EL
ZARAGOZA CAE ANTE EL CELTA Y QUEDA AL FILO DEL PRECIPICIO
El
Celta de Vigo sacó tres puntos de oro en La Romareda
gracias a un gol olímpico de Jesuli que le mantiene
en la lucha por un puesto para la Liga de Campeones y que
deja a su vez al conjunto maño a las puertas del descenso.
Sin demostrar grandes cosas, el conjunto del zaragozano Víctor
Fernández deja prácticamente al equipo de sus
amores en la Segunda División, salvo un gran milagro.
El
Real Zaragoza, como durante casi toda la temporada, quiso
pero no pudo, porque le faltó capacidad rematadora
durante todo el encuentro pues sólo en una ocasión,
en un remate al poste de Marcos Vales, tuvo opción
verdadera de marcar frente a un Celta que supo aprovechar
la ansiedad local conforme transcurrieron los minutos.
Consciente
de lo que se jugaba, el conjunto maño salió
con mucha fuerza al césped de La Romareda y pareció
muy motivado para conseguir cuanto antes un gol que le pusiera
en franquicia el encuentro.
El
equipo de Marcos Alonso presionaba con fuerza y dominaba el
balón ante un Celta que aguantaba como podía
empuje local y que apenas superaba el centro del campo, pero
que tampoco pasaba por grandes apuros porque el conjunto maño
no llegaba a puerta.
Estirón
celeste
Mediado este periodo, el Celta consiguió sacudirse
el insistente dominio maño y comenzó a estirarse
con cierto peligro aunque, como su oponente, tampoco asustaba
al meta César Láinez. Hasta poco antes del descanso
no llegaron las mejores oportunidades de los dos equipos,
que además se produjeron a renglón seguido.
En
el minuto 41, y tras un saque de esquina, Jesuli dribló
a un defensa local y al guardameta César Láinez,
pero cuando iba a rematar, Paco metió providencialmente
el pie e inició un contragolpe que finalizó
con un remate de Marcos Vales al poste derecho de la meta
de Cavallero y posteriormente se produjo un centro al que
no llegó por poco Milosevic.
A
poco de comenzar el segundo periodo, en el minuto 52, Jesuli
lanzó un córner a media altura que atravesó
entre varios jugadores y que acabó dentro de la portería
local ante la sorpresa de un Láinez que cuando metió
la mano era demasiado tarde.
El
Real Zaragoza se fue descomponiendo poco a poco entre sus
nervios y su propia incapacidad ante un Celta bien posicionado
que con oficio, como en el primer periodo, no sufrió
y que acabó llevándose los tres puntos sin hacer
apenas alardes, lo que propició las sonoras quejas
de una afición que estuvo apoyando durante todo el
encuentro y en las últimas jornadas.
|