23. Teo. sacramentos iniciación. La confirmación en la Sagrada Escritura.
23. Teo. sacramentos iniciación  

LA CONFIRMACIÓN EN LA SAGRADA ESCRITURA.

No tenemos entre los textos de la Biblia referencias claras sobre la Confirmación, tal y como la entendemos hoy día. En la vida de los apóstoles junto con Cristo aparece el sacramento del Bautismo, y sabemos que en la comunidad cristiana, junto con ese sacramento, se realizan dos gestos, uno de imposición de manos y otro de unción crismal, que sería el origen de la Confirmación.

Hoy los textos referentes a la Confirmación hablan de una iniciación generalizada en la comunidad primitiva. Así, hoy el relato de Pentecostés podemos entenderlo como el texto madre de la recepción especial del Espíritu Santo, recibido por la primera comunidad cristiana, y signo de la Confirmación celebrada en la Iglesia. Pero lo determinante del discurso de Pedro sobre qué hacer, habla del bautismo, no menciona nada de esa imposición de manos ni de esa unción.

En el mismo libro de los Hechos aparece en el capítulo 8 el relato de Felipe que imponía las manos en oración, y los hombres de Samaría recibían el Espíritu Santo. Por tanto, estaríamos ante una práctica sacramental de la primera hora, normalmente vinculada al Bautismo, pues el mismo texto menciona éste sacramento como fruto del anuncio por esa región. Dice el texto que imponían las manos, oraban y recibían el Espíritu Santo. Es interesante constatar como al venida del Espíritu Santo se atribuye a la imposición de las manos y no al Bautismo. Aunque parece que sea casi el mismo gesto.

Llama la atención Hch 19 del Bautismo en la comunidad de Éfeso, parece que hay allí cristianos que ya habían sido bautizados, pero en el bautismo de Juan el Bautista; es decir, no habían recibido la gracia del Espíritu Santo. Dice el relato que San Pablo les bautizó y les impuso las manos, bajando el Espíritu Santo, ante lo cual profetizaron y hablaron en lenguas. Es de destacar como se mencionan los dos gestos, recogiendo la tradición doble realizada por la primitiva Iglesia, bautizaban e imponían las manos. A veces se separan los gestos, y en otras ocasiones no.

El elemento que más destaca el NT es la presencia del Espíritu Santo, vinculada al bautismo y al gesto de imponer las manos, para nosotros la Confirmación. En el libro de los Hechos parece más un gesto separado, pero en las cartas paulinas siempre que se habla del Espíritu Santo está relacionado exclusivamente con el bautismo, no indicando ningún otro gesto, lo cual indica la diferencia entre las comunidades, vivas en su experiencia pero con poca elaboración teológica en estas cuestiones.

Este gesto de imposición de manos, era un gesto semita, reservado para grandes personajes, que por imposición de manos recibían la fuerza y el poder de otro ser poderoso. La unción con óleo, era un gesto de realeza que se realizaba sobre los reyes. Significaba la bendición y la protección de la cabeza, que quedaba en manos de la divinidad. Esta Unción se fue extendiendo, y era procurada también para los sacerdotes y profetas. No tenemos ninguna mención de que Cristo impusiera las manos o ungiera a alguno de sus discípulos, las palabras de Cristo y el relato de Pentecostés son suficientes para entender que el poder y la realeza de Cristo eran heredadas por sus seguidores, formando una nueva realeza, un nuevo pueblo de reyes.

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