IGLESIA DE CRISTO


PARABOLA DEL SEMBRADOR


 INTRODUCCION, Marcos 4:1-9

Esta parábola fue dicha en el mar de Galilea, en la vecina ciudad de Capernaúm fue una de las primeras parábolas que Jesús enseñó.

 

I PROPÓSITO

En el tiempo en que fue dicha esta parábola, la oposición a Jesús iba en aumento. Aún con sus tantos seguidores, era obvio que la mayoría de la gente que seguía a Jesús, no tenía interés en los valores espirituales. Esto había desalentado a sus discípulos.

  1. Jesús en respuesta a esa inquietud responde con esta parábola. En ella Jesús parece reconocer que mucha de la labor del labrador es en resulta en vano, él reconoce que al sembrar la semilla, no se espere que todo resulte en cosecha.
  2. El mensaje entonces, es sencillo. Aunque haya parte de la semilla que se pierda, al final, siempre habrá cosecha, el sembrador nunca debe desanimarse.
  3. Así la parábola es una consolación para los discípulos y para los cristianos en cualquier época que se esfuerzan por predicar el evangelio y que muchas veces ven sus esfuerzos como si fueran en vano.

 

II. LA RESPONSABILIDAD DE OIR

La primera palabra que leemos de esta narración es "oir" (Verso 3) y concluye Jesús esta historia con otro mandato similar "el que tiene oidos para oir , oiga " (verso 9)

  1. Se sabe bien que el hombre que enseña tiene mucha responsabilidad. (Testimonio, conocimiento sobre lo que está enseñando, claridad para hacerlo etc..), pero Jesús nos dice que el que oye también tiene responsabilidad. Tan importante es esto de oir, que depende de cómo y que oigamos puede significar nuestra salvación o condenación eterna.
  2. Lo que NO debemos oir:

  1. Lo que SI debemos oir.

 

III. CUATRO CLASES DIFERENTES DE TIERRA

La narración de un sembrador que siembra la semilla, era una figura muy conocida por la audiencia de Jesús. En este caso el sembrador fue al campo y separció la semilla por todas partes y seta cayó en distintas clases de tierra.

  1. La semilla junto al camino. En Palestina el campo se dividía en pequeñas parcelas, no había muros ni cercas que los dividieran, solamente pequeñas sendas angostas que todos usaban. (verso 4) Debido a su uso, la tierra se endurecía, por tanto, la semilla que aquí caía, tenía pocas o ninguna posibilidad de crecer.
  2. La tierra rocosa. Esta no estaba muy llena de piedras, sino que era muy superficial debido a una capa de roca debajo. (laja o tosca) (verso 5). "No era profunda". No era profunda de modo que la semilla aquí brotaría rápido, pero el calor del verano la marchitaría y moriría pues sus raices no podrían estirarse para tomar la humedad.
  3. La tierra de espinos. Esta no tenía ya espinos, pero escondía abundancia de semillas de espinos enterradas (Verso 7). Los espinos crecieron al igual que la semilla buena, pero se desarrollaron más rápidamente y ahogaron las buenas y delicadas plantas.
  4. La buena tierra. Esta era fértil y suelta, capáz de recibir la semilla (verso 8) Tenía profundidad para dejar las raices estirarse y no tenía malezas que le impidieran crecer.

 

IV EL SEMBRADOR Y LA SEMILLA.

Las cuatro clases de tierra son los puntos clave de la narración pero otras partes de la parábola son importantes también.

La semilla: Esta es la Palabra de Dios (Lucas 8:11).

El sembrador: Representa a cualquier persona que trabaje en sembrar (predicar) la Palabra de Dios. Sea este el predicador del evangelio, el profesor de la clase bíblica o cualquiera que hable acerca de Cristo.

 

V LA TIERRA Y EL CORAZÓN HUMANO.

La interpretación de Jesús sobre la parábola se basa en cuatro diferentes clases de tierra .

La narración supone que la semilla sembrada era toda buena, (2ª.Tim.3:16). Pero dependen de la tierra en que caiga para que de o no fruto.

Las cuatro clases de tierra entonces, representan cuatro condiciones distintas del corazón humano.

  1. La tierra junto al camino. Esta tierra es tan dura que la semilla no puede penetrar. Algunos que oyen la Palabra son así. Oyen el mensaje, pero este se pierde porque su corazón está endurecido. A ellos Dios llama. (Hebreos 3: 7,8). Muchos oyen la predicación como los fariseos, con orgullo y arrogancia. Quizá al oir el mensaje, pongan los ojos en otros, aplicándoles la lección así a otros. La tierra junto al camino representa al individuo cuya mente se cierra- cierra sus ojos y tapa sus oidos para no ver ni oir. ¿Se puede culpar a la tierra porque es dura? Si, si la tierra representa al corazón humano. El pecado es lo que cauteriza la conciencia y endurece el corazón (Heb.3:13). El corazón puede ser endurecido como una roca por perseverar en lo malo y rechazar lo bueno – cada hombre es cultivador de su propio corazón.
  2. La tierra rocosa: Había mucha gente que seguía a Jesús impulsivamente. Algunas veces hasta lo pisaban por estar junto a él, pero al venir la persecusión , lo dejaron. ¿Qué pasó con ellos? Ellos habían sido "cautivados" por los milagros y prodigios de Jesús. Su problema consistía en que su fe no era profunda, era débil como una planta sembrada en una pequeña capa de tierra.
  3. Esta descripción es real. Algunos aceptan el evangelio rapidamente, pero lo dejan con igual rapidez. Estas personas viven de sus sentimientos y emociones, no de sus convicciones.

    Algunos se han dado cuenta que no es fácil ser cristiano, aunque sí es fácil comenzar a serlo (Juan 6:60)

  4. La tierra espinosa: Esta representa a la persona que está tan ocupada con las cosa de la vida que esta no puede ser ocupada por Cristo. La vida a veces es similar, los espinos crecen antes de darnos cuenta. ¿Qué son los espinos? Jesús los explica como los afanes de este siglo (Mar.4:19) y esto puede ser traducido simplemente como las preocupaciones de la vida en la tierra. No importa lo fuerte que seamos, no podemos servir a dos amos (Mat.6:24)
  5. La tierra buena. Si leemos las tres versiones en los evangelios que explican el significado de la buena tierra, entenderemos mejor su significado y así también sacaremos mejos provecho para nuestra vida.

Mateo 13:23. "Es el que oye y entiende..." . La oye, y no deja de pensar en ella hasta que logra entenderla.

Marcos 4:20. "oyen y la reciben..." El buen oyente recibe la Palabra, esto significa que la atesora para sí, tanto que llega a ser parte de su vida.

Lucas 8:15. Son los que retienen la palabra oída..." El buen oyente es el que retiene la palabra, la guarda para si y la practica en su vida. – Añade que el buen oyente da fruto con perseverancia. No espera la cosecha de un día para otro.

 

Conclusión

¿A qué clase de tierra representa usted?

¿Es posible que su corazón esté endureciéndose como la tierra del camino?

¿O quizá encuentre que su fe se basa más en emociones que en convicciones?

¿Está si vida tan llena de cosas que su vida cristiana se mantiene en constante peligro?

¿Tal vez está cultivando con paciencia el buen fruto que espera la cosecha?

Estimado hermano y amigo, ¿Qué clase de fruto produce su tierra?

Aporte de Moisés Abarca


Qué Dios le bendiga, son los sinceros deseos de los miembros de la Iglesia de Cristo.

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