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Multitud
de hogares en todo el mundo disfrutan de la compañía de un gato. Esta mascota
milenaria se caracteriza por una tremenda vitalidad e
independencia. Eso no significa que haya que desentenderse de él: al contrario,
hay que observarle de vez en cuando para comprobar su comportamiento y estado
de salud. Uno de los problemas que puede padecer un gato es la alergia.
Si
este pequeño felino la desarrolla, probablemente se deberá a una defensa
física ante algo que no funciona bien en su organismo. De hecho, la alergia
no es más que una reacción fisiológica que
surge cuando el sistema inmunológico del animal identifica una sustancia
nociva para su cuerpo. En este reportaje se incluyen algunas de las
patologías alérgicas y los síntomas que pueden aparecer en estos animales. Picadura
de pulga, síndrome complejo Si
el gato se lame muchas veces, es que se está rascando porque hay un problema
de piel. Un síntoma que será visible, sobre todo en el cuello, es la pérdida
de pelo en la zona afectada. Las patas, cabeza o abdomen también pueden
mostrar alopecia, pero en menor medida. La especie afectada
de DAPP desencadenará una dermatitis miliar: la piel se llena de costras
y descamación, por lo que no debemos dudar en llevar el gato al
veterinario, allí le van a tratar y le ayudarán a aminorar el intenso picor
que siente. Alergia alimenticia El
diagnóstico pasará por cambiar, al menos durante 10 días, los
alimentos,decantándonos
por otro tipo de pienso o comida húmeda que no haya probado con anterioridad.
Si la alergia es alimenticia la hipersensibilidad irá disminuyendo
progresivamente hasta desaparecer. Poco a poco, se empezará a introducir de
nuevo en su dieta el alimento habitual y así iremos descubriendo los
componentes que le causaron la dolencia. Sería conveniente que se llevara a
cabo correctamente la dieta de supresión, y evitar que el gato coma cualquier
cosa sin que el dueño se percate de ello. Si
el gato presenta lesiones severas en la cabeza,
la cara, los labios o el hocico, es probable que esté sufriendo
una contundente alergia al material con el
que está fabricado el comedero. La solución será tan
sencilla como retirar el comedero de plástico y cambiárselo
por otro de vidrio, cerámica o acero inoxidable. El felino lo agradecerá
mucho, pues dejará de rascarse desesperadamente como antes. Alopecia extensiva Estas
manifestaciones requieren tiempo para descubrir su
origen y poder actuar con un tratamiento acertado. Hay
autores que indican que pueden deberse a problemas emocionales como estrés,
pérdida de un ser querido, enfado, etc. Sin embargo, la alopecia puede tener
un verdadero origen alérgico. No es una enfermedad peligrosa para la vida de
esta pequeña mascota, pero sí que es molesta debido al intenso picor que
soportará el animal antes de ser diagnosticado y tratado por el veterinario. Alergia a los humanos Uno
de cada 200 gatos es asmático. El asma felina genera toses, estornudos y
falta de aliento. Durante una crisis de asma, el animal buscará una posición
en la que mejore la ventilación; posiblemente se tumbe en postura 'semiacostada' con los codos abiertos. Estas crisis pueden
llegar a durar hasta varios minutos. Como se puede ver, son muchas las
alergias que puede sufrir un gato: aquí sólo mostramos algunas. La mejor
solución es la prevención y para ello aconsejamos llevar a nuestra mascota al
veterinario periódicamente. |