eran huéspedes. Se ignora cuándo ocurrió el contacto entre estos capos y el FBI, pero sin duda éste se dio: para 1943 los principales jefes que mantenían contactos en Sicilia proporcionaron información valiosísima al ejército para que los aliados iniciaran un desembarco; todos esos mapas, escondites y ubicación de playas no vigiladas constituyeron oro molido para las tropas norteamericanas que meses después harían huir a Mussolini de Roma.

Como parte del acuerdo, muchos de estos capos vieron conmutadas sus sentencias o silenciosamente se retiraron cargos en su contra. Los más peligrosos, como Al Capone, fueron a dar a Alcatraz, quizá como manera de hacerles ver que las regla del juego habían cambiado. ¿Acaso fue hasta 1939 cuando el fisco norteamericano se dio cuenta que el capo de Chicago llevaba años evadiendo impuestos? Los peces de tal catadura no caen sin la cooperación de otros capos para que ello ocurra.

La guerra del FBI contra las mafias había tenido un enorme costo en sangre y vidas. Al abolirse la Prohibición en 1933, la violencia bajó considerablemente pero las actividades ilícitas tenderían a diversificarse, algo que amenazaba con convertirse en guerra civil si se le dejaba crecer. El gobierno norteamericano lo ha negado sistemáticamente, pero los indicios son evidentes: la única manera de que todas las bandas coexistieran sin matarse unas a la otras --y llevándose de por medio a decenas de inocentes y con un enorme desgaste para el gobierno-- era ubicarlas en sitios equidistantes.

La vida por un casino: Bugsy Siegel construyó el Flamingos, el primer resort de Las Vegas

Y en una de esas coincidencias que suele darnos la historia, en 1946 el estado de Nevada autorizó los juegos de azar, legalizó la prostitución, la apertura de casinos e impulsó la construcción de hoteles de lujo. Durante décadas los principales poblados como Carson City, Reno y Las Vegas habían cumplido tan lúdico propósito, solo que de forma ilegal dado que su vecina California tenía prohibidas todas esas actividades, incluidas las carreras de galgos y de caballos. La diferencia es que hasta entonces se habían hecho de forma clandestina. Y en un hecho todavía más extraño, menos de un año después Nueva Jersey hizo otro tanto con las casas de apuestas mientras al otro lado del Hudson, en Nueva York, eran actividades prohibidas y perseguidas.

Entonces entró en escena un tal Busgy Siegel, quizá el más notorio capo después de Al Capone. Nacido en un barrio judío de Brooklyn, Siegel no solo había escalado rápidamente dentro de la mafia sino que se había hecho amigo de estrellas de cine, entre ellas George Raft quien, no casualmente, destacó por sus papeles de gángster. Siegel no era parte de la mafia italiana, pero igual se le respetaba y se le temía. Era además socio de Meyer Lansky, a quien convenció de prestarle 90 mil dólares de los de 1947 (más de un millón de los actuales) para construir en Las Vegas el hotel Flamingo. En ese entonces la ciudad era un inmenso desierto con temperaturas infernales pero Siegel confiaba en la viabilidad de su proyecto. Lamentablemente los altos gastos del hotel hicieron que se retrasara en sus pagos a los socios, los cuales se desesperaron. Lansky dio su consentimiento a la eliminación del capo, quien murió en su residencia de Los Ángeles. 

Hoy ya nadie duda que el Flamingos era un negocio dedicado a limpiar dólares. Pero en vez de detener a los inversionistas, éstos fueron llegando en parvadas a Las Vegas la cual para mediados de los cincuenta era ya un importante centro turístico. Cuando las arcade games, o las maquinitas comenzaron a ser instaladas en el lobby de los hoteles el número de visitantes se disparó. Para 1960 el condado de Las Vegas reportó que 900 mil personas habían visitado la ciudad, esto para una ciudad que en menos de un decenio había pasado de tener 75 mil habitantes a 400 mil. Significativamente, la actividad de la mafia en ciudades como Nueva York y Chicago se hizo más discreta al punto que se pensaba que había desaparecido por completo.

¿Qué fue lo que pasó? ¿En realidad los grandes capos y el gobierno norteamericano habían logrado acuerdos para disminuir la violencia, algo que incluía una "repartición" de territorios a los que se daba exclusividad? ¿Era cierto que el fisco fue la arma con que Washington pudo someterlos y obligarlos a realizar actividades legales?

Por supuesto también fue necesario revalorizar el trabajo de los agentes de policía. Durante los años de la Prohibición. Durante esos años sus salarios eran los de un obrero promedio y además de su seguro por defunción, sus prestaciones eran pocas. Desde los cincuenta se mejoraron sus sueldos, recibieron mejor entrenamiento y sus prestaciones se equipararon al peligro al que estaban expuestos. Pero lo más importante, se hicieron más drásticos los castigos al violar la ley y se vigiló para que ésta se cumpliera. Fue así como se logró la captura de capos importantes como Sam Giancana --amigo de Frank Sinatra, a quien también se acusó de tener nexos con la mafia-- y se cambió el enfoque en las tácticas de combate, empezando por reconocer que estos grupos no se extinguirán mientras exista la demanda del producto que ofrecen. 

Y sin estos cambios, seguramente no tendríamos Las Vegas, Reno o Atlantic City. La historia al respecto es más que comentable.

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