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Lankavatara Sutra
Sutra del descenso del Budha a Sri Lanka

De esta manera lo he oído,

Una vez el Bendito apareció en el Castillo de Lanka, que está en el pináculo del Monte Malaya en el medio de un gran Océano. Una cantidad extraordinaria de Bodhisattvas-Mahasattvas se reunieron milagrosamente desde todas las tierras-de-Budha, y un gran número de bhikshus se congregaron allí. Los BodhisattvasMahasattvas con Mahamati a la cabeza, eran todos maestros perfectos de los variados Samadhis, las diez partes del Dominio-propio, los diez Poderes, y las seis Facultades Físicas. Habiendo sido ungidos por las propias manos del Budha, todos ellos entendieron muy bien el significado del mundo objetivo; ellos todos sabían como aplicar los diversos recursos y expedientes, las enseñanzas y disciplinas de acuerdo con las diversas mentalidades y conductas de los seres; todos ellos estaban completamente versados en los cinco Dharmas, los tres Svabhas, los ocho Vijnanas, y el No-ego dualístico.

El Bendito, conociendo las inquietudes y agitaciones mentales que se encontraban en las mentes de aquellos reunidos en la asamblea (como la superficie del océano revuelta en olas por el viento pasajero), y con su gran corazón motivado por la compasión, sonrió y dijo: En los días de los antiguos Tathagatas del pasado, que eran Arhats y completamente iluminados, estos llegaron al Castillo de Lanka en el Monte Malaya y argumentaron acerca de la Verdad de la Sabiduría Noble, aquella que está más allá del conocimiento razonado de los filósofos, como también más allá del entendimiento de los discípulos y maestros ordinarios, y que sólo es entendida dentro de la consciencia interna. Por el bien de ustedes, yo también hablaré sobre esta misma Verdad. Todo eso que es visto en el mundo está desprovisto de esfuerzo y acción porque todas las cosas en el mundo son como un sueño, o como una imagen milagrosamente proyectada. Esto no es comprendido por los filósofos y por el ignorante, sino por aquellos que así ven las cosas y las ven en su verdadera realidad. Aquellos que ven las cosas de otra manera caminan en la discriminación y, como dependen de ella, se aferran al dualismo. El mundo visto a través de la discriminación es como ver la image n propia de uno reflejada en un espejo, o la sombra de uno, o la luna reflejada en el agua, o un eco oído en un valle. Las personas que se agarran a sus propias sombras de discriminación se llegan a apegar a lo uno y a lo otro, fracasando en abandonar el dualismo, ellos continúan para siempre discriminando y así nunca obtienen la tranquilidad. Por tranquilidad queremos decir Unidad, y la Unidad hace nacer el Samadhi superior, que es logrado entrando en el dominio de la Noble Sabiduría, que es comprendida solamente dentro de nuestra consciencia profunda.

Entonces, todos los Bodhisattvas-Mahasattvas se levantaron de sus asientos y respetuosamente reverenciaron; y Mahamati, el Bodhisattva-Mahasattva, sostenido por el poder de los Budhas, echando la parte superior de su manto sobre uno de sus hombros, se arrodilló, y presionando sus manos juntas, alabó al Bendito en los siguientes versos:

Como bien y cabalmente has revisado al mundo con tu inteligencia y compasión perfecta, debes haberlo visto como una flor etérea de la cual uno no puede decir: es nacida, es destruida, porque los términos ser y no-ser no se aplican a ella.

Como bien y cabalmente has revisado al mundo con tu inteligencia y compasión perfecta, debes haberlo visto como un sueño del cual no se puede decir: que es permanente, o que es destructible, porque los términos ser y no-ser no se aplican a él.

Como bien y cabalmente has revisado al mundo con tu inteligencia y compasión perfecta, debes haberlo visto como visiones más allá del alcance de la mente humana, porque los términos ser y no-ser no se aplican a ellas.

Con esa inteligencia y compasión perfectas, que están más allá de todos los límites, has comprendido el No-ser (la carencia de ser) de las cosas y las personas, y estás libre y emancipado del obstáculo de la pasión, de lo aprendido y del egoísmo.

Tú no desapareces en el Nirvana, ni el Nirvana vive en ti, porque el Nirvana trasciende toda la dualidad del conocimiento y de lo conocido, de ser y no-ser.

Aquellos que te ven así, sereno y más allá de la concepción, estarán emancipados del apego, y libres de toda corrupción en este mundo, y más allá, en el mundo espiritual.

En este mundo cuya naturaleza es como la de un sueño, hay un lugar para alabar y un lugar para maldecir, pero en la Realidad Última del Dharmakaya, que está mucho más allá de los sentidos y de la mente discriminatoria, ¿qué hay que alabar? ¡Oh, Tú eres el más Sabio!

***

Entonces dijo Mahamati el Bodhisattva-Mahasattva: Oh Bendito, Sugata, Arhat y Completamente Iluminado, te imploro que nos hables acerca de la comprensión de la Sabiduría Noble que está más allá de los caminos y procedimientos de los filósofos; que está desprovista de todos los predicados, tales como ser y no-ser, unidad y diferencia, ambos y no-ambos, existencia y no-existencia, eternidad y noeternidad; que no tiene nada que ver con la individualidad o con la generalidad, ni con la imaginación-falsa, ni con ninguna ilusión que surja de la mente misma; sino que se manifiesta ella misma como la Verdad de la Realidad Superior. A través de la cual, ascendiendo continuamente por las etapas de purificación, uno entra al fin en el estado de Tathagata, por lo cual a través del poder de sus votos originales sin ningún esfuerzo u oposición, uno radiará su influencia a los mundos infinitos, como una gema reflejando su variedad de colores, y con lo cual, yo y otros Bodhisattvas-Mahasattvas seremos capaces de atraer a todos los seres a la misma virtuosa perfección.

El Bendito dijo: ¡Bien hecho, bien hecho, Mahamati! ¡Y de nuevo, verdaderamente, bien hecho! Es por tu compasión por el mundo, por el beneficio que le traerá a los seres humanos y a los celestiales que te has presentado ante nosotros para hacer esta petición. Por lo tanto, Mahamati, escucha bien y reflexiona verdaderamente en lo que voy a decir, porque yo te instruiré.

Entonces, Mahamati y los otros Bodhisattvas-Mahasattvas prestaron toda su atención a la enseñanza del Bendito.

Mahamati, en vista que los de mente simple e ignorante no conocen que el mundo es algo solamente visto en la mente misma, se agarran a la multitud de objetos externos, se agarran a la noción de ser y no-ser, de la unidad y la diferencia u ‘otredad’, de ambos y no-ambos, de la existencia y la no-existencia, de la eternidad y la noeternidad, y piensan que ellos tienen una naturaleza propia de ellos mismos, todo lo cual surge de las discriminaciones de la mente y es perpetuado por la energía de ese hábito, y desde ahí ellos son conducidos a la imaginación falsa. Esto es como un espejismo en el cual los manantiales de agua son vistos como si fueran reales. Estos manantiales son imaginados así por los animales que tienen sed debido al calor de la estación, y corren hacia ellos. Los animales, no conociendo que los manantiales son una alucinación de sus mentes, no comprenden que no hay tales manantiales. De la misma forma, Mahamati, él de mente ignorante y simple, con sus mentes quemándose en el fuego del egoísmo, la cólera y la estupidez, encontrando delicia en el mundo de las múltiples formas, con sus pensamientos obsesivos acerca del nacimiento, el crecimiento y la destrucción, no entendiendo bien lo que significa la existencia y la noexistencia, y siendo impresionados por discriminaciones y especulaciones enormes desde el tiempo sin principio, caen en el hábito de agarrarse a esto y a aquello, y así, al final llegan a apegarse a esos mismos pensamientos.

Es como la ciudad de los Gandharvas, la cual cree el ignorante que es una ciudad real aunque de hecho no lo sea. La ciudad aparece como en una visión debido a su apego al recuerdo de una ciudad preservada en la mente como una semilla; por lo tanto, puede decirse que la ciudad es ambas, existente y no-existente. De la misma forma, apegándose al recuerdo de las especulaciones y doctrinas erróneas acumuladas desde el tiempo sin principio, ellos se agarran rápidamente a tales ideas como unidad y diferencia, ser y no-ser, y sus pensamientos no son del todo claros. Es como aquel que dice que después de todo, es sólo algo visto por la mente. Es como un hombre soñando con un país que parece estar lleno de hombres, mujeres, elefantes, caballos, carros, transeúntes, villas, pueblos, ciudades, vacas, búfalos, mansiones, bosques, montañas, ríos y lagos, y se traslada de un lugar a otro en la ciudad hasta que se despierta. Estando todavía acostado y mitad despierto, recuerda la ciudad de sus sueños y revisa sus experiencias allí. ¿Qué piensas, Mahamati, es este soñador que deja su mente vivir en la irrealidad que ha visto en su sueño, alguien que pueda ser considerado sabio o tonto? En la misma forma, el ignorante y simple de mente que está influenciado por los puntos de vista erróneos de los filósofos no reconoce que las visiones que lo están influenciando son solamente ideas-sueños que se originan en la mente misma, y consecuentemente, es atrapado por sus nociones de unidad y diferencia, y de ser o no-ser. Es como el lienzo de un pintor sobre el cual el ignorante imagina que ve las elevaciones y depresiones de las montañas y los valles.

De la misma forma, hay personas hoy en día que han sido educadas bajo la influencia de similares erróneos puntos de vista acerca de la unidad y la diferencia, de la igualdad y la desigualdad, quienes mentalmente han sido condicionados por el hábito de esas falsas imaginaciones, y que después voluntariamente declaran que aquellos que sostienen la verdadera doctrina del no-nacimiento que está libre de la alternativa de ser y no-ser, son nihilistas, y por así hacerlo se llevan ellos mismos y a otros a la ruina. Por la ley natural de causa y efecto esos seguidores de puntos de vista perniciosos destruyen las causas meritorias que de otra forma podrían guiarlos a la pureza sin mancha. Ellos deben de ser rechazados por aquellos cuyos deseos sean para la más alta excelencia.

Es como los que tienen una visión difusa que cuando miran algo ven una redecilla, y entonces se dicen los unos a los otros: “¡Es maravilloso! ¡Miren, Honorables señores, es maravilloso!” Pero la redecilla nunca existió; de hecho, ni es eso una entidad, ni una no-entidad, porque ambas han sido vistas y no han sido vistas. De la misma manera aquellos cuyas mentes han sido adictas a las discriminaciones, a los puntos de vista erróneos apreciados y respetados por aquellos filósofos que opinan sobre los puntos de vista reales del ser y no-ser, contradirán el buen Dharma y terminarán en la destrucción de ellos mismos y otros.

Es como el anillo de fuego que produce una antorcha, que no es un anillo sino que el ignorante se imagina que lo es. Ni es no-anillo porque ha sido visto por alguien. Por el mismo razonamiento, aquellos que tienen el hábito de escuchar las discriminaciones y puntos de vista de los filósofos, mirarán las cosas nacidas como no-existentes, y aquellas destruidas por causas como existentes. Es como un espejo reflejando los colores y las imágenes como determinadas por las condiciones pero sin parcialidad. Es como el eco del viento que da el sonido de una voz humana. Es como un espejismo del agua moviéndose que se ve en el desierto. En la misma forma la mente del ignorante, aquella que discrimina y ha sido calentada por imaginaciones y especulaciones falsas, está revuelta en olas de espejismo por los vientos del nacimiento, el crecimiento y la destrucción. Es como el mago Pisaca, quien por medio de sus encantamientos hace una imagen de madera o un cuerpo muerto vibrar con vida, aunque no tiene poder en sí mismo. En la misma forma, el tonto e ignorante, comprometiéndose a sí mismo con puntos de vista filosóficos erróneos, llega a ser verdaderamente devoto de las ideas de la unidad y la diferencia, pero esa confianza no está bien fundamentada. Por esa razón, Mahamati, tú y los otros BodhisattvasMahasattvas deben desconectarse de todas las discriminaciones que guían a las nociones de nacimiento, permanencia, y destrucción, unidad y diferencia, igualdad y no-igualdad, de ser y no-ser, y así, estando libre de la esclavitud del hábito-energía, ser capaces de lograr la realidad de la Sabiduría Noble, perceptible y comprensible en ustedes mismos.

***

Entonces Mahamati le dijo al Bendito: ¿Por qué es que el ignorante se entrega a la discriminación y el sabio no?

El Bendito replicó: Es porque el ignorante se agarra a los nombres, a los signos y a las ideas; a medida que sus mentes se mueven a través de esos canales, ellos se suplen de la multiplicidad de objetos y caen en la noción de un ego-alma y lo que pertenece a él; ellos discriminan entre lo bueno y lo malo de las apariencias y se agarran a lo placentero. A medida que ellos se agarran así, hay un deterioro hacia la ignorancia, y el karma nacido del egoísmo, la cólera y la estupidez se acumula. A medida que la acumulación de karma continúa, ellos llegan a ser prisioneros en una concha o caparazón de discriminación, siendo de ahí en adelante incapaces de liberarse ellos mismos de la rueda de nacimiento y muerte.

Por la estupidez, ellos no entienden que todas las cosas son como maya, como la reflexión de la luna en el agua, que no hay una sustancia-propia para ser imaginada como un ego-alma y que sus pertenencias, y todas sus ideas especificas, las cuales surgen por sus discriminaciones falsas de lo que existe, es solamente lo visto por la mente misma. Ellos no comprenden que las cosas no tienen nada que ver con lo que califica o la calificación, ni con el curso o camino del nacimiento, la permanencia y la destrucción, y en su lugar ellos afirman que son nacidos de un creador, del tiempo, de los átomos, y de un espíritu celestial. Es porque los ignorantes se han entregado a la discriminación, que ellos se mueven a lo largo de la corriente de las apariencias, pero eso no es así con el sabio.

 
Lankavatara Sutra, Capítulo 2
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