7. Intro. libros históricos. Los libros I y II de Samuel.
7. Introducción a los libros históricos  

LOS LIBROS I Y II DE SAMUEL.

Estos dos libros, que habitualmente separamos en dos partes, estuvieron unidos formando una sola obra en el mundo hebreo. Es más tarde, con los griegos, cuando se dividen en dos, hablando de los cuatro libros de los Reinos, referidos a estos dos primeros y a los dos libros siguientes. Esos cuatro libros corresponden a lo que hoy llamamos I y II de Samuel y I y II de Reyes. Más tarde se separan definitivamente a como los tenemos hoy.

La denominación de Samuel para estos libros proviene de la creencia de que fueron escritos por el profeta Samuel. Tenemos que señalar que estamos ante unos libros bastante mal conservados, con una traducción diferente en la Biblia de los LXX, y con alguna distancia respecto a los fragmentos de Qumram. Esto nos hace pensar en la existencia de varias recensiones diferentes de un mismo texto, que desde muy antiguo se fueron sucediendo. Por la razón que fuera, el texto tardó en ser fijado y fue sometido a gran número de variantes.

En estos libros el valor y prestigio que se da a la monarquía es aún mas bajo. Se identifica monarquía casi con deslealtad segura y traición a Dios. Se expresa claramente que los reyes son una plaga para los pueblos, y sólo ante la presión del Pueblo, Yahvé accede a darles un Rey, 1Sam 12,17b "Reconoced y ved el gran mal que habéis hecho a los ojos de Yahvé, al pedir un rey para vosotros". Es verdad, que encontramos textos favorables también a la monarquía, el redactor no trató de corregirlos ni de ponerlos de acuerdo. Hoy podemos fácilmente pensar que los textos a favor de la monarquía eran más antiguos, y sólo ante el fracaso evidente de ésta, en el destierro, se redactarían los textos más contrarios a la institución monárquica.

Entre los dos libros de Samuel podemos diferenciar cinco partes bien estructuradas: Primera parte: Se cuenta con intervalos la historia de Samuel. Estaría en 1 Sam 1-7 el relato de la infancia de Samuel, relato que abarca los tres primeros capítulos. Encajado en esta historia aparece una historia sobre el arca y su cautiverio entre los Filisteos, en 1 Sam 4-6, donde no aparece para nada Samuel. En 1 Sam 7 el profeta volverá a aparecer, ahora como el último de los jueces.

Segunda parte: Estamos ante la historia de Samuel y Saúl. Comprendería 1 Sam 7 a 15. Aquí se expresa lo que hemos señalado antes, tenemos dos visiones contrapuestas sobre la figura de los reyes: una monárquica y otra antimonárquica. Las guerras de Saúl contra los Filisteos aparecen en los capítulos 13 y 14. Repitiendo en el capítulo 15 el rechazo de Saúl por parte de Dios ante su pecado, rechazo que ya aparecía en el capítulo 13.

Tercera parte: Se presenta la historia de David junto con Saúl. Esta relación va a desarrollarse hasta el final del libro primero y el primer capítulo del libro segundo. Es decir: 1Sam 16 hasta 2 Sam 1. La unción de David por Samuel ya está en el capítulo 16, como una continuación del rechazo del capítulo 15, en el primer libro de Samuel. Hemos de señalar que la relación entre David y Saúl se ha recogido en varias tradiciones paralelas. El momento culminante del final de Saúl y el gran auge de David esté expresado en 2 Sam 2-5, que narrará la confirmación de David como rey.

Cuarta parte: David como Rey. Abarcaría su desarrollo casi todo el libro de 2 Sam, en concreto 2 Sam 2-20. Por partes, primero encontramos en los capítulos 2 al 5, la narración de la victoria final y confirmación de David como Rey. Es cierto que esta segunda parte es más resumen de los resultados políticos de David, es la reunificación del territorio, el dominio sobre los filisteos. Estamos ante la época más codiciada en el futuro por los Israelíes, el reinado de David penderá como un mito en la conciencia hebrea, vieron aquí una etapa fecunda e independiente desde el punto de vista político.

Quinta parte: Abarcarían dos apéndices anexos al texto. Son los suplementos de 2 Sam 21-24. Contienen restos de distintas tradiciones: hambre, hazañas, palabras y salmos sueltos, el censo...

El valor histórico de I y II de Samuel es mayor que el de los libros anteriores. Sin embargo, no estamos, ni mucho menos ante datos fiables cien por cien. Existen muchas contradicciones en los textos que buscan permanentemente exaltar a David. Es difícil verificar datos con la arqueología porque disponemos de casi nada. La tendencia es rechazar tanta grandeza y la idea de un gran Imperio para David, más bien estaríamos ante una exageración histórica. Pudo haber perfectamente, como sustrato histórico, un David que controló militarmente una zona importante, aunque menor a lo que se indica. David posiblemente fue más el jefe de un pequeño grupo de soldados itinerantes bien dispuestos en un mundo rural. Estamos hacia el año 1000 a. C., falta contraste histórico. Lo cierto es que la historia de David será muy mitificada más tarde. Lo dibujarán como el momento de máxima independencia y libertad para el judaísmo, es una época de unidad del Reino. Si lo comparamos con el futuro, contrasta fuertemente con lo que tendrán: divisiones, derrotas, esclavitudes y destierros. El que lo escribe, el "deuteronomista", conoce parte de estos hechos y engrandece el pasado y a David.

La tradición cristiana ha visto en David la figura de Jesús, un nuevo Rey y Mesías. El título aplicado a Jesús será el de Hijo de David, que era esperado por el pueblo Judío con la llegada de un nuevo rey, salvador y Mesías. Ambos son ungidos por Dios, ambos son salvadores de su pueblos, Jesús descendería de la estirpe de David.

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