De manera muy somera hay que decir que la Tierra, nuestro mundo es el tercer planeta a partir del Sol y es el mayor de los cuatro planetas rocosos interiores. De entre todos los planetas del Sistema Solar, la Tierra es única porque tiene abundante agua superficial (más del 70 % está cubierta de agua) y una atmósfera rica en nitrógeno, oxígeno y vapor de agua. También es el único planeta en el que existe la vida con certeza, y por ende alberga una población compleja de animales y plantas.
Características:
El
eje de la Tierra tiene 23, 5º de inclinación, lo que incide en el desarrollo de
las estaciones al describir el planeta su órbita en torno al sol. Asimismo, las
fuerzas gravitatorias del Sol y de la Luna actúan sobre la Tierra, provocando
un balanceo sobre su eje de inclinación cada 25 000 años, fenómeno que se
conoce con el nombre de precesión. Este balance hace que las coordenadas de las
estrellas cambien lentamente a lo largo del tiempo, además de toda una serie de
condicionantes en los que no vamos a entrar en este momento.
El
tiempo que tarda la tierra en describir su orbita se denomina un año (365,26 días
terrestres). La tierra gira sobre su eje cada 24 horas.
La capa de gases que rodea a la Tierra desempeña un
papel principal en la protección y el sustento de la vida. No sólo protege la
superficie de la radiación solar excesiva y de los impactos de los meteoritos
sino que su densidad, combinada con la distancia favorable entre la Tierra y el
Sol, proporciona la temperatura adecuada para que el agua exista como líquido.
El agua y el CO2 son utilizados como alimento por las plantas, que a
su vez liberan el oxígeno esencial para la vida animal. Mediante la circulación
de la atmósfera la energía térmica 
se
distribuye a los polos desde el ecuador.
Las masas de tierra principales están incrustadas en la corteza continental, que tiene unos 40 km de profundidad. La corteza está hecha de secciones denominadas placas tectónicas que flotan en la superficie del manto viscoso y se desplazan. Las cordilleras montañosas, los volcanes y los terremotos se hallan o se producen en los bordes de las placas.
La Tierra tiene un núcleo de hierro y de níquel,
que es líquido en su parte externa. Los movimientos en el núcleo externo
líquido dan lugar al campo magnético de la Tierra, que se extiende hacia el
espacio creando una envoltura magnética en torno a nuestro planeta denominada
magnetosfera.