Roi Ferreiro
Siete tesis críticas anti-bolcheviques

Índice

Introducción

La cuestión política que se plantea en la actualidad para la lucha revolucionaria es, en buena medida, la vigencia de la propia teoría revolucionaria marxiana.

Desde mi experiencia, y mis propios desarrollos teóricos y prácticos en un esfuerzo por la actualización del comunismo como movimiento real, la crisis del movimiento obrero que se prolonga desde hace varias décadas es fundamentalmente una crisis de desarrollo del movimiento revolucionario consciente, una crisis del proceso de actualización de la conciencia práctica revolucionaria. La causa eficiente de esta crisis está, al nivel del movimiento de masas del proletariado, en el creciente poder material y espiritual del capitalismo, pero su raíz determinante está al nivel de la vanguardia comunista, en las debilidades congénitas irresueltas que persisten en el movimiento revolucionario.

La resolución de estas debilidades (teórico-prácticas) corresponde a la vanguardia consciente, y esta tarea es imprescindible para desarrollar su capacidad para elevar, cuantitativa y cualitativamente, la autoactividad del proletariado en su conjunto, autoactividad que se despierta por la agudización tendendial de los antagonismos objetivos de clase en el capitalismo en declive, pero cuyo autodesarrollo al nivel de radicalidad y extensión necesarios para la revolución depende de las dimensiones y efectos sobre la masa de la autoactividad revolucionaria consciente.

De esta valoración van a partir las subsiguientes tesis críticas, dirigidas a clarificar esencialmente dos cuestiones, una teórica y otra práctica:

a) la primera, teórica, es que todos los "errores" y deformaciones adialécticas e idealistas introducidos o perpetuados en la teoría revolucionaria, solamente pueden analizarse con seriedad en el terreno de la praxis efectiva, de la unidad viva del pensamiento y la acción en la actividad proletaria, como alienaciones capitalistas de la praxis del proletariado y no sólo como una cuestión del pensamiento. Más bien, teniendo en cuenta que la base material efectiva de la conciencia teórica está en la conciencia práctica, el pensamiento es el que responde y está indisociablemente ligado a una praxis: esto es, por un lado, a un tipo de actividad práctica con su contenido determinado, y por otro, a una modalidad determinada de relación de la actividad práctica con él mismo en tanto que actividad reflexiva. De este modo, cualquier alienación del pensamiento implica tanto una desviación capitalista de la práctica como una deformación burguesa del método teórico, que es esencialmente una concepción de la praxis. En esto fundamento la crítica del bolchevismo a continuación y, en particular, la de su interpretación trotskista.

b) la segunda cuestión, práctica, es que lo esencial de la praxis revolucionaria es la crítica-práctica y no la crítica teórica, de tal modo que su función tiene como fundamento el desarrollo de la autoactividad del proletariado como clase revolucionaria, no el desarrollo de su conciencia para adecuarla a los fines revolucionarios, lo cual se concibe en cualquier caso solamente como un momento de mediación en la propia dinámica contradictoria del desarrollo del sujeto revolucionario.

Esto es lo que está en el fondo de la idea expuesta por Marx y Engels, de que el comunismo no es un ideal al que la realidad debería amoldarse, sino un movimiento efectivo de superación del estado existente1. Este es, pienso, un error en que vosotros incurrís, como consecuencia, necesariamente, de la separación de la práctica de vuestro desarrollo teórico, algo común a la mayoría de grupos revolucionarios actuales. Pero, precisamente, el valor de la teoría revolucionaria en las agrupaciones de vanguardia tiene que ser la capacidad de mantener la visión práctica a pesar del aislamiento y del clima de derrota histórica del proletariado como clase revolucionaria.

Pasemos ahora a las cuestiones específicas:

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1 Por cierto, la traducción leninista española de la cita de la Ideología Alemana a la que hago referencia aquí, interpreta unilateralmente el término "estado" al final de la frase mencionada, que en alemán tiene etimológicamente el sentido de "estado material", como "estado de cosas", con lo cual esa traducción introduce subrepticiamente una falsificación del materialismo histórico.


Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques

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