Un vaso de vino entre las flores: bebo solo, sin amigo que me acompañe. Levanto el vaso e invito a la luna: con ella y con mi sombra seremos tres. Pero la luna no acostumbra beber vino, y mi perezosa sombra sólo sabe seguirme. Festejemos, con mi amiga luna y mi sombra esclava, mientras aún es primavera. En las canciones que entono vibran rayos lunares; en la danza que ensayo mi sombra se aferra y deshace. Los tres juntos, antes de beber, holgábamos; ahora, ebrios, cada cual va por su lado. ¡Regocijémonos muchas horas todavía, en nuestro extraño festín inanimado, para encontrarnos al fin en el Rio de las Nubes!

Estudiante de Shao Lin Ch'i

Aquí y ahora. Una simple forma de hablar. Necesitamos del lenguaje para poder comunicarnos dentro del mundo cibernético, más aún que en el mundo real. ¿Cómo si no?

¿El pasado? Nuestros fantasmas persiguiéndonos. ¿El futuro? La incertidumbre ante lo desconocido. Aquí y ahora, la maravilla de sentir la vida. Un presente eterno si lo sabemos sentir. Un instante eterno si olvidamos ese factor llamado tiempo, y perdemos de vista pasado, presente y futuro. (Y en cuyo caso la palabra "eterno" pierde además su supuesto sentido)

¿El tiempo? Una forma de llevar al mundo de los conceptos y abstracciones el maravilloso aquí y ahora, perdiéndose el auténtico sentido de este momento eterno.

El pasado se ha ido, el futuro aún no llega, el presente no permanece. Entonces, si no hay una mente fuera del pasado, el futuro y el presente, ¿qué mente es la que observamos?, ¿qué mente la que observa?

Gasshô en el Dharma.

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