Capítulo #4:
“El peor engaño
del mundo"
Parte 2
Original de Rumiko Takahashi
Fanfic escrito por Felipe Torres durante octubre y noviembre de 1999
y editado entre el 6 de marzo y el 25 de abril del 2001.
“Si tan sólo Ranma supiera lo que siento por él, esto no estaría sucediendo. Soy una cobarde, nunca me atreveré a decírselo. Ni siquiera lo hacía sentir como mi prometido. Qué boba fui...”. Así pensaba Akane llorando tirada en su cama boca abajo. Sentía como el mundo se le venía encima: su novio posiblemente tenía que casarse a la fuerza por un error que él mismo cometió, y la ha dejado sola, sufriendo por un amor casi imposible. Tocan la puerta y Akane se seca las lágrimas. “Pase”, dice media acongojada. Kasumi y Nabiki entran lentamente a la pieza. Sabían perfectamente lo que le tenían que decir y tenían la esperanza de que todo se resolviera lo antes posible. - Akane, tenemos que hablar contigo - le dice Kasumi. - Si es sobre Ranma, sólo vienen a perder el tiempo. - Lamentablemente, nos tendrás que escuchar quieras o no - dice Nabiki casi ordenándole -. Verás, vino Ryouga y nos dijo algo que quizás te ayude a recuperar a Ranma. - ¿¡Y quién les dijo que quería recuperar a Ranma, no se dan cuenta que ese irresponsable podría casarse con la suelta de Shampoo!? - contesta Akane agresiva, pero al ver que la actitud de sus hermanas no había cambiado recobra la calma -. No se merece que me ponga así por él. No quiero saber que existe. - Escucha Akane - prosigue Kasumi -. Quizás no creas esto, pero Ryouga estaba esa noche en el parque y vio que Ranma nunca tocó a Shampoo. Es más, Ranma se quedó dormido y Shampoo lo dejó durmiendo en la banca y después se fue. No, no era suficientemente convincente para que Akane lo creyera. Habían muchas cosas que no coincidían, como: - ¿Y qué me dicen del diagnóstico de ese doctor Nakamura?. Esa es la prueba que tiene Shampoo. - ¿Y por qué no le preguntas al doctor Tofou? - opina Kasumi -. Quizás él pueda decirte algo sobre ese doctor Nakamura. Akane lo tomó como un buen consejo. Iría a la mañana siguiente a visitar la consulta del doctor Tofou. Después, Nabiki quiso salir a comprar una soda a la tienda de la esquina y después ir a dar un paseo en la oscura noche para pensar un poco en cómo solucionar el problema de Ranma y Akane... - ¿Lo ves narrador?. Yo nunca me equivoco en estas cosas. Era muy difícil que Shampoo tuviera síntomas tan pronto. Además, nunca he escuchado que diagnostiquen embarazo a la segunda semana. No cabe duda que soy muy lista, ¿no?. Ya me lo dijiste Nabiki, y por favor no me interrumpas de nuevo... - OK, pero sin enojarse. Ah, los jóvenes de hoy son tan simples. Déjame ser, ¿quieres?. Está bien, está bien. Qué chica... Volviendo a la historia, Ranma estaba sentado en la rama de un árbol en un lugar cerca del río. Muy rara vez se le notaba que le preocupara algo, pero ahora sí: tenía que hacerse responsable de algo que ni siquiera estaba seguro cien por ciento. Además, había desilusionado a la gente que lo quería. - Ranma, ¿por qué no bajas de allí?. Pareces un mono. - ¿Nabiki? - se extraña mirando para la calle. Dieron un paseo juntos y conversaban. Realmente, Ranma necesitaba hablar con alguien. - Oye Ranma. No creas que estoy enojada contigo por lo que pasó. Al contrario, veré la forma de ayudarte. - Realmente te lo agradezco Nabiki, aunque creo que ahora nadie me puede ayudar. Me haré responsable de lo que suceda y si es necesario me casaré con Shampoo. Ranma realmente se veía muy mal y Nabiki se dio cuenta. De pronto, ella se detiene, y ante la sorpresa de Ranma, lo abraza fuertemente. - No te preocupes. Ya se me ocurrirá algo. Recuerda que sé manejarme en este tipo de situaciones. - Realmente te agradezco lo que estás haciendo. No me lo esperaba de tu parte - No es nada... sólo son diez mil yens. Esto siempre pasaba, pero en esta ocasión Ranma no esperaba que Nabiki lo hiciera. - No te pagaré nada, prefiero arreglármelas solo - contesta toscamente. - Vamos, no te enojes. Fue sólo una broma. Shampoo se estaba acostando. Eran como las una de la madrugada y el cielo estaba estrellado. Se saca el cojín que ocupa para disimular su embarazo y pensaba: “Ahora sí. Ya nadie me podrá separar de Ranma nunca más”. Estaba tan tranquila que se durmió apenas se recostó en la cama. Antes de que amaneciera, el maestro Happousai llega ebrio a la casa Tendo. Eran como las cinco. Entró y tropezaba con todo. Sin embargo, había algo que lo tenía contento: “Sin Ranma en la casa, Akane está libre y sin nadie quien la proteja. Creo que le haré una visita a su habitación. Será muy divertido...”. Mientras, Akane no podía dormir. Estaba pensando cuántas posibilidades tenía Ranma de que ese bebé no fuera de él. Realmente eran escasas. De repente, siente pisadas que venían de la escalera. Akane se asusta cuando las pisadas se empezaban a escuchar cada vez más cerca. La puerta se abre y tras la oscuridad los brillantes ojos de Happousai se dejan ver. - Hola. ¿Cómo estás, linda Akane?. No sabía qué hacer. Antes, cuando Happousai la molestaba siempre Ranma estaba allí para protegerla, pero ahora la situación era distinta. - Descuida, no te haré daño. Yo sólo quiero un poquito de cariño - decía el maestro mientras se acercaba a la cama. Nabiki, que había ido al baño por un vaso de agua, veía sigilosamente lo que sucedía en la habitación de Akane: “Lo único que faltaba. Que el maestro Happousai se quiera pasar de listo. Todo es por culpa de esa Shampoo. ¿¡Por qué Ranma la tuvo que conocer!?. Es una tramposa y una víbora... pero dos personas pueden jugar el mismo juego”, concluye su pensamiento con una sonrisa de astucia. - ¡¿Maestro Happousai, cómo se atreve a acosar a una chica embarazada, no sea descarado?! - exclama Nabiki tan fuerte que Tendo, Genma y Kasumi despiertan y van a ver que pasaba. - ¿¿¿¡¡¡Embarazada!!!??? - exclamaron el maestro, Akane y todos los que llegaron. Nabiki se acerca a Akane rápidamente y le conversa al oído. - Tú sólo sigue el juego. Confía en mí. - ¿Te das cuenta de lo que dijiste?. Me estás poniendo en problemas muy serios. Más tarde, se reunieron todos los que habitaban la casa Tendo en el salón de té a conversar del tema. Sound Tendo toma la palabra, como siempre. - Akane, yo sé que parte de la culpa es mía por no ocuparme de tus problemas femeninos... pero sí quiero saber una cosa - Akane estaba muy nerviosa. Nabiki la metió en un problema aún mayor. Lo que pretendía era muy difícil y tenía un alto precio -. ¿El padre de esa criatura es Ranma, verdad?. Akane se sorprende. Creyó que le preguntaría otra cosa como cuándo pasó o algo más indirecto. Antes de responder, mira a Nabiki y ella mueve la cabeza afirmativamente. - Sí, papá. Él es - responde temerosa imaginándose lo peor. Hubo un silencio que rodeó todo el ambiente por un lapso corto. - Bueno, aunque no era el método que quería - decía Tendo mirando a Genma -, es una excusa para que se realice boda, ¿no cree Saotome?. - Así lo creo, Tendo. Permanecieron serios por un rato y luego descargaron de felicidad. Pasó lo esperaban hace tanto tiempo. - ¡¡¡Celebremos entonces!!! - exclaman los dos padres ante la sorpresa de los demás, especialmente de Akane. - Pero, papá. Yo creí que te enfadarías conmigo porque... - Ay, hija. No pienses en eso ahora. No ves que es malo para el bebé. Además, no creo que debas ir a clases por hoy, por lo menos. Ya sabes, no queremos que le pase nada al bebé, ¿no es cierto Saotome?. - Por supuesto Tendo. No queremos que nada postergue la futura boda. - Pero es que... - persistía en su punto de vista pero terminó por rendirse ante la alegría de los mayores -. Bueno, celebremos entonces - concluye sin mucho entusiasmo. - ¡Kasumi, trae la champaña!. Esto hay que celebrarlo. Luego, Akane y Nabiki se fueron a conversar a la habitación de la afectada para aclarar algunos puntos pendientes. - Nabiki, dime cuál es el motivo de este engaño. ¿Te das cuenta que estamos actuando igual que la tramposa de Shampoo?. - No te preocupes. Todo es por el bien tuyo y de Ranma. - ¿Y me puedes decir qué gano yo con esto?. - No te hagas la que no sabes. Volviendo al tema, este juego es sólo por algún tiempo. Mientras tanto, hay que averiguar quién es ese tal doctor Nakamura y contactarnos con él. - Buena idea, ¿pero por qué tengo que estar embarazada?. - Cómo tan boba. Si Ranma llega a saberlo, la boda entre él y Shampoo no se podrá hacer - aclara -. Ahora, vas donde el doctor Tofou y le preguntas sobre el doctor Nakamura. - Bien, iré enseguida. Akane caminaba por una calle del vecindario camino al consultorio del doctor Tofou. El cielo estaba despejado y el ambiente de verano ya se sentía en el calor de la brisa. De pronto, al dar la vuelta en una esquina se encuentra frente a frente con Ranma, chocando con él. Después de mirarlo a los ojos por unos segundos, se da cuenta de que iba acompañado de Shampoo. Su reacción inmediata fue dar vuelta la cara en forma rápida, enojada y avergonzada. - Akane, ¿quieres fijarte por donde caminas?. No ves que le puedes hacer daño a mi bebé - le reprime Shampoo abrazando más a Ranma y acariciándose la barriga, o mejor dicho, el cojín. - No es para tanto, quizás no se fijó o quizás... - No necesito que me defiendas, Ranma. Mejor sigan con su romántico paseo y déjenme en paz. Akane opta por seguir su camino, sin mirarlos al pasar por el lado. Ranma mira como Akane se aleja cada vez más, pero Shampoo lo recrimina y lo empuja logrando proseguir con el paseo, pero seguía mirándola de reojo. Dos cuadras más allá, entra en el consultorio de doctor Tofou. Él la recibe como siempre, muy alegre y dispuesto a ayudar en lo que fuera necesario. Tofou es un hombre alto, muy atractivo (para las mujeres, claro), inteligente, como de veinticinco años o más, siempre vestido con un traje azul marino de karate, usa anteojos redondos y tiene el pelo levemente amarrado en una cola muy corta. Akane le cuenta lo que pasó desde la noche en que Ranma salió para juntarse con Shampoo hasta lo que pasó hoy en la mañana. - Si lo que tú me cuentas es verdad, es muy grave lo que le están haciendo Shampoo y su abuela. - Aunque en parte se lo merece, me gustaría que supiera toda la verdad, pero no tengo cómo comprobar lo contrario. - Con respecto a la idea de Nabiki, nos podría servir para mantener a Ranma lejos de Shampoo por el momento. Y con respecto a ese doctor, yo me encargo de hacer algunasaveriguaciones. Si mi memoria no me falla, él trabaja no muy lejos del centro comercial. Iré a hacerle una visita. - Muchas gracias doctor - exclama con suma felicidad, pero se controla de inmediato -. Todo sea para que Shampoo no se salga con la suya. Tofou sonríe. - Bien Akane. Tendrás que ser valiente para hacer lo que te voy a decir, pues yo pondré en peligro mi reputación y prestigio como doctor con esto. Éste es el plan... Ya era mediodía. El sol calentaba suavemente y los pájaros cantaban felices. Junto a ellos, Akane caminaba por la calle con destino a realizar lo planeado con su amigo, el doctor Tofou. Sentía mariposas en el estómago de puros nervios. Llega al restaurante de comida china de la bisabuela de Shampoo, el Nekohanten. Entra y se ve que estaba lleno de clientes. El pobre de Mousse estaba de mesero, mientras Shampoo le trataba de dar la comida a Ranma en la boca, pero éste se negaba y prefería comer solo. Pensó que había mucha gente para hacer lo que tenía que hacer. Aprovechando, decide sentarse lejos de ellos y llama a Mousse. Él corre de inmediato. - ¿Akane, qué haces aquí?. Es muy peligroso. - Luego lo vas a saber. Por mientras, tráeme un plato de tallarines por favor, estoy que me muero de hambre. Y no le digas a Ranma y a Shampoo que estoy aquí, menos a la abuela, te conviene mucho. - Entendido. Te los traigo de inmediato. A pesar de ser algo despistado, el chino cegatón entendió el mensaje y con mucha precaución le sirvió la orden a Akane. Ya con el plato de tallarines en la mesa, decide comer sin llamar mucho la atención para no ser descubierta. Pasa el tiempo lentamente. Ya eran como las tres de la tarde y la gente comenzaba a retirarse. Akane, ya con la visión del restaurante más despejada, echa una ojeada hacia donde estaban Ranma y Shampoo: él estaba comiendo por su cuenta y ella estaba escribiendo algo. Mousse se sienta con Akane. - Míralos, es así todo el tiempo: por más que Shampoo le dé atenciones, él no le responde en lo más mínimo - comentaba Mousse. - ¿Ah sí?. Pues en la mañana iban paseando por la calle muy juntitos. - Eso fue porque la abuela lo amenazó con aplicarle una moxibustión (truco para neutralizar la fuerza de una persona). - Qué raro. Yo creía que sólo el maestro Happousai sabía hacer ese truco... ¿Y tú qué haz hecho al respecto?. No olvides que eres el prometido de Shampoo. - ¿Y qué puedo hacer?. Tendrán un hijo juntos. Por la única razón que no he regresado a China es porque tengo la esperanza que no todo está perdido. - Eso te lo puedo asegurar - dice Akane. Se para de la mesa y, ante la mirada extrañada de Mousse por ese comentario, se acercaba a la mesa en donde estaba la pareja. Ranma seguía comiendo y Shampoo había dejado de escribir y se había sentado al lado de él. Sin embargo, el acoso de ella era tan insoportable que Ranma se corría para un lado, pero no hacía mucho escándalo por el bebé. - Ranma, ¿por qué te escapas?. - ¿Será necesario que te lo diga? - contesta seriamente pero comiendo, tratando de cortar lo más rápido posible la conversación. - Te conviene tratarme mejor o sino le diré a mi bisabuela. Mientras más se acercaba, más nerviosa estaba Akane, a tal punto que se imaginó una escena que podría pasar: Ella llega como una heroína ante una desconcertada Shampoo y a un sorprendido Ranma. - No puedo creer que hasta lo amenaces. Y yo que creí que se llevaban bien - dice Akane apareciéndose ante sus miradas. Mousse observaba a la distancia. - A-akane, ¿qué haces a-aquí? - pregunta temerosamente Ranma. - Akane, ya sabes que eres bienvenida como cliente, pero te agradecería que no nos molestaras cuando Ranma y yo estamos juntos. - ¡Oye, no le hables así! - le reprime Ranma. - Sólo te traje esto Shampoo - dice mientras deja caer el sobre que le dio el doctor Tofou. Shampoo mira el sobre y luego a Akane llena de curiosidad.
Siguiendo con el sueño... Shampoo lo abre sin pensar en lo que podía decir. Lo lee y queda pasmada, anonadada, sorprendida, atónita. Luego de ese lapso, se recupera un poco. - ¿Esto es una broma de mal gusto o qué pretendes?. - Tú que crees, Shampoo. - A ver, Shampoo. ¿Qué dice? - dice Ranma quitándole el papel, pero Shampoo reacciona de inmediato y se lo quita y Akane a ella -. Qué les pasa. Quiero saber qué dice, ¿o acaso no se puede?. - Verás, Ranma - dice Akane muy decidida al principio, pero después se da cuenta de lo que tiene que decir y las palabras no le querían salir de su boca - Es que... Verás... Yo también estoy... - balbuceaba mientras Shampoo se comía las uñas y Ranma escuchaba con atención -. Yo también estoy embarazada de ti. Ranma al principio lo tomó con una sonrisa, pero luego le sorprende tanto que dice “ahora sí que lo he escuchado todo” y se desmayó allí mismo. Ambas chicas corren a socorrerlo. Akane lo toma del cuello y Shampoo de la cabeza. Sus miradas se encuentran violentamente. - ¡Oye, Akane, no toques a mi prometido!. - ¡Cómo que tu prometido!. ¡Nunca lo ha sido ni jamás lo será!. Además, yo quedé embarazada como una semana antes que tú, así que tengo prioridad. - ¿Ah, sí?. Si te pasó antes, ¿por qué no se te nota en el estómago?. Ese fue el detalle que se les olvidó planear, pero pensó en algo rápido y resolvió en corto. - No todas las mujeres somos iguales. Es más, yo diría que a ti se te notó demasiado temprano y tienes mucho para el poco tiempo que llevas. Ahora la que estaba en aprietos era Shampoo, pero se libra de inmediato. - Bueno, tú misma lo dijiste, no todas somos iguales, aunque me parece muy extraño que no te hayas dado cuenta hasta hoy. Se trataban de pillar entre ellas, cuál de las dos cometía el error. Al terminar el sueño, Akane logra convencerse de que algo así podría pasar, así que eso iba a hacer. Todavía no se daban cuenta que ella se acercaba pues estaban concentrados en su discusión. Le faltaban dos mesas por pasar. - Ya empezaste con tus amenazas Shampoo. - Es que nunca creí que fueras tan terco Ranma. Menos mal que pasado mañana nos casamos. Ojalá que cambies tu actitud. Al escuchar esto, Akane desvía su trayecto y se oculta debajo de la mesa que faltaba para llegar. - Por favor Shampoo, ni me lo recuerdes que no estoy de humor. - Por lo menos, tengo la esperanza que algún día me querrás como yo te quiero a ti - dice poniéndose acaramelada nuevamente. - Espérate sentadita. Akane no aguanta más y se escabulle mesa por mesa, sin que nadie advirtiera su presencia. A la salida del restaurante, Mousse la detiene. Akane tenía la cabeza baja. - ¿Qué pasó Akane?. ¿Por qué te arrepentiste?. Akane le costaba levantar la cabeza y abrir los ojos. - Se van a casar pasado mañana. Y se va corriendo desconsolada, mientras Mousse no salía de la impresión; al parecer, su corazón se había destrozado. Lo peor de todo, es que a Akane se le cayó el certificado del doctor en el camino. En otro lado de la cuidad, el doctor Tofou entraba al consultorio del doctor Nakamura. Él era uno de los doctores más importantes y con más prestigio en Tokio, y su consultorio parecía un gran hospital. Por suerte no tenía consultas, así que atendió de inmediato al doctor Tofou. Su oficina era enorme y elegante. Se preguntaba de dónde la bisabuela de Shampoo habrá sacado el dinero para pagar la consulta, si a lo menos le debieron haber salido diez mil yens. "Mejor hubiera ido conmigo, le hubiera salido gratis", pensó. - Cómo está colega Tofou, ¿qué lo trae por aquí?. - Verá, quiero saber si hace como un tiempo atrás vino una niña china de cómo dieciséis años a hacerse unos exámenes de embarazo. Se llamaba Shampoo. - Es muy difícil saberlo. Me llegan muchos pacientes. Iré a preguntarle a mi secretaria. Este teléfono se averió y aún no lo han venido a reparar. Ya no hacen las cosas como antes. Discúlpeme. El doctor Nakamura sale de la oficina y a Tofou le da por curiosear. De pronto, encima del escritorio, encuentra un montón de certificados y todos firmados, pero nada escrito. Así que saca uno y se lo guarda. Justo entra el doctor Nakamura, pero no lo vio. - Mi secretaria dice que una niña llamada Shampoo tuvo una consulta conmigo, pero ese mismo día tuve que ir a una emergencia al Hospital Municipal. - ¿Eso quiere decir colega que usted en ningún momento la atendió?. - Así es colega. Ni siquiera alcanzó a pagar la consulta. Con esta información, Tofou empieza a armar el rompezabezas del engaño de Shampoo. Ya de noche pero sin ganas de dormir, Ranma miraba las estrellas desde la terraza de una pieza en la casa de la bisabuela de Shampoo. Recordaba con tristeza las innumerables veces que compartió este momento junto a Akane y que nunca aprovechó para estar a gusto con ella. Nunca creyó que la extrañaría tanto. - ¡Futuro yerno, ya es muy tarde! - grita desde adentro Cologne. - Espere abuela, iré a dar una vuelta. Regreso enseguida. Y salta a la calle desde ahí, con rumbo incierto, dejándose llevar por el sentido de la noche. Después de caminar durante media hora, se da cuenta que pasa frente a la casa de los Tendo. Mira hacia adentro y todas las luces estaban apagadas. Creyó que la suerte lo trajo hasta aquí o que realmente quería venir y no se daba cuenta. - No sé por qué tengo estas ganas de ver a Akane. Nunca antes me había pasado. Debe ser porque he vivido tanto tiempo con ella, y ahora que no, debo extrañarla un poco. Trataba de buscarle una explicación lógica, pero mientras lo hacía, saltó la muralla y pasó por el jardín, luego trepó hasta el segundo piso y llegó hasta la ventana de Akane. Puso la oreja para ver si había algún ruido. Al no escuchar nada decidió abrir la ventana y entrar. Mientras tanto, Akane no podía dormir, estaba tirada en la cama con pijama y boca arriba escuchando música con el “personal estéreo” de Nabiki, así que no escuchó cuando Ranma forzó la ventana. Ranma entró como un verdadero ninja: ni un sólo ruido. Akane no se dio cuenta y seguía escuchando música, tarareando la melodía. Ranma la mira pensando: “Me imagino lo tranquila que debe estar sabiendo que yo no estoy en casa... No sé por qué estoy aquí, pero en fin, creo que ya es hora de irme. Ya hice lo que tenía que hacer”. Pero cuando Ranma se alistaba para irse, Akane murmura unas cuantas palabras: - Menos mal que Nabiki me lo prestó, necesitaba distraerme un poco. El tema de mi embarazo realmente me tiene muy nerviosa. Si tan sólo Ranma estuviera aquí conmigo, todo sería más fácil... Claro, él ya tiene otro compromiso y de seguro no le agradaría nada saber que tiene otro hijo conmigo, así que desistiré. - ¿¡QUÉ, EMBARAZADA DE MÍ!? - exclama Ranma abriendo toda la boca, no muy fuerte. Akane lo escucha y se saca los audífonos. Lo ve tapándose la boca. - Ranma, ¿qué haces aquí? - pregunta temerosa. - ¿Yo? - dijo atontado todavía -... Sólo vine a dar una vuelta, pero nunca me imaginé que me encontraría con una sorpresa así - contesta riendo de ironía. - Qué raro, creí que te sorprenderías más al escucharlo. De repente, Ranma se toma la cabeza. Por fin entiende en la situación crítica en la que estaba y sale rápidamente por la ventana, sin que Akane pueda alcanzarlo antes. Esa noche, Ranma no durmió. Al día siguiente, Akane fue a preguntarle al doctor Tofou qué había pasado ayer y él le contó. Por supuesto, Akane no entendió mucho. - No es tan mala la situación Akane. Creo saber lo que pudo haber sucedido pero necesito más información, aún hy muchas cosas que no encajan en esta historia. Cada vez las cosas estaban peor para ella: Ranma no tomó muy bien su supuesto embarazo y no se supo nada concreto de la falsedad de Shampoo. Se le empezaba a pasar por la cabeza que Ryouga quizás se podía haber equivocado. Y hablando de él, supo que las cosas iban igual que hace tiempo y que Ranma se casaba al día siguiente, así que decidió intervenir. Se consiguió una grabadora de bolsillo y partió a la casa de Shampoo. Decide entrar por el restaurante. Sin que nadie lo viera, entra a la cocina y se moja la cabeza con agua fría convirtiéndose en Pchan, y en su hocico llevó la grabadora. Se paseó por la casa y en una habitación encuentra a Shampoo peinándose. Entra y se oculta, esperando a que Shampoo dijera algo comprometedor. Aguardó veinte minutos hasta que comenzó a hablar sola, así que echó a andar la grabadora. - Por fin, desde mañana nadie me podrá separar de Ranma. Mi esfuerzo valió la pena, aunque no haya sido el método más honrado, pero sirvió. Si se entera que entré a la oficina del doctor mientras la secretaria estaba distraída y saqué un certificado firmado, de seguro que Ranma nunca me lo perdonaría. Pchan para la grabadora y sale de la habitación, pero justo Shampoo se le ocurre mirar para allá y descubre a Pchan. - ¡Oh no, es Ryouga!. ¡¿Qué hago?!. ¡Se lo dirá todo a Akane! - exclama en chino -. Debo actuar de inmediato, no perderé el tiempo con ese cerdo, de seguro no sabrá llegar a la casa de los Tendo, no antes que pueda hacer algo. Y corre a la habitación de Ranma. Él estaba echado en su cama destruido y confundido. Había estado pensando en muchas cosas. Shampoo entra de sopetón. - ¡Ranma, tienes que casarte con Shampoo de inmediato y no te atrevas a contradecirme! - le ordena prepotentemente. - Has lo que quieras, pero terminemos con esto de una buena vez - contesta sollozando. - Entonces arréglate que partiremos a la iglesia en media hora. Primero llamaré al Padre para avisarle. Ranma ya no oponía resistencia. Su mente estaba tan turbada que para él la mejor solución era terminar de inmediato con el problema. Ya terminada su misión, Pchan, es decir, Ryouga se marcha rápidamente y toma rumbo a casa de los Tendo. El único problema es que no sabe qué dirección tomar, justo como lo quería Shampoo. Ranma estaba listo. Se había vestido entero de negro y la camisa blanca, la abuela se vistió muy elegante y Shampoo de novia, que por cierto se veía muy hermosa (alucino con sólo imaginármela). Salieron de inmediato con dirección a la parroquia del vecindario, siendo vistos por todos incluyendo a Ukyou. Ella no lo podía creer y llama de inmediato a Akane por un teléfono público. Ella atiende y Ukyou le cuenta desesperadamente. Pero la abuela la descubrió y le aplicó el truco de la explosión, dejándola inconsciente, pero alcanzó a darle el mensaje a Akane, quien no pierde ni un segundo y corre hacia la parroquia. Ella llega en la parte donde el Padre dice “si hay alguien que se opone a esta unión que hable ahora o calle para siempre”. Ranma tiene la cabeza baja y espera a que el cura diga que ya están casados y salir de esta presión. Shampoo le dice al Padre: “¿Para qué pregunta eso si no hay nadie?. Además, este es un matrimonio que no se puede posponer”. - ¡Pues yo me opongo! - grita Akane desde la entrada. Shampoo y Ranma se dan vuelta lentamente y encuentran a Akane caminando hacia ellos, mientras en la entrada aparecen el doctor Tofou con Ukyou en brazos, Mousse, Genma y toda la familia Tendo. - Tú no te puedes oponer porque yo estoy esperando un... - Tú no estás esperando a nadie. Ranma, escucha: todo esto es una farsa para engañarte. Yo sí estoy embarazada de ti. - ¡¿QUÉ?! - se preguntó él y la mayoría. - Shampoo tiene un certificado que dice lo contrario. Qué tal si nos muestras el tuyo y veremos si estás mintiendo o no - propone la china. - Sí Akane. Demuestra que no estás mintiendo - dice Ranma seriamente, mientras Shampoo sonríe malévolamente. Akane lo empieza a buscar pero sin éxito. - Ups... Se me perdió - dijo y el doctor Tofou se toma la cabeza. - ¿Lo ves Ranma?. No le hagas caso y mejor sigamos con la ceremonia. Pero Ranma estaba perdido en sí mismo. Los ojos se le achicaron, se le subió la sangre a la cabeza, ahora se dio cuenta de lo que iba a hacer. - No... No puedo hacerlo. Y corre. En su camino se le atraviesa la abuela Cologne, desafiándolo a pasar. Pero ella le mira los ojos a Ranma llenos de desesperación y odio mezclados. Eso bastó para dejarla paralizada. Akane sale tras él, y más atrás los demás. - ¡Ranma, detente por favor!. - ¡Déjame!. ¡Todos ustedes me quieren ver destruido. Ya no quiero más compromisos!. ¡Ya no me importa el bebé de Shampoo o el tuyo!. ¡¡¡Sólo déjenme en paz!!!. No sabía para donde corría. Sin darse cuenta, cruza una calle y venía un camión. Cuando éste toca la bocina, ahí recién se da cuenta pero no reaccionó. Akane se lanzó empujando a Ranma hacia la vereda; menos mal, el camión ni siquiera la tocó. Después de unos segundos inconsciente, Ranma se levanta preocupado únicamente de Akane y de su supuesto bebé. Se acerca donde estaba ella y la acomoda en sus brazos. A parecer, el susto lo hizo recapacitar. - He sido un tonto - murmura mientras despierta Akane -. Te traté muy mal y tú arriesgaste tu vida y la del bebé para salvarme. - Hice lo que cualquier persona hubiera hecho... Al menos, se postergó el matrimonio. Ranma le acarició el abdomen con delicadeza. Ambos sonríen. - Al parecer, no le pasó nada... - pero se pone a pensar profundamente -. Un momento... ¿Cómo puedes estar embarazada de mí si nunca a pasado nada entre nosotros?. Akane no alcanza ni a pensarlo cuando llegan los demás. Se preocupan de Akane y del bebé, pero ella quería decirles que en verdad ese bebé no existía. De pronto, llegan Shampoo y su bisabuela muy disgustadas, por cierto. - Ranma, déjate de tonterías y regresemos a la iglesia - exclama Shampoo prepotente. - ¡Cómo se te ocurre pensar en eso con lo delicada que está Akane!. - ¿Y aún le sigues creyendo?. ¿No te das cuenta que inventó todo esto para molestarnos?. - La que está mintiendo eres tú - contra ataca Akane -, ¿o me vas a negar que lo que tienes ahí es un cojín?. Shampoo se toca inmediatamente el cojín poniéndose muy nerviosa. - Cómo te atreves a dudar de algo tan delicado. No tienes ninguna prueba. Y de la nada, aparece Pchan todo sucio; al parecer, nunca dio con el camino correcto y se metió en problemas, agotándose por ello. Además, traía la grabadora en su cuello y al ser pequeño no aguantaba tanto peso colgando. - Pchan, ¿qué te pasó... y qué traes ahí?. Pchan salta a sus brazos y Akane le saca la grabadora y la prende, enterándose todos del plan de Shampoo y su bisabuela. Las miradas no se desviaban de ellas. - Shampoo, ¿fuiste capaz de engañarme de esa forma? - pregunta Ranma decepcionado. Shampoo no puede contestar y con la vieja Cologne empiezan a retroceder poco a poco. - ¿Ésta era la prueba que me pedías Shampoo? - le pregunta Akane sarcásticamente. - Será mejor que nos vayamos nietecita - dice Cologne. - Está bien, pero no te me escaparás tan fácilmente Ranma. Ya te darás cuenta que esa chica que está allí no te merece - advierte Shampoo escapando con Cologne perdiéndose en el horizonte. Ranma exhala profundamente sonriéndole a Akane. Ha pasado un día completo, y Ranma se ha comportado más caballero que nunca con Akane, supuestamente por el bebé. En la cena, Sound Tendo y Genma Saotome proponen un brindis por el futuro bebé y por los padres. A Ranma por primera vez no se le ve enojado por una situación así; pero Akane no se sentía bien, tenía que decir la verdad. Sólo estaba buscando el momento preciso para hacerlo. Al día siguiente, Ranma y Akane fueron a la escuela después de mucho tiempo de inasistencia. A la hora de almuerzo, Ranma se había acomodado debajo de la sombra de un árbol. Pensaba de lo que se había salvado. Akane llega a acompañarlo, estaba dispuesta a decirle todo. Se sienta a su lado con las rodillas en alto, apoyando su cabeza en ellas por un rato. Luego, levanta la cabeza y lo mira fijamente. - Sabes, hay algo que debo decirte... - No hace falta que lo digas - dice serio -. Ya sé que no estás embarazada... Nunca ha pasado nada entre nosotros, en cambio con Shampoo no estaba seguro. - En cuanto llegue a casa les diré todo a la familia, pero por favor no te enojes conmigo, yo sólo lo hice para... - No importa por qué lo hiciste, pero sí te lo agradezco. Gracias a ti y a los demás el matrimonio no se realizó - Ranma, frío como siempre, se pone de pie -. El descanso ya terminó, es hora de volver al salón de clases - Akane baja la cabeza triste, pero él ofrece su mano sonriendo -. Vamos, ¿no querrás llegar tarde o sí?. - No, claro que no - responde aceptando la ayuda y juntos van a clases. Por lo menos, no terminaron enojados. Mientras Akane camina algo contenta y aliviada, Ranma mantiene una actitud fría, tosca, distante; empieza a reflexionar. Está enojado consigo mismo por ser tan mentiroso y cobarde para enfrentar la situación con Shampoo, y tan frío para enfrentar la situación con Akane. Pero aún le queda mucho tiempo para arreglar las cosas, le queda toda una vida.Un fanfic de LG
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