Temas de la Semana anteriores:
EEUU contra el terrorismo
Se ha criticado mucho, muchísimo
a EEUU por el ataque a Afganistán, por haber usado la fuerza ahora
que ha sido atacado
Ataque y Respuesta
Sería un gran triunfo
que la respuesta al ataque a Nueva York y Washington fuera de la mano de
la Justicia.
America under attack
El terrible atentado del
11 de Septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono
Globis y Mundo Global
La globalización
está provocando un debate muy intenso, sobre si es beneficioso o
no para la sociedad
Amor, sexo y Un mundo feliz
La conquista de la libertad
que ha hecho superar ciertos tabús. Pero, ¿qué tipo
de conquista hemos logrado?
Un dios que se equivoca
¿Realmente podemos
confiar ciegamete en el mercado?
El Tema de la Semana |
Y volver a tus brazos otra
vez
Estamos viviendo el renacer del keynesianismo. La doctrina que sacó
al mundo adelante después de la Segunda Guerra Mundial había
sido desterrada de las teorizaciones y desplazada de los mandos de poder.
Por su lado, el neoliberalismo se ha ido imponiendo poco a poco.
Aunque todo esto es matizable. Primero, porque sigue habiendo importantes
ecuelas neo-keynesianas (los premios Nobel de Economía de este año
han sido otorgados a economistas cercanos a esta escuela), y lo cierto
es que los neoliberales auténticos se han quejado de que liberalismo
había, pero de boquilla.
Lo cierto y verdad es que en la actual coyuntura económica,
de recesión en la superpotencia mundial, los gobiernos nos han sorprendido
con medidas fiscales de carácter netamente expansivo. El gobierno
estadounidense se ha lanzado a estimular a la economía con importantes
políticas de gasto, y un aumento sin precedentes del presupuesto
de Defensa, pero fianaciándolo mediante déficit (no con impuestos):
puro keynesianismo.
O no tanto. El keynesianismo usaba al Estado como medio para redistribuir
la riqueza. Gastos en Sanidad y Educación pública sonmás
propios del keynesianismo que los gastos en Defensa. Sin embargo, parece
que las mentalidades de izquierdas se sienten satisfechas porque se ha
vuelto al Estado para hacer frente a las crisis. ¿Estamos olvidando
que no es un fin en sí mismo el que el Estado tenga un poder? ¿Que
lo importante, bajo esta perspectiva es que el Estado asegure un bienestar
a sus habitantes?
No es mi intención, por supuesto, criticar el aumento del presupuesto
destinado a seguridad. El Estado debe ser lo suficientemente flexible para
adaptarse a condiciones cambiantes del medio. Y las condiciones del mundo
occidental han cambiado tras los últimos atentados. Por tanto, debe
haber una reasignación de recursos.
Pero eso es financiable reduciendo otras partidas, o aumentando impuestos.
Si no, lo que estamos haciendo es gastar hoy lo que necesitamos para que
otros paguen la factura. Y esos otros vamos a ser nosotros mismos.
Esto tiene mucho que ver con los diferentes ciclos económico
y político. Los gobiernos tienden a tomar medidas de corto plazo.
Expliquemos esto. George W. Bush, por ejemplo, tiene que hacer frente a
una crisis actual. Está "contratado" por cuatro años y, evidentemente,
le gustaría renovar su mandato. Para ello debe mantener feliz a
la gente. Así que es normal que gaste hoy un dinero extra, que se
vaya a pagar mañana. Es decir, al que él no tendrá
que hacer frente.
Los postulados intervencionistas siguen muchas veces el sentido común.
Por ejemplo, las compañías aéreas están teniendo
muchísimas pérdidas por los atentados, y no son responsables
de ello. Esto va a provocar que tengan que hacer muchos despidos. Solución:
darles una subvención que les permita seguir funcionando sin despidos.
Todos contentos: gestores, empleados, accionistas, usuarios (que se están
beneficiando de unas tarifas extraordinariamente bajas) y la sociedad en
su conjunto, pues así no padece el sufrimiento de ver incrementarse
el número de parados.
¿Perfecto? Pero oiga, ¿de dónde salen esas subvenciones?
Pues ese dinero me lo quitan a mí, para dárselo las aerolíneas.
Cuando a mí me despiden de mi trabajo, y con otro nuevo que busco
no puedo pagar el alquiler de mi nueva casa, ¿me dan una subvención?
No, desde luego. Pero es que además yo si tengo que pagar a los
demás sus problemas, cuando el gobierno lo decida.
No es que yo no quiera ayudar, pero lo cierto es que debe ser una decisión
personal mía. No es lógico que el gobierno decida subvencionar
unos problemas y no otros. En mi caso, debo adaptarme y alquilar un piso
más pequeño. Las aerolíneas deben adaptarse a la nueva
situación porque, no nos engañemos, la gente no quiere montar
en avión. Ha cambiado radicalmente la situación, y no tiene
sentido que se sigan ofreciendo los mismos servicios si la gente no los
desea. Y encima pagándolos entre todos: no queremos montar en avión,
y no montamos, pero seguimos pagando billete.
Así llegamos al meollo neoliberal. El problema es que el Estado
no debería decidir qué hago yo con mi dinero. Porque de hecho
es mío. Sin embargo, está en mi mano el decidir ayudar a
esa gente que se queda en el paro, si sigo trabajando. Y si mi empresa
cierra, nada me impide montar mi propia pequeña empresa o buscar
trabajo en otra actividad en la que se me necesite. Soy yo quien decide
y actúa, no un Estado que toma las decisiones por mí.
Porque cuando es el Estado quien decide este puede coger mi dinero
para subvencionar aerolíneas, pagar sobresueldos a altos cargos,
o adiestrar a una guerrila que lucha contra la Unión Soviética
en ese país, ¿cómo se llamaba? Ah, sí, las
guerrilas musulmanas de Afganistán. |
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