Grupo de Comunistas de Conselhos da Galiza
La Red de Grupos Obreros (R-GGOO)
Índice
1. Consideraciones básicas
1.1. La Red de Grupos como forma de organización universal
Antes de hablar del proyecto de la Red de Grupos Obreros, es necesario
hablar de las redes y de los grupos de trabajo como métodos de
organización de carácter general. Nosotr@s los entendemos
aplicables a formas organizativas con los más diversos niveles
de compromiso y finalidades prácticas. Son formas organizativas
de tipo asambleario con una enorme flexibilidad y dinamismo participativo.
El concepto de red tiene diversas connotaciones, pudiendo tener una
estructura y funcionamiento más o menos centralizado. La utilidad
de la forma de organización en red es que permite una intercomunicación
y coordinación permanentes entre las partes que la componen,
a diferencia de las formas organizativas que establecen relaciones predominantemente
unilaterales. A diferencia de la forma de organización en asamblea
con una localización fija, la red proporciona una interactividad
mucho más frecuente y ágil, sin depender de un espacio
de reunión o convocatorias especiales. La red está diseñada
ya para permitir la mayor interacción posible.
Los grupos de trabajo son las unidades básicas de la red, son
las estructuras mínimas que la componen y se enlazan en ella;
constituyen en conjunto su base y actúan siempre como parte de
la red. Están diseñados para realizar la participación
permanente en la vida de la organización, posibilitando el mantenimiento
de una actividad cotidiana constante y continuada de todos los miembros,
realizando cada grupo una determinada función o tareas necesarias
para la organización. Pero necesariamente su composición
numérica no puede ser arbitraria. Cuanto menor sea el tamaño
de los grupos, menor será la rapidez de la red en conjunto para
la comunicación y la toma de decisiones. Pero cuanto mayor sea
el tamaño de los grupos, mayor es la dificultad para realizar
una actividad permanente y, llegado un punto, se hace necesaria la división
en dos, una asamblea y un órgano delegado. Precisamente los grupos
tienen por objeto prescindir de mediaciones en beneficio de las relaciones
directas de cooperación entre iguales y dándoles autonomía.
La relación entre el tamaño de los grupos y la centralización
de la red permite lograr un equilibrio cambiante que combine rapidez
y participación. De este modo, se constituyen en la forma organizativa
que necesitábamos l@s revolucionari@s para combinar la eficacia
con la libertad, unir la cooperación revolucionante con la lucha
inmediata.
Los grupos también posibilitan suprimir en gran medida la separación
entre el conjunto de la afiliación de una organización
y los órganos centrales que existan, al ser los órganos
delegados más inmediatos compuestos por delegad@s de cada grupo
que transmiten su mandato respectivo, y los siguientes constituidos
aun así por miembros de los grupos mismos, impidiendo la separación
burocrática de trabajo intelectual-decisorio y trabajo manual-ejecutivo
y permitiendo un control más directo y permanente por las bases.
1.2. Las aplicaciones del nuevo método organizativo en el movimiento
obrero
Así, la Red de Grupos puede aplicarse como método organizativo
general de la clase obrera, pero luchando contra las relaciones alienantes
y sus consecuencias. En el caso de las viejas formas de organización,
los sindicatos y partidos políticos obreros, esto no es posible
salvo en condiciones excepcionales y siempre que el carácter
alienado de estas formas de organización no se tenga consolidado
tanto por arriba como por abajo.(*)
Como forma organizativa de masas, la Red de Grupos se aplica a la
organización de los procesos de discusión, información,
toma de decisiones y coordinación, cotidiana y permanente, en
los centros de trabajo, que surgen como necesidad inmediata en los conflictos
y luchas con el capital que se fraguan de modo espontáneo, sin
organización previa. En estos combates cotidianos, la superioridad
de la Red de Grupos como método organizativo viene dada por la
necesidad de abarcar a la clase obrera en conjunto y de unirla democráticamente,
mientras que las condiciones y relaciones existentes configuran una
dictadura patronal cada vez más abierta. Aquí la Red de
Grupos es la forma de organizar la lucha clandestina contra la dictadura
capitalista sobre la vida laboral, y también en la vida social
en general (puesto que la represión está vigente a todos
los niveles y no sólo en el ámbito puramente laboral).
Pero la aplicación más importante es que la Red de Grupos
posibilita abrir, desde el estado del movimiento obrero actual, un proceso
de transición, de articulación y autoconstrucción
del conjunto de la clase obrera como movimiento asambleario unitario
y permanentemente organizado. Desde esta perspectiva, la Red de Grupos
Obreros (R-GGOO) es la forma organizativa que actualiza la idea de las
asambleas de fábrica en las condiciones actuales de la lucha
de clases. Pero no sólo actualiza bajo una nueva forma -cuyo
desarrollo será progresivo- la experiencia de las asambleas de
fábrica en los años 70 que, conjuntamente con comités
y consejos obreros, aparecen espontáneamente y se desarrollan
a saltos en las épocas de crisis; la R-GGOO es la organización
que complementa esa espontaneidad. Además, los Grupos Obreros
son las células que dan cuerpo al proceso de construcción
y desarrollo de la potencia proletaria individual como elemento de poder
colectivo, son el sustento activo de los consejos obreros y de la democracia
obrera.
1.3. Las características generales de la R-GGOO
En líneas generales, además de superar las relaciones
sociales que definen a las formas de organización tradicionales,
la organización del movimiento obrero masivo y asambleario según
la forma de Red de Grupos Obreros supera los limites a la unidad de
acción de la clase que establece el sindicalismo, al dividir
a la clase obrera en función de ideologías y concepciones
globales cuando lo más básico e inmediato son las reflexiones
y los problemas del día a día o en todo caso muy concretos.
Desde este criterio, la R-GGOO tiene como principios la unidad
de clase inmediata, establecida en torno a plataformas reivindicativas
con los objetivos más inmediatos, y que en su mayor parte son
generales, compartidos por tod@s l@s trabajadores/as. Y complementando
este principio, la democracia permanente, como modo
de establecer la máxima unidad en la acción, frente a
la imposición de líneas y concepciones globales acerca
del modo de lograr los objetivos. Todos los acuerdos están sujetos
a las necesidades inmediatas y son susceptibles de redebatirse continuamente,
teniendo un carácter concreto y no prolongándose su vigencia
más allá del problema concreto. En síntesis, la
R-GGOO prima la unidad práctica de la clase para la lucha inmediata,
dejando la construcción de la unidad teórica y de las
perspectivas de futuro a formas de organización basadas en un
nivel de compromiso superior: las formas que superarán el sindicato
y el partido.
Mediante el desarrollo superior de la cooperación, la R-GGOO
y el conjunto de prácticas destinadas a realizar la participación
total, son los medios prácticos para construir un nuevo movimiento
obrero libre de las lacras del tradicional, adaptado a las nuevas condiciones
de la lucha de clases (extremación de la explotación y
dominación totalitaria del capital). Es la organización
permanente del movimiento obrero asambleario, la Unión Obrera
sin divisiones por filiación sindical, partidaria o ideológica.
El compromiso de cooperación en que se fundamente la afiliación
a la R-GGOO debe ser el mínimo imprescindible. Podrán
pertenecer a ella todos los trabajadores y trabajadoras asuman sus principios
prácticos de funcionamiento y estructuración y la necesidad
de la lucha autónoma de clase para mejorar la situación
actual. Pertenecer a la R-GGOO exigirá respetar los acuerdos
que se adopten democráticamente, abonar las cuotas periódicas
que se acuerden, llevar a cabo las tareas en las que previa y voluntariamente
se asuma cooperar, y defender los posicionamientos democráticamente
adoptados por la red -sin discriminar la libre exposición del
criterio propio individual o de grupo-.
La R-GGOO define como sus principios de funcionamiento, que son prácticos
y no sólo teóricos, la autovaloración, la autoorganización
y la autodeterminación de sus miembros. Es decir, la más
amplia democracia. Debe servir de medio de estimulación de la
conciencia de las capacidades de pensamiento y de acción en sus
miembros -autovaloración-, debe regirse por la busca de la máxima
participación en la toma de decisiones haciendo de los grupos
y asambleas los máximos órganos de decisión permanentemente
-autoorganización-, y debe fundar su actividad en el pensamiento
libre y reflexivo de todos sus miembros, orientándose siempre
a buscar la coherencia con las necesidades reales, tanto individuales
como colectivas, -autodeterminación-.
Los objetivos de la R-GGOO no son economicistas. Los problemas inmediatos
de la clase obrera no son sólo económicos, tienen también
su dimensión política y cultural. La R-GGOO es una organización
unitaria que no se limita necesariamente a las tareas "sindicales".
Como todas las organizaciones, su práctica será la expresión
del nivel de conciencia de sus miembros, y a diferencia de las tradicionales,
promueve la iniciativa y la inteligencia individual en lugar del pago
de cuotas y del asentimiento pasivo.
1.4. Bases, perspectivas y fundamentaciones teóricas de la R-GGOO
A parte de su superioridad desde la perspectiva de método organizativo
emancipador, que hemos analizado anteriormente, la R-GGOO responde a
la necesidad inmediata de flexibilizar la organización en función
de las nuevas condiciones de la organización productiva capitalista,
fundamentalmente de la descentralización y de la elevación
de la Composición Orgánica del Capital. O sea, unidades
productivas físicamente más separadas y pequeñas.
En la época de las grandes fábricas la estructura básica
de la organización inmediatamente necesaria para el conjunto
de trabajadores/as era una forma delegativa (comités o consejos
de fábrica) con una base de masas (grandes asambleas de fábrica).
Ahora esta fórmula queda desfasada respecto de las nuevas condiciones
de la producción flexible y móvil. Además, las
estructuras masificadas eran la expresión de una determinada
conciencia de clase fundada en el poder numérico, y reforzaban
objetivamente dicho nivel de conciencia. Esta conciencia espontánea
estaba unida a las viejas condiciones de producción uniformizantes
de la gran fábrica (organización vertical del trabajo
-taylorismo- y producción en cadena -fordismo-); era lo que puede
llamarse conciencia del "obrer@-masa".
En las nuevas condiciones el poder proletario sólo puede fundarse
en la conciencia del carácter social del proceso de trabajo
y en la correspondiente extensión social del movimiento proletario.
La forma de Red de Grupos constituye, a este respecto, la forma en que
el movimiento obrero puede introducir a toda la masa proletarizada
sin distinciones en los circuitos de la cooperación autónoma,
atrayéndolos no sólo subjetivamente hacia su actividad
sino también objetivamente, o sea, implicándolos prácticamente
en la construcción del movimiento social del proletariado.
La R-GGOO está, pues, fundamentalmente determinada por las
necesidades organizativas objetivas marcadas por el capitalismo. Pero
también por las necesidades subjetivas de la clase en la época
actual. Y, además de todo esto, la R-GGOO determina positivamente
el desarrollo de la conciencia y de la fuerza de la clase obrera. Sitúa
prácticamente el desarrollo de la potencia proletaria como base
de todo avance frente al poder capitalista. Para ello el primer paso
es convertir (desarrollando) la conciencia de clase postmoderna, fundada
en la precarización, y, por esto, centralmente política(**),
en conciencia de clase social.
Conciencia de ser clase social dominada, o sea, afectada
como tal por todas las dimensiones de la vida social, en las que además,
en la época en que vivimos, se realiza un sometimiento total
al Capital. Y también conciencia social en el sentido
simple: conciencia del papel social como productores/as, pero además
conciencia del carácter social del proceso de trabajo y producción
-en virtud del cual toda la masa social tiene una responsabilidad, posición
y un interés determinados en la organización de la sociedad,
no existiendo sectores "independientes" del modo de producción
capitalista- y conciencia histórica como clase -en virtud de
la cual nos atribuimos unos derechos sociales a la socialización
del progreso tecnológico-productivo y un poder político
colectivo-.
El objetivo inmediato del movimiento es, en síntesis, el armamento
del obrero u obrera social. Que esta categoría teórica
deje de ser una atribución de facultades a la "masa productiva"
(como en la Autonomía italiana y T. Negri) y se convierta en
un objetivo práctico de desarrollo de la potencia proletaria
acumulada socialmente, potencia intelectual y física. A un nuevo
movimiento obrero corresponde una nueva conciencia de clase fundada
en principios distintos. El/la obrer@ social es el horizonte político
de la vanguardia obrera hoy, y es además la construcción
viva de la potencia creativa del comunismo.
Se aplica aquí el que a todo nuestro programa (y que es programa
ya sólo formalmente): el comunismo deja de ser programa para
convertirse en principio, y deja de ser teoría de la realización
de la emancipación obrera para convertirse en método práctico
de combate contra la dominación capitalista. Sólo
lo que se verifica válido como método de liberación
en el presente puede ser susceptible de considerarse válido como
teorización de la emancipación futura. El comunismo
es un proyecto social que se construye dentro del capitalismo
por medio de la producción colectiva, física e intelectual,
de la clase obrera en lucha.
Somos nosotr@s, l@s proletari@s, quienes tenemos la capacidad revolucionaria.
La conciencia abstracta de la identidad en torno al trabajo deriva,
en su forma masiva, en un movimiento obrero en el que todos los sectores
del trabajo social están mezclados y su papel y características
subjetivas quedan veladas y solapadas por la identificación entre
fuerza de la acción de clase y fuerza numérica del movimiento.
La nueva conciencia que defendemos, la que identifica el carácter
social del proceso de trabajo, conlleva que la identidad de clase se
configura en el plano individual en torno a la posición en las
relaciones de producción concretas, y en el plano colectivo en
torno al carácter social concreto que posee el trabajo que realizamos
en tanto parte de un proceso productivo total. Nuestra fuerza derivará,
por lo tanto, de la lucha contra las mismas relaciones de producción
bajo la forma de una lucha que comprenda todos los procesos de trabajo
social que componen la totalidad del proceso productivo.
Los obreros y obreras tenemos en la organización actual de
la producción la expresión inmediata de su carácter
social y del carácter social de nuestro proceso de trabajo. Dicho
de un modo más técnico, el trabajo y la producción
están organizados explícitamente en función de
condiciones y necesidades exteriores. El proceso productivo va más
allá de la fábrica aislada, la producción está
planificada en función de contratos o cálculos de ventas,
el desarrollo de los medios de producción subsume cada vez más
el trabajo en un sistema de cooperación, etc. Nuestra posición
en la producción está determinada por factores exteriores
a la fábrica. La flexibilización laboral socava el corporativismo
de empresa y el individualismo profesionalista. Esta es la base objetiva
que da al trabajo individual un carácter inmediatamente social
en sentido pleno -no limitado a la cooperación dentro de la fábrica
ni afectado por vínculos corporativos o asegurado por la profesionalidad-,
transformando la conciencia inmediata en una conciencia social completa.
La R-GGOO toma por base esta realidad objetiva y sirve al desarrollo
de una lucha y de una conciencia de clase acordes con el carácter
completamente social del proceso de trabajo individual.
1.5. La puesta en práctica de la R-GGOO
En los comienzos de la construcción de la R-GGOO, los grupos
pueden formarse a partir de los conflictos en los centros de trabajo
o del agrupamiento de individuos avanzados que trabajan en un/os mismo/s
sector/es productivo/s. En este estadio (fase atomizada) los
grupos y su coordinación son las únicas estructuras permanentes
y asumen, por lo tanto, todas las tareas y funciones en cada uno de
sus campos de acción respectivos.
Cuando se consiga formar coordinadoras por sector, uniones de grupos
por centro de trabajo o empresa, etc., entonces comenzará a aplicarse
la división de tareas y funciones entre los grupos, acorde con
su ámbito de actuación (el centro de trabajo, el sector,
etc.). Este inicio de la división del trabajo incrementará
notablemente la capacidad y la calidad de la acción combativa
de la R-GGOO, que adquirirá continuidad aunque persistirá
todavía la atomización por empresas, sectores y localidades
(fase globular).
Cuando se alcance la suficiente presencia en la mayor parte de los
sectores o ramos que intervienen en un determinado complejo de producción,
como p.e. el naval (rama metal, construcción, madera, automoción,
limpieza, etc.), se habrá alcanzado lo que consideramos la estructura
básica de la organización capitalista de la producción:
los complejos de producción-distribución de mercancías
(fase penetrante del establecimiento de la R-GGOO). Llegado
este punto de la construcción de la R-GGOO, se hace posible la
puesta en práctica de su capacidad superior de combate, unificando
a todas y todos los trabajadores que intervienen en el proceso concreto
de autovalorización del Capital, desde la producción hasta
la distribución. La nueva forma de organización podrá
así penetrar en el conjunto de la clase y realizar prácticamente
su carácter de organización del proletariado como clase,
y el potencial combativo que pone en movimiento podrá penetrar
a su vez en el entramado de la dictadura capitalista, destrozando su
eficacia y atacándola por todos los frentes.
Considerando el problema de un modo abstracto, la R-GGOO podría
comenzar a construirse tanto dentro como fuera de estructuras sindicales.
Esto ocurre porque no se comprende la esencia real y práctica
del sindicalismo, y se considera su integración en el capitalismo
como algo accidental o debido a causas ideológico-políticas
(superestructurales). Puede, no obstante, ocurrir que la clase obrera
misma intente formar, en un momento álgido de la lucha de clases,
nuevos sindicatos, inicialmente minoritarios y no burocratizados, sustentados
realmente en la autoactividad de l@s propi@s proletari@s en lucha. Pero
el verdadero carácter de la organización sindical tiende
a imponerse rápidamente. Por consiguiente, solamente en esos
casos y dentro de períodos excepcionales, contando con una tendencia
ascendente de la autoactividad de la clase, de su iniciativa y participación
consciente en la organización, podría aplicarse la idea
de la red de grupos dentro de una organización sindical. Con
todo, implicaría la disolución del sindicato como tal
en todos los aspectos. Pero estos sindicatos nuevos surgen rara vez,
y cada vez menos en la medida en que la clase obrera, intuitivamente,
va comprendiendo que los sindicatos no son la solución a sus
problemas. Tampoco se puede confundir este tipo de sindicalismo en estado
incipiente con los sindicatos minoritarios y con las fracciones sindicales
críticas, que no son expresión real de la tendencia del
proletariado a actuar autónomamente, sino, al contrario, habitualmente
el resultado de escisiones dentro de la burocracia de los sindicatos
mayoritarios o, en el caso del "sindicalismo revolucionario",
como el anarquista, nada más que sindicatos ordinarios en los
que las tendencias burocráticas pretenden suprimirse mediante
la democracia sindical y, en la práctica, son mistificadas ideológicamente.
Como veremos más adelante, las características de la R-GGOO
son en todos los aspectos antagónicas con las formas organizativas
y las políticas sindicales.
Hay que destacar que la Red de Grupos se estructura en función
del trabajo práctico, y esto implica un determinado nivel mínimo
de desarrollo de la cooperación de clase. La formación
de los grupos está determinada porque al menos uno o varios trabajadores/as
de quienes lo constituyen tienen una actitud activa que compense la
relativa pasividad del resto. La pasividad generalizada en las bases
de la R-GGOO está descartada e implica la disolución,
porque los miembros de la misma no pueden serlo sino como miembros de
un grupo, y el grupo tiene que estar dotado de una función concreta
basada en la lucha por objetivos inmediatos. De este modo, además,
la contradicción entre la pasividad y la actividad dentro del
movimiento de clase aparece inmediatamente ante los ojos como lo que
verdaderamente es: la contradicción entre los que comprenden
la necesidad de organizarse y luchar y los que no (pasivos). Por esta
razón, los elementos totalmente pasivos se autoexcluyen a priori
de participar en una forma de organización de estas características.
Los grupos no son por sí mismos, separados, una organización
de combate, pero son la base imprescindible para impulsar y canalizar
coordinadamente la fuerza intelectual y material de la clase obrera
a un nivel superior, correspondiente también al superior estadio
de la dominación capitalista sobre la vida y la conciencia. Al
afirmar la Red de Grupos como método permanente de construcción
del movimiento obrero estamos afirmando una nueva concepción
implícita del mismo, concepción fundada en la cooperación
(grupos), en la independencia (obreros), y en la unidad democrática
y permanente tomando por centro a los individuos (red autónoma).
O sea, en la Autonomía de Clase cuyo motor es el deseo de liberación
y de unión energizados por el antagonismo de clase.
Por estas razones, la R-GGOO no puede agrupar a la mayoría
de la clase en una misma organización excepto en períodos
de auge de la lucha de clases. Y su capacidad de ser la organización
permanente del proletariado como clase, y no una simple organización
de clase -de parte de la clase-, dependerá de la superación
de los corporativismos y dependencias espirituales de la clase organizada
a respecto de los sindicatos, así como del desarrollo general
de la conciencia de la necesidad de organizarse de modo permanente.
Finalmente, hay que abordar cuestiones estratégicas decisivas.
Los núcleos proletarios más fuertes están allí
donde se combina un volumen grande y más bien constante de producción
con una elevada integración de empresas y ramos. El metal, el
textil, el automóvil, la pesca, son en Galiza ejemplos de elevada
integración en relación a la desintegración característica
de una estructura económica subdesarrollada como la gallega.
De este modo la autoorganización proletaria necesitará
adoptar extensiones fuera de Galiza.
Siguiente >>
(*) Además, desde un punto de vista formal, en los sindicatos, cuyo principio activo es el reclutamiento indiscriminado de masas, la forma de la red de grupos choca contra los sectores reaccionarios que se acumulan inevitablemente. En los partidos, por su parte, la red de grupos se encuentra con el principio del disciplinamiento unificado entendido al modo burgués, jerárquicamente, puesto que los grupos sólo tienen sentido para realizar funciones o tareas concretas de la organización, necesitando un alto grado de autonomía, mientras que el partido exige la subordinación de las partes al todo en abstracto -al centro delegado- (de lo contrario no podría basarse en una concepción teórica y práctica uniforme que todos los miembros deben acatar, dando pié al desarrollo permanente de iniciativas teóricas y prácticas que atentarían directamente contra la uniformidad de pensamiento y la unidad forzada en la acción en que se basa la fuerza de un partido. Por esta razón los partidos tienden forzosamente a renegar de la autonomía de las masas, viendo la espontaneidad como un problema y no como el modo en que la clase se autodesarrolla como sujeto consciente y organizado).
(**) Nota a esta edición. Con conciencia centralmente política se refiere a que la situación de precariedad en el trabajo asalariado hace que el capital sea ya percibido como un poder sobre el/la proletari@, que gobierna no sólo su actividad dentro del proceso de trabajo sino también su entrada y salida del mismo, que domina directamente sobre su vida.
|