Dejan lo que tienen, en Benito Juárez,
Emigran familias enteras.
Por Francisco Reza
CIUDAD OBREGÓN, Sonora (PH)
La difícil situación económica en el Valle del Yaqui y Sur del Estado obliga a familias enteras a emigrar a la frontera o arriesgar la vida cruzando de ilegal a Estados Unidos.
Esto, según pobladores, se debe a la falta de oportunidades en la región.
En municipios como Benito Juárez es tal la gravedad de la situación y la desesperación de sus pobladores que más del 30% de sus habitantes han dejado lo poco que tienen, para buscar un mejor futuro en otro lugar.
Ciudades y poblados como Villa Juárez, el Campo 77, Guadalupe, El Paredón Colorado, Quiriego, Batacosa, Francisco Villa, incluso Obregón, son puntos de partida de decenas de jóvenes que a diario salen a buscar trabajo lejos de sus familias.
En el Valle del Yaqui, el antes conocido a nivel mundial como “Granero de México”, de las 240 mil hectáreas cultivables, en este ciclo dejaron de sembrarse 140 mil hectáreas.
Eso dejó sin empleo a miles de jornaleros que dependen netamente de esta actividad.
Pero lo peor apenas está por venir, ya que por sexto año consecutivo no habrá segundos cultivos.
Por lo que aquellos que lograron emplearse en los primeros cultivos quedarán desvalidos si no encuentran otra forma de trabajo o no reciben ayuda del Gobierno.
Se van 7 hijos a EU -
En Villa Juárez la situación es crítica de acuerdo a las estimaciones del alcalde Víctor Molina Beltrán, más del 30% de los habitantes del Municipio de Benito Juárez dejaron todo para buscar una oportunidad en otro lugar.
Al platicar con los pobladores es raro no encontrarse a alguien que no tenga a un familiar en el “otro lado”, o en Nogales, Mexicali o Tijuana.
Tal es el caso de José María Piña Hermosillo, quien la madrugada del 15 de junio despidió a tres de sus siete hijos, quienes partieron a Nogales y Estados Unidos para conseguir trabajo.
“Claro que no me gusta lo que hicieron, pero qué puedo hacer, qué puedo ofrecerles para retenerlos si no hay trabajo y no tengo nada para ayudarlos, incluso los que están allá me dicen que me vaya para estar todos juntos”, expresó Piña Hermosillo.
Sus hijas Cecilia, Estela y Óscar Eduardo, de 22, 20 y 18 años, respectivamente, partieron a la frontera de Nogales, con la esperanza de cruzar a Estados Unidos donde buscarán un trabajo.
Sus otros hijos, Hermes de 23 años y Jesús de 30, esperan a sus hermanos en el vecino país, donde tienen ya tiempo de laborar, además de Palmira, de 25 años, quien consiguió su residencia estadounidense, aunque vive en Nogales, Sonora.
“Pero no me puedo ir porque todavía me queda otra hija acá, que se llama Dulce Andrea Piña Enríquez, que estudia Derecho en la Unison de Navojoa, y ella dice que no se va, que se queda a ver cómo sale adelante”, aseveró.
02/08/2004 12:00:00 a.m. |