7. Intro. libros históricos. Los libros I y II de Crónicas.
7. Introducción a los libros históricos  

LOS LIBROS I Y II DE CRÓNICAS.

Estos libros fueron escritos hacia el inicio de la helenización, en torno al año 300 a. C. Son unos libros que, como ya sucedía con Samuel y Reyes, formaban una única obra con varias partes. Los títulos de I y II de Crónicas, Esdrás y Nehemías agrupaban este bloque. Estos libros de Crónicas tratan de cubrir la historia desde el inicio, con Adán, hasta la restauración tras el exilio, que continúa con las obras de Esdrás y Nehemías.

Son libros que reiteran la historia sagrada, pero también añaden y continúan la historia Deuteronomista. Posiblemente fueron escritos por un mismo autor, hipótesis que se maneja con muchas probabilidades, dada la semejanza de estilo, ideas y repeticiones. Nos hace pensar en una unidad de composición, esto es, un mismo autor.

El contexto en el que se escriben estos libros es la restauración y la liberación de los Judíos, que regresan de su destierro cincuenta años después de producirse. Ciro será el gran salvador para un judaísmo que veía evidente que fueron castigados por apartarse de Dios. La gran tarea será ahora la reconstrucción de su cultura y su religión, incluido el Templo. Estamos en una sociedad donde el centro de la vida religiosa será el Templo y sus ceremonias. Se está iniciando también una corriente sapiencial, fruto del contacto con el mundo griego que cada vez se irá intensificando más y más.

Las fuentes del Cronista son muy previsibles, usará el Pentateuco para hacer sus generalogías y copiará del "deuteronomista" muchas cosas. Pero además, pueden rastrearse obras extrabiblicas que citará expresamente como: "libros de los Reyes de Israel y Judá", "Libros de los Reyes de Israel", "Hechos de los reyes de Israel", "Midrás del libro de los Reyes",... Estos libros se perdieron en gran parte. Para la parte de Esdrás y Nehemías usó también documentos oficiales, como el "Decreto de Ciro" y otros escritos importantes de la época. Dispuso también de una "memoria de Esdrás" y otra de "Nehemías".

Este autor escribe de una manera curiosa. Es extraño constatar como elimina muchas cosas que no le gustan, por eso no habla nada del Reino del Norte, no quiere mencionar nada que manche la figura de los Reyes. Incluso silencia el conocido relato de David y su adulterio. El cronista hace también un retoque en la interpretación de las fuentes, incorpora numerosas adiciones sobre uno de sus temas favoritos: el culto y el Templo. Es, además de un escritor, un intérprete que filtra lo que le gusta y lo que no.

El cronista reitera en sus escritos una teología muy centrada en el Templo, de ahí que deduzcamos que estamos ante un levita de Jerusalén, un hombre que está muy cerca del Templo y que conoce bien sus prácticas. De hecho, gran parte de esta obra está dedicada al Templo, el centro donde se debe ir a buscar a Dios. Se piensa que es un levita porque subraya mucho el papel de éstos y sus funciones, que considera muy importantes.

Hace también una sacralización de las historia, interpreta lo que sucede en la historia como consecuencia de lo sobrenatural, la relación causa efecto se produce de manera casi automática. No importa el mundanal suceso, importa su origen en la intervención sagrada. En este sentido los castigos y los premios de los hombres son dados en función del comportamiento del pasado.

Los libros de las crónicas podemos dividirlos en varias partes: La primera parte es la etapa monárquica, 1 Cro 1-9, donde se van a contar las genealogías desde el inicio hasta David. Están copiadas del Pentateuco, Josué y el libro de Rut.

La segunda parte abarca desde el capítulo 10 hasta 29. Aquí el autor se va a dedicar a la historia y al reinado de David. Dentro de este apartado, va a tratar profundamente la actividad de culto. Convertirá a David en un rey muy preocupado y un gran organizador del culto. Dato que contrasta con los libros anteriores.

La tercera parte entraría con el segundo libro, que ya se inicia con el reinado de Salomón 2 Cro 1-9. Preferentemente se va a dedicar a describir la construcción del Templo, es una parte árida y aburrida. Apenas menciona otras cuestiones más mundanas de Salomón. Lo central es el Templo y sus medidas.

La última parte 2 Cro 10- 36, tratará sobre los restantes reyes de Judá. Es curioso que no menciona para nada al Reino del Norte. Subraya de nuevo a los grandes reformadores como Ezequías y Josías. El libro concluirá con la autorización de Ciro para reconstruir el Templo. La continuación de Crónicas está en Esdrás y Nehemías.

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