Abd�n y Sen�n, nobles persas, fueron acusados ante el emperador Decio de haber socorrido a los m�rtires, y de haber enterrado sus santos restos. Se los apremi� a que renegaran de Cristo, se les record� la nobleza de su cuna, pero respondieron que su ma yor t�tulo de nobleza era ser servidores de Dios.
Fue ron desgarrados a latigazos, les echaron encima a dos leones y cuatro osos, pero estas bestias feroces se echaron a
sus pies. Finalmente, el emperador los hizo decapitar, en Roma, hacia el a�o 250.
MEDITACI�N
BUENO ES SERVIR A DIOS y NO AL MUNDO
I. Muy pocas cosas pide Dios a sus servidores, y esas cosas son honrosas, �tiles y agradables. Es honroso servir a Dios, aun en el mundo, porque los servidores de Dios son respetados desde que son conocidos. Es �til servirle: Dios no tiene necesidad de nosotros, nosotros no podemos pasarnos sin �l. Este servicio es agradable, porque la pr�ctica de la virtud es conforme con la raz�n, y Dios colma de consuelos celestiales 8 quienes le sirven. Experimenta la ver dad de lo que te digo: sirve a Dios fielmente, y pronto confesar�s que el placer de servir a un Se�or tan bondadoso excede al trabajo de guardar sus
mandamientos.
II. Los adoradores del mundo, por el contrario, sufren intolerable servidumbre. �Acaso no es una verg�enza ser esclavo del demonio y de las propias pasiones? Los hombres voluptuosos desprecian, en el fondo de su coraz�n, a sus compa�eros de libertinaje. La felicidad no puede reinar en un coraz�n
des garrado por los remordimientos de la conciencia y agitado por las tempestades de las pasiones. Un poco de oro, una falsa estima, que habr� de abandonarse muy pronto, he ah� las vanas recompensas con que premia el mundo a sus secuaces; y, con todo, hay que sufrir m�s para contentar al mundo que para contentar a Dios. (San Agust�n).
III. �De d�nde proviene que el mundo tenga m�s seguidores y Jesucristo tan pocos servidores? De que se dejan las ense�anzas de Jesucristo para no pensar sino en las m�ximas del mundo.
�Qui�rese gozar de los bienes presentes y se desprecian los de la vida futura! Se
sigue la costumbre y el empuje de las pasiones, y no la doctrina infalible de Jesucristo. Llam�se Jesucristo Verdad y no costumbre. (Tertuliano). El amor de Dios Orad por Persia ORACI�N
Oh Dios, que para elevar a la cumbre de la gloria
a los bienaventurados Abd6n y Sen�n, enriquecisteis su coraz�n con la abundancia de vuestra gracia,
con ceded a vuestros servidores el perd6n de sus pecados, y que la intercesi�n de vuestros santos m�rtires nos libre de toda adversidad. Por
J. C. N. S. Am�n.
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