EL
RENACIMIENTO
A mediados del siglo XV se produce en Italia (y
posteriormente en toda Europa) un movimiento de retorno a la
cultura grecolatina, casi olvidada a lo largo de la Edad Media,
abriendo una nueva época en la literatura, pero también en las
artes, en la filosofía y en la política. Frente al teocentrismo
medieval, el humanismo coloca al hombre como centro de todas las
cosas.
Puede decirse, en términos generales, que el
Renacimiento oscila entre dos tendencias, el idealismo y el
naturalismo, aunque en ambas se hace patente el culto a la vida,
al hombre y su mundo interior.
1).- ITALIA: Aquí
tiene su origen el Renacimiento, sobre las bases sentadas por
Dante y Petrarca. Tres grandes poetas son los que marcan esta
época. Angelo Poliziano (1454-1494), filólogo y
poeta bajo el mecenazgo de los Medicis, considerado uno de los
precedente de la ópera por la estructura de sus canciones; Ludovico
Ariosto (1474-1533), autor de la obra épica Orlando
furioso y uno de tantos artistas que murió sin ver
reconocidos sus méritos; y Torquato Tasso
(1544-1595), autor de muchas obras, entre las que destaca Jerusalén
libertada, perteneciente también a la épica.
2).- FRANCIA: Clement
Marot (1496-1544), primer poeta renacentista, fue un
poeta cortesano de estilo elegante y jocoso, hasta que cayó en
desgracia y su poesía adquirió un tono más profundo y
dolorido. En la segunda mitad del siglo XVI aparece un movimiento
denominado Pléiade que preconiza el valor del francés
frente al latín como lengua poética y la adopción de los
géneros grecolatinos. Sus máximos representantes fueron Pierre
de Ronsard (1524-1585), cantor del amor y del erotismo, y
Joachim du Bellay (1522-1560), considerado como el
"teórico" del grupo. Frente a este grupo hubo
detractores como François de Malherbe (1555-1628),
que defendía la contención clásica y utilizó una poesía de
férreos esquemas negando validez a cualquier tipo de libertad
poética, y Mathurin Regnier (1573-1613), afamado
poeta satírico.
3).- GRAN BRETAÑA:
En la literatura inglesa renacentista lo culto y lo popular se
enlazan con la tradición medieval. Cuatro poetas destacan en
este período: John Skelton (1460-1529), al que
podemos calificar de satírico, Edmund Spencer
(1552-1599), poeta original y con fuerte sentido nacional, John
Milton (1608-1674), que al quedar ciego se refugió en la
poesía y compuso uno de las obras maestras de la literatura, el Paraíso
perdido, y John Dryden (1631-1700), poeta,
dramaturgo e iniciador de la crítica literaria en Inglaterra.
Por encima de ellos hay que situar a William
Shakespeare (1564-1616), una de las más grandes figuras
de la literatura universal, poeta y dramaturgo por excelencia,
con una habilidad en el lenguaje poético que aún hoy sigue
siendo fuente de inspiración. Su vida está llena de misterios,
e incluso hay quienes niegan su existencia. A parte de sus
mundialmente famosas obras teatrales, hay que destacar aquí sus Sonetos.
4).- ALEMANIA: La
Reforma de Lutero limitó la libertad de los escritores, hizo
girar el interés alrededor de temas religiosos y rechazó por
mundanas las ideas del Renacimiento italiano. Las pocas figuras
que ofrece esta etapa son Hans Sachs (1494-1576),
poeta indocto y popular, Friedrich von Spee
(1595-1635), activista en la Contrarreforma, y de manera especial
Martin Optiz (1597-1639), que trató de introducir
el Renacimiento en Alemania con el Libro de la poesía alemana,
de gran influencia durante el siglo siguiente.
5).- PORTUGAL: Gil
Vicente (1465-1536) marca la intersección entre la Edad
Media y el Renacimiento, incorporado definitivamente por Sáa
de Miranda (1481-1558), Antonio Ferreira
(1528-1569) y sobre todo por Luis de Camoens
(1524?-1580), el más ilustre de los poetas portugueses, autor de
Os luisadas y creador del lenguaje poético portugués.
6).- ESPAÑA: El
Renacimiento español es conocido como "Siglo de Oro"
por la cantidad y calidad de poetas que aparecen en este
período. Cabe distinguir tres etapas:
a).- Primer Renacimiento: Coincidiendo
con el reinado de Carlos V se acoge en España la nueva poesía
italiana de manos de poetas como Garcilaso de la Vega
(1503-1536) de corta vida y obra breve, pero intensa y muy
influyente, Juan Boscán (1495?-1542), al que se
debe la introducción definitiva de la métrica italiana, y sus
continuadores Gutierre de Cetina (1520-1557?) y Diego
Hurtado de Mendoza (1503-1575).
b).- Segundo Renacimiento: Durante el
reinado de Felipe II alcanzan su apogeo dos escuelas: la andaluza,
donde predomina el preciosismo de la forma, en la que destaca Fernando
de Herrera (1534-1597), que cantó al amor y al
patriotismo con musicalidad y colorido; y la castellana,
que antepone el fondo a las formas, cuyo máximo representante es
Fray Luis de León (1527-1591), gran conocedor de
los clásicos y de la Biblia. Hay que destacar también el
nacimiento de la lírica ascético-mística de la mano de Santa
Teresa de Jesús (1515-1582) y San Juan de la Cruz
(1542-1591), y a la figura aislada de Alonso de Ercilla
(1533-1596?) con el poema épico La Araucana.
c).- Tercer Renacimiento: Durante el
siglo XVII, y coincidiendo con el Barroco, van a producirse dos
tendencias enfrentadas entre sí: el culteranismo
(seguidor de la escuela andaluza) representado por Luis de
Góngora (1561-1627) con una obra extensa, rebuscada y
llena de colorido; y el conceptismo (seguidor de la
escuela castellana) representado por Francisco de Quevedo
(1580-1645) con una obra aún más extensa y compleja que,
prácticamente, abarca todos los géneros y temas. Junto a estas
figuras, aparece Lope de Vega (1562-1635), que
cultivó todos los géneros aunando en ellos tanto la métrica
antigua como las nuevas formas. Incluso el gigante de la
literatura española, Miguel de Cervantes
(1547-1616) se asomó a la poesía con menos acierto que sus
obras narrativas y dramáticas.
Alrededor de estas figuras clave de la poesía
surgen otras voces como los hermanos Argensola, Francisco
de Rioja, Estaban Manuel de Villegas y Sor
Juana Inés de la Cruz.