19. Escatología. La escatología de los Santos Padres. La vida eterna.
19. Escatología  

LA ESCATOLOGÍA DE LOS SANTOS PADRES. LA VIDA ETERNA.

Si la parusía la entendemos como una especie de llegada a un punto y seguido de la historia, la vida eterna será el párrafo siguiente en la continuidad de la existencia. La promesa de vida hecha por Yahvé, se convierte en promesa de vida eterna, en recompensa sin final. La teoría de la retribución Judía era clara, lo dado a Dios lo devuelve, y más tratándose de la vida. El mundo semita no concibe culturalmente una vida eterna, se volvía a morir, era una especie de prórroga. Sólo con el tiempo, y por influencia del helenismo, se afirmará la vida eterna en un lugar de oscuridad, el "sheol", pero siempre muy ligado a lo inmanente. Este "sheol" era algo parecido a la idea de "hades" griego, lugar de sombras y de espectros.

Algo de estas ideas están reflejadas en el NT, donde Cristo utiliza imágenes de vida eterna relacionadas con un banquete o con una fiesta de bodas. Son encuentros comunitarios y colectivos, no fiestas privadas, y así la primera comunidad dibuja un final y una continuidad, donde lo imperfecto desaparecerá, y donde podremos ver y entender cara a cara. El lenguaje y las expresiones acuñadas por el AT de nueva etapa, de Reino mesiánico están presentes en el NT y en los padres de la iglesia.

Este lenguaje aparece constantemente, como también sucede con el resto de la escatología colectiva, en los símbolos de fe. Se encuentra en concreto al final del credo "creo en la vida eterna". Esta implicación parece que incorpora el carácter permanente y definitivo, constante y participativo en la vida con el señor. Es la idea de paraíso bajo la cual los cristianos de la primera hora entendían que aunque llegara la muerte por el martirio cruento, la entrega generosa de la sangre sería recompensada con la vida eterna. Es comprendida como una vida definitiva ante el Señor.

La idea de vida eterna en los Padres de la Iglesia se va articulando como "el cielo", ciudad celestial, espacio y lugar de los hombres santos. Es con gozo la sociedad fraterna, el disfrute de la visión beatífica, y de la inmortalidad con los justos. La vida eterna tenía en los Padres un fuerte sentido eclesial, es la divinización pero que es también en colectividad, en comunidad, en Iglesia celeste y triunfante. Idea ésta ultima que tuvo gran fuerza en siglos posteriores, llegando a una especie de anticipación triunfalista de la acción de la Iglesia en este mundo.

La vida eterna en la pastoral estaba muy relacionada con la entrega en el martirio, que era el elemento más claro para alcanzar esa vida eterna, incluso ya en el judaísmo. Se da la vida por la fe. Este derramamiento de sangre era considerado como un testimonio que equivalía al Bautismo, era el bautismo de sangre. Dar la vida por Cristo, como el maestro, era el mejor regalo para una vida de fe. Por eso los santos de la comunidad cristiana, lo miembros de la Iglesia que ya gozaban de Dios en el cielo eran los mártires, y disfrutaban con gozo de la vida eterna regalada por Dios en el cielo. Es notable como la Iglesia siempre ha tenido a bien indicar algunas personas, los santos, como modelos, ejemplos de hombres que ya gozan de la vida eterna en el cielo, sin embargo, ha sido muchísimo más reticente a la hora de condenar a los hombres, nunca se ha dicho de nadie que pueda estar con seguridad en el infierno, seguramente porque la misericordia de Dios siempre asombra a los hombres, y la prudencia en estas cuestiones se hace necesaria.

<< >>
1
Hosted by www.Geocities.ws