Ricardo Fuego
Por qué no necesitamos un partido revolucionario

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I - El sujeto revolucionario de Garganté

En el parágrafo El sujeto revolucionario, Garganté dice:

"La clase trabajadora es, según la concepción marxista, la única clase capaz de llevar a cabo una revolución socialista. Y lo es, fundamentalmente, por la posición en la que se encuentra dentro del proceso productivo del capitalismo.
La clase trabajadora es la que crea esencialmente toda la riqueza de esta sociedad y, por lo tanto, la única que tiene, potencialmente, la capacidad de cambiar la sociedad desde la misma base de ésta."

Primero, una crítica metodológica. Garganté, en vez de partir de la clase obrera misma tal como existe hoy, prefiere partir de una definición abstracta que jamás es contrastada con la práctica ya que legitima su autoridad en Marx. Hablo de "la concepción marxista". Esto de por sí ya es muy grave, porque basar una práctica pretendidamente revolucionaria en definiciones abstractas que se auto-legitiman por la autoridad del autor no sirve para cambiar el mundo real. Para cambiar el mundo real, debemos partir de él, no de definiciones abstractas o doctrinas (por más "coherentes" que parezcan). Pero más adelante veremos que la "concepción marxista" de Garganté difiere enormemente de la concepción del propio Marx sobre la clase proletaria.

Segundo, una crítica al contenido de esta aserción. Garganté nos dice que la "concepción marxista" de la clase obrera la convierte en el único sujeto revolucionario debido a que "crea esencialmente toda la riqueza de esta sociedad".

Si ésta fuera la condición para ser una clase revolucionaria, entonces los esclavos y los siervos también deberían haber sido clases revolucionarias, ya que era su trabajo el que producía la riqueza de las sociedades esclavista y feudal. Sin embargo, demostraron no serlo.

También podría decirse que toda clase explotada es revolucionaria. Y, otra vez, veríamos que esto es un error. Los esclavos y los siervos fueron clases explotadas y no fueron revolucionarias. Al no haber una clase revolucionaria ni revolución en la sociedad esclavista, ésta se descompuso y sobrevino su ruina. De esa ruina nace la sociedad feudal. En la sociedad feudal sí hubo una clase revolucionaria, pero no fueron los siervos, sino la burguesía. Veamos por qué.

La burguesía fue una clase revolucionaria porque representaba relaciones de producción superiores a las feudales. Nos referimos a la propiedad capitalista de los medios de producción. Ésta posibilitaba un desarrollo mucho mayor de la producción que el monopolio de la nobleza. El régimen feudal se hizo cada vez más insoportable para la mayoría de las clases de la sociedad debido a las trabas que ponía al desarrollo de la industria y el comercio. Eventualmente la burguesía, como vanguardia del pueblo en algunos casos, y empujada a regañadientes en otros, se hizo del poder político en todos los países, eliminando las últimas trabas para el comercio y la industria. Así logró instaurar su régimen social a nivel mundial. El capitalismo permitió un desarrollo gigantesco de las fuerzas productivas (y de las destructivas también). El papel revolucionario del capitalismo consistió en haber dado origen a las condiciones para el fin de la sociedad de clases, creando por un lado gran abundancia de recursos y por el otro a la última clase revolucionaria: el proletariado o clase obrera.

La clase obrera o proletariado es la clase revolucionaria de la sociedad capitalista porque contiene en sí misma la capacidad de crear una nueva sociedad, que permita un mayor desarrollo de las fuerzas productivas1. Pero también decimos que es la última clase revolucionaria porque contiene dentro suyo la capacidad de instaurar nuevas relaciones sociales sin explotación, de superar de una vez por todas la sociedad de clases.

Esta capacidad de crear una nueva sociedad superior a la actual mediante su actividad autónoma es lo que convierte al proletariado en la clase revolucionaria de la sociedad capitalista. Y esto es lo que no pueden ni quieren entender l@s leninistas, como veremos más adelante.

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1 Y en "fuerzas productivas" incluyo el arte, la cultura, el ocio, todo lo que resulta productivo para el ser humano. Pues l@s comunistas debemos pensar en las fuerzas productivas desde un punto de vista comunista, no desde el actual punto de vista capitalista, donde la actividad humana se orienta a la reproducción de capital.


Círculo Internacional de Comunistas Antibolcheviques

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