Grupo de Comunistas de Conselhos da Galiza
La Red de Grupos Obreros (R-GGOO)
Índice
Presentación a la edición hispana
El siguiente documento constituye parte de los desarrollos programáticos
realizados por los miembros del Grupo de Comunistas de Conselhos da
Galiza (Estado español).
En su origen, la idea general se fue formando durante varios años
hasta que adoptó una forma teórica desarrollada en el
2002, como componente del proyecto de programa de un agrupamiento anterior,
Cooperación Obreira. Posteriormente ha sido reelaborado
y ampliado de acuerdo con una crítica más profunda del
sindicalismo y para resolver algunas lagunas.
Para nosotr@s no se trata de un documento acabado, sino que lo entendemos
como una base para la discusión y el ensayo práctico entre
l@s trabajadores/as avanzad@s. Somos conscientes de que algunas de sus
partes son difíciles, como difícil ha sido también
intentar proyectar los múltiples aspectos de la idea hasta conformar
un modelo virtual de su estructura, funcionamiento, desarrollo y táctica.
Pero nuestra pretensión no es, bajo ningún concepto, que
este modelo sea reproducido en la práctica tal y como está
formulado, sino que sea enriquecido, adaptado, y corregido en lo necesario,
gracias a la experiencia de la clase obrera en cada lugar.
1. Las raíces del proyecto de la Red de Grupos Obreros
Por una parte, la idea de la Red de Grupos Obreros se inspiró
en las concepciones modernas sobre el concepto de "red", "grupos
de trabajo", etc., pero su propósito práctico era
actualizar la experiencia internacional de los movimientos y luchas
obreras asamblearias que alcanzaron su punto álgido entre finales
de los 60 y mediados de los 70. Mas recientemente, las formas de asamblearismo
han vuelto a mostrarse como las formas básicas de la autoorganización
obrera, como en los piquetes y asambleas populares en la Argentina.
En realidad, los conceptos básicos de "red" y "grupos
de trabajo" siempre han sido parte de la actividad molecular de
la clase obrera, esencialmente horizontal, y de ahí los han sacado
(y deformado jerárquicamente) los teóricos burgueses de
la organización del trabajo en su búsqueda de la máxima
extracción de plusvalía.
Por otra parte, el desarrollo de la idea de la Red de Grupos Obreros
(en adelante, R-GGOO) tuvo lugar principalmente en un período
en el que intentamos desarrollar un agrupamiento autónomo en
el marco de un sindicato de izquierda. Esto provocó que la idea
de la R-GGOO tuviese que quedar en un segundo plano en la práctica
y que los esfuerzos por desarrollarla se enfocasen excesivamente al
aspecto teórico. En el período posterior, de ruptura con
aquella táctica semisindicalista, nos limitamos a corregir los
aspectos menos claros y aquellos que hacían concesiones al sindicalismo,
considerando que tiene que ser la clase obrera misma la quien verifique
su validez a través de la práctica.
Lo que verdaderamente importa del presente documento es que contiene
las ideas clave que definen el proyecto de la R-GGOO como forma de organización
de masas superior a las formas de asamblearismo tradicionales: la organización
por complejo de producción-distribución; los grupos de
trabajo, como base estructural de la organización y como los
órganos permanentes de su actividad real; la lucha basada en
los objetivos inmediatos y comunes como principio de cohesión
de la Red; la combinación de la máxima descentralización
por abajo con la necesaria centralización arriba, etc..
2. La R-GGOO y el sindicalismo
El concepto mismo de la R-GGOO tiene como base permitir y estimular
un desarrollo de la autoactividad de l@s proletari@s por encima de su
posición normal como clase dominada, pasiva, adormecida. Al adoptar
el complejo de producción-distribución como marco básico
para la autoorganización obrera, su objetivo implícito
es enfrentar directamente el proceso de valorización del capital
como un todo, superando las divisiones por fábrica, empresa,
ramo y demarcación territorial. Este concepto es esencialmente
antagónico al capital, ya que supone la constitución del
proletariado en clase en el terreno económico.
Naturalmente, una forma de organización no es una panacea.
En teoría, la idea de la R-GGOO puede utilizarse para propósitos
puramente reformistas y, de hecho, al asentarse sobre la base de las
luchas inmediatas, se crea esta posibilidad. En la práctica,
esto significaría una vuelta hacia el sindicalismo que, en esencia,
hará prevalecer la búsqueda de cauces de negociación
y representación sobre la extensión del movimiento y su
dinámica de base.
Pero las condiciones actuales de decadencia del capitalismo, con su
intensificación creciente de la explotación en términos
absolutos en todo el mundo, no favorecen tal deriva. De hecho, la puesta
en práctica de la R-GGOO implicará un combate encarnizado
con todas las fuerzas del capital, particularmente con los sindicatos,
que verán amenazada y violentada su existencia. En efecto, el
desarrollo de la R-GGOO pondría en cuestión todos los
aspectos de las estructuras sindicales y sus marcos de actuación.
Porque es la forma apropiada para comenzar a suprimir la división
entre dirigentes y ejecutantes. Porque supone una concentración
y coordinación de las fuerzas proletarias potencialmente inasumible
para el capital, y más cuando este exige para mantener su rentabilidad
una ofensiva permanente contra las posiciones de la clase obrera. Porque
supera tanto el sindicalismo de oficio como el sindicalismo industrial
y en la práctica supone la imposición al capital de nuevos
marcos de lucha que ya no se dirigen contra tal o cual capitalista particular,
sino que se enfrentan a la acumulación de capital misma, al capital
como proceso social.
3. La R-GGOO y la unidad obrera
Para superar el sindicalismo nosotr@s consideramos que es necesario
desarrollar núcleos militantes basados en el compromiso de cooperación,
y que salvo en un contexto de ascenso revolucionario no pueden convertirse
en organizaciones de masas. Esto coincide con la experiencia de las
Uniones Obreras alemanas (AAUD y AAUD-E) formadas en la lucha revolucionaria
en 1920I. Por esa razón, entendimos que era necesario promover
una organización asamblearia de masas permanente que, al mismo
tiempo, se base siempre en la más plena participación
de los miembros y en las luchas inmediatas.
Hasta ahora, la concepción de la organización del movimiento
obrero a través del binomio sindicato-partido ha excluido en
realidad al conjunto de la clase. Ni siquiera en sus mejores épocas
los sindicatos han agrupado a la mayoría de la clase obrera.
Por eso, la clase obrera sólo ha podido encontrar hasta ahora
su organización como clase en el desarrollo de formas más
o menos circunscritas a los procesos de lucha: asambleas de fábrica,
territoriales, comités de huelga, comisiones, coordinadoras,
así hasta llegar a la formación de consejos obreros. De
hecho, los sindicatos siempre han intentado reducir estas formas de
autoactividad proletaria a extensiones temporales de sus aparatos y
sus secciones, porque, en la práctica, la existencia de estas
formas no se limita a unificar realmente a la clase, sino que asume
también las funciones de los sindicatos, y su existencia permanente
les priva de sentido como organizaciones basadas en el agrupamiento
de masas indiscriminado y su representación.
La R-GGOO busca integrar todo el potencial del movimiento de lucha
asambleario con la solidez de la organización permanente y la
flexibilidad que proporciona la estructuración en una red de
grupos de trabajo relativamente autónomos. La intensificación
de la explotación y la incapacidad de los sindicatos para luchar
contra el capitalismo hacen de la R-GGOO una posibilidad y una necesidadII.
Galiza, 6 de Enero de 2006.
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I De esta experiencia se inspiran muchos aspectos
del proyecto de la R-GGOO, aunque, como damos a entender, las Uniones
Obreras alemanas fueron en realidad organizaciones militantes de masas
que luchaban por el establecimiento de consejos obreros revolucionarios,
reemplazando los controlados por la socialdemocracia. Por ese motivo
se diluyeron con el reflujo de la Revolución alemana después de 1923,
restando solamente un agrupamiento reducido, la Unión Comunista Obrera
de Alemania (KAUD). Lo que la R-GGOO toma de esta experiencia es sobre
todo el concepto de la "organización de fábrica" y la no separación
entre lucha económica y política. Pues la perspectiva de crear una gran
unidad obrera, fuera de un contexto revolucionario abierto, no puede
llevarse a cabo sobre la base de la lucha revolucionaria inmediata,
ni de un programa desarrollado, sino sólo a partir de las reivindicaciones
inmediatas que deberán ir evolucionando -y revolucionándose- según ascienda
la lucha de clases. En cualquier caso, prescindiendo de su carácter
masivo, la estructura de la R-GGOO es válida para todos los niveles
de organización, ya que los núcleos militantes revolucionarios y los
grupos de lucha teórica sólo cumplen su papel en el marco de desarrollo
de la lucha proletaria de masas.
II Al final, el documento de la R-GGOO incluye un
modelo concreto aplicable a la estructura económica gallega. Las diferenciaciones
que hacemos por sectores económicos primarios, secundarios y terciarios
(y entre públicos y privados) tienen por base el criterio de las necesidades
sociales. No se establecen divisiones estancas entre industria y servicios,
ya que cualquier complejo económico incluye ambos sectores. En algunos
puntos se apreciarán referencias a la situación del proletariado gallego,
a la estructura económica de Galiza, pero son entendibles y no afectan
a la idea general.
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