Profe Cossoli

 
 

Lecturas que hacen bien

 

Página 3

 

 

 

"Cuanto más leas, mejor"

 

 

 

 

CONTENIDO DE ESTA PÁGINA

 

Textos para pensar

 

¿Qué vas a SER cuando seas grande?   El hombre y el mundo
¿Es el amor un arte?   La vida es un proyecto

Como hacer frente al resentimiento y el odio

  Los sentimientos
  Cinco frases

 

 
 

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  ¿Qué vas a SER cuando seas grande?  
     
 

 

Hay muchas preguntas que nos acompañan hasta justo antes de la adultez, una de ellas es: “¿Qué vas a ser cuando seas grande?. La suelen hacer los familiares, un invitado, el profesor y a veces un compañero o un amigo. En muchos casos esa pregunta toma esta forma “¿Qué vas a estudiar cuando seas grande?. A mí me parece que en esta forma se presenta más a menudo. A mi tiempo, también me tocó responderla, pero en su segunda forma.

 

Hoy pienso que la forma “qué vas a estudiar…” es una pregunta tendenciosa y limitadora y que va después de “qué vas a ser…”. Si bien no podemos discutirle a los adultos la necesidad de estudiar, la conveniencia de prepararnos para la vida adulta en sociedad, sí podemos discutir la forma en que se nos presenta este “aliento” para la futura vida.

 

Me parece que la mejor presentación de esta futura obligación es la primera forma de la pregunta: ¿Qué vas a ser cuando seas grande? Y hago hincapié en la palabra ser. Creo que, en la época temprana de nuestras vidas, debemos preocuparnos por contestar la pregunta por el “ser”: queremos ser expertos en pepinos?, licenciados en leyes; antropólogos; deportistas; comerciantes; filólogos?, etc. ¿A  quién de nuestros conocidos nos gustaría parecernos? ¿En medio de qué situaciones nos imaginamos viviendo cuando seamos grandes?, ¿qué objetos o instrumentos nos vemos manejando, reparando, construyendo, desarmando, etc.? ¿Atender a qué tipo de personas, animales, situaciones, etc.? ¿Responder qué preguntas, consultas, requerimientos, etc. Creo que estas son las preguntas que pueden aclararnos un poco la visión de la vida futura, porque algún día llegará y tendremos que asumir responsabilidades igual a la que ahora tienen las personas que nos cuidan. Nos llegará el momento de tener personas a cargo, cuidar de su bienestar, salud, hacerlos felices, etc. Tal como ahora sucede con nosotros.

 

Una vez contestada esta pregunta (¿Qué vas a ser cuando seas grande?) se verá la contestación a la segunda forma: qué estudiar. Si queremos ser deportistas ¿estará bien ingresar en un profesorado de educación física?; si nos vemos como políticos ¿deberemos seguir una licenciatura en ciencias políticas o bastará con estudiar derecho?; si nos atraen los animales ¿estudiaré veterinaria o agronomía?. Como ves, primero hay que aclarar la pregunta por el SER y luego buscaremos el cómo llegar a eso: qué ESTUDIAR.. Creo que a cosa merece pensarse antes de la conclusión del trayecto del polimodal (secundario), ¿no te parece?.

 

 
 
     
  ¿Es el amor un arte?  
     
 

 

¿Es el amor un arte? En tal caso, requiere conocimiento y esfuerzo. ¿O es el amor una sensación placentera, cuya experiencia es una cuestión de azar, algo con lo que uno "tropieza" si tiene suerte?

 

Todos están sedientos de amor; ven innumerables películas basadas en historias de amor felices y desgraciadas, escuchan centenares de canciones triviales que hablan del amor, y, sin embargo, casi nadie piensa que hay algo que aprender acerca del amor.

 

Esa peculiar actitud se debe a varios factores que, individualmente o combinados, tienden a sustentarla. Para la mayoría de la gente, el problema del amor consiste fundamentalmente en ser amado, y no en amar, no en la propia capacidad de amar. De ahí que para ellos el problema sea cómo lograr que se los ame, cómo ser dignos de amor.

 

Para alcanzar ese objetivo, siguen varios caminos. Uno de ellos, utilizado en especial por los hombres, es tener éxito, ser tan poderoso y rico como lo permita el margen social de la propia posición. Otro, usado particularmente por las mujeres, consiste en ser atractivas por medio del cuidado del cuerpo, la ropa, etc. Existen otras formas de hacerse atractivo, que utilizan tanto los hombres como las mujeres, dependiendo de lo que el ambiente social valore más en ese momento y lugar. Muchas de las formas de hacerse querer son iguales a las que se utilizan para alcanzar el éxito, para "ganar amigos e influir sobre la gente".

 

En realidad, lo que para la mayoría de la gente de nuestra cultura equivale a digno de ser amado es, en esencia, una mezcla de popularidad y sex-appeal.

 

La segunda premisa que sustenta la actitud de que no hay nada que aprender sobre el amor, es la suposición de que el problema del amor es el de un objeto y no de una facultad. La gente cree que amar es sencillo y lo difícil encontrar un objeto apropiado para amar -o para ser amado por él-. En las últimas generaciones el concepto de amor romántico se ha hecho casi universal en el mundo occidental. En los Estados Unidos de Norteamérica, si bien no faltan consideraciones de índole convencional, la mayoría de la gente aspira a encontrar un "amor romántico", a tener una experiencia personal del amor que lleve luego al matrimonio. Ese nuevo concepto de la libertad en el amor debe haber acrecentado enormemente la importancia del objeto frente a la de la función. 

 

Hay en la cultura contemporánea otro rasgo característico, estrechamente vinculado con ese factor. Toda nuestra cultura está basada en el deseo de comprar, en la idea de un intercambio mutuamente favorable. La felicidad del hombre moderno consiste en la excitación de contemplar las vidrieras de los negocios, y en comprar todo lo que pueda, ya sea al contado o a plazos. El hombre (o la mujer) considera a la gente en una forma similar. Una mujer o un hombre atractivos son los premios que se quiere conseguir. "Atractivo" significa habitualmente un buen conjunto de cualidades que son populares y por las cuales hay demanda en el mercado de la personalidad. Las características específicas que hacen atractiva a una persona dependen de la moda de la época, tanto física como mentalmente.

 

De cualquier manera, la sensación de enamorarse sólo se desarrolla con respecto a las mercaderías humanas que están dentro de nuestras posibilidades de intercambio. Quiero hacer un buen negocio; el objeto debe ser deseable desde el punto de vista de su valor social y al mismo tiempo, debo resultarle deseable, teniendo en cuenta mis valores y potencialidades manifiestas y ocultas. De ese modo, dos personas se enamoran cuando sienten que han encontrado el mejor objeto disponible en el mercado, dentro de los límites impuestos por sus propios valores de intercambio. En una cultura en la que prevalece la orientación mercantil y en la que el éxito material constituye el valor predominante- no hay en realidad motivos para sorprenderse de que las relaciones amorosas humanas sigan el mismo esquema de intercambio que gobierna el mercado de bienes y de trabajo.

 

El tercer error que lleva a suponer que no hay nada que aprender sobre el amor, radica en la confusión entre la experiencia inicial del "enamorarse" y la situación permanente de estar enamorado o, mejor dicho de "permanecer" enamorado. Si dos personas que son desconocidas la una para la otra, como lo somos todos, dejan caer de pronto la barrera que las separa y se sienten cercanas, se sienten uno, ese momento de unidad constituye uno de los más estimulantes y excitantes de la vida. Y resulta aún más maravilloso y milagroso para aquellas personas que han vivido encerradas, aisladas, sin amor. Ese milagro de súbita intimidad suele verse facilitado si se combina o inicia con la atracción sexual y su consumación. Sin embargo, tal tipo de amor es, por su misma naturaleza, poco duradero. Las dos personas llegan a conocerse bien, su intimidad pierde cada vez más su carácter milagroso, hasta que su antagonismo, sus desilusiones, su aburrimiento mutuo, terminan por matar lo que pueda quedar de la excitación inicial. No obstante, al comienzo no saben todo esto; en realidad, consideran la intensidad del apasionamiento, ese estar "locos" el uno por el otro, como una prueba de la intensidad de su amor, cuando sólo muestra el grado de su soledad anterior.

 

Esa actitud -que no hay nada más fácil que amar- sigue siendo la idea prevaleciente sobre el amor, a pesar de las abrumadoras pruebas de lo contrario. Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor. Si ello ocurriera con cualquier otra actividad, la gente estaría ansiosa por conocer los motivos del fracaso y por corregir sus errores o renunciaría a la actividad. Puesto que lo último es imposible en el caso del amor, sólo parece haber una forma adecuada de superar el fracaso del amor, y es examinar las causas de tal fracaso y estudiar el significado del amor.

 

El primer paso a dar es tomar conciencia de que el amor es un arte como es un arte el vivir. Si deseamos aprender a amar debemos proceder en la misma forma en que lo haríamos si quisiéramos aprender cualquier otro arte, música, pintura, carpintería o el arte de la medicina o la ingeniería.

 

¿Cuáles son los pasos necesarios para aprender cualquier arte? El proceso de aprender un arte puede dividirse convenientemente en dos parte: una, el dominio de la teoría; la otra, el dominio de la práctica. Si quiero aprender el arte de la medicina, primero debo conocer los hechos relativos al cuerpo humano y a las diversas enfermedades. Una vez adquirido todo ese conocimiento teórico, aún no soy en modo alguno competente en el arte de la medicina. Sólo llegaré a dominarlo después de mucha práctica, hasta que eventualmente los resultados de mi conocimiento teórico y los de mi práctica se fundan en uno, mi intuición, que es la esencia del dominio de cualquier arte. Pero aparte del aprendizaje de la teoría y la práctica, un tercer factor es necesario para llegar a dominar cualquier arte el dominio de ese arte debe ser un asunto de fundamental importancia, nada en el mundo debe ser más importante que el arte. Esto es válido para la música, la medicina, la carpintería y el amor. Y quizás radique ahí el motivo de que la gente de nuestra cultura, a pesar de sus evidentes fracasos, sólo en tan contadas ocasiones trata de aprender ese arte. No obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás tiene más importancia que el amor: éxito, prestigio, dinero, poder; dedicamos casi toda nuestra energía a descubrir la forma de alcanzar esos objetivos, y muy poca a aprender el arte del amor.

 

¿Sucede acaso que sólo se consideran dignas de ser aprendidas las cosas que pueden proporcionarnos dinero o prestigio, y que el amor, que "sólo" beneficia al alma, pero que no proporciona ventajas en el sentido moderno, sea un lujo por el cual no tenemos derecho a gastar muchas energías?

 

Extractado de "El Arte de Amar" de Eric Fromm . Tomado de la Web.

 

 
 
     
  Como hacer frente al resentimiento y el odio  
     
 

 

Diálogo con Krishnamurti

 

Pregunta: Si he de ser perfectamente honesto debo admitir que casi todo el mundo me provoca resentimiento y a veces odio. Eso hace que mi vida sea muy desdichada y penosa. Entiendo intelectualmente que soy ese resentimiento, ese odio, pero no pueda hacerle frente. ¿Puede Ud. mostrarme el camino?

 

Krishnamurti: Veamos qué entendemos por "intelectualmente". Al afirmar que comprendemos algo intelectualmente, ¿qué queremos decir con eso? ¿Existe algo que pueda llamarse comprensión intelectual? ¿O es que la mente sólo comprende las palabras, porque ese es nuestro único medio de comunicarnos unos con otros? ¿Comprendemos algo verbalmente? Eso es lo primero en que tenemos que ser bien claros: si la llamada "comprensión intelectual" no es un impedimento a la comprensión.

 

La comprensión, por cierto, es integral, no dividida ni parcial. O comprendo algo, o no lo comprendo. El decirse a uno mismo: "yo comprendo algo intelectualmente", es sin duda una barrera para la comprensión. Es un proceso parcial, y, por lo tanto, no es en modo alguno comprensión.

 

Pues bien, la pregunta es ésta: yo, que estoy resentido, que estoy lleno de odio, ¿cómo he de librarme de ese problema, o cómo he de hacerle frente? ¿Cómo hacemos frente a un problema? ¿Qué es un problema? Sin duda, un problema es algo que perturba. Por favor, ¿me permitís que os insinúe algo? Prestad simplemente atención a lo que estoy diciendo. No tratéis de resolver vuestro, problema de odio y resentimiento observadlo, no más. Aunque es difícil penetrar el problema de modo que al final os veáis libres de él, veamos si podemos hacerlo ahora. Será un experimento bastante interesante si lo intentamos juntos.

 

Yo estoy resentido, lleno de odio; detesto a la gente, y eso me causa dolor. Y me doy cuenta de ello. ¿Qué he de hacer? Este es un factor que perturba mucho mi vida. ¿Qué tendré que hacer? ¿Cómo estaré realmente libre de ello?

 

No se trata tan sólo de desprenderme de ello por el momento, sino de librarme fundamentalmente de ello. ¿Cómo habré de proceder?

 

Ahora bien, esto para mi es un problema porque me perturba. Si no fuera una cosa perturbadora, no sería problema para mí, ¿verdad? Porque causa dolor, perturbación, ansiedad, porque creo que es feo, quiero librarme de él.

 

Por consiguiente, es a la perturbación que yo me opongo, ¿no es así? Le doy diferentes nombres en distintos momentos, en diferentes estados de ánimo; un día lo llamo esto, y otro día otra cosa. Pero el deseo, en el fondo, es no verme perturbado. ¿No es eso? Como el placer no perturba, lo acepto. No deseo librarme del placer porque en él no hay perturbación, al menos por el momento. Pero el odio, el resentimiento, son factores muy perturbadores en mi vida, y yo deseo librarme de ellos.

 

De suerte que mi interés es no ser perturbado, y estoy buscando una manera de no ser nunca perturbado. ¿Y por qué no he de serlo? Yo tengo que ser perturbado para des-cubrir algo, ¿no es cierto? Yo tengo que pasar por tremendos trastornos, disturbios, ansiedades, para poder descubrir, ¿no es así? Porque si no me veo perturbado, me quedaré dormido. Y tal vez sea eso lo que la mayoría de nosotros desea en realidad: que se nos apacigüe, que se nos haga dormir, alejarnos de toda perturbación, hallar aislamiento, reclusión, seguridad. Si a mí no me importa, pues, ser perturbado (realmente, no superficialmente) si no me importa ser perturbado porque deseo descubrir, entonces mi actitud hacia el odio, hacia el resentimiento, sufre un cambio, ¿verdad? Si no me preocupa el estar perturbado, entonces el nombre no tiene importancia ¿no es así? La palabra "odio" no es importante; ¿lo es acaso? O el "resentimiento" contra la gente carece de importancia, ¿no es así? Porque entonces experimento directamente el estado que llamo resentimiento sin verbalizar esa experiencia. No sé si me explico bien.

 

En otros términos: la ira es una condición muy perturbadora, como lo son el odio y el resentimiento; y muy pocos de nosotros experimentamos la ira directamente sin verbalizarla. Si no la verbalizamos, si no la llamamos "ira", la experiencia es por cierto distinta, ¿verdad? Como la definimos, con ello reducimos la experiencia nueva a lo viejo o la fijamos en términos de lo viejo. Mientras que si no la nombramos, hay entonces una experiencia que se comprende directamente, y esta comprensión efectúa una transformación en el momento de esa vivencia. ¿Me explico con claridad? Por favor, esto no es sencillo.

 

Consideremos por ejemplo la mezquindad. La mayoría de nosotros no nos damos cuenta si somos mezquinos -mezquinos en cuestiones de dinero, mezquinos para perdonar a la gente; mezquinos simplemente, bien lo sabéis.

 

Estoy seguro que esto nos resulta familiar. Ahora bien, dándonos cuenta de ello ¿cómo vamos a libramos de esa condición? No se trata de llegar a ser generosos que no es lo importante. El estar libre de mezquindad implica generosidad; no necesitáis volveros generosos. De suerte que, evidentemente, hay que darse cuenta de ello. Puede que seáis muy generosos al hacer un gran donativo a vuestra sociedad a vuestros amigos, pero terriblemente mezquinos en cuanto a dar más propina; bien sabéis lo que yo entiendo por "mezquino". Uno no es consciente de ello. Cuando uno llega a darse cuenta de ello, ¿qué ocurre? Nos esforzamos por ser generosos, tratamos de vencer, nuestra mezquindad, nos disciplinamos con el fin de ser generosos, etc.

 

Pero, después de todo, el ejercitar la voluntad para ser algo sigue siendo parte de la mezquindad, dentro de un círculo mayor. Así, pues, si no hacernos ninguna de esas cosas y simplemente nos damos cuenta de lo que implica la mezquindad. sin aplicarle un término, veremos que ocurre una transformación radical. Consideremos la ira: si no le dais un nombre y simplemente la experimentáis, no a través de la "verbalización", ya que la "verbalización" es un proceso que menoscaba la experiencia; si no le dais un nombre, entonces ella se agudiza, se torna muy violenta y actúa como una sacudida; y sólo entonces es posible ser libre.

 

Tened a bien experimentar con esto. Primero, uno tiene que ser perturbado; y es obvio que a casi ninguno de nosotros le gusta ser perturbado. Creemos haber hallado una norma de vida -el Maestro, la creencia, lo que sea, y ahí nos establecemos. Es lo mismo que tener un buen puesto burocrático y en él vegetar por el resto de la vida.

 

Con esa misma mentalidad abordamos diversas cualidades de las cuales queremos deshacernos. No vemos la importancia de ser perturbados, de estar interiormente inseguros, de no ser dependientes. Es sólo en la inseguridad, sin duda, que descubrís, que podéis ver, que comprendéis. Queremos tener, como el hombre de mucho dinero, una vida fácil. Pero él, por cierto, no será perturbado; él no quiere ser perturbado.

 

Así, pues, la perturbación es esencial para el entendimiento, y cualquier intento de hallar seguridad es un obstáculo a la comprensión; y cuando queremos librarnos de algo que nos perturba, ello es por cierto un obstáculo. Mas si podemos experimentar un sentimiento directamente, sin nombrarlo, creo que es mucho lo que en ello encontraremos. Entonces ya no hay pugna con el sentimiento, porque el experimentador y lo experimentado son una misma cosa; y eso os esencial. Mientras el experimentador verbalice el sentimiento, la experiencia, él se separará de ella y actuará sobre ella; y tal acción es artificial, ilusoria. Pero si no hay "verbalización", el experimentador y lo experimentado son una sola cosa. Esa integración es necesaria, y hay que enfrentarla radicalmente. Espero que esto sea claro.

 

Jiddu Krishnamurti (Tomado de la web)

 

Nota sobre el autor: Krishnamurti (1895 - 1986), una de las grandes luces espirituales del siglo XX, no aceptó ser tratado como un Maestro ni como una autoridad, y renunció a aceptar otra acción que no fuera la transformación espiritual de cada persona, sin sujeción a tradiciones ni a cambios preestablecidos. Esta actitud marca, tal vez, su sello más característico.

 

 

Otros Fragmentos de Krishnamurti

 



Verdad y sufrimiento

"En breve voy a explicar que la verdad puede ser entendida instantáneamente. No es cuestión de tiempo; no es cuestión de desarrollo ni de habito. La verdad sólo puede comprenderse directamente de inmediato, ahora, en el presente, no en el futuro; y ella puede ser comprendida, sentida, realizada, cuando existe la capacidad de escuchar directamente, de un modo abierto y con el corazón abierto.

Hay sufrimiento: político, social, religioso. Todo nuestro ser psicológico esta confuso, y todos los dirigentes, políticos, religiosos, nos han fallado. Todos los libros han perdido su significación. Podéis consultar el Bhagavad Gita o la Biblia, o el último tratado sobre política o psicología, y encontraréis que ellos han perdido ese sonido típico, esa cualidad de la verdad; se han vuelto meras palabras. Vosotros mismos, sois los repetidores de esas palabras, estáis confusos e inciertos, la simple repetición de palabras nada sugiere. Las palabras y los libros, por consiguiente, han perdido su valor. Es decir si citáis la Biblia, o a Marx, o el Bhagavad Gita, vuestra repetición se convierte en una mentira porque vosotros mismos estáis inciertos, confusos.

 

El conocimiento propio no puede realizarse mientras no haya meditación. Porque la meditación es un proceso de constante revelación de todo pensamiento y todo sentimiento; no es la fijación en determinada imagen o idea, sino una constante percepción, una constante comprensión, de todo pensamiento y sentimiento a medida que surge. (...) Mientras no haya conocimiento propio, la multiplicación y reproducción de nuestros problemas continuará. Por eso es que el individuo tiene enorme significación. Porque él es el único transformador; sólo él puede revolucionar su vida de relación, y por consiguiente causar una revolución en el mundo, en el mundo de su relación." ...

Inteligencia y dignidad

 

"Pude que seáis capaces de leer las piezas de Bernard Shaw, de citar a Shakespeare, a Voltaire o algún nuevo filosofo. Pero si vosotras mismas no sois inteligentes, si no sois creadoras, ¿para qué sirve la educación? ¿No resulta importante, pues, que tanto los maestros como vosotros, estudiantes, averigüen, descubran, cómo se es inteligente?

 

Es obvio que la inteligencia os viene cuando no estáis atemorizados, cuando en vosotros no hay miedo. ¿Sabéis que es el miedo? El miedo surge cuando pensáis en lo que la gente pueda decir de vosotros, o en lo que puedan decir vuestros padres; cuando os critican, cuando se os castiga, cuando fracasáis en un examen, cuando no tenéis popularidad en vuestro medio. Gradualmente el miedo os invade, ¿verdad?

Es obvio, pues que el miedo es una de las barreras para la inteligencia, ¿no es cierto? ¿Y no es la esencia de la educación el libertar al estudiante –es decir, a vosotros y a mí– del miedo, y hacer que él se dé cuenta de las causas del miedo para que pueda vivir libre de temor? ¿No es acaso uno de los fines esenciales de la educación, desde la infancia hasta que os lanzáis al mundo, el de ayudarnos a ser libres para que podáis comprender el miedo y las causas del miedo?

 

Si uno tiene miedo carece de iniciativa. ¿Sabéis qué es la iniciativa? ¿Resulta tan difícil describirlo? Tener iniciativa es hacer algo original de un modo espontaneo, natural, sin que a uno lo guíen, lo fuercen, lo controlen; hacer algo que amáis (...) Bien veis que si tenéis miedo, todo eso queda excluido, desaparece de vuestra vida. Si tenéis miedo, habréis por fuerza de seguir la tradición, a alguna persona, a algún "gurú" (guía espiritual). Cuando seguís la tradición, cuando seguís al marido o la esposa, vosotros –como individuos, como seres humanos– perdéis vuestra dignidad."

El miedo

 

"Vivir es encontrar por sí mismo lo que es verdad, y usted puede hacerlo sólo cuando hay libertad, cuando hay una continua revolución dentro de usted mismo... Sólo cuando usted está constantemente preguntando, constantemente observando aprendiendo es que se encuentra la verdad, Dios o el amor; y usted no puede preguntarse, observar, aprender; no puede estar profundamente atento, si tiene miedo. Así es que la función de la educación, ciertamente es erradicar interior y exteriormente ese miedo que destruye el pensamiento humano, la relación humana y el amor."

 

 
 
     
  El hombre y el mundo  
     
 

 

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.

El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar. Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención. De repente se encontró con una revista en donde venia el mapa del mundo, ¡justo lo que necesitaba! Con unas tijeras recorto el mapa en varios pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entrego a su hijo diciendo, como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto, para que lo repares sin ayuda de nadie. Entonces calculo que al pequeño le llevaría días componer el mapa, pero no fue así. Pasadas algunas horas, escucho la voz del niño que lo llamaba calmadamente. Papá, papá, ya lo hice todo, conseguí terminarlo.

Al principio el padre no dio crédito a las palabras del niño. Pensó que seria imposible que, a su edad, haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz?

Hijito, tu no sabias como era el mundo, ¿cómo lograste armarlo? Papá, yo no sabia como era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que si sabia como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que había arreglado al mundo.

Esta reflexión nos confirma aquella idea de que si yo cambiara, cambiaría el mundo. Se de tal manera y vive una vida tal, que si todos los hombres fueran como tu y vivieran como tu, nuestro mundo seria un paraíso terrenal.

 

 

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  La vida es un proyecto  
     
 

 

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su jefe de sus planes de dejar el negocio de la construcción para llevar una vida más placentera con su esposa y disfrutar de su familia. El iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse.

Ellos superarían esta etapa de alguna manera. El jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola casa más, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba poniendo el corazón en su trabajo.

Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era una desafortunada manera de terminar su carrera. Cuando el carpintero termino su trabajo y su jefe fue a inspeccionar la casa, el jefe le entregó al carpintero las llaves de la puerta principal. Esta es tu casa, dijo el jefe, es mi regalo para ti.

Que tragedia! Que pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente. Ahora tendría que vivir en la casa que construyo no muy bien que digamos!

Así que está en nosotros. Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a poner en ello menos que lo mejor en los puntos importantes. No ponemos lo mejor de nosotros en nuestro trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavando un clavo, levantan una pared o edifican un techo. Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive si solo la viven por un día más, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad. La placa en la pared de la casa dice: 'La Vida Es Un Proyecto de Hágalo-Usted-Mismo'.

¿Quien podría decirlo más claramente? Su vida, ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado. Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

 

 

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  La felicidad es un trayecto  
     
   

Un hombre de negocios de vacaciones, estaba en el muelle de un pueblecito caribeño cuando llegó un pequeño bote con un pescador.

Dentro del bote había varios peces de buen tamaño. El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó si había tardado mucho en conseguir aquella pesca.
El pescador respondió que muy poco tiempo.
El empresario volvió a preguntar porqué no permanecía más tiempo y sacaba mas pescado.
El pescador le dijo que tenía suficiente para satisfacer las necesidades de su familia, a lo que el empresario volvió a preguntar ¿Y qué hace usted con el resto de su tiempo?
El pescador dijo, "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hecho la siesta con mi señora María, voy por las noches al pueblo donde tomo alguna copa y veo a mis amigos, tengo una vida "placentera y ocupada".
El empresario le replicó, vera, buen hombre, yo podría ayudarle.
Debería emplear mas tiempo en la pesca y con los ingresos demás, comprar un barco mas grande, con los ingresos del barco mas grande podría comprar varios barcos y eventualmente tendría una flota de barcos pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podría hacer directamente a un procesador y eventualmente abrir su propia procesadora. Debería controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Debería salir de este pequeño pueblo e ir a La Capital, donde manejaría su empresa en expansión.
El pescador entonces le preguntó, - ¿Pero, cuánto tiempo tardaría todo eso?
A lo cual el empresario le respondió, "quizás entre 15 y 20 años".
"¿y luego que?"
El americano se río y dijo que esa era la mejor parte. "Cuando llegase la hora podría vender las acciones de su empresa. Se volverá rico, tendrá muchos millones.
"Ahhh, muchos millones ...y; ¿luego qué?"
Dijo el empresario. "Con todo eso se puede retirar. Mudarse a un pueblecito en la costa donde podría dormir hasta tarde, pescar un poco, ocuparse de sus hijos, echarse la siesta con su mujer, acercarse por las noches al pueblo para tomar algo y hablar con los amigos".
El pescador respondió: "¿Y no es eso lo que tengo ya?"

La felicidad, es un trayecto, no un destino.

 

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  Los sentimientos  
     
 

 

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
- ¿Jugamos al escondite?


La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó: "¿Al escondite? y como es eso?"

- Es un juego - explicó la LOCURA - en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupara mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO bailo secundado por la EUFORIA, la ALEGRÍA dio tantos saltos que termino por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse ¿para qué?, si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opino que era un juego muy tonto aunque en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya, y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...

- Uno, dos, tres... - comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejo caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si el bajo de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si una ráfaga de viento, magnifico para la LIBERTAD. Así que termino por ocultarse en un rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero solo para el.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos !mentira! en realidad se escondió detrás del arco iris, y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. ¿El OLVIDO? se me olvido donde se escondió... pero no es lo mas importante.

Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que diviso un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

- !Un millón! - contó la LOCURA y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la PEREZA, solo a tres pasos de la piedra, después se escucho a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología. Y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO, al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA, con la DUDA resulto mas fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aun donde esconderse.
Así fue encontrando a todos, el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidos.

Pero solo el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, diviso un rosal con sus rosas... tomo un palito para no pincharse y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto escucho un doloroso grito, al dañar terriblemente los ojos del AMOR. La LOCURA no sabia que hacer para disculparse, lloro, rogó, imploro y prometió ser su lazarillo para siempre.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugo al escondite en la tierra,  El AMOR es ciego y la LOCURA lo acompaña siempre

 

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  Cinco frases  
     
 

 

VIVE,

COMO SI TUS

 PENSAMIENTOS

FUERAN VISIBLES

PARA LOS DEMÁS

 

EL MUNDO DE JOAQUÍN

 


 

Si existieran menos conflictos

en el interior

de las personas,

existirían menos conflictos

entre

las personas

EL MUNDO DE JOAQUÍN


 

De la misma manera que decimos:

"Comer para vivir, no vivir para comer"

debemos pensar:

"Ser felices para vivir, no vivir para ser felices"

EL MUNDO DE JOAQUÍN


 

Cuando se camina, se camina.

Cuando se come, se come

Pensamiento Budista   

EL MUNDO DE JOAQUÍN


 

El camino de mil

 kilómetros

comienza

con el primer paso

Proverbio Chino  

EL MUNDO DE JOAQUÍN

 

 
 

 

 

 

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