17. Cristología. La cristología posnicena: el siglo V y el Concilio de Efeso del 431.
17. Cristología  

LA CRISTOLOGÍA POSNICENA: EL SIGLO V Y EL CONCILIO DE EFESO DEL 431.

El problema de las herejías del siglo V se centraba, no en negar la divinidad de Cristo, sino en exponer correctamente la unión de la humanidad y la divinidad en la persona de Jesús, hecho que es además determinante para la soteriología. Hoy afirmamos que el Hijo se encarna asumiendo la naturaleza humana completa: cuerpo y alma, toda la humanidad, pero en aquellos momentos separaban fácilmente el alma del cuerpo, o el alma humana del Espíritu de Dios. En el fondo latía el aristotelismo en la escuela de Antioquía y el platonismo en la escuela Alejandrina. El peso de la filosofía del momento les dificultaba la comprensión del Misterio.

La herejía antioquena por excelencia será el Nestorianismo, la Cristología del logos y el hombre. Partiendo de un realismo naturalista o cosmológico de Aristóteles, explican la realidad desde su esquema físico: potencia y acto. La potencia está indeterminada, y el acto determinado, la potencia es la materia prima y el acto la forma sustancial. Esto marcará la naturaleza de Cristo, que al igual que las especies, serán intransferibles. Si no puede haber una naturaleza "hipostatizada" con sus propiedades y características propias, entonces las "hipostasis" deben ser las propiedades y características de esa naturaleza concreta, esa es la "fisis".

Traducimos esta "jerga". El Nestorianismo entiende que en Cristo hay dos "fisis", dos naturalezas completas y con características completas, humana y divina. El problema se había suscitado por el título empleado para María, "Madre de Dios", es decir, "theotokos". Pero para Nestorio esto está mal dicho, porque María es madre de la naturaleza humana de Cristo, pero no de la naturaleza divina, por eso no podía ser Madre de Dios, sino solo madre del hombre Cristo. Esto se ha venido a llamar dualismo personal en Cristo, con unas consecuencias imprevisibles para Nestorio. Si Cristo tiene dos naturalezas separadas, entonces Dios no murió en la cruz, sólo lo hizo la naturaleza humana. Rechaza así también el teopasquismo. Las funciones humanas sólo serán atribuibles a la naturaleza humana y las funciones divinas solo a la naturaleza divina. La solución para vincular las dos naturalezas era una especie de tercero, un "prosopon" de unión, que sólo vino a liar más la cosa. En el fondo la afirmación es muy sencilla, son dos personas como en una, a veces actúa una y a veces otra.

La otra corriente, la Alejandrina, de tendencia platónica, tiene otros planteamientos: en primer lugar la unión de las dos naturalezas en Cristo es hipostática o en la persona del logos o Unigénito. Jesucristo es Uno y el mismo Verbo en su divinidad y en su humanidad. Asume la humanidad y la hace verdaderamente suya. En Cristo hay una sola persona, lo humano está siempre de acuerdo con el Unigénito, es una misma persona. Por eso, fruto de esa Unión Hipostática, podemos llamar a María Madre de Dios, afirmando además que Dios murió en la cruz. Es una persona, y sólo una con dos naturalezas, no dos naturalezas-personas como decían los nestorianos.

Al Concilio de Efeso se presentaron en el 431 las dos corrientes de pensamiento, con encuentros y desencuentros, algunos escandalosos para los cristianos de hoy. Finalmente se llega a la condena de Nestorio y de los antioquenos que lo apoyaban. La fórmula aprobada no fue del todo aceptada por todos en ese momento. La expresión de la Unión Hipostática en Cristo serían aún discutida y sólo se resolvió casi definitivamente en Calcedonia en el 451, veinte años después.

En el Concilio de Efeso se afirma literalmente que "habiendo unido consigo el Verbo, según hipóstasis o persona, la carne animada de alma racional, se hizo hombre de modo inefable e incomprensible y fue llamado hijo del hombre, no por sola voluntad o complacencia, pero tampoco por la asunción de la persona sola, y que las naturalezas que se juntan en verdadera unidad son distintas, pero que de ambas resulta un solo Cristo e Hijo; no como si la diferencia de las naturalezas se destruyera por la unión, sino porque la divinidad y la humanidad constituyen más bien para nosotros un solo Señor y Cristo e Hijo por la concurrencia inefable y misterios en la unidad". Por esa comunicación de idiomas, de naturalezas, podemos afirmar que verdaderamente nació Dios de María, siendo ésta su madre. Está bien empleado llamar a María Madre de Dios.

El Nestorianismo provocó la reacción contraria en algunos sectores de la teología, especialmente destaca Eutiques, un monje poco docto, imprudente e ignorante, que reaccionando contra Nestorio cayó en el error contrario: el monofisismo, más cercano a la escuela Alejandrina. Los monofisitas, desde un platonismo, insistían más en la trascendencia de Dios con respecto a las criaturas, esa exaltación del elemento divino llevaba a un desprecio de la materia y el cuerpo. La teoría de Eutiques, que usa como sinónimos "naturaleza e hipóstasis", afirmaba que sólo era posible una naturaleza del verbo de Dios encarnada, e iba más lejos. La carne de Cristo no era consustancial a la nuestra, aunque sí lo era la de la Virgen. Antes de la unión fue de dos naturalezas, pero después de la unión sólo había una naturaleza. Esta naturaleza última sólo podía ser divina. Esto es el monofisismo, una sola naturaleza, sin duda la divina por categoría, la humanidad de Cristo se ponía en entredicho de nuevo.

<< >>
1
Hosted by www.Geocities.ws