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Recopilación de datos: técnicas de investigación documental

Cómo ordenar la información

Roxana Loubet Orozco

 

 

1. Tratamiento de la información recopilada y desarrollo del tema

 

En la cuarta etapa de la Guía detallada de un proceso de investigación documental se recomienda clasificar las fichas de contenido, (aquellas en donde anotamos la información que nos interesa del contenido de un documento). Para finalizar la cuarta etapa la Guía especifica lo siguiente:

 

   Clasifico mis fichas de contenido

  Distribuyo mis notas de lectura

Agrupo mis fichas de acuerdo al encabezado o a las palabras clave: junto las fichas que tengan palabras clave idénticas o similares.

Reúno las  fichas de preguntas, aquellas donde escribí mis dudas o cuestionamientos, con las que me puedan proporcionar elementos de respuesta. 

Reúno las fichas que tienen carácter contradictorio entre sí y escribo: "contradicción con la nota siguiente o con la nota precedente", seguida del nombre del autor.

Identifico las ideas o datos idénticos y evalúo si es importante conservarlas o es mejor desecharlas. Si las conservo será porque me servirán para demostrar la validez de las ideas o datos que maneje en mi informe de investigación.

Guardo o dejo a un lado para otro trabajo, todo lo que está fuera de mi tema.

 

  Clasifico mis fichas de contenido en función de un plan provisional

Reviso y pongo al día mi plan provisional poco a poco a medida de la evolución de mi investigación.

Ordeno las fichas de acuerdo a mi plan provisional.

Constato si las diferentes partes contempladas en mi plan provisional guardan un equilibrio. Si tengo muy poca información para alguno de los capítulos planeados para mi informe, consideraré eliminarlo o convertirlo en un apartado de otro capítulo. Si fuera un aspecto central de mi trabajo, entonces buscaré  y ficharé más fuentes de información.

Reviso lo que me falta por buscar.

 

Hasta aquí, la Guía nos orienta para ordenar las fichas de contenido y estar en disposición de transmitir a otros, con claridad, lo que se ha descubierto.

Melissa Walker (2000) explica que en ocasiones, al ordenar nuestras fichas de contenido podemos descubrir que se tiene una colección diversa de hechos o subtemas. Si esto ocurre, señala, lo mejor es seleccionarla categoría de mayor interés y volver a las fuentes en busca de más información al respecto.

La autora presenta el caso de un estudiante que pasó varios días leyendo y recopilando información sobre el tema de la actividad física de correr (Walker, 2000:188-189):

 

Cuando se detuvo para ordenar sus fichas, encontró que éstas se agrupaban en las siguientes categorías:

  • Carrera de velocidad

  • Trote recreativo

  • Carrera de competencia

  • Los beneficios del trote

  • La maratón de Boston

  • Corredores famosos

Luego de examinar las categorías, descubrió que en realidad tenía un poco de información sobre diferentes aspectos de un tema amplio y que ninguna de ellas se relacionaba con las otras de un modo significativo.

Este estudiante podría haber vinculado sus notas al azar, comenzando por el trote recreativo y terminando, por ninguna razón en particular, con la maratón de Boston o los corredores famosos. Pero el resultado habría sido poco más que un revoltijo de hechos. En cambio, examinó sus tarjetas ordenadas y eligió la categoría que más le interesaba: los beneficios del trote. Entonces volvió a sus fuentes y encontró mayor información sobre este tema más restringido. Después de descartar las notas irrelevantes y tomar otras nuevas, encontró que podía organizar las notas que entonces tenía en cuatro categorías principales: control de peso, desarrollo muscular, salud psicológica y aptitud cardiovascular.

 

Hecho lo anterior, el estudiante diseñó el siguiente plan provisional para desarrollar el tema Los beneficios del trote (Walker, 2000:200):

I. Control de peso

  1. Ayuda al autocontrol

  2. Gasto de calorías

  3. Suprime el apetito

  4. Estimula una dieta saludable

II. Desarrollo muscular

  1. Mejora el tono

  2. Realza la figura

  3. Aumenta la fuerza

  4. Mejora la resistencia

III. Bienestar psicológico

  1. Colabora con el sueño

  2. Inhibe la depresión

  3. Aumenta la fortaleza

IV. Aptitud cardiovascular

  1. Fortalece el corazón

  2. Hace descender la presión sanguínea

  3. Modifica los lípidos en la sangre

  4. Mejora la circulación

  5. Intensifica la vitalidad

 

El ejemplo muestra que el estudiante pretende describir cuatro tipos de beneficios del trote. Su exposición entonces, la divide en cuatro partes, y en cada una de ellas detallará la información necesaria para demostrar su idea central: trotar trae como beneficio el control de peso, el desarrollo muscular, el bienestar psicológico y mejoramiento de la aptitud cardiovascular.

En este sentido, la organización de la información debe corresponder a la idea central del trabajo: ¿qué es lo que se quiere expresar? ¿qué se quiere decir? ¿qué se pretende demostrar?

La lógica de exposición o de organización del material dependerá del tema mismo y del estilo del investigador. Dependerá de lo que es importante resaltar. Por ejemplo, puedes ordenar la información de acuerdo a:

Un orden cronológico. Según como se fueron presentando los hechos en el tiempo.

Un orden geográfico. De acuerdo a la posición en el mundo: continente, región, país, estado, etc.

Una exposición comparativa. Presentar similitudes y diferencias de los hechos tratados.

Un razonamiento deductivo. Presentar primero lo hechos más generales hasta llegar a los hechos más particulares. Por ejemplo: de la teoría al caso empírico.

Un razonamiento inductivo. Presentar los hechos más particulares para tratar de explicarlos a partir de razonamiento generales. Por ejemplo: partir del caso empírico y explicarlo teóricamente.

Descripción o explicación según las partes del objeto. El plan provisional que presenta el estudiante que recopiló información sobre los beneficios del trote, es un ejemplo de ello: Divide en partes el objeto y describe cada una de ellas.

 

2. Citas 

 

Los documentos escritos de corte académico exigen una serie de requisitos a tomar en cuenta con el fin de facilitar su lectura y evitar interpretaciones erróneas. El género académico, escriben Galindo, Galindo y Torres-Michúa (1997), remite al conjunto de normas, tanto explícitas como implícitas adoptadas por los centros de educación superior. Uno de estos requisitos imprescindibles es el uso de citas y de notas de referencia.

Toda información retomada de alguna fuente corresponde a una cita y toda cita deberá remitir con una nota, a la fuente de donde se obtuvo.

 

2.1 Definición

La exposición que hace una persona de las ideas tomadas de otra, es lo que se conoce como cita; éstas pueden ser textuales –trascripción exacta de un texto- o de resumen –resumen de ideas o datos–.

Dado que toda cita es entonces una idea o dato obtenido de alguna fuente, "ésta siempre debe remitir, en nota, a la fuente de información" (Cázares Hernández, et al., 1980:81).

Para Tamayo y Tamayo "cada cita debe responder a una necesidad del investigador y sirve para introducir una idea, para reforzarla, para dar tratamiento adecuado a un tema, etc. Debe evitarse citar por citar; asimismo, realizar sólo un trabajo a base de citas, sin que aparezca elaboración del investigador" (1998:132).

El uso de las citas presenta al menos dos tipos (Eco, 1987:188): 

a) citar un texto para después interpretarlo y; 

b) citar un texto en apoyo de la interpretación personal.

 

2.2 Tipos de citas

   2.2.1  Citas Textuales

Cita textual es la trascripción de ideas; es decir, hacemos una cita textual cuando copiamos las palabras de otro autor tal cual las escribió. 

Este tipo de cita "debe corresponderse fielmente con el original; por lo tanto, debe tenerse extremo cuidado en no alterar las palabras y conservar la misma puntuación y la misma ortografía, incluso cuando haya errores" (Galindo, Galindo y Torres-Michúa, 1997:275). 

También es necesario respetar las cursivas o subrayados que el autor haga, aunque, si queremos resaltar alguna palabra o frase, podemos escribirla con letra cursiva o subrayarla siempre que aclaremos entre paréntesis al final de la cita o a como nota, que las cursivas o el subrayado es nuestro.

Para señalar los errores del original es útil la palabra sic, que quiere decir así; ello avisa "al lector que, aunque pudiera haber duda, ésas son las palabras del texto original" (Galindo, Galindo y Torres-Michúa, 1997:275).

Ejemplos:

"De la misma suerte passó (sic) en lo espiritual"

"Cuando haiga (sic) muchas personas"

 

Las citas textuales deben usarse como apoyo o contraparte del pensamiento de quien hace la cita. Se recomienda su uso cuando (Galindo, Galindo y Torres-Michúa,1997:276):

 

El pasaje describe tan bien una situación que sería difícil sustituirlo por otras palabras.

Las palabras del autor son la prueba de cargo o de descargo de lo que se desea demostrar.

Se quiere resaltar los rasgos característicos de un autor, para lo cual se citan ejemplos.

El investigador desea comentar, en particular, algún planteamiento del autor citado.

 

   2.2.2  Formato de las citas textuales breves y largas

Las citas textuales pueden ser breves o largas.

    

     a. Las citas textuales breves

Son aquellas que no rebasan las tres (Eco, 1987) o cuatro (Cázares Hernández, et al., 1980) líneas o renglones.

Se incorporan dentro del párrafo.

Siempre van entre comillas dobles (" ").

 

Ejemplo:

El lenguaje, según la definición propuesta por Berger y Luckmann, "es capaz de transformarse en depósito objetivo de vastas acumulaciones de significado y experiencia, que puede preservar a través del tiempo y transmitir a las generaciones futuras" (1995:56). En este sentido, el ...

 

 

    b. Las citas textuales largas

 

Son aquéllas de más de cuatro líneas o renglones, aproximadamente.

Se usan cuando es necesario presentar varias ideas del autor que están relacionadas entre sí, o cuando la claridad de la idea depende de su trascripción total.

Para situar este tipo de citas, se interrumpe el renglón en el momento en que debe entrar la cita y se coloca debajo del párrafo con la siguiente forma: espacio sencillo, mayor margen y sin comillas. Preferentemente, si es posible, se escribirá con un tamaño de letra menor al resto del escrito.

Entre la cita y el texto –anterior y posterior– se deja un renglón en blanco, utilizando el mismo criterio de espaciado entre líneas de todo el escrito.

 

Ejemplo:

En una sociedad plural, con una alta división del trabajo, la socialización puede ser producto de la presencia de

(...) otros significantes diferentes que mediatizan realidades objetivas diferentes para el individuo. Dicho de otra manera la socialización deficiente puede ser resultado de la heterogeneidad de los elencos socializadores (Berger, 1971:209).

 

   2.2.3 Citas de citas

Si al hacer una cita textual breve –entrecomillada–, el fragmento copiado contiene una cita de la misma naturaleza, esta última deberá indicarse con comillas simples (‘ ’). 

En el caso de una cita textual larga, cuyo texto no se entrecomilla, se respetan las comillas dobles del original.

 

Ejemplo (Galindo, Galindo y Torres-Michúa,1997:284):

"Según Las Casas, Cortés era ‘hablador y decía gracias’, de lo cual se apresura Las Casas a deducir que no tenía la suficiente discreción para ser un buen secretario"

 

 

   2.2.4 Omisión de datos o palabras de una frase o párrafo

Si la cita seleccionada se ha extraído de un texto mayor que contenía datos generales que no anotamos, deberá especificarse con puntos suspensivos entre paréntesis (...) o entre corchetes [...]. La cita no debe perder su significado original.

Ejemplo:

 

 

"La ventaja principal del estudio de campo reside en que se lleva a cabo la investigación en el ambiente natural donde se desarrolla el fenómeno en estudio. (...). Permite el estudio detallado de un problema específico, (...)" (Rodrígues, 1982:61).

 

 

 

Para dar coherencia a lo citado se pueden agregar palabras, entre paréntesis (...) o entre corchetes [...], dentro de la cita textual. Por ejemplo:

 

 

"La ventaja principal del estudio de campo reside en que se lleva a cabo la investigación en el ambiente natural donde se desarrolla el fenómeno en estudio. (...). (La investigación de campo) permite el estudio detallado de un problema específico (...)" (Rodrígues, 1982:61).

 

 

 

Citas de resumen o contextuales

Las citas de resumen o contextuales, son aquellas que toman las ideas de un autor o fuente; aunque no se transcriben textualmente y se redactan con las palabras del investigador, se deben seguir fielmente dichas ideas (Tamayo y Tamayo, 1998:190).

Se distinguen de lo expresado por el investigador porque hacen referencia a la fuente de información.

Cázares Hernández, et al. (1980) recomiendan su empleo:

 

Para exponer a grandes rasgos la teoría propuesta por uno o varios autores

Para presentar los diferentes significados de un concepto

Situar históricamente un hecho, un autor, una obra, o retomar datos estadísticos

Dar los datos biográficos de un personaje

Ampliar el contexto de una cita textual

 

Ejemplos:

 

 

ØAlgunos estudios demuestran que en las clases medias y más empobrecidas era más conveniente la familia nuclear ya que no podían integrar en una misma residencia a los nuevos miembros ni tenían la posibilidad de absorber sus necesidades (Lautman, 1976:252 y 253).

 

ØTambién en México, se ha encontrado que la familia consanguínea no corresponde a todos los sectores preindustriales del país, al parecer éstas correspondían a los grupos privilegiados de la sociedad, mientras que en otros sectores dominaron las familias de tipo nuclear (Salles y Tuirán, 1997:67).

 

ØPara 1990, el porcentaje de la población divorciada en Mazatlán sobrepasó la cifra a nivel estatal, pues mientras que en todo el estado de Sinaloa se registró el 0.6 por ciento, en el municipio de Mazatlán se calculó en un 0.8 por ciento de la población de 15 años y más (Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica, 1992).

 

 

 

 

3. Notas

Las notas permiten "proporcionar información adicional relacionada con el tema del trabajo, ‘sin interrumpir’ la secuencia lógica del texto que se está redactando" (Cázares Hernández, et al., 1980:85).

Por el tipo de información que ofrecen, las notas se emplean para:

 

Ampliar la información o insertar un comentario al margen.

Remitir a fuentes de información.

 

Las notas de ampliación de texto se aplican para los casos siguientes (Cázares Hernández, et al., 1980:87-91):

 

Plantear una idea o comentario al margen en relación al tema; idea que no se va a tomar en cuenta en ese trabajo pero puede ser utilizada en estudios posteriores.

Explicar el significado de un término o de una expresión.

Presentar ejemplos o añadirlos.

Incluir datos biográficos, históricos, estadísticos, al margen del texto.

Indicar dudas acerca de un hecho.

Traducir una cita en otra lengua, o escribir el original de una cita ya traducida en el texto.

Presentar datos curiosos.

Expresar agradecimiento.

 

Colocación

La colocación de las notas dependerá del estilo del investigador o de requerimientos institucionales.

Cualquiera que sea el criterio adoptado, deberá respetarse a lo largo de todo el trabajo.

Las notas pueden colocarse entre paréntesis dentro del texto, al pie de la página, al final de capítulo o al final del escrito.

 

Notas de pie de página, al final de capítulo o al final del escrito

Tanto las notas que amplían información como las que remiten a una fuente, pueden colocarse ya sea al pie de la página, al final de cada capítulo o, al final del escrito.

 

Registrar la nota "a pie de página" quiere decir que se inserta en la parte baja de cada una de las páginas donde se encuentre la cita.

Si es al final de capítulo o de todo el trabajo, las notas se concentran en hojas independientes con el título: Notas; se sitúan al finalizar el capítulo o, inmediatamente después de donde da término el desarrollo de las ideas o de las conclusiones del trabajo, antes de la bibliografía.

Para cualquiera de los casos anteriores se requiere de una llamada que remita a la nota situada al final de la página, o en la hoja titulada Notas si se eligió su colocación al final del capítulo o al final de todo el trabajo.

En una cita textual la llamada se anota al final de la cita, después de cerrar comillas (si es breve) y enseguida del signo de puntuación si lo hay.

Las citas de resumen o contextuales pueden remitir a la fuente de dos maneras:

Cuando se trata de una frase se puede anotar la llamada al final de la cita, como en el caso de la cita textual. Por ejemplo:

 

 

 

Es menester iniciar la conferencia de prensa con una exposición oral de los principales datos que se quieran dar a conocer.1

 

 

La llamada se puede ubicar enseguida del nombre del autor o fuente y antes de las ideas retomadas. Por ejemplo:

 

 

 

En Galindo, Galindo y Torres-Michúa1 se recomienda iniciar la conferencia de prensa con una exposición oral de los principales datos que se quieran dar a conocer.

 

 

El número de la llamada debe repetirse antes de escribir los datos de la fuente de información, es decir, de la nota de referencia.

El inicio de todas las notas al pie de la página deben quedar ubicadas en la misma hoja en donde está su llamada. Cuando la nota es muy extensa y no cabe en la misma hoja, se inicia en ésta y se continúa en la siguiente

 

 

 

Formato de las notas al pie de la página, al final de capítulo o al final de todo el escrito

 

Se escriben a espacio sencillo.

Preferentemente con letra más pequeña.

Se recomienda dejar un espacio entre nota y nota.

En el caso de las referencias a pie de página, cuando los datos de la fuente rebasan el espacio de la página, se podrá continuar en la siguiente, también en la parte baja de la hoja.

Las llamadas pueden seguir una numeración progresiva de principio a fin del escrito, o interrumpir en cada inicio de página o en cada inicio de capítulo.

La primera vez que se cita una fuente se registran todos sus datos o por lo menos apellido y nombre del autor, título de la obra y número(s) de página.

A partir de la segunda vez que se cita una fuente se puede optar por utilizar locuciones. En el siguiente apartado se tratará este aspecto.

Si los datos se retomaron de una o varias páginas siempre se agrega el número, a excepción de lo señalado en el siguiente punto.

Si se resume una idea que se desarrolla a lo largo de toda la fuente o de un capítulo de la obra, es posible omitir los números de las páginas.

 

Locuciones más utilizadas para referencias

Para evitar repetir todos los datos de la fuente de información que se ha citado, se recomienda el uso de locuciones para abreviar.

Cuando se menciona por primera vez una fuente, es necesario anotar todos sus datos (según la forma de colocación elegida), pero a partir de la segunda vez en adelante, se pueden omitir algunos datos de la fuente de información.

Puede escribir la locución en forma completa o abreviada. Sea cual sea su decisión, recuerde seguir el mismo criterio en todo el trabajo escrito.

Las locuciones y/o abreviaturas que pertenezcan a otro idioma, distinto al español, siempre se escriben en letra cursiva o subrayada.

 

Ibídem (abreviado: Ibíd. o Ib.). Significa allí, en el mismo lugar. Al utilizar Ibídem se quiere decir que la cita aparece en la misma fuente o referencia citada inmediatamente antes. Se utiliza cualquiera de ellos cuando la fuente es la misma que acabamos de citar, sin importar el número de páginas de por medio. Después de la locución Ibídem, Ibíd. o Ib., se anota la o las páginas donde se encuentra la cita seleccionada, si es que ésta cambia. Algunos autores utilizan esta locución aún cuando la página donde se encuentra la cita es la misma que en la nota anterior; en este último caso sólo se escribe: Ibídem, Ibíd. o Ib., omitiendo el número de página.

Loco citato (abreviado: Loc. cit.). En el mismo pasaje citado. Indica la misma fuente inmediata anterior (como Ibídem) pero siempre también la misma página. Ya sea que se opte por loc. cit. o ibíd., recuerde utilizar el mismo criterio para todo el trabajo.

Idem (abreviado: Id.). El mismo. Sustituye el nombre del autor cuando es el mismo que en la nota inmediata anterior, pero la obra no es la misma.

Opere citato o Opus citatus (abreviado: Op. cit.). Obra citada. Es útil para referir una fuente ya citada en nuestro escrito pero que no está situada inmediatamente antes. Es decir, entre op. cit. y el lugar donde se mencionó dicha obra la última vez, ocurren varias citas de otras fuentes. Se coloca después del nombre del autor y, enseguida de op. cit. se anota la página o páginas en donde se encuentra la cita.

Ejemplo:

 

 

1 Eco, Umberto (1987), Cómo se hace una tesis. Técnicas y procedimientos de investigación, estudio y escritura, México, Gedisa, p. 56.

 

2 Ibid., p. 78.

 

3 Tamayo y Tamayo, Mario (1998), El proceso de la investigación científica, México, Limusa, pp. 33 y 34.

 

4 Eco, op. cit., p. 99.

 

5 Id. (1991), El péndulo de Foucault, Bompiani-Lumen-Patria, México, p. 285.

 

6 Loc. cit.

 

 

Notas entre paréntesis dentro del texto

En los textos de reciente edición es frecuente encontrar las referencias a las fuentes de información dentro del mismo texto, entre paréntesis.

Para este tipo de notas, se escribe entre paréntesis, inmediatamente después de la cita –sea textual o de resumen–, el apellido del autor, después de coma, el año de edición de la fuente y, si es el caso, después de dos puntos se anota el número de la página, o de qué página a qué página, se encuentra la cita. Por ejemplo:

 

También en México, se ha encontrado que la familia consanguínea o extensa no corresponde a todos los sectores preindustriales del país (Salles y Tuirán, 1997:67). 

 

Si se prefiere es posible escribir las abreviaturas de página en lugar de los dos puntos [pág. y págs., o p. y pp., vide apartado de abreviaturas), por ejemplo:

 

 

(Salles y Tuirán, 1997, p. 67).

 

Cuando lo escrito recoge una idea que el autor desarrolla a lo largo de varias páginas o a lo largo de todo el texto, es posible indicar la fuente sólo con el año de edición entre paréntesis, enseguida del apellido o nombre completo del autor.

Ejemplo:

 

De acuerdo a Linton (1978) el auge de la familia nuclear y la decadencia de la familia consanguínea, tiene relación directa con el aumento de posibilidades de movilidad espacial y social que causó la revolución tecnológica.

 

 

Cuando en el texto aparezcan los dos apellidos del autor, es preferible utilizarlos en la referencia y al mencionarlo dentro del texto. Esto evitará confusiones sobre todo en apellidos muy comunes como es el caso de López, Sánchez o González, por mencionar algunos. Así, si en el texto el autor se firma como Francisco López Rosado será conveniente anotar:

 

 

 

Según López Rosado (1990), la educación ...

 

 

En el listado de fuentes de información se escribirán igualmente los apellidos completos, además de los datos necesarios.

Cuando son dos y hasta tres los autores de un documento, se recomienda registrarlos todos en la referencia, así como cada vez que se mencionen en el texto. Ejemplos:

 

 

Ø Galindo, Galindo y Torres-Michúa (1997)

Ø Salles y Tuirán (1997)

Ø Creel y Orozco Gómez (1990)

Ø Ruiz Olabuenaga e Ispizua (1989)

 

 

La nota de referencia entre paréntesis tiene relación con la forma de ordenar la lista de fuentes de información. En dicha lista, inmediatamente después del nombre del autor se anota el año de edición entre paréntesis, después una coma, para enseguida escribir el resto de los datos (ver estilos de fuentes de información números 3, 4 y 5, en Unidad V).

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Fuentes de información

 

Cázares Hernández, Laura, et. al (1980), Técnicas actuales de investigación documental, Trillas y UAM, México.

Eco, Humberto (1987), Cómo se hace una tesis. Técnicas de procedimientos de investigación, estudio y escritura, Gedisa, cuarta reimpresión, México.

Galindo, Carmen, Magdalena Galindo y Armando Torres-Michúa (1997), Manual de redacción e investigación. Guía para el estudiante y el profesionista. Grijalbo, México.

Tamayo y Tamayo, Mario (1998), El proceso de la investigación científica, Limusa, tercera edición, México.

Walker, Melissa (2000), Cómo escribir trabajos de investigación, Gedisa, Biblioteca de la Educación, Barcelona.

 

 
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