Silencio, basura
Y la basura sigue haciendo noticia en el mundo y en este blog. Ahora los protagonistas son unos basureros parlantes en Cambridge.
No puedo evitar acordarme de la novela The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy (la película llega a fines de julio a su cartelera local), sátira de ciencia ficción escrita por Douglas Adams y de culto en el mundo angloparlante. En tal libro cuentan que en la nave que lleva a los protagonistas, las puertas fueron programadas con personalidad (espantosa movida de marketing de la empresa que las hacía) y por eso cada vez que se abren y se cierran dan las gracias. Las puertas estaban diseñadas para decir: "Espero que la apertura y el cierre hayan sido de su agrado", "Gracias por hacer muy feliz a una simple puerta", "Esta puerta se abrirá para darle un buen servicio", o en el mejor de los casos emitían un zumbido que demostraba la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Por supuesto, todos en la nave detestan esas puertas y se dan diálogos como:
-Gracias por hacer muy feliz...
-Ah, cállate.
Diálogo que se repetirá en las pulcras calles de Cambridge:
-Thank you for making this city a clean...
-Oh, bloody hell, shut up, will ya?
Por desgracia, Adams era un visionario.
No puedo evitar acordarme de la novela The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy (la película llega a fines de julio a su cartelera local), sátira de ciencia ficción escrita por Douglas Adams y de culto en el mundo angloparlante. En tal libro cuentan que en la nave que lleva a los protagonistas, las puertas fueron programadas con personalidad (espantosa movida de marketing de la empresa que las hacía) y por eso cada vez que se abren y se cierran dan las gracias. Las puertas estaban diseñadas para decir: "Espero que la apertura y el cierre hayan sido de su agrado", "Gracias por hacer muy feliz a una simple puerta", "Esta puerta se abrirá para darle un buen servicio", o en el mejor de los casos emitían un zumbido que demostraba la satisfacción de un trabajo bien hecho.
Por supuesto, todos en la nave detestan esas puertas y se dan diálogos como:
-Gracias por hacer muy feliz...
-Ah, cállate.
Diálogo que se repetirá en las pulcras calles de Cambridge:
-Thank you for making this city a clean...
-Oh, bloody hell, shut up, will ya?
Por desgracia, Adams era un visionario.
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