Capítulo #3:
"El peor engaño
del mundo"
parte 1
Original de Rumiko Takahashi
Fanfic escrito por Felipe Torres durante julio de 1999
y editado entre el 6 de marzo y el 26 de abril del 2001.
De estatura mediana y muy hermosa, con bellos ojos de color rojo-violeta y largo cabello azul, Shampoo es una adolescente de dieciséis años, originaria de China que actualmente vive en Japón junto a su bisabuela con el propósito de que algún día pueda casarse con Ranma, aunque ya tiene un prometido, Mousse. Haría cualquier cosa para que Ranma fuera el que la acompañara en el altar, lo que fuera. Gracias a ese espíritu guerrero de las artes marciales no se ha dado por vencida, aún sabiendo que Akane le lleva mucha delantera. A pesar de sus transformaciones en gata al contacto con el agua fría y teniendo consciencia del temor que tiene Ranma a los gatos, sigue intentando poseer su amor. Sin embargo, los intentos que ha hecho para separarlo de Akane han sido por medio de trampas, magias, engaños, sabotajes, que sin duda, no han dado resultado. Sin embargo, aún no ha probado un método muy vil y cruel, el peor engaño que se puede hacer, pero que posiblemente le pueda dar resultado. Era un hermoso día primaveral, como cualquier otro, y el reloj de la escuela Furinkan daba las cuatro treinta y cinco. Al sonar la campana, los estudiantes salen con rumbo a sus casas. Ranma y Akane, sin embargo, no toman el camino a casa, sino que se van a una fuente de soda a tomar algo. ¿Quién lo iba a pensar?. Si alguien hubiera visto cómo se llevaban cuando sus padres los juntaron y los ve ahora, notaría la diferencia. No es que se lleven tan bien, pero es un cambio. Shampoo, que estaba tomando una soda en ese local, los ve entrar “muy felices, como dos enamorados”, pensaba ella. Nunca se deprimía por él, al contrario, le daban más ganas de tenerlo no importando el costo. Ellos no la ven, ni siquiera notan su presencia. Piden una soda cada uno y se sientan en una mesa a tomarla y a conversar. Shampoo se acerca para escuchar. - Ranma, fuiste muy amable en haberme invitado. - No tienes por qué darlas, Akane. Ya era hora de que respondiera en algo, ¿no crees?. - ¿Por qué lo dices?. Ambos se avergüenzan. Akane baja el rostro sonrojada y Ranma revuelve la soda con la pajilla muy nervioso. - Ya sabes, me ayudas a estudiar de vez en cuando, me despiertas en las mañanas y muchas otras cosas más. - Bueno, lo seguiré haciendo con gusto si esto se sigue repitiendo. - Me parece una buena idea. Mientras ellos reían muy contentos, Shampoo no podía creer lo que escuchaba. - No puedo creerlo, no están peleando y, sin embargo, se están llevando bien - pero sonríe posteriormente demostrando no estar preocupada -. Pero no durarán mucho tiempo, de eso me encargo yo. Más tarde, camino al restaurante chino de su bisabuela, Shampoo iba pensando en la forma de separarlos de una vez y para siempre. Se deleitaba con los hermosos colores que le ofrecían el cielo y las nubes al atardecer: morado, azul y rojo, un hermoso paisaje para pensar. Sin embargo, al bajar la vista se da cuenta de que estaba en el parque, así que decide cruzarlo, además, le servía de atajo. Pasaba por la pileta central, cuando del otro lado paseaba una pareja de enamorados con un bebé en brazos de la madre, muy felices por cierto. Su mirada se centró ahí, no le quitó la vista de encima ni por un momento, hasta que se perdieron en el horizonte. Se quedó un rato pensativa, haciéndole compañía la suave brisa del atardecer que le hacía bailar su largo cabello azulado. De pronto, pareció como si el tiempo se hubiera detenido, todo estaba en calma, hasta la brisa había cesado. Luego, comprendió el significado de haber pasado por el parque, pues le había dado la idea más descabellada y cruel para separar a Ranma de Akane y de cualquier otra chica que se interesara en él. Sin embargo, era un plan tan peligroso que debía calcular todo, o sino, el más mínimo detalle que fallara, se descubriría todo y tendría que decirle adiós para siempre a ese amor. De un viaje muy largo venía Ryouga. Ryouga Hibiki, perteneciente a la secta de artes marciales Budo-kan, es otro adolescente de dieciséis años que está enamorado de Akane. Es muy despistado y desorientado, siempre se anda perdiendo. Por culpa de Ranma cayó a un estanque en Jusenkyo, China, y por esa razón, cada vez que cae al agua fría se transforma en un cerdito negro. La ventaja que tiene Ryouga con esto es que Akane lo convierte en su mascota y lo llama Pchan. Así, puede estar con ella todo el tiempo que desee y sacarle celos a Ranma. Sin embargo, al convivir con ella de esa forma, se ha dado cuenta del gran afecto que siente hacia Ranma. Ha sido testigo de llantos, confesiones, lamentos, etc. Es por eso que realiza tantos viajes, para olvidarse de ella, pero por más que lo intente, no puede. A pesar de todo, últimamente se ha estado llevando bien con Ranma (si es que se puede decir bien); claro, se conocen desde hace mucho tiempo, pero desde ese entonces peleaban por cualquier cosa. Trata de no pelear con él gracias a que Akane le dice que no lo haga. Los tres son muy unidos en ocasiones. Sin embargo, Ryouga sueña con que algún día pueda vencer a Ranma en un combate de artes marciales, deshacerse del hechizo que lo tiene condenado a convertirse en cerdo y casarse con la hermosa Akane. Con eso, podría morir en paz y sin ningún remordimiento... Bueno, con eso se conformaba por ahora. Bueno, volviendo a la historia, Ryouga llegaba a la ciudad al amanecer. Venía muy cansado y con sueño. Lo único que quería hacer era volver a ver a su amada Akane y estar a su lado, no importa de que forma, como hombre o como cerdo le daba igual. De tan soñoliento que andaba que no se da cuenta cuando una viejecita lo rocía con agua cuando pasaba por una calle, así que se transforma en cerdito. Se enoja consigo mismo, pero no le da más vuelta al asunto y, bajo la sombra de un árbol en el parque, toma una merecida siesta. Más tarde, casi anocheciendo, los Tendo y los Saotome habían recién terminado de cenar el exquisito suchi que había preparado Kasumi. El ambiente familiar que se sentía era el mejor desde hace mucho tiempo, todos vivían en paz y armonía. Ni siquiera las habituales peleas entre Ranma y Akane se hacían notar. Tendo y Genma Saotome se llevaban mejor que nunca, jugando shogi (ajedrez oriental) todo el día. Incluso, hasta el maestro Happousai no molestaba en lo absoluto, vivía su mundo en su habitación junto a toda su colección de ropa interior. Kasumi estaba cocinando mejor que nunca y eso lo hacía notar Ranma, y Nabiki trataba de ayudar en lo que podía. Sin embargo, todo esto iba a cambiar. Suena el teléfono como a las ocho de la noche, Kasumi atiende con calma. Después de intercambiar un par de comentarios con la persona que llamaba, Kasumi llama a Ranma, pues la llamada era para él. - ¿Si?, ¿quién es? - Soy yo, Ranma. Shampoo. - Ah, hola, cómo estás - responde alegremente, como siempre cuando alguien lo llama por teléfono. - No tan bien como tú, supongo. En fin, Shampoo tiene algo importante que decirte pero no por teléfono. ¿Podrías ir al parque en diez minutos?. - ¿Al parque?. ¿Y por qué no aquí o en tu casa?. Ya es de noche, ¿cuál es el problema?. Shampoo no evita ponerse nerviosa, nunca ha podido ocultar muy bien su cinismo como lo hace Nabiki Tendo, pero siempre se las arregla para obtener lo que quiere. - Es que quiero que pruebes unos panes de hierbas chinas que hice yo misma para que me des tu opinión. Si son buenos los pondremos en venta aquí en el restaurante, y por supuesto, es una sorpresa para mi abuelita y no quiero que se dé cuenta, ¿entiendes?. - Bueno, si es así, estaré allí en diez minutos. Al despedirse y colgar el teléfono, Shampoo ya saboreaba la victoria, porque sabía que tratándose de comida Ranma aceptaría hacer cualquier cosa. - Hasta el momento, la primera parte del plan se efectúa con éxito - se animaba Shampoo. Por otro lado, Ranma lo que ya estaba saboreando eran los panes chinos, pero no contaba con que Akane muy inocentemente le preguntara quién era el del teléfono. Conociendo el carácter de ella cuando Shampoo lo “acosa”, prefiere mentirle que era Ryouga y que quería hablar algo privado con él en el parque. Todo acompañado, por supuesto, con una sonrisa forjada pero efectiva. Lo único que le dice Akane es que por favor no se pongan a pelear y que no volviera muy tarde. Las luces del alumbrado público son muy intensas ante la oscura noche del vecindario, casi ninguna estrella en el cielo, sólo con la ayuda de una luna creciente. No corría nada de viento y la temperatura era agradable. Cuando él llegó, Shampoo lo esperaba con un canasto en la mano. - Bueno, ya estoy aquí. ¿Dónde están esos panes?. Ansío probarlos. Shampoo no dice nada, sólo quita el paño que cubría la parte superior del canasto y el delicioso olor de los panes calientes incitaban a Ranma a que los probase de inmediato. Eran como cinco de ellos. Ranma saca uno al instante. Además, había una botella de vino. - Traje vino para que no te atoraras - le dice Shampoo mientras Ranma se comía el primer pan, tragándoselo de inmediato, siendo este hecho el más importante en el desarrollo del plan. - ¿Vino?. No creo que sea prudente tomar vino en plena vía pública. Además, como nunca tomo podría embriagarme. ¿O acaso quieres verme tirado en el suelo con náuseas? - bromea el chico. - Ay, vamos, no tienes que tomártelo todo tampoco. Sólo lo necesario. - No, Shampoo, mejor que no. - Está bien, como quieras. Pero Shampoo no contaba con que Ryouga, o más bien, Pchan observaba todo esto, pero dormitando en los pies de un árbol cercano. Creía que era un sueño y uno no muy alejado de la realidad: Shampoo le tendía una trampa a Ranma. En su supuesto sueño, Pchan se da cuenta del engaño por la inevitable sonrisa que mostraba Shampoo, pues siempre la muestra cuando tramaba algo malo. Claro, Ranma no la notaba pues estaba muy concentrado probando los deliciosos panes chinos. Repentinamente, Ranma cae al suelo cuando comía el último pan, desmayado por el polvo somnífero que le puso Shampoo a los panes. Sin embargo, no era el somnífero que ocupaba siempre, sino que además tenía un extraño extracto de hierbas chinas que se ocupaban hace miles de años para hacer que una persona mientras dormía olvidara lo que había estado haciendo en el momento de desmayarse, teniendo efecto desde que se prueba el primer bocado. Además, el vino toma un papel importante en su plan, pues al recordar qué estaba haciendo, Ranma concluirá que fue el vino el causante de la amnesia, al no recordar que él se había negado a tomarlo. La primera parte del plan estaba lista. Sin embargo, Shampoo mira la hora de su reloj y decide marcharse, pues todavía tenía que entregar varios pedidos a domicilio. El único error de Shampoo en todo esto fue que dejó a Ranma acostado en una banca. Claro, para el plan no era mala idea, pero hubiera resultado perfecto si Pchan no hubiera estado mirando. - Listo. En quince días más te tendré en mis manos. Al ver a Shampoo alejarse en su bicicleta, Pchan cierra completamente los ojos y se vuelve a dormir. La segunda parte del plan de Shampoo tenía que esperar. ¿Qué será lo que quiere hacer para necesitar quince días y ahí recién comenzar a actuar?. A la mañana siguiente, Akane, que supuestamente iba a la escuela, va al parque muy preocupada porque Ranma no había ido a dormir a casa. Su corazonada no había fallado. Encontró a Ranma y a Pchan durmiendo juntos en misma banca. ¿Pero qué hacía Pchan allí si estaba durmiendo bajo un árbol?. Bah, no importa. Akane logra despertar a Ranma, y éste, obviamente, no entendía nada. A ella no le interesaba tampoco, así que lo acompañó a casa con Pchan en brazos durmiendo, para que se tomara un baño y buscar sus cosas para ir a la escuela. Quince días más tarde, en la tarde, Shampoo llega a la casa de los Tendo victoriosa, seguramente algo tramaba que la hacía sentir tan segura. Se le veía con un sobre en una mano y se tocaba el vientre con la otra. Al abrirse la puerta, se encuentra con Akane, con Pchan en brazos. - Shampoo, ¿qué haces por aquí?. - Y qué crees, boba. Vengo por Ranma, ¡mi Ranma!. - Nunca te rindes, ¿verdad? - responde Akane bruscamente -. ¿Y qué es lo que vas a inventar ahora para atrapar a Ranma?. - Esta vez vengo a darle una noticia a Ranma y a los Tendo que los dejará realmente impresionados. Ranma tendrá que... - ¡¡¡Tendrá que qué!!!. - ¿Quién es Akane? - pregunta Ranma desde la mesa. - Permiso, si no te molesta - dice Shampoo pasando por el lado de Akane sin mirarla, dirigiéndose hacia el comedor. Ya Shampoo en la mesa, todos se reúnen para escucharla, están los Saotome, los Tendo y también Happousai. - ¡Ya di lo que tienes que decir y márchate! - exclama Akane. - Akane, por favor, no seas descortés - reprime Kasumi -. Shampoo, puedes hablar. - Gracias, Kasumi... - todos ven como Shampoo se tocaba el abdomen con afán y paciencia mientras sostenía el sobre. Akane estaba segura de que el contenido del sobre era fundamental en la visita de ella -. Vengo del doctor. Akane, quiero que leas el contenido de este sobre en voz alta. Shampoo se lo pasa y Akane lo recibe de mala gana, pero lo tiene que hacer, así lo indicaba la mirada de su padre. Lentamente abre el sobre, saca el papel de su interior, lo extiende y prosigue a leer. - Dice: Según el diagnóstico realizado el doce de mayo del presente año, la paciente presenta síntomas claros, y no hay ninguna duda. Próxima visita en dos semanas más. Doctor Kojima Nakamura... - ¿Pero síntomas de qué?. No expresa nada, qué mal doctor es - opina Ranma. - Espera Ranma. Aún falta, por favor pon atención - le dice Shampoo -. Vamos, Akane, dilo de una vez. - ... Aquí se señala el resultado del diagnóstico... - Akane primero lo lee mentalmente y por la impresión la lengua se le paraliza. - Trae acá, que no sepas hacer nada bien - le dice Ranma quitándole el papel de las manos. Akane queda paralizada, ni siquiera se da cuenta que le quitó el papel ni tampoco escuchó sus duros reproches. Ranma tiene la misma reacción, pero desde las entrañas alcanza a balbucear algo. - Quince días de embarazo. Para todos fue un golpe muy duro. Sin embargo, no se imaginaban quien podría ser el padre. Akane logra salir de la impresión y decide preguntar algo que la tenía intranquila: - Oye Shampoo, ¿y quién es el padre?. ¿Lo conozco?. Shampoo sonríe, mirando fijamente a Ranma con recelo. Éste se siente incómodo, no es para más, cada vez entendía menos. - Por supuesto, Akane. Es más, está más cerca de lo que te imaginas. Todos se dan cuenta de la mirada de Shampoo y la siguen para ver de qué se trata. Al verlo, todos lo miran asombrado y con una gota de extrañeza.
- ¿No me digas que eres tú, Ranma? - pregunta Happousai. - ¿¡Cómo que yo!?. ¡Eso es mentira, lo puedo asegurar!. - Más te vale, Ranma - le dice Nabiki, mientras Akane suspiraba tranquila. - Oye Shampoo, ¿¡cómo puedes hacer una acusación de ese tipo sin tener pruebas concretas, no ves que el futuro de mi dojo está en juego!?. - No haría una acusación sin pruebas, señor Tendo. Verán, hace días llamé a Ranma por teléfono en la noche para que nos juntáramos en el parque y ahí sucedió todo. - ¿Fuiste tú? - se preguntaba Akane. De pronto, mira a Ranma con enojo -. ¡Ranma, tú dijiste que había sido Ryouga el que te llamó!. - No pienses mal, Akane. Shampoo está mintiendo, no te dejes engañar así. - Oye Ranma - dice Kasumi. Ella había permanecido en silencio pensando en los hechos. Claro, ella era la única que sabía que fue Shampoo la de la llamada telefónica -. ¿No piensas decir la verdad?. Y a Ranma le consta que Kasumi sabía, pues fue ella que le dijo que lo llamaban por teléfono. Con cabeza agachas decide qué hacer. - Sí, lo admito... Fue Shampoo quien me llamó. Después de esto, todos se transformó en una terrible discusión, todos en contra de Ranma, especialmente Tendo. Pchan se salió de los brazos de Akane y se dirigió al baño. Shampoo se puso delante de su amado, pero Ranma le reclamaba que saliera al instante. Akane sólo bajó la cabeza a llorar y Kasumi la consolaba. Sin embargo, decide salir corriendo a su habitación llorando. Ranma advierte esto y logra zafarse de Shampoo y de los demás para ir detrás de ella. Pero se le atraviesan esta vez en el camino Ryouga, Mousse, Ukyou y Kodachi, muy enfurecidos, por cierto. - ¿Qué hacen ustedes aquí?. - ¿¡Cómo que mi amor Shampoo está embarazada de ti? - reclama Mousse -. ¡Te mataré!. - ¡Yo lo haré primero, no permitiré que lastimes de esa forma a Akane! - exclama Ryouga. - ¡Ranma, esto no es justo! - le dicen Ukyou y Kodachi. - ¡Basta, no tengo tiempo para discutir con ustedes! - concluye Ranma ya harto de la situación. De pronto, llega Kuno Tatewaki. - Déjenlo en paz, ya era hora de que Ranma sentara cabeza con Shampoo. - Sólo lo dices porque quieres quedarte con Akane - dice Mousse. - Si quieres entrometerte hermano, no tendremos piedad contigo - le dice Kodachi. Y mientras Kuno peleaba con los otros, Ranma aprovechaba para ir en busca de Akane. Sube las escaleras y corre por el pasillo. Al llegar a la habitación, toca la puerta llamándola. - ¡Vete, no quiero verte!. - Akane, sólo deja que te explique lo que pasó. Te prometo que después no te molesto más. Él estaba pesimista. Conocía perfectamente a ella y sabía que con esto no lo perdonaría jamás. Sin embargo, no podía creer las palabras “está bien” que provenían desde el interior de la habitación. Su corazón latía muy rápido, tanto que lo escuchaba fuerte y claro. Akane abre la puerta, pero se queda ahí, prohibiéndole el paso. Ya sin lágrimas en los ojos, pero con una actitud que al propio Ranma lo hacía temblar de miedo. - Y según tú no recordabas que había pasado. - Verás, es cierto que me junté con ella, pero sólo fue para probar unos panes que había preparado, pero de allí no recuerdo más. Tienes que creerme Akane. - ¿Y por qué habría de creerte?. - Porque es la verdad. Además, sería una locura y una irresponsabilidad lo que supuestamente le hice a Shampoo. De repente, Ranma se calla. Algo le llegó a la mente. Lo último que recuerda es que Shampoo le ofreció vino. - ¿Qué pasó Ranma?. - Ahora recuerdo que Shampoo me ofreció vino, y desde allí no recuerdo nada más. - ¡Y más encima te emborrachaste! - pero se logra calmar. Al parecer, lo logra entender, las piezas se estaban ordenando poco a poco en su mente -. Ya entiendo, por eso no recuerdas lo que hiciste. - Creo que así es. Bueno, si es así, lo que dice Shampoo puede ser verdad. ¿Lo ves Akane?. Todo tiene solución. Ranma se alegra, pues lo que supuestamente hizo no lo realizó en forma consciente. Sin embargo, Akane no piensa lo mismo. - Aunque no estabas consciente, es el hecho lo que vale. - ¿Qué quieres decir con eso? - pregunta intrigado. Akane se voltea para que él no vea su sufrimiento. - Debes hacerte responsable de tus actos, así que será mejor que te vayas con ella de una buena vez. Ese bebé no tiene la culpa por tener un padre tan inmaduro. ¡Así que ya sabes, vete de aquí!. - ¿Realmente es eso lo que quieres?. - Sí, eso es lo que quiero - miente titubeando. Sin más remedio, Ranma arregla sus cosas en su mochila, se despide de los demás con mucha tristeza y se va con Shampoo al restaurante a vivir. Akane lo miraba desde la ventana de su habitación, viendo como Ranma se le iba de su vida. Ha pasado una semana desde que Ranma ha estado viviendo en la casa de Shampoo. Ella y su bisabuela lo han tratado como un verdadero rey, pero él no se siente a gusto, claro que disimula por el bebé que espera Shampoo y por lo poderosa que puede ser su bisabuela. - Espero que estés a gusto aquí, Ranma. - Claro, abuela, no se preocupe. Estoy muy feliz aquí - contesta con esa sonrisa que siempre logra engañar. En un momento de tranquilidad, Ranma había ido al parque a pensar un poco. Trataba de recordar lo que había pasado esa noche, pero por más que intentaba no podía lograrlo. Para él, todavía seguía siendo una situación muy extraña. - Todavía no puedo creer lo que hice. Es cierto que yo hago las cosas sin pensar, pero si realmente hice eso lo debería recordar. Además, yo nunca tomo vino, es raro que no recuerde si tomé o no. Pero de pronto, comenzó a recordar otro tipo de situaciones que habían pasado en el parque. Las tantas veces que había venido junto a Akane, las tantas peleas que tenía con Happousai, la vez que se fue a vivir en la parte de los juegos con su papá y las innumerables peleas con Mousse y Ryouga. - ¡¡Ryouga, eso es!!. Recuerdo que Akane me dijo que esa mañana desperté junto a Pchan. Quizás él vio algo en la noche. Y partió en busca de Ryouga, más que mal, ¿qué podía perder?. Era la única manera de librarse de tal responsabilidad. Lo busca por toda la cuidad. Tokio es una cuidad demasiado grande. Al final, lo encuentra en un sector muy alejado del vecindario, casi llegando a las afueras. Está muy cansado, se le fue todo el día. Ya estaba atardeciendo y Ryouga cocinaba algo junto a su carpa. - Ryouga, qué bueno que te encuentro. Sin embargo, la alegría que irradiaba Ranma se contrastaba notoriamente por el disgusto que irradiaba Ryouga. - ¿¡Qué haces aquí, Saotome!?. ¡Mejor anda a hacerle compañía a tu novia!. - Sólo te pido un momento, es algo de suma urgencia. - ¿¡Sabes que por tu irresponsabilidad, Akane está sufriendo mucho!?. ¡Tuve que escapar de la casa porque no pude soportar verla tan destruida!. - Sí, tienes razón, pero lo que tengo que preguntarte puede cambiar las cosas. - Está bien, pero sólo lo hago por Akane. Ryouga al final desiste en su indiferencia contra Ranma y accede a que le pregunte. Ranma le cuenta que Akane lo había visto dormir como cerdo junto a él esa mañana y le preguntó si de por casualidad había visto lo de la noche. Ryouga lamentablemente no se acordaba de nada. Sólo recuerda que despertó en la habitación de Akane. Ranma se retira decepcionado, un poco triste porque Ryouga al final lo echó de allí. Había perdido toda esperanza, lo único que esperaba era lo que le preparara el destino. En la casa de los Tendo estaban cenando, pero sin Akane. Se vivía un ambiente silencioso, triste, acongojado. - Cómo hecho de menos a ese Ranma, ya no tengo a quien molestar - comenta Happousai. - Yo también lo extraño - dicen Kasumi y Nabiki más tristes que él. - Sí, nunca pensé cuánto quería a ese muchacho - explaya Tendo. - Oiga, Tendo. Ojalá no sea una molestia que me quede aquí a vivir - opina Genma. - No se preocupe, Saotome. Usted aparte de ser un amigo, es uno más de la familia. Además, Ranma necesita estar sólo para reflexionar en lo que hizo. - Sí, es mejor que lo deje solo por ahora. - Difícil que esté solo si vive en esa casa - opina Nabiki -. A pesar de todo, siento pena por él. Es una injusticia que viva con Shampoo si no está enamorado. Él ama a Akane y debería estar con ella a su lado. Además, no puedo dejar de creer que en toda esta situación hay gato encerrado. - Boberías, jovencita. Si realmente amara a Akane, no hubiera hecho lo que hizo - dice Happousai. - Creo que el maestro tiene razón esta vez - opina Kasumi. - Siempre la tengo. - Por más que he intentado de que se casen, creo que ahora no tiene remedio. Esperaba que mi dojo quedara en manos de Ranma. ¡Esto pasa por lo mal que ha educado a su hijo, Saotome!. Pero Genma se echa agua fría con un balde y se convierte en panda, sacando un letrero con algo escrito y una pelota de playa. El letrero se lo pasa a Tendo para que lo lea y se pone a jugar con la pelota. - ¿A ver?. Aquí dice: “Yo no sé nada, sólo soy un panda que quiere divertirse”. Todos quedan mirando al panda con rabia, pues siempre escapa de los problemas con el mismo método. - Y pensar que lo tendremos que aguantar por el resto de nuestras vidas. Por cierto, ¿dónde está mi pequeña?. - Está en su habitación. Dijo que no quería comer - concluye Kasumi. En su habitación, Akane sufría una de sus peores crisis emocionales. Estaba tirada en su cama, llorando a ratos, no queriendo hacer nada, ni siquiera iba a la escuela. Lo único que hace es recordar algunas situaciones que ha vivido al lado de Ranma: la vez que pelearon por primera vez en el dojo, cuando él se comportó como gato y la besó, las situaciones inesperadas en la obra de teatro, la vez que fueron a la playa y los problemas con las pastillas del amor, la vez que ella lo acompañó cuando él perdió su fuerza, cuando estuvo a punto de casarse con Shampoo por ese hilo mágico y ella lo impidió, las Navidades que pasaron juntos, las innumerables veces que ha luchado contra muchas chicas por él... y esto sigue (me sé los capítulos de memoria, ¿verdad?). Al final, concluye que “él no vale nada”, pues a pesar de los recuerdos que tienen juntos, siempre anda sufriendo por culpa de él. Bueno, así es el amor, ¿no Akane?. Ryouga, acostado en la carpa, reflexiona en la visita que le hizo Ranma. De pronto, recuerda el supuesto sueño que había tenido. Comienza a pensar y a pensar y se da cuenta de que en realidad no fue un sueño y que en verdad estaba con Ranma la mañana siguiente. - Si esto realmente pasó, Ranma nunca la tocó, es más, él se desmayó y Shampoo lo dejó durmiendo en una banca y se fue al instante... - reflexionaba asombrado del engaño que estaba siendo víctima su amigo -. Esto lo tiene que saber Akane..., pero... Había un problema, tenía que decidir qué hacer, qué era lo mejor. Es cierto que al estar Ranma con Shampoo, Akane quedaría libre para que él pueda conquistarla; pero por otro lado, no podía permitir tal engaño que estaba siendo víctima Ranma y que Akane sufriera tanto por ello. Ya decidido, resuelve en actuar de inmediato, tenía que avisarle a Akane, no importa la hora, esto no puede seguir así. Eran alrededor de las diez de la noche y en la casa de los Tendo quedaban Kasumi y Nabiki en pie, tomando té caliente por las frías noches de primavera. Ryouga al verlas, decide decirle a ellas porque no se atrevía a ver a Akane en el estado emocional en que se encontraba. En cuanto Ryouga terminó la versión de la historia, ellas van de inmediato a despertar a Akane a contarle lo que pasaba. - Oye, narrador, yo estaba casi segura que había gato encerrado, ¿recuerdas?. Sí, ya lo sé Nabiki. No es para emocionarse tanto. ¿Qué sucederá si Akane descubre que en realidad Ranma no es el padre de ese bebé?. ¿Shampoo realmente estará embarazada o sólo es un invento para atraparlo?... O quizás quiera ganarse un Oscar, quién sabe. ¿Pero qué pasa con el diagnóstico del Dr. Nakamura, será verdad?.Un fanfic de LGContinuará...
Ya saben, mátenme escribiéndome un mail por cualquier reclamo o sugerencia.