Elisa Liñeiro

Leopoldo Lugones

“ Feliz por tanto, yo que amo y soy amado 
Por quien no puede expulsarme ni ser expulsado”
                                         W. Shakespeare



De la ilusión intensa
A la desesperanza inacabable,
¡Luces rosadas que se quiebran de golpe
porque no se sabe qué soplo sutil
desvía el camino!
De un amor muy profundo 
estar imbuído…,
¿Qué hebras de seda de amistad faltaron
para estar menos que solo…?
En ese río verde, ver todo rojo, 
La inhóspita lancha guiada por Caronte
iniciando otro camino,
el de permanecer…

 

 

María Dolores Lucero

Y se partió de luz el mediodía
en el ápice exacto de tu risa
la urgencia fue amarnos
colmarnos la sed fue la medida.
Luego
            destorrentados,
volvimos
a la orfandad del sol. 
Liliana Lukin

Como un disfraz
es un cuerpo vacío
frente al lleno de la desnudez
mi cuerpo busca
ser lo visto y lo escondido
y en la propia ausencia
de vestido desviste más

como un disfraz
al propiciar el revés
del enigma hace un desvío

así yo misma
cubro y descubro una verdad:
ser cuerpo en mi extravío

y lo que viste es eso

como un disfraz
Rubén A. Luna

Las brisas 2  

Tendré que suscitar una brisa tan delicada que no osará despertarte, pero que acariciará tus cabellos y hará volar a tu sueño, unos ángeles primordiales.
Y esa brisa es del linaje de un viento dulce y secreto, que de noche señorea las llanuras, y que susurra al oído: mi cuerpo alado, mi cuerpo de aire, morirá en el alba y renacerá en las sombras, pero mi alma es perenne y palpita, al abrigo de todo mal, en un mundo inaccesible.
Digo que mereces tanto misterio. 
 

 

Jorge Ariel Madrazo

Tengo mil novias...

     Ellas te escriben poemas. Sus teléfonos exudan ruegos de pasión. Te idolatran al punto de convertirte en leyenda. En la calle chorrean a tu paso un líquido espeso, melífero. Sólo logras dormir si, por la noche, rocías con hembricida cada recoveco de la cama. Su olor es lo más más difícil de erradicar. Sus tentáculos se adhieren a las sábanas, sus ventosas se aferran a tu navío que se estrella en las rocas del fiordo. Ellas cantan allí a tu cadáver obsceno. Su amor persiste como un odio.

 


 

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