Los colores y sus energías son muy importantes a la hora de escoger las velas
dedicadas al trabajo espiritual, así como a cualquier obra en sí.
Blanco
Protección, purificación, paz, espiritualidad, armonía, entendimiento,
tranquilidad, pureza, castidad.
Rojo:
Fuerza, valor, vigor, sexo, pasión, amor apasionado, peleas.
Rosa:
Enamoramiento, amor, amistad.
Anaranjado:
Estimulación, adaptación.
Amarillo:
Dinero, atracción, estudios, inteligencia, adivinación.
Verde:
Dinero, amor, esperanza, fertilidad, suerte, trabajo.
Morado:
Espiritualidad, curación, meditación.
Azul claro:
Curación, contacto con el Más Allá espiritualmente, trabajos dirigidos al
Cosmos.
Azul oscuro:
El subconsciente, psiquismo, curación, contacto con los espíritus del mar.
Negro:
Recoge y destruye energías negativas, devuelve trabajos malignos, cierra
conductos.
Gris:
Para trabajos neutrales, jueces, abogados, etc...
Marrón:
Trabajos relacionados con la tierra, el hogar, la estabilidad.