Déjanos tu mensaje en el Libro de Visitas
|
|
XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero (1936-39)
Una guerra silenciosa tras las líneas enemigas
Alberto Bru Lista GCE
|
Los batallones guerrilleros republicanos en la Guerra Civil Española Podemos aventurar que la República Española fue el primer pais en la historia militar moderna en incorporar comandos guerrilleros en un ejército regular. La industria de Hollywood más tarde se apropiaría de esta innovación militar, como muchas otras que se crearon en la vieja Europa durante la 2a Guerra Mundial. El SIFNE comunicó a Burgos el 8-7-37 desde su base francesa en Biarritz que, según una persona que había estado en contacto con el Estado Mayor gubernamental en Valencia, el Gobierno de la República destinaba mensualmente 200.000 pesetas para fomentar el desorden en zona enemiga. No
sólo para eso servía esa suma de dinero: los integrantes
del Batallón de Guerrilleros, debían, además,
difundir el descontento, practicar el sabotaje, proceder a la destrucción
de vías férreas, dar golpes de mano y atentar contra
ciertos personajes. En suma, todo un plan de actividades más
o menos parecidas a lo que más tarde, ya durante la Segunda
Guerra Mundial, tomaría el nombre de comandos o
los Boinas Verdes USA en Vietnam. El informe añadía
que estos fondos los manejaba un tal José Coello de Portugal,
un teniente coronel de E.M., socialista y hombre de confianza de Indalecio
Prieto. |
El
peor enemigo de los guerrilleros fue siempre -y sobre todo en la posguerra-
la Guardia Civil. Su mejor aliado, la población civil y el campesinado,
y además de la noche, la foresta, la niebla y el monte. Otro
aliado, sería la adecuada vestimenta y su propio equipo personal
del que se eliminaba todo lo superfluo, pesado o ruidoso para el desenvolvimiento
de sus operaciones con todo sigilo que les permitiese pasar desapercibidos. "Los Cinco" Hacia el 15 de marzo
de 1938, un grupo compuesto de 70 guerrilleros se infiltró en
zona enemiga, en la provincia de Guadalajara. Eran básicamente
dinamiteros, pero si se terciaba practicaban, de paso, operaciones de
espionaje. De ordinario sólo permanecían infiltrados en
campo faccioso por espacio de unos ocho o diez días y luego regresaban
a sus bases en zona republicana. La operación
de sabotaje la repitieron dos veces con fortuna, pero a la tercera tuvieron
que escabullirse. Vestían con boina azul oscuro (la clásica
bilbaína) o negra, jersey verde, camisa azul, sin
distintivos o divisas de rango, abrigo largo azul marino cruzado, alpargatas,
zapatos o botas de piel de becerro de piel vuelta, tipo serraje. Todos
los comandos iban provistos de fusil ametrallador generalmente Schmeisser
o Labora y granadas de mano ofensivas y defensivas de fabricación
francesa. Llevaban consigo documentación falsa, con carnet de
Falange. Su contraseña era: Los cinco. El grupo se vio auxiliado por un viejo zorro que conocía al dedillo la comarca; se trataba de un albañil quizá guadalajareño que vivía en Madrid, de 32 anos, que se hacía llamar El Carbonero. Le ayudaba como guía -popularmente conocidos como "prácticos"- otro conocedor del terreno: Ojo de Trapo, tuerto, probablemente hijo de la zona. Como se ha dicho,
se infiltraron en las líneas enemigas al menos por tres veces;
la primera fue el 10 de diciembre de 1937: hicieron sabotajes y diferentes
tareas de espionaje. La segunda en el 2 de enero de 1938, con los mismos
fines que antes. Sin obstáculos graves en ambas ocasiones. Todos
regresaron sanos y salvos. Mas en la tercera operación se tropezaron
con que el lugar estaba bien defendido y tuvieron que alejarse. Les
fué imposible cumplir su misión, pero al menos ninguno
del grupo se dejó allí la piel, lo que ya es mucho decir,
y habla de su sangre fría y alto nivel de preparación.
De
hecho, abundan en 1938 los informes secretos enviados a Burgos con la
denuncia de sabotajes; incluso en uno de ellos, con fecha 25-7-38, del
SIPM, hay quejas sobre la desproporción entre el esfuerzo republicano
en tareas de sabotaje y el realizado por los sublevados y hasta se hizo
alusión a un artículo aparecido en el periódico
Solidaridad Obrera, de Bar-celona, el 22-5-38 con el título Las
guerrillas, modalidad de guerra popular que debe ser alentada
(pág. 2 de dicho pe-riódico). El poeta Miguel Hernández
se haría eco de esta necesidad en un interesante reportaje titulado
"Guerrilleros en Galicia, 1936", denunciando el abandono de
este gran potencial -por calidad y cantidad- tras las líneas
enemigas, por el gobierno republicano. Intento fallido nacionalista: Los "Grupos C" Siguiendo esa línea
de creciente sensibilización ante la acción de los guerrilleros,
el SIPM llegó a solicitar, por entonces, que se le permitiese
reclutar a 25 hombres por sector (Comandancia de División) para
formar lo que ese organismo llamaba Grupos C, es decir,
personal dedicado a practicar el sabotaje y las explosiones en campo
gubernamen-tal. En el informe se sugería que a cada miembro de
ese Gru-po C se le gratificara con cinco pesetas por día.
Ahora -decía el informe con evidente amargura- los efectivos
no lle-gan a 150 falangistas. El total de lo que se propone sería
disponer de 600 hombres y 90.000 pesetas por mes. Luego se subrayaba
la importancia de la lucha de guerrillas otorgada por los republicanos,
añadiendo que éstos disponían de unos 6.000 hombres
para tales operaciones, con un presupuesto no inferior a los tres millones
de pesetas. Al pie del citado informe se lee un comentario manuscrito
que dice: A S.E. no le parece bien esta propuesta porque dice
que no es práctica. Lo que a su juicio da resultado es reclutar
para estos grupos a gente del país o región donde tienen
que dar los golpes de mano. No parece descaminado pensar que la
observación proviniese del mismo general Franco.
Tras las líneas enemigas En ocasiones, sin
embargo, la identificación del guerrillero era posible con toda
precisión. Tal fue el caso del comba-tiente Antonio Buitrago
Ruiz de Ubaco, natural de Puertollano, de la provincia de Ciudad Real,
al que se calificaba de elemento de acción y peligrosísimo.
El hombre habitaba en Madrid y era o había sido uno de los líderes
del XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero. Entre la documentación
consultada en el S.M. figura una foto del personaje: tiene 26 años,
rostro alargado y sonriente, más evocador de actividades deportistas
o de inquietudes estudiantiles que de dinamitero; sus ojos son claros
y su abierto y limpio mirar, un tanto ensoñadores, pa-recen recordar
la existencia de una novia y largas horas de paseos amorosos en el Retiro
madrileño. No obstante, el joven -en la ilustración casi
un mozalbete- era un guerrillero de activísima trayectoria, con
un denso historial de golpes y destrucciones tras las líneas
enemigas. Un guerrillero muy buscado: varias cartas insistían
en que se le debía dar caza. Pero en el dossier no figura ningún
documento que permita deducir que el luchador hubiese sido capturado.
Al menos hasta el 11 de agosto de 1938 (Valencia del Cid), fecha del
documento de la Policía Militar. Acerca de la actuación de los guerrilleros en Extremadura, existe un documento con un organigrama que puede ser orientativo: Las oficinas de
Almadén estaban, al parecer, en contacto con el Gobierno republicano.
Estas informaciones que los nacionalistas lograban del orbe
gubernamental podían o no ser aproximadas con la realidad, y
como tales aproximaciones deben ser admitidas, apañe su indudable
mérito y valor. En el mismo marco cabe situar la información
que los sublevados consiguieron del adversario, sobre la existencia
de una emisora utilizada por un comando del XIV Cuerpo de Ejército
republicano; sintetizada la información al respecto resultaba
el siguiente cuadro; Emisora clandestina
de los guerrilleros que emite con el nombre en clave Guerrilleros. ¿Cuál
fue el grado de eficacia de los guerrilleros gubernamentales? Cedamos
la palabra a Adriano Romero que fue diputado del 16 de febrero y activo
miliciano: El Cuerpo de Guerrilleros fue bastante eficaz y estaba
bien organizado, pero no llegó a adquirir la importancia necesaria
para llevar a cabo acciones de envergadura. Sus unidades no estaban
permanentemente en la retaguardia facciosa; sólo efectuaban exploraciones,
sabotajes y golpes de mano, a la vez que recogían informaciones
de los enlaces situados en campo enemigo. Con todo ello no
puede decirse que este cuerpo adquiriera un volumen capaz de inquietar
seriamente a la retaguardia adversaria. El llamado XIV Cuerpo de Ejército,
dirigido fundamentalmente por comunistas, no contaba con toda la ayuda
necesaria, ni los mandos militares y políticos superiores tenían
gran interés en crear un verdadero ejército guerrillero. En un artículo
anteriormente citado, se ofrecían motivos para fomentar ese género
de lucha; entresacamos un fragmento: La reciente
hazaña que significó el golpe de mano en la zona
de Motril (Fuerte de Carchuna), constituye una realización
terminante de la eficacia del método de lucha a que nos referimos.
No hay que olvidar, tampoco, la acción heroica de las partidas
de guerrilleros que, por su propia cuenta, a gran distancia de la zona
leal, actúan en territorio faccioso. En las montañas de
Huelva, de Asturias, de Galicia, hay valerosos camaradas nuestros que
mantienen en jaque a grandes contingentes facciosos. Por todo esto es
preciso que se dé a las guerrillas su cabal importancia, y es
de esperar que desde los Organismos oficiales que corresponde, se den
las facilidades indispensables y se aliente a los hombres y formaciones
dispuestas a actuar dentro de esa característica modalidad de
lucha." Fuerte de Carchuna (Motril, Granada) Como queda dicho,
los guerrilleros realizaban, fundamentalmente, operaciones de exploración,
sabotaje y golpes de mano. Según testimonios de veteranos ex-guerrilleros
como Elizaveta Parshina era muy habitual realizar la captura de prisioneros
enemigos para su posterior interrogatorio en la base de la unidad o
en el Estado Mayor. Raramente emprendieron acciones de secuestro si
no era con el objetivo de obtener informacion del campo enemigo. Sin
embargo, tenemos noticia de un secuestro realizado, según cabe
suponer, en octubre de 1938, pues el informe lleva fecha 1 de noviembre
de 1938. En efecto, un grupo de guerrilleros se adentró en territorio enemigo, concretamente en un área situada entre Segovia y La Granja. Una vez allí, y sin que sepamos los motivos de la operación, detuvieron a un teniente del Ejército franquista y se lo llevaron al campo gubernamental. Ahora bien, como el teniente iba acompañado, pues viajaba en un coche con otro teniente y un capitán, además del conductor, mataron a los otros dos oficiales, mientras se les escapaba el chófer. ¿Qué pudo mover al mando respectivo a ejecutar una acción pareja?¿Su objetivo era ese teniente en especial?¿Por qué conservaron al teniente y mataron al capitán, que por susuperior rango probablemente disponía de más informacion?¿Les suponía un estorbo llevar más prisioneros cruzando campo enemigo? ¿Alguno de sus prisioneros se pusieron nerviosos y ante el peligro que eso conllevaba los ejecutaron?¿Acaso fue el fruto de una lucha impensada y meramente circunstancial? En el informe se indicaba que la jefatura de estos guerrilleros estaba en el Molino Moyániz, en el Km. 49 de la carretera de Madrid-Guadalajara, y que se hallaban sujetos a la 300 División. Queda flotando el interrogante, y ello, según nos tememos, para siempre. |
||||||||||
Fuentes: D.
Pastor Petit "Los dossiers secretos de la
guerra civil" (Argos Vergara) y
Hugh Thomas en "La Guerra Civil Española" (Mondadori).
|
|
|||||||||
Documentos: Nuestro amigo Javier Núñez nos envia una transcripción de un documento militar franquista hallado en el Archivo general Militar de Ávila: (AGM de Avila) titulo: INFORMACION
SOBRE EL ENEMIGO, Guerrilleros Rojos.- Misiones Lo que se comunica
para su conocimiento y el de sus subordinados. Y yo a V.S. para que
lo haga llegar a conocimiento de sus subordinados, acusandome recibo
del presente escrito y dandome cuenta posteriormente de haber quedado
cumplimentado lo que se ordena. |
|
|
¿Conoces un lugar? ¿Conoces una historia? ¡Envianos tus comentarios!
VER Libro Visita FIRMAR Libro Visita