23. Teo. sacramentos iniciación |
LA
CONFIRMACIÓN EN LA IGLESIA ANTIGUA. Poco a poco se van separando los dos sacramentos, aún no recibe la mención que conocemos hoy, es llamada simplemente "la imposición de manos del Obispo y la llegada del Espíritu Santo". Desde los siglos IV al VII, y con la oficialidad de la Iglesia, el sacramento de la Confirmación acompañará al Bautismo en su andadura pastoral, quedando relegada a un gesto tardío en aquellos que retrasaban su Bautismo y prolongaban su catecumenado, retrasando también la imposición de manos. Cómo también era frecuente el Bautismo en los niños recién nacidos, hay que decir que se solía celebrar la Confirmación a la vez, dado que habitualmente el Obispo presidía el acto sacramental. Oriente quedó más atraída por la Unción que Occidente, donde el gesto más expresivo fue la imposición de manos. A finales del siglo V aparece el nombre de "confirmatio", referido a los gestos del Obispo tras el Bautismo. El centro del acontecimiento salvífico de la Confirmación, coincide Oriente y Occidente, está en el don Espíritu Santo, que es recibido al igual que en Pentecostés. En Oriente la tradición mantendrá la costumbre pastoral de celebrar conjuntamente el Bautismo y la Confirmación. En Occidente las cosas no discurrirán así, y sólo al final del periodo antiguo, iniciando el medievo nos encontramos con un gesto claramente separado, reservado al Obispo, y a veces muy posterior al Bautismo. |
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