Rene Descartes fue considerado el primer hombre
moderno por su pensamiento. Pertenecía
a la nobleza francesa. Estaba muy interesado en las matemáticas, la ciencia y la filosofía, y decidió combinar sus
propósitos intelectuales con los viajes. Pasó varios años viajando por Europa, frecuentemente como caballero voluntario
en diversos ejércitos. Fue un militar francés de fortuna, un matemático y un filósofo. La Iglesia Católica Romana del
siglo XVII discrepaba con las enseñanzas de los filósofos naturalistas, quienes aseguraban que el cuerpo humano operaba,
en gran medida, igual que una máquina. Esto sugirió a algunos que la mente, como el cuerpo, quizás obedeciera también la
ley natural.
Descartes "resolvió" este problema reformulando las enseñanzas de Tomás de Aquino, acercando la importancia del
libre
albedrío, y aseverando que si bien es cierto que el cuerpo opera en gran parte como una máquina, la mente pertenece al
alma, y no está sujeta a las leyes de causa y efecto. Esta es la doctrina del
dualismo, para la cual cuerpo y mente
son sustancias netamente definidas.
Descartes postuló como corolario la doctrina del
interaccionismo, según la cual cuerpo y mente de hecho se influyen
entre sí en alguna medida. Aventuró que el punto de interacción entre ambos se halla en la glándula pineal, una pequeña
glándula endocrina situada en la cabeza. Esta doctrina se ha incorporado hasta cierto punto a la expresión "enfermedad
psicosomática" (véase), que literalmente significa "enfermedad de la mente y el cuerpo".
Una de las más célebres declaraciones de Descartes fue:
Cogito ergo sum, que significa: "Pienso, luego existo".
A raíz de su énfasis en la primacía del pensamiento, puede decirse que Descartes prefiguró la posterior importancia
asignada en psicología a la cognición.
También argumentó que debía existir un universo externo al Yo pensante, un universo no opaco a las facultades cognoscitivas
del hombre. Escribe el famoso libro "
Discurso del método" (1637), donde expone que podemos dudar de todo
(de lo que percibimos), pero de una cosa no podemos dudar, de que estoy dudando; y si estoy dudando es que pienso, y si
pienso es que existo. De aquí su famosa frase "
pienso, luego existo" (cogito ergo sum).
Para Descartes hay tres cosas de las que no podemos dudar: del Yo o del Pensamiento, del Mundo por su extensión y de
Dios por su infinitud. Para él lo psíquico es lo consciente, o sea todo lo que existe en nuestra conciencia: la imaginación,
la fantasía, los sueños, los recuerdos...
Sostuvo que cualquier idea que se presente a la mente a la vez de un modo claro y distinto debía ser verdadera.
lo claro es lo que se presenta de modo inmediato a la mente y lo distinto es lo que a la vez es claro
e incondicionado. Descartes decía que lo distinto se conoce per se, su evidencia es independiente de cualquier
condición limitadora.
En 1649 Descartes aceptó una invitación para convertirse en profesor de filosofía en la corte de la Reina Cristina
de Suecia. Murió al año siguiente en Estocolmo.