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Una vez una oveja vivía en un pueblo pequeño. La oveja tenía frío muchas veces y un día, rezó por una chaqueta permanente porque tenía frío todo el tiempo. Dijo, “Dios, por favor, ¿puedo tener una chaqueta¿ No puedo vivir durante los inviernos por el frío. No puedo llevar las chaquetas que las personas llevan porque no me caben. Por favor, deme una chaqueta que puedo llevar todo el tiempo.”
Después de este incidente, la oveja empezó a buscar su chaqueta. Ella habló con todos los animales y todas las personas en el pueblo. “¿Tienen Uds. una chaqueta especial para mí?” Pero todas las personas dijeron, “Sentimos oveja que no tengamos nada para ti.”
Eso duró días, semanas, y mesas, y finalmente la oveja fue a rendirse ante Dios porque no recibió su chaqueta. La oveja rezó a Dios una vez más. “ Dios, ¿está allí? Trato todo lo que puedo y no recibo una chaqueta. No sé si Ud. está allí.”
Unos días más tarde, la oveja estaba todavía muy triste porque aún no recibía su chaqueta. Estaba caminando en una melancolía cuando una valla apareció y la oveja necesitaba saltarla. Cuando la oveja la saltó, ella voló en una nube, la cual se la pegó y así ella recibió su chaqueta permanente. Dios le dio la chaqueta a la oveja.
Esto es cómo la oveja recibió su lana, y también por qué nosotros asociamos las ovejas con las vallas. La lección: tenga Ud. fé en Dios y con el tiempo va a recibir lo que necesite.
Pepe voló al sol y estaba volando con el sol en su pico, por aquí y por allá, por aquí y por allá en el cielo. Pepe voló muy alto en el cielo dónde él dejó el sol. Pepe no podía ayudar el sol y el sol fue roto por el suelo. Unos animales estaban quemados por el sol. El sol y todos los animales estaban furiosos con Pepe.
El sol y los animales querían ir y hablar con la hada madrina de Pepe Pengüino en su casa en su cueva. La hada madrina dijo que los pengüinos no necesitaban volar porque eran malos. El sol, el suelo, y los animales estaban heridos por el sol porque Pepe era estúpido. La hada madrina echó un encanto a todos los pengüinos y los pengüinos no podían volar nada más. Eso es por qué los pengüinos no pueden volar hoy. El moralaje de esta historia es: vuele con mucho cuidado o no se puede volar.
Una vez había patos y castores, pero no ornitorrincos, en el lago más grande de todo el mundo. A todos los patos no les gustaban los castores, y a todos los castores no les gustaban los patos. Era un período muy violento para los patos y los castores.
Un día, los patos se derrotaron a los castores en una batalla porque los patos usaron sus alas para volar y podrían bombardear a los castores. El día próximo, los castores rompieron la casa de los patos con sus colas anchas. Entonces, nadie estaba contento porque nadie estaba ganando la guerra y muchos fueron muertos. El rey de los patos y el rey de los castores se encontraron para hablar sobre la guerra. El rey de los patos dijo que los patos querían la tecnología de los castores que era una estrategía buena para construir edificios con madera. El rey de los castores dijo que los castores querían la tecnología de los patos que era una estrategía buena para nadar rápido.
Después de muchas horas, los dos reyes decidieron crear un animal que tuviera las características para construir edificios y nadar. Este animal tenía una cola ancha y pies palmeados. El animal se llamaba ornitorrinco y daba ayuda a los patos y a los castores. Construyó muchos edificios para los patos y hizo todas las tareas que exigieron nadar rápido para los castores. Todos los patos y castores estaban contentos y la guerra terminó.
La moraleja del cuento es que es importante
cooperar sí Ud. quiere resultados.
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