25. Teo. sacramentos de la misión. El sacerdocio en el Antiguo Testamento.
25. Teo. sacramentos de la misión  

EL SACERDOCIO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.

En el AT encontramos el sacerdocio múltiples veces. No es algo exclusivo de la religión hebrea, en la mayoría de las religiones, por no decir todas, aparece el sacerdocio, unas personas con una especial relación con la divinidad hacen de mediadores entre el pueblo y lo sagrado. En el caso del judaísmo, también se da este fenómeno, y así la religión hebrea desarrolla también la figura de los sacerdotes.

La palabra sacerdote en lengua hebrea es "kohen", y significa literalmente "estar de pie", seguramente responde a la función del sacerdote, que permanecía de pie mientras realizaba el sacrificio, no así el resto del pueblo de Dios, que permanecía arrodillado. Otro término empleado es "levi", pero tiene otros significados además de sacerdote, significa "bailarin", y esto está vinculado a un mundo aún más primitivo, donde el sacerdote ejecutaba unas danzas en sus rituales. Significa también "acompañar", "situarse cerca". También podríamos traducirlo en algún momento como "los ofrecidos", "los donados", entendiendo que son entregados o sacrificados a Yahvé.

En otras lenguas clásicas, suele tener más relación sacerdote con un origen sagrado o santificador. En griego, "ieros" significa sagrado, y en latín, "saceros", derivaba directamente de sagrado, el que hace lo sagrado. En el mundo antiguo lo sagrado correspondía a algo distinto y separado de lo profano. Es lo puro, el "agios" griego, lo Santo, atribuible a Dios por antonomasia, es lo inaccesible, lo separado, lo totalmente diferente. Es una santidad que pertenece a Dios, pero que también afecta a los objetos y personas cercanas a él. El templo, los objetos de culto, los sacerdotes, son también sagrados. Por eso el sacerdote es el que está consagrado, y permanece en esa consagración. En el AT esa santidad debe también relacionarse con la vida coherente y la justicia. La santidad de Dios es justicia, y exige justicia.

El origen de los sacerdotes en la cultura hebrea estuvo posiblemente con la sedentarización. Abraham, padre en la fe, era nómada; y era él mismo el que presidía los sacrificios. Estos se realizaban en lugares diferentes, normalmente en altozanos, colinas y montes. Con la sedentarización aparecen encargados de esos santuarios permanentes, en lugares solitarios y alejados del resto para mantener la pureza de los ritos.

En el AT hay además una institución especial que es el levirato. Es decir, el sacerdocio era hereditario, se trasmitía de padres a hijos. Los pertenecientes a la tribu de Leví eran considerados herederos de ese oficio sacerdotal, estaban separados de las otras tribus, no poseían tierras, y recibían el diezmo de los demás, dedicándose sólo y exclusivamente al culto. La realidad teórica difiere sin embargo de la práctica hebrea, sobre todo con el tiempo, porque muchos no ejercen, siendo sustituidos en Jerusalén por otros sacerdotes profesionales. El Deuteronomio habla de esta situación invitando a la caridad y generosidad con los levitas. Las razones de este "desempleo" estaba en la gran cantidad de personas posibles y el poco trabajo. Por eso acabarán teniendo funciones subsidiarias en el Templo, son cantores, porteros, preparan las ofrendas o purifican los objetos sagrados. Los levitas, que no habitan en la ciudad santa de Jerusalén, pasan hambre y penurias. En teoría reciben el diezmo de las cosechas, pero están considerados de inferior rango. Las funciones principales en el Templo de Jerusalén las realizan otros sacerdotes, mejor pagados y con mejores condiciones de vida.

El judaísmo da lugar a otra figura significativa tras el exilio en Babilonia. Estamos hablando del Sumo Sacerdote del templo. Ya existía, pero ahora tendrá unas funciones especiales. Era el sacerdote responsable del culto del Rey, tras el destierro tendrá un carácter político, siendo la única autoridad existente. Su papel político se radicalizará tras el helenismo, convirtiéndose en la máxima autoridad política y religiosa. Roma repartirá su poder apoyando al Rey Herodes en lo político, y en el Sanedrín en lo religioso, con el Sumo sacerdote al frente.

La función principal de los sacerdotes en el AT era la realización de los sacrificios, que acabarán siendo una facultad exclusiva. El sacrifico se hacía en el altar, cuyo término significa "inmolar". Se mataba a la víctima, se ofrecía y derramaba la sangre y se partía la carne. En Israel había un altar para los sacrificios, que también podían recibir ofrendas de frutas, cereales, o libaciones, derramamientos de vino o de leche. Tenían también los sacerdotes una función oracular, es decir, eran mediadores con la palabra y la voluntad de Dios. Para realizar y conocer la voluntad parece que llegaron a usar, en el pectoral de sus ropas, el llamado "urim-tunim", cuya respuesta era afirmativa o negativa. Se hacían preguntas y se iba sacando la suerte, que no sabemos bien en qué consistía, seguramente piedras o algo así. De esto tenemos constancia por el libro de Samuel. Esta función se perdió con los profetas. También tenían una función instructora. Es decir, siendo conocedores de la Ley, daban indicaciones y enseñanzas sobre el comportamiento concreto. Esta función se perdió en parte tras el destierro, y se hizo a favor de los doctores de la Ley y los "rabinos", maestros y sabios de los preceptos de Israel. Estos doctores eran los artífices de la compilación legislativa tras el destierro, por eso asumieron estas funciones.

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